La Liberación Espiritual y ¿Cómo se Realiza con Éxito?

La Liberación Espiritual, para las personas que son creyentes en Dios es un tema de mucha importancia, ya que piensan que a través de ella pueden tener la bendición del mismo y sobre todo estarán libres de cualquier problema o debilidad, con este pensamiento piensan que su alma está libre de cualquier mal o atadura.

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La Liberación Espiritual

Es un elemento de tipo subjetivo que hace que las personas que son creyentes sientan que han recibido bendiciones de Dios, con ella lo que quieren es conseguir como terminar con los malos entendidos y tener nuevas revelaciones del hombre, para así mantener no solo una conexión con Dios sino que también esos lazos espirituales se fijan en su mente y hacen que la misma se vea libre de cualquier atadura.

Esta situación comienza a suceder en personas que reciben a Dios en sus vidas y aceptan a Jesucristo como su salvador, lo que hace que también acepten esta salvación como una gracia divina. Ya sabemos que la bondad de Dios es muy ilimitada y se gana de una manera muy fácil, por eso las personas que se convierten aprovechan las bendiciones y las reciben como un proceso de liberación de su alma y creen que la misma es otorgada por tener la fe puesta en Dios.

Para entender esta liberación espiritual debemos entender plenamente que Dios, nuestro Padre Celestial, y un padre siempre quiere que sus hijos estén bendecidos por la fe y por tanto Dios quiere que cualquier cosa que esté en contra de la bendición de sus hijos debe estar fuera de ellos.

Dios siente dolor, un dolor muy fuerte cada vez que uno de sus hijos sigue el camino del mal, de la misma manera que cuando sus fieles están pasando por muchas adversidades a causa de su falta de fe, porque no creen en su palabra, pero aun así él nos sigue amando. El papel de todo creyente es enfocarnos en conocer que el mal está presente a nuestro alrededor y que debemos terminar con esta maldad.

Con el proceso de liberación todo creyente tiene la capacidad de quitarse cualquier daño o maleficio que provenga de las fuerzas malignas de Satanás, así que al hablar de liberación estamos hablando que se deben romper todas las ataduras que tienen nuestra alma o espíritu que este mundo lleno de maldad ha creado para los hombres. Este proceso permite a los hombres tener una evolución y relacionarse de mejor manera con Dios y con la fe.

Como se inicia la Liberación Espiritual

Esta liberación la comenzó Juan el Bautista cuando comenzó a preparar a las personas de Israel para que pudieran recibir el Reino de Dios a través de su Hijo Jesús. Cuando predicaba este Reino es que se comenzó a habla de liberación del espíritu, ya que el mismo debía ser entregado por Jesús como nuestro salvador. Cuando Jesús se aparece a su primo Juan ya como predicador el comienza a transmitir su palabra por el desierto de Judea expresando que el Reino de los cielos había llegado y que se debía creer en Dios y manifestar arrepentimiento por los pecados.

Pero en los tiempos de Juan el Bautista ya el reino de los cielos estaba sufriendo de violencia, puesto que una vez que Juan comienza a profesarla llegada del Reino, satanás también inicia su pela contra el bien. Cuando se habla del Reino de Dios, hablamos de una manifestación que se puede ver y que se relaciona con la liberación del espíritu, Satanás ve con malos ojos este proceso ya que los hombres comenzaron a buscar una manera de acercarse a Dios y comienza con un nuevo sistema para oprimir más al ser humano.

Ya con Jesús el Reino de Dios se acerca más a los hombres, y este comienza a pedirles a los hombres arrepentimiento por sus pecados para que Dios pueda entrar en sus corazones y darle protección. Toda la llegada de Jesús estaba siendo preparada por Juan el Bautista (Mateo 3:1-11) pedía a todos que cambiaran su corazón y su vida ya que el reino se estaba acercando, y de la misma manera lo había dicho el profeta Isaías que oyeran la voz del desierto y que prepararan el camino del señor enderezando sus senderos. Juan decía que su bautismo era solo con agua pero el que venía después de él bautizaría con fuego a través del soplo del Espíritu santo.

Y de la misma manera lo hizo Jesús cuando comenzó a hacer su ministerio, para enseñar y predicar del Reino, por eso es que su principal tarea es establecer una liberación espiritual para que el propio ser humano pudiera liberarse de los demonios. Es por el que se comienzan a enfrentar los demonios, todo espíritu de impureza quería acabar con la fe que debían tener los hombres en Dios. El criterio de Jesús para hablar dentro de las sinagogas era fuerte debido a que los demonios no aguantaban la unción que Dios había colocado en él.

Por eso es que Jesús podía acabar con cualquier demonio que encontraba dentro de los hombres, los expulsaba y hacia que los hombres fueran creyentes en el poder de Dios y su Reino. Nunca se ha conocido en la Biblia que alguna otra persona pudiera sacar demonios de los cuerpos y en el alma de los hombres inocentes que lo único que no tenían era fe en el Señor. En el Antiguo Testamento se menciona que mientras David tocaba su arma un espíritu maligno estaba sobre Saúl y que con la melodía que tocaba en la misma logró su expulsión.

