La Dermatitis en Perros, Síntomas y Tratamiento

En alguna oportunidad habremos visto a un perro rascarse, de hecho todos los cuadrúpedos se rascan a veces. Pero si llegas a observar que tu can lo hace más de lo usual y además se lame y limpia muy a menudo es hora de averiguar que le provoca dicha picazón. La Dermatitis en Perros afecta enormemente la calidad de vida de nuestros mejores amigos, por lo que te invitamos a conocer más de esta enfermedad en este artículo.

Dermatitis en perros

La Dermatitis en Perros

Las afecciones dermatológicas constituyen la causa más frecuente de consulta veterinaria, encontrándose disponible cada vez mayor información y especialización en dicha disciplina médica, así como productos para su tratamiento. Y pese a que no son padecimientos que pudiesen ocasionar la muerte, sí afectan de forma considerable la calidad de vida de los perros.

De tal manera que, dada la relevancia y persistencia de estas afecciones que tanto inquietan a los dueños e incomodan a los canes, les compartimos este artículo acerca de la dermatitis, sus síntomas y tratamientos.

¿Qué es la Dermatitis Canina?

Para conocer a las distintos tipo de dermatitis caninas lo primero que debemos tener claro es a que nos referimos cuando citamos el término dermatitis. A la dermatitis se le conoce como una inflamación pruriginosa a nivel cutáneo que se puede exteriorizar de diversas formas (vesículas, escoriaciones, úlceras, bultos, etc.) y que tiene distintas causas, como se detalla en los siguientes párrafos, en los cuales expondremos los tipos de dermatitis más comunes en perros.

La dermatitis canina puede manifestarse de maneras muy distintas. Lo que al principio llama nuestra atención es que el perro se rasque demasiado utilizando sus extremidades traseras o delanteras. El escozor canino puede atacar cualquier área de su cuerpo. Cuando sacude su cabeza usualmente es porque le pican los oídos. Igualmente suele morderse y lamerse las patas o inclusive la espalda y los muslos.

Cuando no puede alcanzar a rascarse bien cierta área del cuerpo, se restriega contra la pared o la alfombra para aplacar la picazón. No obstante, en numerosos casos no todo termina allí. El rascado constante ocasiona que la piel se hinche y esto va preparando el camino para una probable infección por bacterias, hongos u otros elementos patógenos. Para complicar el panorama, una infección cutánea incrementa el picor, por lo que el can se sumerge en un círculo vicioso.

Dermatitis en perros

Cómo Diagnosticar sus Causas

Puesto que hay una gran cantidad de causas del escozor en perros, un expediente clínico completo y un reporte preliminar minucioso son el fundamento de un enfoque estructurado para que el veterinario logre un diagnóstico. Una reseña física e información previa pueden aportar pistas de gran utilidad. Lo que más importaría es lo siguiente:

  • Reseña física, esto es, raza, edad, altura y peso
  • Edad en la que le empezó la picazón
  • Síntomas semejantes en otros canes de la camada o en los padres
  • Área de la picazón
  • Estacionalidad, época del año en la que surge la picazón
  • Otros animales o personas aquejadas en casa
  • Reacción a tratamientos anteriores
  • ¿Fue la picazón o los cambios en la piel lo que inicialmente se exteriorizó?

Con este cúmulo de datos y tras una evaluación clínica, el profesional veterinario está en capacidad de iniciar un diagnóstico preciso y a partir de ello prescribir el tratamiento más apropiado.

La razón más frecuente de la dermatitis canina son los ectoparásitos y usualmente son fáciles de reconocer. A través de raspados de la piel, la prueba de la cinta, el empleo del peine quita pulgas o un examen de tejido se pueden descubrir tales parásitos. De no hallarse evidencia alguna de ellos, pero la presunción clínica es muy elevada, se efectuará un tratamiento de diagnóstico, lo que quiere decir que se le prescribirá un medicamento contra los supuestos parásitos y se aguardará para ver cómo reacciona el perro.

