Los primeros días en la vida de un gato son los más complejos ya que son los más delicados. En sus semanas iniciales de vida es conveniente que permanezca con su madre ya que ella se encargará de su alimentación y aseo. Pero ante la ausencia de ella, el gatito requiere ser alimentado con sumo cuidado. Si te has preguntado ¿Cómo Alimentar a un Gato Recién Nacido? en este articulo descubrirás como ayudarlo a superar su difícil etapa inicial.
¿Cómo Alimentar a un Gato Recién Nacido?
Todo gato recién llegado al mundo ha de quedarse al lado de su madre hasta que alcance las ocho o diez semanas de existencia, ya que nada puede sustituir el calostro y la lactancia materna. Antes de llegar a dicha edad no se recomienda entregarlos en adopción. Pero, ¿cómo se debe alimentar a un gato recién nacido que ha sido abandonado por su progenitora? ¿Y aquellos que se han quedado sin su madre?
No se aconseja para nada apartar a un gato bebé de su madre y hermanos, ya que ello influye de forma negativa en su salud, desarrollo y socialización, pero a veces no hay otra opción. Por lo que, en el siguiente artículo te proporcionaremos información sobre lo que debe comer un gato recién nacido. Igualmente aprenderás cómo llevar un buen control de su crecimiento y muchísimos otros detalles esenciales acerca de la alimentación los gatos bebés.
¿Qué come un Gato Bebé?
Tan pronto como nacen los gatitos, su madre comienza a producir una leche especial a la cual se le denomina «calostro», de color amarillento y abundante en proteínas. Esta leche aporta a cada cachorro las defensas inmunológicas que requiere a lo largo de esta fase en la cual se encuentran muy vulnerables. En una etapa posterior la progenitora producirá leche madura, que es el alimento perfecto para cualquier gato bebé.
Todos los requerimientos nutricionales de los pequeños estarán cubiertos por la leche materna a lo largo de las semanas iniciales y cualquier elemento que lo limite conllevará a una pronta deshidratación de los gatitos. Por lo que, debemos constatar que todos los gatos se amamantan de forma correcta, particularmente cuando las camadas son cuantiosas, y que ganen peso de forma apropiada. De tal manera que, la leche materna es lo único que un gato bebé comerá hasta las ocho semanas de existencia, como mínimo, tiempo en el que tiene lugar el destete de los gatos.
Es importante tener en claro que a los gatitos lactantes no se les debe dar leche de vaca. Esta no les sienta bien ya que tienen dificultades para digerirla y en gran parte de ellos les provoca diarrea que, en ocasiones, puede ser grave. Si esto llega a ocurrir, debes asesorarte con el veterinario, ya que si dicha condición se extiende por varios días, los mininos pueden terminar pereciendo de deshidratación. De igual manera, les pueden sobrevenir vómitos debido a la ingesta de esta leche.
¿Cómo Alimentar Gatos Bebé Huérfanos?
Para comenzar, debes comprender que alimentar gatos bebé huérfanos es un proceso complejo, por lo que, lo primero que te sugerimos es asesorarte con un veterinario. El profesional te ayudará a evaluar la condición de salud de la camada, te brindará consejos y la mejor fórmula para los gatitos.
Leche para Gatos Bebé
La leche maternizada de origen artificial es un alimento que se puede comprar en cualquier clínica u hospital veterinario y, pese a que no es tan eficaz como la de fuente materna, cubre los requerimientos nutricionales de los pequeños. En esta fase de su vida necesitan cerca de 21 a 26 kilocalorías por cada 100 gramos de peso. De forma provisional se le puede sustituir por un preparado de leche maternizada de emergencia.
La leche maternizada debe ser preparada previo a su suministro a los gatos bebé y debe ser administrada a los pequeños en jeringuillas y tetillas estériles. Lo idóneo es que cada gatito cuente con su propia pezonera. Se sugiere no preparar la leche con anticipación, pero si te ves en la necesidad de hacerlo, debes conservarla en la nevera a una temperatura no mayor a 4°C, y por un tiempo inferior a 48 horas.
Las jeringuillas son más convenientes para gatos de menos de 4 semanas de vida ya que con frecuencia las tetinas de los biberones son muy grandes para ellos o el líquido es consumido con mucha rapidez. La leche debe suministrarse a una temperatura de 37 a 38°C, por lo que es preferible calentarla al baño de maría ya que si se calienta al microondas se producirán burbujas de líquido o muy calientes o muy frías. El pequeño debe manifestar reflejo de succión para poder ser alimentado con el biberón, ya que se le podrían provocar problemas de deglución.
Distribución del Alimento
La cantidad de tomas diarias que se le deben dar a un gato bebé es variable. Cuando se encuentran al lado de su progenitora, los pequeños tienden a succionar la leche en pequeñas porciones, pero gran número de veces, hasta 20 cada día. Por lo que, el ritmo en el que se le distribuye el alimento de reemplazo debe ser periódico, sin rebasar las 6 horas entre tomas. De igual modo, se le debe dar el tiempo suficiente para que pueda vaciar su estómago, cerca de 3 a 4 horas.
