Conocemos a la reina Carlota de la afamada saga de libros de Julia Quinn «Los Bridgerton» y su serie televisiva homónima. Pero en realidad la reina Carlota está inspirada en un personaje real.
Hoy vamos a hablar de quién fue en la realidad esta reina que ahora está tan de moda en el panorama televisivo y lector en cuanto al genero de romance.
¿Quién fue la reina Carlota?
La reina Carlota es un personaje, como comentábamos, muy conocido para los amantes de la novela romántica con la saga de Julia Quinn «The Bridgerton» pero también de la serie homónima y basada en los libros. El triunfo de la saga al saltar a la gran pantalla, hizo que decidieran también dedicarle su propia serie al personaje de esta reina. En el sip-off de la serie principal, se cuenta como asciende al trono esta reina. Pero además, se ha escrito un libro que extiende la historia de la Reina Carlota y que lo realizan entre Julia Quinn y la productora de las series televisivas Shonda Rhimes.
Pero, la verdad, es que el persona de ficción está inspirado en un personaje real. Una persona que existió entre 1761 y 1818: Carlota de Mecklemburgo-Strelitz. Una duquesa alemana que fue reina consorte de Jorge III de Inglaterra, madre de los también reyes Jorge IV y Guillermo IV y abuela de la conocida reina Victoria. Una gran cantidad de reyes ingleses descienden de la reina Carlota.
Conozcamos un poco mejor a esta monarca inglesa que a inspirado la ficción y, lo más interesante, qué pasó y que se inventaron para el personaje ficticio.
La reina Carlota: su verdadera historia
Carlota de Mecklenburgo-Strelitz nace en Mirrow en 1744. Aparece reflejada en los textos históricos como una joven educada, amante de las artes y dominante del francés.
Cuando muere el rey Federico Luis de Gales, su hijo heredaría la corona convirtiéndose en Jorge III a la edad de 22 años. El joven rey debía desposarse ante su nueva situación y sus consejeros le apremiaban para que fuera lo antes posible. Para solucionarlo el monarca solicitó que le entregaran una recopilación de todas las princesas protestantes alemanas y él escogería a una de ellas. Carlota cumplía los requisitos para ser la próxima reina consorte en Inglaterra.
Sabemos que esta no es una forma bonita o romántica de crear un matrimonio. A lo largo de la historia, pocos eran los monarcas, por no decir ninguno, que se casaban después de conocerse y enamorarse. Lo habitual eran los matrimonios concertados o de conveniencia para cumplir con lo que se esperaba de la monarquía, como fue el caso de la reina Carlota.
¿Cómo era Carlota?
Igual que en la ficción, a la tierna edad de 17 años Carlota se desposó con el rey Jorge III y fueron coronados en la Abadía de Westminster en 1761. Juntos llegaron a tener 15 hijos, dos de ellos morirían, eso sí, sin llegar a edad adulta.
Acabarían por mudarse al Palacio de Buckinghan, donde Carlota dedicaría mucho tiempo a una pasión adquirida por la botánica (algo que puede apreciarse también en la ficción). Ayudaría a establecer los actuales Jardines de Kew.
No solo a las plantas dedicaba su tiempo, sino también a la música, recibiendo clases de Johann Christian Bach, hijo de afamado compositor. Además, sería una gran impulsora en la carrera de Amadeus Mozart. Esta pasión por la música queda mencionada un poco de pasada por la serie, incluso en patronazgo hacia Mozart.
La vida sentimental de la pareja parece ser que fue satisfactoria hasta el deterioro de la salud del rey en la década de 1780. Se llegó a decir de ellos que no había habido matrimonio tan feliz como aquel y que ahora se sumía en la mayor de las desgracias. Y es que la salud tanto física como mental del rey conllevaría graves problemas en el seno familiar.
Los trastornos mentales del rey bien quedan reflejado en la pantalla, así como el comienzo de aquel romance de pareja que luego cae en la desgracia por la enfermedad. La reina terminaría sus días en el palacio de Kew rodeada de dos de sus hijas, el príncipe regente y el duque de York. El rey seguiría el mismo camino dos años después.
Entre la realidad y la ficción
Como hemos podido ver, el persona real y el ficticio tienen puntos en común otros ya se alejan de la realidad o pasan de puntillas sobre ella. Y uno de los que más se ha hablado es de si la reina tenía ascendencia étnica y por tanto su piel era negra. Esto ya fue estudiado por expertos a fines del siglo XX y a la hora de realizar la serie ambas actrices (la Carlota joven y la Carlota adulta) son de origen ghanés y guyanés.
En los archivos de la Casa Real Británica no se hace mención a la ascendencia de la reina Carlota, se recoge todo lo que llega a partir del matrimonio con el rey Jorge III. Aunque algunos historiadores sostienen su origen africano e incluso alguno sostienen que era descendiente de Margarita de Castro y Sousa, perteneciente a una rama negra de la realeza portuguesa. Estas hipótesis se respaldan en que los retratos que tenemos de la reina parece mostrar rasgos africanos aunque su piel no sea de tonalidad oscura. Otros historiadores como Kate Williams han reaccionado ante todas estas hipótesis de «ridículas» y otros historiadores han secundado esta opinión ante la falta de rigor histórico.
El origen étnico de la reina Carlota sigue en el aire, no hay datos que lo reflejen, ni evidencias históricas solo hipótesis. Y parece ser que esta línea de investigación es lo que suscitó que la reina fuera negra en la adaptación a la pantalla.
Disfrutar de ambas: de la historia y de la ficción
Si debemos tener en cuenta que la serie, a pesar de encandilar a jóvenes y adultos, es ficción, aunque algún personaje pueda estar basado en uno real. Es una serie ficticia sin rigor histórico ni en personajes, ni en música, ni en los sucesos. Aunque, sin duda, una forma estupenda de pasar varios días en el sofá bajo una manta ahora que ha llegado el frío.