Dermatitis en perros

Con el auxilio de procedimientos citológicos o un antibiograma con reconocimiento de patógenos se pueden detectar las bacterias y hongos como elementos patógenos. Lo que es significativo es precisar la causa de la colonización de estos organismos infecciosos. Igualmente hay diversos métodos para el diagnostico de las infecciones fúngicas (dermatofitos).

El examen mediante la luz de Wood es muy simple, ya que, de ser positivo, se observará una luz verde fluorescente en el cuero cabelludo. No obstante, ésta únicamente se percibe en ciertas infecciones de la cepa Microsporum canis, por lo que un resultado negativo no implica que no existan hongos en la piel. De igual manera, se puede realizar un cultivo de hongos con muestras de pelo, raspados o el método McKenzie (se utiliza un cepillo de dientes para el peinado del pelaje y se emplean como muestras los pelos y escamas que resulten atrapados).

Adicionalmente, hay una prueba de PCR para dermatofitos, que proveen distintos laboratorios, para la que igualmente se utilizan raspados de cabello y piel como muestras. El diagnóstico de alergias es un desafío de gran envergadura. Desgraciadamente no hay pruebas fáciles y confiables que señalen la clase de alergia de la que se trata. Por ello, lo que únicamente se puede efectuar es una diagnosis mediante el descarte de alergias. El diagnóstico de una alergia de contacto usualmente es bastante simple, ya que el picor surge en el área contactada por la sustancia definida.

En las otras clases de alergias se requiere realizar un diagnóstico por descarte. Lo que quiere decir que se ha de descartar una alergia tras otra. Se empieza por la más frecuente y de fácil diagnostico: la alergia a las picadas de pulgas (DAPP). Con el auxilio de un peine quita pulgas se procura capturar pulgas o heces de éstas. De no conseguirse pulgas, se comienza con la terapia de diagnóstico por varias semanas. De no haber mejora luego de un reiterado y firme tratamiento antipulgas se prosigue con la alergia alimentaria.

Para tal fin se efectúa una dieta de exclusión: se debe dar de comer al perro por al menos seis semanas con una rigurosa dieta que se fundamenta en una fuente de proteína y de hidratos de carbono que el animal no haya consumido previamente. No es fácil que el can tenga una reacción alérgica a algo con lo que jamás ha entrado en contacto. A lo largo de ese tiempo, el peludo no puede ingerir nada que no sean dichas proteínas e hidratos de carbono, inclusive los snacks y las golosinas tienen que contener tales ingredientes.

Dermatitis en perros

De observarse alguna mejoría significativa o una total desaparición del escozor y los demás síntomas con dicho régimen alimentario, entonces de nuevo se alimenta al perro con la comida que ingería antes. A ello se le denomina provocación. De volver a reaccionar el can con los mismos síntomas, se corrobora que es una alergia alimentaria. En caso de que no presentarse ninguna mejora con la terapia de diagnóstico y una dieta de descarte, se supondrá de la existencia de una atopia.

Siendo éste el caso, se habrá de realizar una prueba intradérmica o una prueba de alergia a los alérgenos existentes en el entorno. De sospecharse que es una picazón por causas secundarias se debe indagar el factor desencadenante, como trastornos hormonales, mediante un análisis de sangre donde estén incluidos los valores de la tiroides.

Tipos de Dermatitis en Perros

Al hablar de dermatitis canina hacemos referencia a una condición general, ya que existe toda una variedad de ellas, cada una con sus síntomas diferenciados y su tratamiento específico. Sabiendo esto, a continuación les señalamos los tipos de dermatitis en perros que se conocen:

  • Atópica
  • Por Alergia a la Picada de Pulgas (DAPP)
  • Por Alergia a los Alimentos
  • Por Picada de Dípteros
  • Acral por Lamido
  • Húmeda Aguda
  • Por Contacto
  • Seborreica

Por otra parte, al ser la dermatitis una inflamación de la piel que se acompaña de prurito, igualmente puede ser provocada por la presencia de hongos, levaduras o ácaros, siendo dichos síntomas típicos de estos organismos. En los párrafos a continuación les compartiremos los detalles de cada uno de los tipos de dermatitis canina que recién mencionamos, particularmente destacando sus síntomas y tratamientos.