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Quizá este relato sea lo más cercano de un trabajo de expulsión de demonios, pero no se narra los hechos tal como si lo hizo Jesús, es decir con autoridad. Ningún Rey, Profeta o sacerdote tuvo ese poder de sacar demonios y menos la autoridad para que con una sola orden estos abandonaran los cuerpos de las personas como Jesús la tenía.

Jesús, Nuestro Salvador

Jesús es nuestro salvador, fue el primer hombre de la tierra que hizo la prédica del reino de Dios como parte de un regalo de Dios para los fieles que creyeran en su palabra, es por eso que desde ese momento el Reino de los cielos y el mal tuvieron su primer coque de violencia, ya que Dios no dejaría que Satanás siguiera pervirtiendo a su pueblo.

Una persona que esta falta de fe en el Señor es un blanco fácil para ser atacada por los demonios, aunque gay muchas iglesias que no creen en una liberación espiritual sino en una liberación de demonios. Es por eso que este tipo de ministerio como el de Jesús necesita tener la creencia en que existe una liberación de demonios y que después se proceda a afirma r que el Reino de Dios si existe.

El Ministerio de Jesús

El ministerio de Jesús era una prédica, una enseñanza en donde todos podían tener sanación en el alma y en la mente y sacar de ellos a los demonios, es por ese motivo que Galilea se volcó a escuchar a Jesús, ya que mientras él caminaba y predicaba en las sinagogas aprovechaba de enseñar también en los campos abiertos, de manera que toda la información del reino de Dios les llegara y que la sanación de los enfermos se realizara.

En cada uno de los evangelios que se encuentran en la Biblia encontramos esta enseñanza de Jesús, como expulsaba a los demonios y como sanaba a enfermos. Esta enseñanza es la que quieren seguir hoy día muchos pastores y ministros, y también muchos creyentes, que siguen estas tres labores de Jesucristo. Pero en ellos no está la autoridad de expulsar demonios y conseguir la liberación espiritual.

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Cuando salen personas que claman por el reino de Dios y enseñan su palabra los demonios comienzan a manifestar de una manera agresiva a atacar a las personas ya que la maldad se hace manifiesta, en la actualidad las personas que siente que están siendo atacadas son atendidas por las ramas de la psicología y la psiquiatría, los cuales dictaminan que son solo problemas de depresión y algunos síntomas de ataduras mentales que solo pueden ser atendidos con tratamiento psicomentales.

Lo que no pueden comprender es que hay problemas que son netamente espirituales, que deben ser abordados por la iglesia o por personas de fe para poder brindarles ayuda a estas personas. Habrá ocasiones en que tal vez no puedan recibir la ayuda necesaria, y que estas personas sientan que están muy lejos de Dios.

Y por supuesto no les enseñan que el poder de la cruz y la sangre de Cristo el conocimiento de la palabra y estar unidos al Espíritu Santo es estar en comunicación con el verdadero Dios. Los remedios de los hombres no pueden suplantar la fuerza que viene de Dios, por eso esta es la verdadera persona que nos puede ayudar en nuestra lucha espiritual.

Aspectos del Ministerio de Jesús

El ministerio de Jesús abarcaba cuatro aspectos primordiales el principal de ellas era la predicación, sanación, enseñanza de la palabra y la expulsión de demonios, que solo buscaban la destrucción del Reino de Dios. Después estaba la autoridad que el mismo Jesús tenia para hacer la enseñanza de la palabra y quitar el mal de las personas.

Era importante para Jesús terminar con las sensaciones de tristeza que tenían las personas, y para ello se hacia la liberación del alma, de eso eran las enseñanzas de Jesús de como liberarse espiritualmente, y que la misma llevaba al Reino de Dios y sobre todo a su amor. Estas enseñanzas llevaban a un término de la pobreza del espíritu, quitando todas sus opresiones del alma y de su cuerpo.

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¿Cuándo se necesita una Liberación?

Cuando un hombre entra en contacto y se relaciona con Dios a través de su palabra, comienza a desarrolla un renacer espiritual y un nuevo nacimiento como ser humano que pertenece a Dios y a Jesucristo, en otras palabras es una nueva criatura.  Su alma y su voluntad, sus emociones y su mente seguirán siendo las mismas, pero sus acciones serán diferentes.

El alma de una persona creyente necesita ser transformada y renovada en este proceso de liberación, de la misma manera como Jesucristo libero a las personas. En la palabra de Dios podemos encontrar de una manera precisa que una vez que se hace este proceso tenemos a una nueva criatura ante los ojos de Dios, es una persona nueva con un nuevo espíritu, es una persona libre, pura y con una justificación nueva en la vida.

Esto requiere también de un proceso de sanación y cambio, cuando cambias de manera espiritual, no solamente sanas tu espíritu sino también tu cuerpo y tu mente y esta es la voluntad que Dios desea para todos nosotros. Todas las almas que buscan liberarse están heridas y tienen marcas y ataduras, las cuales requieren de un proceso de perdón, muchas de estas persona han tenido baja autoestima y se han sentido rechazadas en su vida, por eso es que aparte de la liberación requieren de una sanación.

