En este artículo, conocerás en qué consiste una conducta asertiva y empática, con una información detallada y de gran importancia que traemos para ti.
¿En qué consiste una conducta asertiva y empática?
Tal vez te has preguntado el significado de cada término o la relación que hay entre ellos, así que descubre con nosotros si posees estas cualidades como persona. Representan algunas de las características que hacen a un buen líder.
Una conducta asertiva y empática consiste en la capacidad que poseen ciertos individuos de expresarse abiertamente en un determinado contexto social, pero también de comprender las emociones y las necesidades ajenas, sintiéndolas como propias mediante un proceso de identificación con el otro, sin incurrir en abusos o atropellos de su personalidad, siempre con el debido respeto que se le tiene al prójimo.
Tanto la asertividad como la empatía son habilidades sociales que todos pueden llegar a desarrollar y potenciar a lo largo de sus vidas, las cuales contribuyen a mejorar esa relación que se tiene con los demás.
Ambas representan cualidades propias de cada ser humano, son habilidades positivas y deseables que favorecen cualquier ambiente de trabajo. Por ello, deben entenderse con cuidado, pues lo correcto es buscar en éstas un aumento de la realización personal del individuo, manteniendo siempre el respeto hacia el otro.
Asertividad
La asertividad es una habilidad que desarrolla cada persona desde su interior y le permite llevar una comunicación eficiente con otros individuos. Una persona asertiva es capaz de expresar sus emociones, pensamientos u opiniones en el momento adecuado y de forma apropiada, sin presentar signos de hostilidad o agresividad.
Ser asertivo es estar en la capacidad de hablar de manera clara, franca y directa, para decir lo que se quiere decir, pero sin llegar a herir los sentimientos de los demás bajo ninguna circunstancia, porque no se trata de menospreciar el valor del otro, sino de defender los derechos individuales como persona.
Generalmente, las personas con esta cualidad tienen mucha seguridad en sí mismas, por lo que poseen un gran nivel de autoestima y confianza, que les permite establecer una comunicación clara y directa con quienes les rodea. Suelen ser proactivas y buscan alcanzar los objetivos que se proponen continuamente, ya que saben muy bien lo que quieren.
Aunque también reconocen cuáles son sus limitaciones, son aptas para reaccionar y gestionar de la mejor manera posible cualquier problema o conflicto que se presente, al cual le hacen frente y encaran al momento.
Empatía
La empatía es una capacidad que le permite a alguien ponerse en el lugar del otro, aunque se compartan puntos de vista completamente opuestos, es sentir o experimentar aquello que le está pasando a esa persona, dado que se establece una identificación de sus vivencias con las propias del individuo.
Es como un don natural o especial que tienen algunas personas y es cuestión de saber emplearlo en el momento oportuno, con personas receptivas a éste, e igual viene a ser una forma de motivación, puesto que ayuda a crear conciencia desde el aspecto social.
Una persona empática es capaz de influir positivamente sobre las emociones de las personas, debido a que intenta comunicar aquello que siente y sabe que contribuirá a ayudar al otro. De ahí que presta su apoyo de forma incondicional y solidaria en el ámbito que considere necesario.
Ser empático es escuchar con atención y tener disposición por si se presenta alguna cosa en el entorno, es mostrar su participación y orientación en la búsqueda de una buena comunicación o retroalimentación de ideas entre los distintos miembros involucrados, es fomentar el trabajo en equipo.
Asertividad y empatía
Estas habilidades humanas pueden llegar a desarrollarse potencialmente en la mayoría de las personas y en cualquier entorno social, con cada una de las experiencias vividas a diario; en ambos casos, el respeto es fundamental al momento de practicarlas. Se debe tener respeto por uno mismo, cuando se trate de la defensa de los derechos propios del individuo y también respeto por los demás, ya que ciertos caracteres distintivos de personalidad no autorizan a pasar por encima de otros.
Recuerda que los derechos particulares terminan cuando empiezan los derechos del otro. La integridad y la honestidad como parte de los valores humanos pueden coexistir con cada habilidad, es necesario antes establecer un vínculo de armonía entre las capacidades individuales y los valores morales de la persona.
Si se suma la asertividad con la empatía se obtiene un excelente resultado, porque se transforma en el modelo ideal para una buena comunicación con los demás. Por un lado, se tiene la sinceridad y claridad de la asertividad en relación con las necesidades del individuo y, por el otro, la compresión y ayuda de la empatía en cuanto a la escucha activa de los demás.
Relación de la asertividad con la empatía
Hay una cierta relación entre ambas terminologías y es que la asertividad viene ligada a la empatía, pues la primera representa una cualidad de la conducta humana, que se va generalizando y consolidando en el modo de actuar de la persona, implicándose con la segunda en el sentido de que se puede responder adecuadamente al estado de ánimo de los demás, expresando lo que se siente, ya sea positivo o negativo, sin mostrar desconsideración por el otro. Sin embargo, no implica exclusividad por parte de estas dos acepciones, visto que se puede ser una persona altamente asertiva, pero no empática y viceversa.
La relación existente entre estas dos habilidades intrapersonales, puede traducirse en una combinación realmente prometedora, ya que poseen muchas similitudes y características iguales. En principio, buscan una mayor comprensión humana, lo que permite reconocer los pensamientos propios o ajenos e interpretar los sentimientos; asimismo, también ayudan a mejorar la convivencia, lo que pone de manifiesto los efectos positivos que generan en la comunicación y el comportamiento individual.
Una conducta asertiva y empática le brinda al individuo esa capacidad para que aumente su nivel de respeto y consideración por los demás. Cuando se tiene la habilidad de decir lo que se piensa sin herir los sentimientos de los demás y también de entender a los otros dándoles la oportunidad de hablar, y expresar lo que piensan, puede establecerse un buen diálogo, donde se enriquecen cada una de sus partes, haciendo que la comunicación fluya hacia el objetivo propuesto, para alcanzar metas conjuntas dentro de un equipo.
Si te gustó el artículo acerca de una conducta asertiva y empática, te invitamos a leer en el siguiente link todo lo relacionado con la motivación personal en el trabajo y cómo influye en él, aumentando la productividad y eficiencia en una organización.
Aquí te dejamos un vídeo sobre la asertividad y la empatía en el entorno laboral de una empresa, donde se explica los beneficios de estas herramientas comunicacionales.