Dermatitis en perros

Atópica

Como parte de los tipos de dermatitis canina, encontramos a la atópica como una de las de mayor presencia. Es de origen genético y afecta particularmente a ejemplares jóvenes, de 1 a 3 años de edad, y usualmente comienza a producirse de forma estacional, para mantenerse a lo largo de todo el año, ya que se va incrementando la cantidad de alérgenos a los que reacciona el can.

En lo referente a los síntomas de esta afección canina, hay presencia de escozor, particularmente en las orejas (son frecuentes las infecciones de oído, en ocasiones como único síntoma) y parte baja del cuerpo, caída de pelo en las zonas donde más se rasca, laceraciones en la piel, infecciones bacterianas complementarias y, muy típico, un lamido constante entre los dedos que alcanza a oscurecer, al oxidarse la saliva con el aire, toda el área. Adicionalmente, podremos observar estornudos y excreción nasal y ocular.

Todo ello es producido por una respuesta excesiva del organismo a elementos que se han inhalado o absorbido por medio de la piel, a los que usualmente no debería reaccionarse como suelen ser el polen o los ácaros. Se debe  identificar lo que provoca tal respuesta para evitarlo, pero usualmente es imposible por lo que se deben tomar medidas como las abajo indicadas para aminorar, en lo posible, estar expuestos a potenciales alérgenos:

  • Aspirar la casa todos los días.
  • No remover el polvo de mantas, sábanas o de la cama delante del perro.
  • Disminuir lo más que se pueda los paseos en días ventosos.
  • Evitar salir de casa en horas en las cuales se concentra más el polen.
  • Si sabemos que ha estado expuesto, se debe bañar al can.

Como tratamiento usualmente se recomiendan los lavados con champús especiales y desinfectantes que disminuyen la picazón, además de emplear, en ciertos casos, algún medicamento para controlarla e impedir infecciones secundarias que pudiesen sacar provecho de la piel afectada. Igualmente pueden ser recomendados suplementos de ácidos grasos.

Por Alergia a la Picada de Pulgas (DAPP)

Esta clase de dermatitis canina es muy frecuente y se manifiesta en los que son particularmente sensibles a componentes de la saliva de las pulgas. Al ser picado por estos insectos, aunque únicamente sea uno, se dispara la reacción, que se revela en forma de áreas alopécicas y abultamientos o granos rojos particularmente en los cuartos traseros, sobre la raíz de la cola, la parte posterior de las extremidades traseras y la cara interna de los muslos.

Provoca abundante picor, por lo que el animal se muerde, el pelo acaba cayéndose, la piel se reseca y pueden observarse heridas y costras que terminan infectándose. De no ser tratada, la piel se ennegrece y se engrosa. El tratamiento para este tipo de dermatitis pasa por el control de las pulgas, lo que podría ser difícil, ya que no existe producto alguno que las aniquile con un 100 % de efectividad. Pese a ello, numerosos canes pueden seguir presentando escozor aunque sin la presencia de pulgas. Ciertas pautas se deben seguir para poder exterminarlas, entre ellas están:

  • Impartir el tratamiento a todos los animales que vivan juntos.
  • El tratamiento debe ser mantenido a lo largo de todo el año, aunque no se llegue a observar pulgas.
  • Se deben emplear productos que aniquilen a las pulgas en todas sus etapas (huevos, larvas y adultas) para dar por seguro de que ya no existe posibilidad alguna de contacto, aunque para tal fin debamos usar más de un producto (siempre bajo asesoría veterinaria).
  • Debe realizarse un aspirado frecuente la casa y el lavado de camas o fundas que use el perro.
  • Se puede utilizar algún producto para controlar las pulgas del ambiente, si es que la infestación es considerable, igualmente siguiendo los consejos del experto.

Por Alergia a los Alimentos

Otra de las clases de dermatitis canina que frecuentemente se pueden observar en la consulta veterinaria es la ocasionada por alergias alimentarias, que pueden surgir a cualquier edad. Pese a que este tipo de alergias igualmente provoca desordenes digestivos, es muy frecuente que se expresen en forma de dermatitis. La piel se pone roja y emergen ronchas en orejas, muslos, parte posterior de las extremidades y área inferior del cuerpo.

