La Luna, ese enorme disco plateado que vemos en las noches despejadas iluminar la Tierra, ha fascinado a los seres humanos desde tiempos inmemoriales. Realmente se trata de un satélite natural de nuestro planeta que lleva muchos años siendo estudiado por científicos de todo el mundo. Sin embargo, a pesar de que hemos observado la Luna durante siglos, sólo podemos ver una misma cara de ella desde la Tierra. Este fenómeno ha sido objeto de estudio e investigación durante décadas, y sigue siendo un misterio para muchas personas. ¿Por qué sólo podemos ver una misma cara de la luna?
En este artículo hablaremos sobre las razones detrás de este hecho y explicaremos cuál es el motivo por el que vemos este satélite adquiriendo diferentes formas. Si te interesa el tema, te recomiendo que sigas leyendo para descubrir los secretos que se esconden detrás de la cara oculta de nuestro satélite natural.
¿Qué fenómeno explica la diferencia entre las dos caras de la Luna?
Seguramente habrás oído que la Luna tiene dos caras. ¡Resulta que es cierto! Esta expresión se debe a que sólo podemos llegar a ver un lado de este satélite, el otro permanece siempre oculto a la Tierra. ¿Pero por qué sólo podemos ver una misma cara de la Luna? Pues bien, este satélite está en rotación sincronizada con la Tierra. Esto significa que tarda exactamente el mismo tiempo en completar una rotación sobre su propio eje que en orbitar alrededor de nuestro planeta. Como resultado, siempre muestra la misma cara hacia la Tierra.
Este fenómeno se debe a la fuerza gravitatoria que ejerce la Tierra sobre la Luna, la cual ha generado una especie de «bloqueo» gravitatorio. En consecuencia, la Luna siempre presenta la misma cara hacia nosotros. Los efectos de las mareas y la atracción gravitatoria de la Tierra sobre la Luna han frenado la rotación de la misma a lo largo del tiempo, hasta que se ha sincronizado con su periodo orbital. Por lo tanto, aunque la Luna gira sobre su propio eje, lo hace de tal manera que tarda exactamente lo mismo que tarda en orbitar la Tierra.
Para ver el otro lado de la Luna, es necesario viajar hasta ahí. ¿Y cómo? Para hacerlo se requiere una nave espacial o un satélite artificial que se sitúe en la órbita lunar. Desde nuestro planeta no hay manera de conseguir ver el lado oculto de este satélite.
¿Cómo se ha podido conocer la otra cara de la Luna?
A pesar de que suene muy misterioso, el ser humano ya ha conseguido explorar y fotografiar el otro lado de este satélite natural, conocido también como la cara oculta de la Luna. La primera vez que se obtuvieron imágenes de la cara oculta de la Luna fue en el año 1959, cuando la sonda soviética Luna 3 envió fotografías de esta zona.
Desde entonces, varias misiones espaciales han logrado llegar a la cara oculta de la Luna, incluyendo las misiones estadounidenses Apolo 8, Apolo 10, Apolo 11, Apolo 12 y Apolo 13, que orbitaron la Luna y proporcionaron información valiosa sobre la topografía y la geología de la misma. También hay misiones más recientes, como la sonda china Chang’e 4. Ésta aterrizó en la cara oculta de la Luna en 2019 y ha llevado a cabo diversas investigaciones científicas en esta zona.
Aunque la exploración de esta zona sigue siendo un desafío tecnológico debido a la falta de comunicación directa con la Tierra, se espera que futuras misiones espaciales sigan explorando esta región lunar para obtener más información sobre la Luna y el universo.
¿Por qué vemos la Luna con diferentes formas?
Ahora que ya sabemos por qué sólo podemos ver una misma cara de la Luna, pueden surgir dudas acerca de por qué vemos este satélite con diferentes formas. Pues bien, la apariencia de la Luna es la misma en cualquier parte del mundo, ya que se trata de un objeto celeste que se encuentra en el espacio y es visible desde cualquier lugar en la Tierra. Sin embargo, la posición de la Luna en relación con el horizonte y la perspectiva desde la que se ve pueden variar según la ubicación geográfica de la persona que la observa.
Pongamos un ejemplo: Cuando la Luna está cerca del horizonte, parece ser más grande debido a un efecto óptico conocido como «ilusión lunar». Este efecto se produce porque nuestro cerebro interpreta el tamaño de la Luna en relación con otros objetos que están cerca del horizonte, como árboles o edificios, lo que puede dar la impresión de que la Luna es más grande de lo que realmente es.
Además, la posición de la Luna en el cielo varía según la latitud y la longitud de la ubicación desde la que se observa. Esto quiere decir que la Luna puede parecer más alta o más baja en el cielo según la latitud, y su posición puede ser diferente en el cielo según la longitud.
Fases lunares
Sigamos ahora con otra incógnita: Las fases lunares. Desde nuestro planeta, podemos observar cómo la Luna va adquiriendo diferentes formas debido a su posición en relación con el Sol y nuestro planeta. Este satélite natural no produce luz propia, sino que refleja la luz del Sol. Cuando la Luna orbita alrededor de la Tierra, su posición en relación con el Sol y nuestra perspectiva desde la Tierra cambian, lo que produce diferentes fases lunares.
La Luna completa una órbita alrededor de la Tierra en unos 28 días, lo que equivaldría a un mes lunar. Durante este tiempo, la Luna pasa por diferentes fases, que se deben a la cantidad de luz solar que refleja y a la posición de la Luna en relación con la Tierra y el Sol. Cuando la Luna está entre la Tierra y el Sol, se encuentra en la fase de Luna Nueva y no se puede ver desde la Tierra. Cuando la Luna está alineada con la Tierra y el Sol, estando nuestro planeta en medio, se encuentra en la fase de Luna Llena y se ve completamente redonda y luminosa.
Entre las fases de Luna Nueva y Luna Llena, hay varias intermedias, como la Luna Creciente, la Luna Gibosa y la Luna Menguante. Cada fase se caracteriza por una parte cada vez mayor o menor de la Luna que se ilumina por la luz del Sol, y por lo tanto se ve diferente desde la Tierra.
Espero haber aclarado por qué sólo podemos ver una misma cara de la Luna.