Lo que usualmente se recomienda es brindar de 4 a 8 tomas diarias, permitiendo entre ellas un tiempo de 3 a 6 horas como máximo. Es esencial respetar los periodos de descanso de cada ejemplar y procurar no despertarles de forma constante, pues ello puede provocar un cuadro de estrés.
Igualmente es importante dejar claro que, pese a que las condiciones les favorezcan y los pequeños beban abundantemente, la alimentación artificial puede retardar el desarrollo de los gatos bebé. Éste no debe rebasar el 10% y debe ser contrarrestado en el destete. El volumen estomacal de un gato bebé es de unos 50 mililitros / kilogramo. Regularmente un pequeño solo succiona unos 10-20 mililitros en cada toma de leche, por ello la densidad del lactoremplazante es esencial para cubrir los requerimientos de los gatitos.
Si la concentración energética de los gatos bebé es muy poca se tendrá que incrementar la cantidad de las tomas. Por lo que para cubrir las requerimientos nutricionales se creará un excedente de fluido que puede afectar el balance hídrico y perjudicar al riñón. En contraste si el reemplazo lácteo es muy energético o si proporcionamos demasiada cantidad al pequeño, puede provocarle diarreas osmóticas u otros problemas digestivos.
Alimentación Paso a Paso
Antes de comenzar se debe preparar un ambiente pacífico y relajado, de este modo impediremos el surgimiento de estrés, trastornos de deglución o de digestión. Para poder alimentar a los gatitos huérfanos se les debe colocar en la misma postura que asumirían si estuviesen junto a su madre: la cabeza erguida y el abdomen encima de una toalla. Les permitiremos amamantarse hasta que se satisfagan, siempre procurando respetar las cantidades que hemos citado previamente.
Toda vez hayan acabado de mamar aguardaremos unos instantes y, luego, ayudaremos al pequeño a defecar y orinar, masajeando de forma suave su barriga y su área genital para que desocupe sus intestinos de materia sólida o gaseosa. Éste es un paso de gran importancia. Luego se procederá a colocar a todos los pequeños, uno por uno, en su lecho para que se acurruquen y reposen. Se les seguirá alimentando de este modo hasta que se alcance la edad de destete, que se ubica entre las 4 u 8 semanas de vida.
Si el gato bebé se despierta frecuentemente, maúlla y gime, es un indicio de que se le está subalimentando. De no incrementar la cantidad de tomas o las kilocalorías que la leche debe aportar es probable que, gradualmente, se torne inactivo y ya no gane peso. De llegar a un escenario de malnutrición presenciaremos diarrea, deshidratación, hipotermia e hipoglicemia. En los casos de mayor gravedad habremos de acudir con el veterinario de forma urgente.
Cuidados de los Gatos Recién Nacidos
Agregado a todo lo aludido previamente, hemos de proporcionar un entorno apropiado para los cachorros de gato. En esta fase no tienen la capacidad de regular su temperatura, por lo que, debemos suministrarles un lecho mullido y cálido. Podemos emplear una caja de cartón o un contenedor de transporte y, en el fondo, pondremos una manta térmica a unos 20 o 22ºC. Arriba de ella colocaremos algunas toallas, ya que el contacto directo con la manta térmica podría ocasionarle quemaduras a los gatitos.
De existir mucho frío se puede cubrir con una pequeña manta el «nido» que hayamos dispuesto, permitiendo únicamente un pequeño orificio. La humedad ambiental es un valor que debes regular, de tal manera que su nivel debe ubicarse de 55 a 65%, particularmente cuando los pequeños están separados de la madre. Para ello puedes sencillamente ubicar unos recipientes con agua próximos al «nido» para que se puedan conservar las mucosas orales y respiratorias de los gatitos hidratadas.
Control de Peso
El peso al nacer es un factor relevante de diagnóstico. Se ha establecido que un peso demasiado bajo al nacer se encuentra vinculado con lo grave que son las enfermedades de los recién nacidos. En un estudio se demostró que el 59% de los gatos que nacieron muertos o que perecieron varios días después del nacimiento contaban con un peso bajo al nacer.
Si la gata madre le fue proporcionada una dieta inapropiada para su estado fisiológico a través de la gestación, el peso de los gatos bebé haberse visto afectado. Agregado a ello, los gatitos con un peso bajo al nacer poseen un metabolismo y unos requerimientos energéticos más elevados. Están más susceptibles a la hipoglicemia. Para llevar un seguimiento, te sugerimos que anotes en una tabla el peso de los gatitos día a día, al menos por las 2 semanas iniciales.
El peso regular de nacimiento de un gato bebé se encuentra entre los 90 y los 110 gramos. Pero sumado a ello, debe obtener unos 15 o 30 gramos a diario a lo largo del primer mes (como mínimo 7 a 10 gramos al día) y debe haber logrado duplicar su peso de nacimiento al alcanzar los 14 días de vida. A partir de entonces su peso se incrementará de 50 a 100 gramos cada semana. Su condición de macho o hembra no tiene influencia en el incremento de peso en las primeras semanas.