El perro tiende a reaccionar a alimentos como carnes, huevos, pescado o aditivos. Por lo que, para el tratamiento efectivo de este problema se debe llevar, por algunas semanas, una dieta hipoalergénica o de asimilación, que incluye una cantidad pequeña de ingredientes y nada de colorante, preservante o aromatizante. De forma regular, estas dietas usualmente son monoproteicas para poder reconocer mejor al alérgeno.

Igualmente se puede realizar una dieta casera, siempre bajo el consentimiento del veterinario. Es de gran relevancia, además, que el can no haya ingerido estos ingredientes previamente. De mejorar los síntomas, el diagnóstico es confirmado, que se puede ratificar al introducir nuevamente el alimento sospechoso. De empeorar  el perro se puede afirmar que sufre dermatitis por alergia alimentaria, en cuyo caso la dieta debe ser mantenida.

Por Picada de Dípteros

Esta clase de dermatitis canina es parte de las que son producidas por insectos, y este tipo en particular es provocada por las moscas, cuya lesión típica aparece, específicamente, en las puntas de las orejas erguidas. Estas exhiben sus  bordes «comidos» y con lesiones que sangran con suma facilidad por el rascado y los meneos de la cabeza, producto de la irritación. Igualmente puede surgir en los dobleces en los casos de canes con orejas caídas.

A lo largo de la temporada veraniega, es usual ver en tales condiciones a perros que viven en la calle. Estos animales muestran sus orejas levantadas y fácilmente se puede hacer su diagnóstico ya que contemplaremos moscas sobre las heridas y en su derredor. Usualmente aparecen costras que exhibirán un color negro.

Debemos procurar, en lo que se pueda, controlar la presencia de moscas, así como tratar de mantener al can en un espacio cerrado, particularmente en horas diurnas, por los menos hasta que sus heridas hayan sanado. Igualmente se recomienda aplicarle algún repelente de insectos y conservar limpias y secas las orejas, las cuales asimismo vamos a tener que tratar con alguna clase de pomada antibiótica que recete el veterinario.

Acral por Lamido

Como parte de los tipos de dermatitis canina igualmente podemos conseguir a la llamada dermatitis acral por lamido, de la que se ha presumido ser de naturaleza psicológica, aunque pueden existir factores físicos implícitos. Al animal que presenta esta afección se le produce una úlcera abierta, la cual lame de forma compulsiva. Usualmente se manifiesta en las extremidades y en razas de pelaje corto.

Se ha señalado que se debe a un trastorno psicológico ocasionado por falta de actividad, aburrimiento, etc., aunque igualmente puede existir una herida o un dolor en el área y el perro lo expresa de esa manera. Se ha de buscar la causa primaria para poder emprender un tratamiento exitoso, con lo que ésta podría venir a ser una dermatitis atópica, una sarna demodéctica, una infección a causa de bacterias u hongos, un golpe o inclusive un padecimiento articular. Cada una de estas situaciones puede provocar que el animal centre su atención en el área afectada.

El lamido constante provoca que la piel se engrose y se ponga dura, pese a que la apariencia exterior va a ser siempre fresca por la humedad permanente que ocasiona el perro al lamerse. Pese a que haya una causa física, el lamido insistente que realiza el perro sí se estima como de origen psicológico, por lo que sería una buena idea, como parte del tratamiento, promover cambios en la rutina del animal.

Húmeda Aguda

A esta categoría de dermatitis canina igualmente se le conoce con la denominación de hot-spot o «mancha caliente». Son unas escoriaciones que surgen repentinamente, que producen mucho dolor, de tamaño que puede variar y de mal olor y pus. Al ser lamida, el perro va expandiendo la infección. Emergen en cualquier área del cuerpo, particularmente en razas de manto denso y justamente antes de la muda.