Al momento en que se recibe una correcta interpretación de la Palabra de Dios, pasamos a tener un crecimiento y podamos madurar nuestra relación con Dios y Jesús. También sentirás que vas a sufrir más ataques del mal y si no estás seguro de tener una fe verdadera la presión será muy grande, haciendo que tu sabiduría se bloquee y que tu corazón se sienta triste.

Cuando el demonio comienza a ejercer influencia en ti, tratará que no pienses, buscará que te enfermes y que estés deprimido. Por tanto debes intentar buscar nuevamente la liberación espiritual, recibiendo la palabra de Dios y abriendo nuevamente las puertas de tu corazón para que el amor de Jesús entre en él.

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¿La iglesia entiende la Liberación Espiritual?

Para tratar este punto debemos remitirnos a lo que se llama la influencia del espíritu de Grecia, mediante el cual hubo un corte racional de algunos procesos que para la época eran sobrenaturales y que estaban presentes antes de conformarse la Iglesia, entre esto se encontraban una serie de elementos griegos que influenciaron a la nueva iglesia de Jesucristo:

El desarrollo del humanismo y la exaltación del hombre: el intelectualismo fue lo que provoco la exaltación del hombre y que se comenzara a desarrollar más abiertamente la inteligencia humana, las personas comenzaron a tener un manejo de como tener metas y llegar a ciertos logros, sustituyendo la fe en Dios por el desarrollo intelectual.

Se negaban los aspectos que no tenían una explicación: se comenzó a anegar la existencia de entidades demoniacas, lo cual hace que sea imposible conseguir una liberación del espíritu en las personas creyentes. No se cree en aspectos sobrenaturales, en dones o en sanidad, profecías o milagros, se buscaba la manera de acabar con el tema de los espíritus que hacían daño a la iglesia y a los creyentes.

En la actualidad hay muchas iglesias, ministros, y creyentes que no tienen creencia en la liberación espiritual, debido a estas creencias del espíritu de Grecia que influenciaron a las iglesias posteriores, para estas iglesias es mejor tener un rebaño atado y herido por la maldad y no creer en la liberación espiritual.

¿Un Creyente puede estar poseído por un demonio?

Una persona que sea creyente jamás estará poseída por un demonio, pero este si puede presionarlo, acosarle, hacer que se deprima o enferme de su cuerpo, mente y hasta de su voluntad, habrá ocasiones en las que hasta pueda hacer que cambien sus emociones. Para que esto suceda el creyente debe dejar las puertas abiertas para que las maldiciones del demonio le opriman y le aten, y esto en ocasiones se relaciona con algún trauma que tenga de su pasado o de un abuso que le haya marcado por el pecado.

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Pero ninguna entidad del mal podrá poseer el cuerpo ya que un creyente real le ha entregado su alma al Espíritu Santo y este ya es parte de su cuerpo, para que exista una posesión debe haber un alma de una persona dentro del cuerpo de otra. Si ya la persona tiene al espíritu de Dios dentro de ella no hay ninguna manera que un ente maligno logre apoderarse de ella, esto solo sucedería si la persona le da permiso al ente maligno de que entre en ella.

La lucha con el pecado

En la Biblia se hace mención de la lucha con el pecado pero no dice que se debe hacer una liberación sino más bien morir por los pecados cometidos, ya que así es como se comienza un nuevo nacimiento en la vida, pero los cristianos han desarrollado este tema en las escrituras mencionándolo más como una santificación.

Todos estos procesos son parte de lo que todos conocemos como una conversión y que se a través de la acción del Espíritu Santo, el cual nos permite ser libres de la corrupción y nos ayuda a estar libres de los pecados que podamos cometer, permitiendo que cada día nos podamos renovar y ser más semejantes a la imagen de Jesucristo como salvador.

Dentro de todo este proceso Dios nos dice que debemos tener responsabilidad en morir y renunciar por todos los pecados que hemos cometido en la vida, sacando con esto a la vieja persona que fuimos y vestirnos con una ropa nueva de un mejor hombre. A esta manera de despojarnos de la vieja vida se hace la descripción de las nuevas actitudes que deben tener como personas creyentes en la Palabra de Dios y así poder tener un mejor desarrollo y en afrontar por que cometimos estos pecados, aquí es que debemos ver cuál fue nuestra reacción y actuar como un nuevo cristiano para establecer una relación de los pecados cometidos.

Cuando ejecutamos estas acciones podemos ver una nueva posición como Hijos de Dios, ante las acciones del mal que actúan en los corazones de los creyentes de Dios. En el Nuevo Testamento se expresan estas actividades, y por eso es que debemos tener un entendimiento de como quitarnos todo el peso que tenemos con nuestra vida pasada y nuestros pecados y que nos han asediado o acosado toda la vida.

