Salvador Dalí es un artista español del S.XX que destacó por sus obras surrealistas y por su personalidad excéntrica que ha ido marcando a muchas generaciones posteriores. Todos sin duda reconocerán su peculiar bigote con los extremos hacia arriba.
Conozcamos un poco la vida de este artista tan peculiar e importante, y veamos algunas de sus obras más representativas.
Salvador Dalí, conociendo su vida
La personalidad que desarrollaría Salvador Dalí tuvo su comienzo nueve meses antes de que él naciera. El hermano de Dalí murió justo en ese momento y cuando, cinco años más tarde, visitó la tumba de su hermano sus padres le dijeron que él era su reencarnación.
Dalí se llegó a obsesionar con esa idea y con que su hermano y él eran dos gotas de aguas aunque con «reflejos diferentes». Llegaría a retratar a su hermano en Retrato de mi hermano muerto.
La pintura llegó a la vida el artista de la mano de la familia de Ramón Pichot, un pintor catalán que recomendaría a los padres de Dalí apuntarlo a clases de arte con Juan Núñez. El primer premio que conseguiría fue en una exposición en Barcelona con catorce años.
Otra muerte marcaría la vida de Dalí, la de su madre quién moriría de cáncer de útero. Frases como «fue el golpe más fuerte que he recibido en mi vida» o «… pérdida del ser con quien contaba para hacer invisibles las inevitables manchas de mi alma» serían pronunciadas por Dalí ante aquella pérdida.
Sus estudios y viaje a París
Dalí continuó sus estudios en la Real Academia de Bellas Arte de San Fernando en Madrid. Enseguida llamó la atención por su carácter excéntrico. Allí llegaría a coincidir con personalidades muy importantes de su época como Luis Buñuel o Federico García Lorca. Llegaría a colaborar con algunos de ellos como por ejemplo con el guión de la película de Buñuel Un perro andaluz (1929).
En su viaje a París durante los conocidos como felices años 20, entablaría relación con artistas como Joan Miró o Picasso. Lo interesante de aquella época es que se uniría al grupo surrealista dirigido por André Bretón. Un estilo artístico que no solo acabaría triunfando sino que sería la marca de Dalí.
Salvador Dalí conoce a Gala
En su viaje de París sería donde conocería al gran amor de su vida, Gala. Una mujer casada con Paul Éluard, un poeta. Su padre no vería con buenos ojos su relación con Gala ni la vida que llevaba Dalí en general y por aquella época acabaría cortando la relación con su padre. Este hecho es importante ya que marcaría sus obras. De aquella época tenemos para destacar: La persistencia de la memoria (1931), que quizá es la más famosa del pintor.
En 1934 se casaría con Gala y por aquella época comenzó a participar en un gran número de exposiciones. Edward James sería su mecenas en aquella época y de su mano vendrían todas las exposociones. Estaría viviendo entre Nueva York y París durante gran parte de su vida.
El viaje que realizaría por Italia también hacia mediados de la década de 1930 marcaría su panorama artístico ya que comenzó a sentirse atraído por el panorama religioso. Tenemos obras como Crucifixión, La última cena o la Madonna de Port Lligat.
Estancia en Estados Unidos
En la década de los años 40 entraron las tropas alemanas en Burdeos donde vivían Dalí y Gala y el matrimonio se trasladaron a Estados Unidos donde permanecerían ya hasta que decidieran volver a España. En aquel momento comenzaría su interés por el diseño de joyas algo que mantendría el resto de su vida.
Realizaría decorados de escena de óperas como Laberinto, estrenada en el Metropolitan Opera House. Además en 1941 se inauguró en el MOMA una exposición de Dalí y Miró. También realizaría decorados de ballets y obras teatralizadas.
La vida de Dalí sería publicada un año después y la vida del artista llegaría en papel a las manos de miles de personas interesadas en él.
El 21 de marzo comenzó a realizarse una de las colecciones de obras de Dalí más importantes que nos han quedado que es la colección del matrimonio Reynolds Morse. En esa fecha comprarían el primero de muchos cuadros de Dalí.
El mundo del cine lo llevó no solo a participar con Buñuel sino también con Alfred Hitchcock.
El regreso a España de Salvador Dalí
Dalí regresó a España en 1949 y aún le quedaron más de cuarenta años de realizar obras, aunque según los historiadores del arte su mejor producción ya estaba hecha.
Aunque se estableció en España continuó haciendo trabajos por todo el mundo como la presentación en París de el Manifeste mystique y realizaría otras publicaciones francesas como Arts, Le Courrier des lettres o Connaissance des Arts.
En 1954 expondría en Roma los dibujos que realizó para ilustrar la Divina comedia de Dante.
En 1961 recibiría un homenaje en su ciudad natal, al tiempo que comienza a realizarse el Teatro-Museo Dalí.
En 1964 se le concedió la Gran Cruz de Isabel la Católica, una distinción muy importante en España.
Siguió manteniéndose activo entre publicaciones en revistas de diferentes lugares del mundo, exposiciones, ilustrando libros y realizando un extenso programa artístico hasta su muerte. Cuando muere en Figueras en 1989 lo hizo con una personalidad construida a lo largo de los años y que lo lanzaría a la fama desde sus obras hasta su bigote.