La luna llena o el plenilunio es un período lunar que ocurre cuando la tierra se localiza exactamente entre la Luna y el Sol. En este instante el ángulo de elongación o de etapa de este satélite es de 180º y la luminaria es aproximadamente 100%.
El hemisferio perceptible de la luna llena consigue su mayor luminosidad, no siendo posible diferenciar con determinación los accidentes de su área debido al abandono de sombras, no obstante, es el momento perfecto para el análisis de los rayos de algún agujero irradiado. Esta fase pasa a los 14 días cerca del novilunio. En este instante la Luna logra una extensión supuesta de -12,55.
La fase de la luna llena es perceptible durante toda la noche pues su orto se origina en el período de la puesta del sol, y su crepúsculo se causa durante la salida del sol. En este curso se pueden originar eclipses de Luna. La luna irradia la luz del sol a la Tierra con la generalidad de su cara evidente por lo que se puede notar totalmente circular y con una gran claridad. Sucede cada 29 días cuando se integra lo que llamamos como el ciclo lunar.
Características de la luna llena
Algunas de las características de la luna llena , son:
1. Movimiento de la luna llena
Aunque la Luna perfecciona su órbita cerca de la Tierra en sólo 27,322 días (el mes celeste), como resultado de la corriente orbital de la Tierra junto del Sol, ésta requiere alrededor de dos días más hasta que la luna, la Tierra y el Sol logran la misma geometría paralela.
2. Tiempo de cambio de la luna
En término medio, la cantidad de días entre dos periodos lunares análogos (entre una luna llena y la sucesiva) es de 29,531 días. Este tiempo se designa mes lunar, lunación o mes sinódico. La cifra real de días en un mes lunar puede transformar entre 29,272 y 29,833, ya que la ligereza de la Luna y La Tierra no son firmes en sus órbitas elípticas, y puesto que están en contacto gravitatoriamente con otras entidades de nuestro sistema solar.
Asimismo, diversos almanaques no solo registran la luna llena por fecha, sino además por su tiempo puntual (regularmente en GMT). Las típicas agendas periódicas que contienen las etapas de la Luna pueden mostrar testimonios desiguales por la zona horaria.
3. Tamaño de la luna llena
Esto es un tanto exagerado, ya que la Luna vista desde nuestro planeta se halla cada vez más magna o más chica. Su dimensión máxima pasa en el minuto en que el esparcimiento se para, y cuando en el esquema su corriente de la contigua es cero. En cualquier zona, sobre la mitad de este extremo dominante, la luna llena será latentemente perceptible, como la otra porción durante el día, cuando la luna llena se localice detrás del horizonte.
Consecuencias de la luna llena en las personas
Las lunas llenas están proverbialmente coligadas con desvelo temporal, locura (de ahí términos como lunático) y diversos anómalos extraordinarios como la licantropía. No se han hallado pruebas macizas de las consecuencias sobre la conducta humana en el tiempo en que pasa una luna llena, ya que las ilustraciones por lo general no reflejan coherencias, exponiendo algunos un resultado positivo y otros una secuela negativa.
En este orden de ideas, la fase de la luna llena posee un dominio muy amplio, que contiene los tres días preliminares y postreros al plenilunio. En este periodo todo tiende a ser simple. El ánimo está impaciente, pero del mismo modo más optimista y alerta para realizar cualquier cosa. Surgen personas y escenarios, y nacen diálogos que nos traen contestaciones a las interrogantes o desenlaces a nuestras dificultades.
En este sentido, entre los efectos que ejerce la luna llena sobre las personas, tenemos:
1. Magnetismo y persuasión sexual
La luna llena excita transformaciones hormonales tanto en las mujeres como también en los hombres, y ayuda con las relaciones sexuales, así que durante su dominio las citas románticas suelen progresar.
Estos días igualmente son muy favorables para quedar embarazada. Efectivamente, se ha demostrado que los nacimientos se dan en mayor exuberancia en los días de luna llena, lo cual exactamente solo puede declararse si la idea se ejecutó además en el plenilunio o en días contiguos a éste.
En este sentido, si desea acrecentar su magnetismo sexual siéntese debajo de la luz de la luna llena e inhale dócilmente. Al respirar, suponga que la luz lunar lo colma, y al espirar imagine que brilla usted. Del mismo modo puede llenar la tina con agua ardiente e integrar un extracto de enebro y menta si desea incitar su energía.
2. Dolor de cabeza y depresiones
Cuando la luna se encuentra en su fase llena, su luz hace que se aviven los instintos. En nuestro cuerpo se originan transformaciones biológicas, y el sistema nervioso tiende a trastornarse con más habilidad. La razón pierde propiedad y las emociones se desencadenan.
3. La luna llena y la mente de las personas
Las personas creativas ven desarrolladas sus capacidades durante la fase de la luna llena.
En otro sentido, durante la fase de la luna llena las personas se vuelven un poco más sensitivas y quisquillosas. Por el contrario, cuando nuestro satélite está disminuyendo o desparece en el firmamento, es una etapa más tranquila, para poder recapacitar sobre nuestra vida o arrojarnos a trabajos más frecuentes.
En este orden de ideas, otra de las curiosidades que presenta la luna llena es que posee cierta fama de estimular a la violencia. Y estudios detallados así lo ratifican. Policías y centros clínicos recogen más llamadas urgentes durante el plenilunio que en comparación con otras etapas de la luna. Las víctimas contundidas física y emocionalmente en sucesos que terminan a tiros y las heridas acrecientan.
Conclusiones sobre la fase de la luna llena
Desde tiempos arcaicos cuando se causan concentraciones de asesinatos o hechos raros que hacen que la vida en las clínicas esté más sacudida de lo habitual, suele atribuírsele a la luna, específicamente a la luna llena.
Asimismo, de acuerdo a una última indagación, la luna no interviene ni en los nacimientos ni en las introducciones hospitalarias. Del mismo modo, el estudio demuestra que ni las conductas violentas, ni la actividad delincuente, ni los ingresos a diversos centros médicos, ni los obstáculos que se evidencian en un parto, ni la concavidad, ni la persistencia al cáncer o los sucesos automovilísticos, tienen nada que ver con la conjeturada autoridad de la luna llena en los seres humanos, ya que no se halló ninguna alianza entre el ciclo lunar y la consecuencia de esta en todos estos contextos.
De igual forma, Margot, especialista en el tema, manifiesta que nuestro satélite es inocente de cada uno de esos hechos. No obstante, una de las interrogantes que entonces tienden a andar por nuestras mentes es ¿por qué seguimos profesando que la luna llena nos conmueve y nos trastorna? Se trata de una simple unión a la fe.
Es decir, cuando se originan crímenes o escenarios fuera de lo estándar en días de esta fase lunar se habla de que es luna llena, esto es, se coliga a la antigua dogma; sin embargo, cuando estos mismos asesinatos o acontecimientos se provocan en un día que no hay luna llena sencillamente se desconocen, concediéndoles ese peso social a lo que los serios citan el “sesgo de revalidación”.