El pelo muerto es uno de los elementos que puede ser parte de su surgimiento, así como la presencia de parásitos, alergias, infecciones o inclusive ausencia de un cepillado apropiado. De identificarse la causa, habrá que buscarle remedio. Puesto que las lesiones son sumamente dolorosas, tendrán que ser desinfectadas por el veterinario con el animal bajo sedación. Para su sanación, este experto deberá recetarle medicación tópica y, posiblemente sistémica. Igualmente puede requerirse emplear un collar isabelino para evitar que el perro se lama.

Por Contacto

Esta clase de dermatitis canina se origina, como su denominación lo indica, por el contacto con alguna sustancia o componente irritante que provoca una reacción. Es habitual que surja en el área de la barbilla o los labios por comer en un plato plástico, por ejemplo, o en pies y partes del cuerpo carentes de pelo (trufa, corvejones, escroto) si la reacción tiene lugar debido al contacto con agentes químicos como limpiadores, disolventes, pinturas e inclusive ciertos jabones.

Se podrán ver abultamientos rojos y piel muy enrojecida en las zonas de contacto con el elemento irritante. A veces la reacción es producto de una única exposición. Ciertos canes pueden padecer una dermatitis por contacto alérgica, que es la que provoca una exposición frecuente al irritante y perjudica una zona más extensa del cuerpo.

Dicha dermatitis es originada por productos como collares antiparasitarios, champús, cuero, hierba, ciertas medicinas o comederos plásticos o de goma (que regularmente ocasionan, como citamos, dermatitis por contacto). Como se puede esperar, toda vez reconocido el agente promotor hay que impedir que entre en contacto con el perro. Adicionalmente, el veterinario habrá de recetar medicación para el tratamiento de la piel afectada.

Seborreica

La dermatitis seborreica, igualmente conocida como seborrea, tiene lugar cuando las glándulas sebáceas generan una mayor proporción de sebo. Esta condición puede ocurrir como resultado de otro inconveniente o padecimiento, como puede ser el surgimiento de hongos, una alergia, parásitos, desordenes endocrinos, enfermedades autoinmunes o un régimen alimentario de poca calidad. De igual modo, puede emerger como un problema de raíz genética o hereditaria, de forma que sus glándulas no segreguen la cantidad de sebo apropiada sin que ello signifique el desarrollo de otra enfermedad.

Hay dos clases de dermatitis seborreica canina, la seca y la oleosa. Se diferencian entre ellas en que la seca se exhibe en forma de escamas sin manifestar ningún otro síntoma que se pueda ver, y la oleosa muestra una mayor cuantía de grasa, ocasionando que el manto pierda su brillo, su piel se presente igualmente escamosa y el can tenga un mal olor o más fuerte que de lo usual.

En ambas situaciones esta dermatitis produce escozor, pero en la oleosa este picor se incrementa, dando lugar a que el can se rasque con mayor intensidad y se produzcan lesiones en la piel. Antes de determinar el tratamiento se precisa reconocer la causa, si existe. Toda vez realizado el diagnóstico, lo más probable es que el profesional nos recete un jabón antiseborreico y complementos vitamínicos. Igualmente, se recomienda ofrecer alimentos enriquecidos en ácidos grasos omega 3 para el fortalecimiento del manto.

Por Hongos

Como parte de las dermatitis por hongos, la más frecuente es la dermatitis por malassezia. Ésta es una levadura que se mantiene de forma natural en el organismo canino, no obstante, al incrementarse de forma descontrolada su cantidad, es cuando sucede la infección que puede dar lugar a la dermatitis. Este aumento puede acontecer por variadas causas, como una alergia, un padecimiento hormonal, la aparición de parásitos, etc., por lo que se precisa reconocer su motivo para determinar su tratamiento.

Los signos de esta dermatitis canina usualmente son los mismos que los de los otros tipos, esto es, escozor, enrojecimiento cutáneo y caída del pelaje, que van en compañía de descamación. Igualmente, es regular percibir que el perro tiene olor a rancio, particularmente si también tiene lugar una dermatitis seborreica. Su tratamiento habitualmente implica la utilización de un champú antifúngico o pomada, lo que va a depender de la gravedad del cuadro clínico.

