En la Biblia podemos encontrar una gran variedad de enseñanzas cristianas para mujeres, para ser aplicadas en la vida diaria. Entra aquí y conoce junto a nosotros, algunas de estas edificantes instrucciones de la palabra de Dios para sus fieles guerreras de la fe.
Enseñanzas cristianas para mujeres
En esta oportunidad traemos para compartir varias enseñanzas cristianas para mujeres. Estas instrucciones se harán en base a mujeres de la Biblia que nos dan ejemplo de cualidades que son dignas de ser imitadas por las cristianas de hoy.
Históricamente las mujeres han sido de gran bendición en la formación y desarrollo de la Iglesia de Jesucristo en las naciones. De hecho, en la Biblia encontramos a notables mujeres que tienen mucho que enseñarnos, pudiendo ser fuente de inspiración para las fieles guerreras de la fe de hoy día.
6 Cualidades bíblicas a imitar como enseñanzas cristianas para mujeres
Dicho esto, analizaremos seguidamente seis cualidades por separado de mujeres que encontramos en la Biblia. De forma de meditar en ellas y hacerlas parte de nuestras vidas como mujeres de fe y portadoras del mensaje de Salvación en Cristo Jesús.
María, madre de Jesús nos enseña humildad
María mujer virtuosa de Nazaret en la región de Galilea fue favorecida, encontrando gracia delante de Dios. Porque de su vientre nació Jesús el Hijo del Dios Altísimo, a quien el Señor le entregó el trono de los cielos.
María fue usada por Dios para que diera a luz a su hijo Jesús y mientras este se preparaba para iniciar su ministerio en la tierra, desempeñara el papel de su madre. Visto esto, podemos imaginar que en la humanidad de María como cualquier mujer descendiente de Adán.
Pudo pasar que su corazón se llenara de orgullo, tenía todos los motivos para sentirse orgullosa de ser escogida por Dios entre tantas mujeres. Porque la tomo en cuenta, para que de su vientre naciera el Mesías.
No obstante, María tomó la actitud de humillarse ante Dios y alabarlo por su gran bondad. Lo alababa no pensando en la bendición que ella estaba recibiendo, sino en realidad en la bendición postrera que representaba el Mesías para el mundo.
María sabía en su espíritu, la magnitud de lo que representaba Jesús para el mundo como portador de la Salvación. Por eso en sus palabras dichas al ángel de Dios, profetizo que el mundo todo tendría testimonio de Jesucristo y que ella fue la sierva de Dios, cuyo vientre fue el instrumento para su nacimiento:
Lucas 1:46-48 (PDT): 46 Entonces María dijo: –Alabo al Señor con todo mi corazón. 47 Me alegro muchísimo en Dios, mi Salvador, 48 porque él tomó en cuenta a su humilde sierva. De ahora en adelante todo el mundo dirá que Dios me ha bendecido.
Esta misma humildad debería ser imitada como parte de enseñanzas cristianas para mujeres de fe. En la forma de dejarse guiar por el Espíritu de Dios para ser usadas en la obra del Señor.
Ana nos enseña a perseverar en la oración
En el Antiguo Testamento en el primer Libro de Samuel, encontramos la historia de Ana, la madre de este profeta y mensajero de Dios. Ana era una de las dos esposas de Elcana, varón que habitaba en Sofín y era descendiente de Efraín:
1 Samuel 1:2 (RVC): Elcana tenía dos mujeres; una de ellas se llamaba Ana, y la otra, Penina. Ésta tenía hijos, pero no así Ana.
Como vemos a Ana, Dios no le había concedido la bendición de ser madre y en ese tiempo la esterilidad en una mujer era considerada una vergüenza. Por eso Ana guardaba en su corazón gran tristeza, de la que se aprovechaba la otra mujer de Elcana para molestarla.