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Este despojo consiste en dejar de lado toda la maldad, la impiedad y cualquier deseo mundano, deseo carnal y cualquier otro elemento de negatividad en nuestras vidas para nacer como un nuevo creyente y acabar con cualquier pecado que se haga en la tierra.

¿Cómo se renuncia a los pecados al morir?

En las escrituras es muy precisa la manera de hacerlo, ya que cuando se hace de la manera correcta se comienza en proceso para ir al Reino de Dios, cuando comienza nuestro momento de morir y que nuestro espíritu descienda al mundo espiritual. La Biblia menciona que con la oración se comienza el proceso para no ser parte de la negatividad y que a la vez comience el proceso de la liberación ante las tentaciones que puede ejercer el demonio en nosotros.

Luego de reconocer nuestros pecados debemos humillarnos, a través de la confesión de nuestros pecados ante Dios y nuestros hermanos y pidiendo perdón ante Dios Padre. Todo este procedimiento permite que la muerte sea tranquila y que nos vayamos libres de pecado, pero debe tener presente la confesión, el arrepentimiento y el procedimiento del perdón. Cuando ya eres creyente e Hijo de Dios puedes enfrentar los pecados cometidos y distinguir cuales son comunes y cuales son graves.

Luego del proceso de pedir perdón se debe pedir a Dios la fortaleza para enfrentar la muerte de nuestras pasiones, orar de manera constante para pedir más fortaleza y por nuevas virtudes como un hombre nuevo que va a estar libre de cometer cualquier otro pecado. Cuando hacemos este ´proceso de perdón la Gracia de Dios y de Jesucristo se hace presente en nuestras vidas y podemos encontrar y ver la Gloria de Dios.

La oración es un elemento importante en los planes de Dios ya que podemos ver la naturaleza de los pecados que cometimos y desarrollar mejor nuestro proceso de perdón a través de la gracia de los evangelios.

Cuando haces la lectura y la oración es que puedes ver que los pecados son una ofensa para Dios. Este proceso hace que Dios abra sus brazos para nuestros corazones, para que puedas ver que el pecado es generador de engaños, que tienen poder y nos destruye, así podemos determinar cuáles son los valores que debemos relacionar de mejor manera en nuestras vidas.

Pasos para la Liberación Espiritual

Una vez que sabes que el demonio está trabajando en tu organismo para destruirte, puedes tener una gran victoria sobre él con la ayuda de Jesucristo, su muerte y resurrección, y de esta manera puedes soportar la presión que él puede ejercer en ti. Cuando Jesús murió en la Cruz pago con su muerte todos los pecados de los hombres, sin importar sus edades o su raza, se convirtió en nuestro Cordero de Dios que se llevó el pecado del mundo.

Este sacrificio de Jesús es un elemento muy fuerte que debes usar para que reclames la liberación de tu espíritu de cualquier fuerza demoniaca que te esté atormentando, debes hacerlo con fe y hablar directamente con Jesús para pedirle su ayuda, pero conocer que tus sentimientos están claros y que de verdad eres un creyente firme de la palabra de Dios y de sus promesas.

Antes de hacer los pasos debes tener seguridad de que tienen una relación con Dios, que has nacido como una nueva persona, recocer que todos tus pecados fueron perdonados con la muerte de Jesús y que deseas seguir sus pasos para mantener tu relación con Dios. Puedes ayudarte de otras personas, de la Iglesia, pero si estás dispuesto a seguir este camino entonces para tu proceso deliberación debes seguir los siguientes pasos.

Afirmar tu fe en Cristo

Este paso se hace a través de la revelación de tu propio testimonio y de cómo pudiste vencer al demonio o Satanás y este testimonio debe estar con la Palabra de Dios, ya que debemos decir de manera clara que la victoria de Jesús con su muerte en la cruz es la forma en que se manifiesta a nuestro favor la esperanza, por eso se debe decir en voz alta y con confianza.

Al hacerlo de esta manera, hacemos la invocación del ministerio de Jesús, y pedir a este nuestras necesidades las cuales el mismo llevara ante Dios Padre, haciendo que la autoridad del cielo se libere a nuestro favor. Si no haces esta confesión de esta manera no le estas dando a Jesús ningún soporte para que interceda a favor de nosotros.

El Salmo 91 dice que puesto que has tomado su amor él te librara, te colocara en lo alto ya que has conocido su nombre, le invocaras y él te responderá, a su lado estarás en momentos de angustia, te hará libre y te glorificará, de otorgará larga vida y te enseñara la salvación.

Después debes hacer tu Testimonio de Fe: “De acuerdo a la Palabra que nos dejaste en la Biblia, tengo la certeza que seré libre de todo demonio que me esté atormentando  solo con el gran poder de tu Santo Nombre Jesucristo, hágase en mi persona según  la promesa que está en la Santa Biblia.”

Humillarte

No debes acercarte a Dios con postura orgullosa, ya que jamás te atenderá, debes llegar hasta él con humildad. Dios nos puede humillar, ya que tiene el poder para hacerlo, pero solamente nosotros tenemos la voluntad de hacernos humildes, si lo hacemos con fe Dios nos dará toda la gracias que necesitemos.