Por Ácaros

Los ácaros, como los presentes en la sarna, igualmente suelen producir una inflamación de la dermis, lo que significa la presencia de dermatitis canina. Esta infestación de ácaros ocasiona una infección dermatológica, puesto que usualmente se alimentan del sebo, la queratina y la piel en general. Conforme van alimentándose y reproduciéndose, el escozor y el enrojecimiento de la piel se incrementan, por lo que el perro no deja de rascarse y morderse, se provoca lesiones y se muestra muy enfadado.

Tiene lugar, igualmente, una caída del pelo que puede ser local o general, de acuerdo al tipo de ácaro. El tratamiento para la dermatitis por ácaros se determina de acuerdo al tipo de ácaro, ya que no es el mismo tratamiento el que se requiere para el ácaro que produce sarna demodécica que para el ácaro del oído.

En Cachorros

Finalmente, en este apartado nos referiremos a los tipos de dermatitis canina que afectan a los cachorros. Se conocen como el impétigo y el acné. Son infecciones superficiales de la piel muy ligeras que surgen en cachorros de edades inferiores a un año. El impétigo se reconoce por la aparición de ampollas con pus en el área del abdomen y la ingle. Pueden ser observadas igualmente, costras marrones al explotar las ampollas. Es más común en animales que se encuentran en condiciones higiénicas insuficientes.

El acné puede emerger desde los 3 meses de edad. Se reconoce por pústulas y espinillas en la barbilla y el labio inferior particularmente, aunque igualmente puede aparecer en el área genital y la ingle. Las dos dermatitis pueden ser tratadas con baños con un champú especial. A veces, para el acné se requieren antibióticos, aunque usualmente desaparece al crecer los cachorros.

¿Cómo Curar la Dermatitis Canina?

Dejando de un lado los tratamientos particulares para aquellos casos de dermatitis por hongos, ácaros o enfermedades, la dermatitis canina usualmente se trata por medio de la utilización de un champú especial, pomadas o pastillas. Igualmente los complementos alimenticios suelen ser de gran ayuda. No obstante, es de gran significancia  identificar el detonante del escozor en el perro para calmarlo de forma definitiva.

Igualmente cuando es un caso de dermatitis atópica o seborreica hereditaria o genética, hemos de conocer que no tienen cura. Los productos señalados se recetan para calmar los síntomas lo más que se pueda y garantizar que el animal goce de una buena calidad de vida. En el caso particular de la dermatitis atópica, se precisa conseguir el alérgeno que ocasiona la hipersensibilidad. Además, en cualquiera de los casos se requiere controlar la aparición de parásitos externos.

Tratamientos para la Dermatitis en Perros

En el caso de la dermatitis canina severa se requiere aminorar el sufrimiento del perro con medicamentos. Esto se logra mediante medicamentos que actúan rápidamente como glucocorticoides u oclacitinib. Puesto que los ectoparásitos son una causa frecuente del escozor se requiere que el veterinario le prescriba un antiparasitario específico. Este tratamiento se administra luego de efectuar la prueba de los parásitos correspondientes o en caso de una presunción muy sólida.

El tratamiento para la alergia contra las picadas de pulgas (DAPP) se aplica por medio del suministro periódico de un preparado veterinario contra pulgas y, de ser necesario, una disminución del escozor  con el auxilio de medicamentos. De acuerdo a la severidad de una enfermedad micótica, se requiere efectuar un tratamiento local con bálsamos o tinturas o el tratamiento sistémico con antimicóticos. Se precisa tener presente que la dermatofitosis es una zoonosis, lo que quiere decir que se puede transmitir a humanos.

Esto quiere decir que en caso de una dermatofitosis acentuada es de importancia desinfectar igualmente el entorno. Si el picor es muy pronunciado no habrá de tratarse con glucocorticoides, pues esto incrementaría la infección fúngica. La alergia de contacto es tratada evitando el alérgeno que la produce, así como con una terapia para la dermatitis canina. Adicionalmente, se pueden aminorar los alérgenos por medio de la aplicación de preparados específicos o champús en el área de contacto.