Una pérdida de peso que no rebasa el 10% diario puede ser aceptable y si afecta únicamente a una cantidad limitada de mininos. En contraste si toda la camada ha perdido peso se debe localizar la causa con gran rapidez, acudiendo al veterinario si fuese necesario. Si el peso de un gato bebé se reduce a diario, la comida es posiblemente insuficiente o de baja calidad.
Un gato que ha perdido peso por 24 a 48 horas o que deja de ganarlo por 2 o 3 días se le debe, de manera forzosa, suministrar un suplemento alimenticio, pudiéndose obtenerse resultados más favorables si se interviene al iniciarse la pérdida de peso. La siguiente es la relación entre edad y peso de un gato bebé en desarrollo, desde su nacimiento hasta que alcanza las 8 semanas:
- Nacimiento: 90 – 110 gramos
- 1ª semana: 140 – 200 gramos
- 2ª semana: 180 – 300 gramos
- 3ª semana: 250 – 380 gramos
- 4ª semana: 260 – 440 gramos
- 5ª semana: 280 – 530 gramos
- 6ª semana: 320 – 600 gramos
- 7ª semana: 350 – 700 gramos
- 8ª semana: 400 – 800 gramos
Destete de Gatos Bebé
La edad idónea para comenzar el destete de los gatos bebé es al aproximarse las tres semanas de existencia. Antes, como hemos señalado, no requieren más que leche y, por ende, no debemos procurar que nada adicional, ni agua les brindaremos. A las tres semanas, ya interactúan mucho entre ellos, juguetean, su madre les deja un rato a solas y cada vez se interesarán por el entorno que los rodea, y esto incluye a la comida. Si nos hemos preguntado cuándo y cómo ocurre su destete, datos como los ya citados nos indican que están prestos para comenzar el proceso.
De igual forma, tenemos que comprender que el destete no es una ciencia exacta. Existirán gatos que se muestren interesados por la comida más adelante, entretanto otros se interesarán tempranamente. Hemos de mostrar respeto a sus tiempos y, particularmente, tener presente que estamos ante un proceso que acontece de forma gradual y natural. Igualmente hay que recordar que la leche materna tiene que conformar parte de su alimentación, como mínimo, hasta las 6-8 semanas de existencia, por lo que los gatitos lactantes lo seguirán siendo hasta aproximarse a dicha edad.
Cómo Alimentar a un Gato Pequeño
Los gatos bebé crecen con mucha rapidez, por lo que el alimento que se les debe suministrar debe variar de acuerdo a las semanas o meses de vida del animal. Vamos a evaluarlo con detenimiento:
Gato de un Mes
Cuando tu pequeño minino tenga de 21 a 30 días de existencia, puedes suministrarle de forma gradual comida para gatos bebes en estado sólido. Lo más conveniente es mezclar en un plato la leche especial para gatos que ya mencionamos con algo de alimento para cachorros, ya sea seco o húmedo, así se irá adecuando de forma progresiva a esta clase de comida.
Gato de Dos Meses
Al superar los gatos bebé el mes de vida, ya están en capacidad de lamer de un recipiente de forma directa, es entonces cuando ya debe dejar de dársele el biberón, a veces se puede lograr que este cambio ocurra de forma más rápida. Cuanto ello suceda, puedes comenzar a humedecer la comida seca para que el minino se habitúe a su sabor y así, de forma gradual podrás dejar de combinarla con la leche.
Progresivamente percibiremos que irán comiendo alimentos más sólidos y menos leche, por lo que adecuaremos las cantidades, siempre de forma paulatina. Si les suministramos papillas cada vez hemos de ir elaborándolas más sólidas. Es de gran importancia que el incremento de sólidos sea acompañado con el ofrecimiento de agua, ya que es indispensable que los pequeños se encuentren siempre bien hidratados. Deben disponer de agua limpia y fresca siempre a mano.
Gato de Tres Meses
Cuando supere los dos meses de existencia, es el momento perfecto para que le suministres pienso o croquetas especiales para cachorros. Ya que el gatito se está desarrollando, se recomienda que este alimento para gatos bebé sea de la mejor calidad, por lo que no debe contener cereales, así lograrás que tu felino desarrolle un sistema inmunológico saludable y unos huesos fuertes. Hay en el mercado alimento para gatos de 2 meses de variadas marcas.
Si nos decidimos por el pienso hemos de empezar humedeciéndolo con agua tibia para conformar una papilla, ya que, de no ser así, los pequeños tendrán problemas para poder engullir las bolitas duras. Por otro lado, si deseamos brindarle comida casera, es fundamental que sepamos que ello no significa sobras humanas. Debemos asesorarnos con un veterinario especialista en nutrición y elaborar un menú balanceado, siempre teniendo presente que los gatos son criaturas carnívoras que necesitan una dieta que se base, primordialmente, en la ingesta de carne y pescado.
Tenemos que insistir en que el destete de los gatos bebé jamás debe acabarse antes de las 6-8 semanas. Tanto el destete temprano como la separación de la familia antes de tiempo podrían tener consecuencias en el temperamento futuro del animal. Si los gatitos permanecen con su madre, será ella la que resuelva cuándo acabar con la lactancia.
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