En un proceso de liberación debes tomar en cuenta que debes elegir entre dos opciones tu dignidad o tu liberación, si decides escoger la primera quiere decir que no te has arrepentido con sinceridad y que sigues siendo orgulloso y por tanto no estás listo para tener tu liberación, y tampoco puedes dar los pasos que siguen. Si decides tomar la segunda opción y humillarte y arrepentirte entonces has este testimonio de la humildad:

“Jesús hoy te necesito, sin ti no soy nada en la vida, los enemigos que siguen al demonio tienen mucha fuerza para que yo los enfrente solo, te pido por favor que me ayudes con tu gracia y tu poder para poder derrotarlos con el poder de tu santo nombre Jesucristo”.

Confesar los pecados

Para que Dios perdone tus pecados debes hacer la confesión de los mismos, en la primera carta de Juan, capitulo 1 dice que si los pecados son confesados, Dios es fiel y justo y nos perdonara y limpiara de la maldad. Esta fue una promesa de Dios ser fiel y justo con nosotros y para eso envió a Jesús para que nos salvará y pagara el precio por los pecados que nosotros cometimos. Por eso debes ser honesto y confesar cuáles son tus pecados, para que Dios los perdone.

Hoy día se disfrazan algunos pecados con otros nombres, pero debemos llamarlos por sus nombres verdaderos, si tú tienes un problema de comer mucho ese es el pecado de la gula, si eres adicto al sexo es el pecado de la lujuria, si odias o detestas a alguien eso es odio, y si gustas de estar comentando cosas de otras personas eso es chisme. Desde el momento en que le cuentas a Dios todo lo malo que has realizado, verás que antes de decirlo ya Dios sabía que los habías cometido, y que aun así él todavía te ama.

En Éxodo 20:3-5, dice que Dios castiga los pecados de todos sus hijos hasta la tercera y cuarta generación, así que tal vez los pecados de tus antepasados te están haciendo culpable hoy día como si fuera una maldición vieja que hace que tu sufras las consecuencias de lo que hicieron tus antepasados. Si sabes cuales fueron los pecados de ellos entonces también confiésalos para que te quites toda culpa en ellos.

Los pecados que se confiesan van desde adulterio, robo, participar en actos de brujería, ocultismo, llevar amuletos de buena suerte, adoptar nuevas doctrinas, hacerte lecturas psíquicas, usar artes adivinatorias, acudir a la astrología, usar comunicación con personas muertas, participar en sesiones espiritistas, el yoga, uso de los chacras, uso de técnicas de sanación, haber sido parte de religiones falsas (mormones, budismo, islam), adorar ídolos, imágenes y amuletos con los cuales buscabas protección.

Nosotros solo tenemos un redentor en nuestra vida, un protector e intercesor y ese es solo Jesucristo nuestro Señor. La situación es que no debes ponerte a pensar mucho en que fue lo que hiciste sino que dejes que sea el Espíritu Santo el que haga que lleguen a tu mente cuales son los pecados que debes confesar. Si hay algún pecado que no requiera de confesión y que no sea necesario que recuerdes en ese momento tal vez más adelante logres recordarlo y de manera inmediata confiésaselo a Jesús, usando estas palabras:

“Jesús, hoy confieso todos mis pecados de (diga los que le vengan a la mente) y hago la confesión de los pecados que cometieron mis antepasados y por los cuales he tenido maldiciones en mi vida”.

Arrepentirte de tus pecados

El hecho que confieses tus pecados no es un indicio de que sea suficiente, para obtener el perdón también es necesario que te sientas arrepentido de haberlos cometido. Toda persona que encubre sus pecados o los oculta nunca tendrá prosperidad pero si los confiesa consigue la misericordia. Por eso debes estar arrepentido para que puedas alejarte de ellos para siempre. Este arrepentimiento tiene dos cosas importantes:

  1. Aceptas la responsabilidad personal de lo que hiciste, no te ocultas detrás de otras personas y no culpas a los demonios del pasado.
  2. Estas tomando la misma posición de Dios en contra del pecado, no debes hacerlo más grande, pero tampoco más pequeño de lo que es, desprécialo de la misma manera que Dios lo hace para que este no tenga más poder sobre ti.

Cuando logres reconocer estas dos cosas entonces debes hacer tu testimonio de Arrepentimiento ante Jesucristo: “Jesús ante ti estoy arrepentido de mis pecados (diga sus pecados), y estoy arrepentido de los pecados que cometieron mis antepasados y que tuvieron algún impacto de maldad en mi vida y juro que no participare de ellas más nunca”.

Perdonar a otros

Sin importar lo que hubieran hecho, Jesús estableció una ley de espíritu que nunca ha variado que cuando estuvieran orando, perdonaran si tenían algo en contra de otra persona, para que de la misma manera Dios los perdonara en el cielo por todas sus ofensas, ya que si no perdonaban Dios tampoco les iba a perdonar sus ofensas.