Si es una alergia alimentaria se sugiere impedir que los alérgenos que la desencadenan, esto quiere decir, alimentar al perro con comida que le caiga bien y a los que no reaccione. La única terapia causal para la atopia es una inmunoterapia alérgeno-específica en la que al can se le suministra una concentración incremental de los alérgenos a los que reacciona. El propósito es estimular el sistema inmunitario del perro y alcanzar una tolerancia a los alérgenos que provocan del prurito.

Sin embargo, no todos los canes reaccionan de buena manera a esta clase de tratamiento. Con frecuencia se hace necesario suplementar esta terapia con medicamentos para aliviar el escozor como corticoides, antihistamínicos, ciclosporina u oclacitinib. Los ácidos grasos igualmente pueden ser de ayuda para aminorar el picor. Recientemente  se descubrió otra terapia para el prurito por atopia: una terapia biológica con anticuerpos monoclonales.

Hasta la fecha esta clase de tratamiento al parecer promete bastante y además los canes lo soportan muy bien. Las infecciones de bacterias u hongos por motivos secundarios se pueden tratar, de acuerdo a su intensidad, con fármacos antibacterianos o antimicóticos que se aplican localmente (champús, ungüentos, aerosoles, etc.) o antibióticos y antimicóticos. Pero adicional a ello, siempre se debe investigar y tratar lo que provoca la enfermedad.

Champús

 Son diversos los champús que podemos conseguir para el tratamiento de la dermatitis canina de acuerdo al tipo al que nos encontramos enfrentados. De esta manera, se puede elegir un champú antiseborreico, un champú para pieles atópicas, etc. De forma general, estos productos usualmente están compuestos de ingredientes diseñados para pieles sensibles, como lo es el aloe vera, el cual tiene, entre otras propiedades, la capacidad de calmar los síntomas de la dermatitis.

Pomadas

En ciertos casos el veterinario podrá recetarnos el empleo de una pomada para calmar la picazón, disminuir la inflamación y el enrojecimiento. Debe utilizarse sobre las áreas afectadas y habrá de ser el profesional quien indicará cuál es la pomada más efectiva de acuerdo al tipo de dermatitis, así como la frecuencia de aplicación.

Pastillas

En los casos más severos, se puede recurrir al suministro de fármacos para aminorar el prurito y la inflamación de la piel. Esta clase de tratamiento usualmente se complementa con otros, como el empleo del champú o la pomada y una dieta apropiada. Ha de ser el profesional veterinario quien recete los medicamentos.

Remedios Caseros

Específicamente en aquellos casos en los que la dermatitis canina no tiene cura, como lo son la dermatitis atópica y la seborreica, se ha recomendado la utilización de remedios caseros que solo sirven para aliviar los síntomas de forma natural. Lo que no se debe olvidar es que dichos remedios no sustituyen la terapia veterinaria. Entre los variados remedios disponibles sobresalen los aceite naturales, los baños de avena, el aloe vera y una apropiada alimentación como los más efectivos.

Pronóstico

El sistema inmune cuenta con una buena memoria, por ende, la dermatitis atópica es una enfermedad que se considera irremediable. Sin embargo, para asegurar que la calidad de vida del can no se vea disminuida, es muy relevante que mantenga un tratamiento de por vida y que haya una apropiada cooperación entre el dueño y el veterinario.

¿Cómo Prevenir la Dermatitis Canina?

En la mayor parte de los casos, las alergias se originan de forma esporádica y sin señales previas, por lo que no se cuenta con una profilaxis efectiva. No obstante, si lo que provoca la enfermedad ya es conocido, las recaídas pueden aminorarse por medio de los tratamientos citados.

¿La Dermatitis en Perros es Contagiosa?

Este padecimiento canino no es contagioso, ya que, como hemos observado, éste es un trastorno que se encuentra circunscrito a la inflamación de la piel. Ahora bien, al ser la dermatitis producida por las picadas de pulgas, por ciertos hongos o ácaros, si debemos conocer que esta dolencia sí puede contagiarse. De esta manera, lo que se transmite no es la dermatitis en sí, sino la causa que la ocasiona.

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