Anualmente Elcana con su familia viajaban hasta la ciudad de Silo, para adorar ante la presencia del Señor de los ejércitos. Cada año Ana adoraba ante el Señor y perseveraba en la oración, pidiendo a Dios por la bendición de un hijo.
En uno de estos viajes, la oración de Ana fue tan profunda que llego a llorar de amargura. Ese año Ana en su oración le hizo un voto a Dios diciéndole que, si le concedía un hijo varón, lo consagraría a su servicio. La constancia en la oración de Ana hizo que Dios la escuchara, concediéndole su petición:
Imitemos la perseverancia de Ana en el caminar de la fe, confiando que Dios nos escucha y que en su tiempo cumplirá según su buena voluntad.
María Magdalena, ejemplo de valentía
En el evangelio de Lucas encontramos la historia de María Magdalena, una mujer a la que Jesús libera de siete demonios, ver Lucas 8:2. Esta mujer es un ejemplo de agradecimiento y valentía al dejar su pasado mundano atrás con tal de seguir y servir a Jesús.
Su vida es ejemplo de lo que representa una verdadera transformación, María Magdalena pasó de ser esclava espiritual del pecado para ser sierva de nuestro Señor Jesucristo. Esta mujer fue la primera junto a la otra María en dar testimonio de la resurrección de Jesucristo.
María Magdalena nos da una enseñanza cristiana de superación extraordinaria en la fe. Ella representa una verdadera transformación de vida y de como Dios opera en la vida de las personas que acogen a Jesucristo en su corazón.
El ejemplo de sabiduría de Miriam
La hermana de Moisés llamada Miriam nos da un ejemplo de sabiduría al dejarse guiar por el Espíritu de Dios para salvar a su hermano de morir ante el edicto emanado por el faraón egipcio.
Miriam junto su madre idearon una estrategia, siendo guiadas por el Espíritu Santo de Dios, para poner a salvo a Moisés. Esta joven demostró tener una sabiduría venida de lo alto al seguir a la cesta que llevaba a Moisés río abajo y luego convencer a la hija de faraón de usar a la verdadera madre del niño como nodriza:
Éxodo 2:7 (LBLA): Entonces la hermana del niño dijo a la hija de Faraón: ¿Quieres que vaya y te llame una nodriza de las hebreas para que te críe al niño?
Pidamos a Dios en las situaciones adversas nos conceda sabiduría de lo alto para poder lidiar con ellas y lograr la victoria, como lo hizo Miriam.
El ejemplo de temor a Dios de Rajab
La Biblia menciona que Rajab era una prostituta, esta mujer fue la que escondió en su casa a los dos espías que envió Josué a la ciudad de Jericó. Ella los escondió por temor a Dios, en su corazón conocía quien era el Señor:
Tal declaración de Rajab, demostró cuán grande era su temor a Dios y le valió para que el Señor la hiciera parte de la genealogía de Jesús, ver Mateo 1:5.
La Samaritana en las enseñanzas cristianas para mujeres
El solo encuentro de la mujer Samaritana con Jesús le valió para reconocer en su corazón, quien era el Señor. A partir de su conversación con Jesús la mujer samaritana se dejó envolver por la fe en Jesús.
Esta fe le infundió una gran pasión misionera de dar a conocer a Jesús en medio de la gente, ver el pasaje bíblico Juan 4: 1-30. Hoy día toda mujer cristiana debe sentir esta misma pasión de difundir entre la gente el mensaje de Salvación en Cristo Jesús.
En la imagen abajo podemos apreciar otra de las enseñanzas cristianas para mujeres, sobre la mujer virtuosa del texto bíblico Proverbio, proverbios 31: 10-31. En el tema relacionado con enseñanzas cristianas de la Biblia, te recomendamos leer estos tres artículos: Testimonio de fe: Hablando de la gloria de Dios, Milagros de Dios de sanidad, fe, prosperidad y mucho más, así como Ichtus cristiano: ¿Qué es? ¿Cómo surgió? Y más.