De allí que debemos perdonar de manera incondicional todos los pecados que se hayan cometido en nuestra contra, debemos ver que nosotros tenemos una inmensa deuda con Dios por todos nuestros pecados, y que cualquier ofensa que te haya causado otra personas es solo algo mínimo que no se puede comparar con lo que tú le debes a Dios.

Los demonios actúan en tu vida de la misma manera como hace un torturador, así que si quieres liberarte de ellos debes perdonar de manera libre a todas aquellas personas que te hubieren causado ofensa o daño. Cuando personas a otras personas no estamos hablando de emociones sino de la voluntad, debes tomar una firme decisión de perdonar y después hacerla una palabra, decidir con el corazón y hablar con la boca para que el acto de perdonar tenga eficacia.

Para que lo puedas hacer de una mejor manera deja que sea el Espíritu Santo el que te lleve a tu mente cuales son aquellas personas en tu vida que de alguna manera de han causado tanto daño y que tú debes perdonar. El espíritu Santo es tu ayuda y tú guía él será quien te lleve a tus recuerdos la cara y nombre de esas personas, y cuando lleguen a ti procede a perdonarlos de manera incondicional y has la declaración de testimonio de perdón a otras personas ante Jesucristo:

“Hoy perdono a (diga el o los nombres de las personas) de todos los males que me hicieron, hoy no tengo ningún rastro de amargura, ni resentimiento ni odio hacia ellos”.

Romper con otras maneras de ocultismo y falsas religiones

Para Dios cualquier doctrina o falsa religión que sea practicada, debe ser despreciada, ya que las mismas siempre buscan la adoración y lealtad a alguna cosa o persona, cuando en realidad la mente y el corazón de cada persona le pertenecen solo a Dios. Detrás de todas estas doctrinas y falsas religiones solamente se esconde un enemigo muy fuerte de Dios: Satanás. Así que si quieres tener un contacto con Dios, una comunicación y relación directa con él debes romper toda relación con Satanás.

De tu casa debes sacar cualquier elemento u objeto que tenga relación con ellos, sean libros, recuerdos, amuletos, arte porque ya Moisés se lo había advertido al pueblo de Israel, en su éxodo que no se debía traer a su casa cosas abominables, ya que todas ellas debían ser aborrecidas ya que eran anatemas. La mejor forma de deshacerte de ellas es quemándolas, si no estás en condiciones de hacerlo inmediatamente has la promesa a Dios que en cuanto puedas lo harás.

Luego debes realizar el testimonio ante Jesucristo: “Jesús, hoy hago la renuncia total a todo ocultismo o falsa religión de (dígalas creencias que tenía) y te pido de corazón perdón por haber llevado a mi casa objetos que están llenos de maldiciones y que representan una abominación no solo para ti sino también para mi vida, en este momento haré la destrucción de los mismos unto con todas las maldiciones que ellos traen, y que hubiera colocado en mi casa y en mi familia.”

Prepararte para liberar tu vida de maldiciones

En la Biblia se pueden encontrar muchas bendiciones y maldiciones y de su poder, ellas se mencionan unas 600 veces en la Biblia. Pero el cristianismo occidental se ha centrado más en las bendiciones y pensar que las maldiciones son cosas que quedaron como supersticiones de la edad media. Las maldiciones funcionan como oscuridades en la vida que van cerrando la entrada de las bendiciones de Dios, entre ellas se encuentran las bendiciones de curación física y la liberación de los malos espíritus.

Entre los problemas más comunes que nos dicen que hay una maldición presente tenemos los colapsos mentales y emocionales, enfermedades crónicas o repetitivas, esterilidad, abortos frecuentes, divorcios, problemas familiares, deficiencias económicas, sufrir constantes accidentes, perder cosas, depresión, suicidios, muertes prematuras, no poder estar en un sitio permanentemente. Pero todos estos problemas quedaron liberados de nuestras vidas con la muerte de Jesús en la Cruz, gracias a él pudimos heredar las bendiciones que habían sido prometidas a Abraham, el cual recibió de Dios muchas bendiciones.

Realiza el siguiente Testimonio: “Jesús ahora sé que tú fuiste quien nos redimió de todos los pecados y maldiciones que tengo en mi vida y desde ahora rompo con toda maldición de (Diga lo que quiere terminar en su vida), en el nombre de Jesucristo”.

Confirma tu fe en Dios

Cuando haces tú confirmación de tener fe en Dios, este también hace la misma confirmación contigo y puedes comenzar a tener la confianza, en que si Dios está contigo, quien puede estar contra ti. Dios siempre te ayudara revelando el nombre del demonio que debes expulsar de tu mente, solo debes pedirle que te los muestre, él siempre responderá. Cuando haces frente a todos tus demonios estas peleando en contra de una fiera, pero cuando sabes el nombre de esta fiera tienes mayor poder y autoridad ante ella.

Cuando ya tienes conocimiento del nombre del demonio o de los demonios, o que este nombre surja en tu mente cuando estás en tu proceso de liberación, es aquí cuando el Espíritu Santo viene en tu ayuda. En caso que este nombre no surja en el momento, entonces debes tomar una acción ante Dios para que te ayude a encontrar el demonio y que se verbalice su nombre, cuando ya tengas su nombre y a que pecado pertenece debes decir lo siguiente en voz alta y con autoridad:

“Tú, espíritu de (lujuria, rechazo, confusión, duda, etc.) hoy estoy en tu contra y en el nombre de Jesús, ya no estaré sometido a ti, ya que no hay lugar dentro de mí para que tu estés y por eso te ordeno que salgas de mi ahora.

Hoy someto mi voluntad, cuerpo, alma, planes, futuro y hasta mi vida a Dios, hago la confirmación de mi fe en Dios y desde ahora voy a luchar contra cualquier pecado, maldad y demonio que se presente.”

Expulsar

En la Biblia hay una explicación sencilla de como Jesús hacía para expulsar demonios, en Lucas capítulo 4, se habla de un hombre que estaba en una sinagoga y cuando vio a Jesús comenzó a decirle que los dejara, que tenía en su contra el nazareno, si había llegado allí para destruirlos. Adema también le dijo que lo conocía y sabía que era el santo de Dios, Jesús le regañó diciéndole que se callara y saliera de ese cuerpo, así que el demonio le tumbo en medio de ellos y salió sin hacerle ningún tipo de daño.

Así que lo único que se debe hacer es ordenar con autoridad al demonio que salga de tu cuerpo de manera inmediata en el nombre de Jesús, pero esto no debe tratar de hacerlo una persona sola, sino después que haga la oración de la liberación, después de hacerla, Jesús comenzará a liberarte de esos demonios que te atormentan, también puedes leer algunos versículos de la biblia, para que ordenes que salgan de tu cuerpo y sean expulsados.

Cuando lees versículos de la Biblia serás tú quien atormente los demonios, y estos van a querer salir de tu cuerpo más rápido, ya que ellos detestan escuchar la palabra de Dios, muchos de ellos los puedes conseguir de manera rápida en internet, los cuales puedes imprimir y tenerlos a mano para que luches contra los demonios cuando te quieran atormentar.

En hebreo y griego espíritu se escribe o tiene por significado viento o aliento, y estos en el cuerpo por lo general se expulsan por la boca, por lo general, pero el Espíritu Santo siempre va a cooperar contigo y te ayudará a que veas que debes hacer en el momento indicado. La manera de expulsarlos es que hagas la oración de liberación, leas los versículos de la biblia por unos 15 minutos, esto hace que se abra el espacio para que ellos salgan, y para que ellos no vuelvan a ingresar a tu cuerpo debes hacer oración constante y de manera ordenada, ya que esta funciona como una barrera en la boca para que ellos no vuelvan a ingresar.

Cuando estés hablando debes hacerlo con firmeza y autoridad y debes mantener una respiración fuerte., cuando comiencen a salir lo notarás porque la respiración será fuerte y ruidosa diferente a tu respiración normal.

Allí está saliendo tu enemigo y debes seguir presionando con la oración firme y dando la orden que salga de tu cuerpo. En ocasiones bostezaras, tendrás eructos, sollozos, gemirás, toserás fuertemente, puedes hasta gritar u rugir como una fiera. El tiempo que se tarde en salir no está determinado, y hasta puedes tener que hacerlo varios días hasta que salgan de manera definitiva.

No debes dejar espacio a un espíritu que sea de temor, pide al Espíritu Santo que este contigo y que te ayude, y deja que sea él quien te guíe los pasos hasta que logres el objetivo de la expulsión. Recuerda que si sabes cuál es su nombre debes llamarlo por él, ya que eso es lo que causa problemas en tu vida. Por esos debes tener una lista de todos los problemas que te están atacando, para que los llames por su nombre y pidas con autoridad su salida de tu cuerpo.

La lista puede ser larga pero debes llamarlos por ellos: orgullo, lujuria, fornicar, ser promiscuo, cometer adulterio, ser homosexual, ser un adicto a drogas o alcohol, cigarrillos, ser una persona deprimida, tener tendencias al suicidio, sufrir de ataques de ansiedad, tristeza, preocupaciones, ser una persona iracunda, sufrir de cáncer, diversas enfermedades recurrentes, ganas de asesinar, etc.

La forma de sacarlos es diciendo en forma de una orden lo siguiente: “Yo tengo la certeza de saber quién eres demonio de (diga el nombre del demonios), hoy te detesto en mi vida de una manera total, y ya no quiero que estés en mi vida, por eso te ordeno que salgas de mí en este momento en el nombre de Jesucristo. Sal en este momento de mi cuerpo demonio de (diga el nombre del demonios), en el nombre de Jesucristo, sal en este momento en el nombre de Jesús y vete ahora mismo”.

Los versículos de la Biblia que debes leer y que los demonios odian son los que tratan sobre el infierno, la condena, el Seol, el lago de fuego, el Hades, ya que ellos saben que es el sitio a donde irán nuevamente cuando salgan de tu cuerpo. Busca versículos que hable sobre el Cordero de Dios, la Sangre de Jesús, de cómo Jesús y Dios te darán la liberación, de la autoridad de Jesús para expulsar demonios, de atar y desatar en el reino de los cielos, de la obediencia, gracia de Dios, de amor y perdón, de las maldiciones que caen en las personas que desobedecen a Dios.

Atar y Desatar

Cuando haces el paso anterior algunos demonios salen de manera rápida y fácil, que en ocasiones ni siquiera dirás su nombre ya que con solo decir “Yo sé quién eres demonio y te detesto, sal de mi cuerpo en el nombre de Jesucristo”, algunos saldrán en una hora o a veces después de varias horas de ataque constante de tu parte y siempre leyendo los versículos de la Biblia que ellos más odian, pero claro está, que llegará un momento en que tu cuerpo estará agotado y necesitarás tomarte un descanso.

En ese momento de descanso debes usar un arma vinculante leyendo la 2 de Corintios 10:3-6 para que puedas seguir manteniendo tú el control sobre ellos y que sigan atormentados hasta que puedas comenzar tu ataque nuevamente. Este versículo dice que aunque tienes un cuerpo de carne tú no militas en ella, ya que tus armas no son del cuerpo sino que son poderes de Dios para destruir las fortalezas, derribar argumentos y cualquier levantamiento que esté en contra de Dios y que se lleve cautivo cualquier pensamiento que sea de desobediencia a Cristo y que seguiremos de manera rápida a seguir el castigo ante la desobediencia para que tu obediencia sea perfecta.

Cuando tengas la certeza que todos tus demonios ya se han ido de tu cuerpo, cuando veas que los problemas que tenías no te atormentan, si por el contrario aun sientes que tienes un problema debes seguir intentando deshacerte de ellos. Debes tener presente que hay demonios que han estado contigo durante mucho tiempo, quizás desde que llegaste al mundo, y tu cuerpo ha sido su hogar, otros pensarán que tienen el derecho de habitar en tu organismo por las maldiciones que has adquirido en tu vida por los pecados que cometiste o que cometieron tus antepasados.

Otros no te tomaran en serio, por lo que debes ser más fuerte al momento de tu ataque para logres tu objetivo, algunos no querrán que dejes tu vida de pecado y quieren que te rindas ante ellos, por eso es que el trabajo debe ser duro y constante, persistir por varios días y ayudándote de las armas espirituales que Dios te ha dado en la Biblia para que terminen de salir de tu cuerpo.

Una de las ramas espirituales más importantes es la de atar y desatar, y es una de las llaves del Reino de los cielos que Jesús te ha entregado ya que tú has nacido de una nueva manera, Jesús cuando quería decir algo importante lo repetía varias veces y eso lo puedes encontrar mucha veces en la Biblia. A Pedro le dijo varias veces que de él serían las llaves del Reino de los Cielos y que todo lo que el atara y desatara en la tierra también quedaría atado o desatado en los cielos.

Por ello te puedes valer de atar y desatar, para que eches a los espíritus de tu cuerpo, debes seguir ordenando que salgan del mismo todos los días, hasta que logres tu objetivo de que se vayan. Siempre debes invocar el nombre de Jesús cuando ataques a los demonios, pide ayuda no solo al Espíritu Santo sino también a los poderes de los Ángeles guerreros para que también ataquen a los demonios.

Llama al fuego del Espíritu Santo para que los queme, la sangre de Jesús para que los cubra, desata el miedo y las preocupaciones de los demonios, de la misma manera que ellos lo han hecho en tu cuerpo, y mantén siempre la guerra dentro de ti para que ellos se peleen entre sí y salgan de tu organismo.

Para finalizar debes saber que esta batalla espiritual de las fuerzas del mal y de Satanás ha estado en la vida de todos los creyentes y cristianos del mundo, por eso es necesario que se pueda conocer la palabra de Dios de la manera adecuada y que demos el testimonio de una manera correcta, que ellos existen en tu cuerpo. Estas es la única manera que las armas espirituales que están en la Biblia funcionen de la manera adecuada y tengan eficacia para destruir estas fuerzas demoniacas y que salgan de tu vida.

Ya sabes que habrá algunas que son muy fuertes y necesitan de más tiempo para poder tumbarlas y destruirlas. Pero en la Biblia está claro que el pueblo elegido de Dios estuvo siempre acompañado de éste, a su lado para ayudarlos, y aun así tardaron muchos años en lograr salir victoriosos ante todos sus enemigos.

No pudieron ganar las batallas en un solo día. La vida no se puede resolver de una manera fácil y rápida y menos en el mundo actual en que vivimos. Pero Dios siempre espera que hagamos nuestro trabajo y que podamos librar nuestras batallas espirituales para que la voluntad que él desea se cumpla y que se pueda dar Gloria a Jesucristo, que es su hijo.

No es malo que estés libre de todos tus problemas, y llevar una vida cristiana honrada, lleno de salud espiritual y corporal y además tener prosperidad. Toma la decisión y deshazte de todos tus demonios y de tus problemas, y comienza tu pelea en contra de tus demonios internos para que ganes tu guerra.

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