Es conocido que los musulmanes no comen cerdo, sin embargo, no son los únicos, los judíos por ejemplo tampoco lo comen ¿A qué se debe? De ello vamos a hablar en este artículo, así que si te interesa quédate leyendo un poco más.
En diferentes culturas el cerdo es visto como un animal impuro, es rechazado y por tanto no es consumido. Por otro lado, hay otras culturas que consumen todas y cada una de las partes del cerdo, como sería el caso de los españoles.
La religión y la sociedad
Las leyes monoteístas judía, islam y cristianismo, tienen en común sus orígenes. Es decir, todas comparten el Antiguo Testamento. La diferencia entre ellas recae en los distintos ritos e interpretaciones de esos primeros textos comunes, y también de aquellos escritos que complementan y hacen evolucionar las diferentes religiones.
En el Libro del Génesis y del Levítico, 1500 años antes de la llegada del profeta Mahoma, ya se denunciaba al cerdo como un animal impuro. Después Mahoma mantendrá a este animal como uno contaminado. Tanto Yahvé como Alá prohíben el consumo de cerdo.
El motivo de la prohibición
El cerdo como un animal sucio
Relacionar al cerdo como un animal impuro o sucio es fácil. Es un animal que se revuelca en barro, en sus propios excrementos y que come casi cualquier cosa que se le ponga por delante.
El cerdo es un animal que no suda y por tanto no puede regular su temperatura de otra manera que con lodo fresco. Cuando no dispone de él, debe recurrir a lo que tiene a su alcance para regularse y en ocasiones eso es su propio excremento. A más temperatura, más sucios vamos a ver que están los cerdos.
Sin embargo, este no debe ser el motivo por el que pensemos que se prohíbe al animal, ya que otros animales pueden llegar a hacer lo mismo y no los prohíbe la religión.
En Oriente Medio, que es dónde arranca el judaísmo, la temperatura es muy elevada y sería más que habitual encontrar los cerdos revolcándose continuamente para paliar el calor. La prohibición de su consumo también debemos pensar que tendría motivos de salud pública. Se conoce que en el siglo XIII un médico y teólogo judío, Maimónides, reiteró la importancia de no consumir este animal.
El cerdo y la triquinosis
Sin embargo, deberíamos irnos más cercanos en el tiempo para comprender su verdadera prohibición. Debemos tener en cuenta que hemos comentado que las tres religiones comparten su inicio, pero solo dos de ellas prohíben realmente el consumo de cerdo.
A mediados del siglo XIX se descubre la relación del consumo de cerdo con la triquinosis. Ésta es una enfermedad parasitaria debida al tomar carne mal cocinada o cocida, que contiene ya las larvas de la Trichinella spiralis y que al no estar bien cocinada, las larvas se mantienen activas.
Podemos encontrar este parásito en diferentes animales como el oso, la morsa, el zorro, la rata, el caballo, el león o el cerdo. Cuál de estos animales era el más consumido es fácil de averiguar. Es el motivo de que se relacionara directamente el consumo de la carne de cerdo con la triquinosis.
Desde tiempos inmemoriables, la religión ha sido el cauce de adoctrinamiento más importante de las sociedades. A través de ella se explicaba lo que estaba bien, lo que estaba mal y los modelos de conducta que se debía seguir para tener una sociedad buena. De la misma manera ante epidemias, enfermedades, etc. la religión tomaba cartas en el asunto y prohibir el consumo de cerdo habría sido algo importante para evitar la triquinosis.
También debemos tener en cuenta, que había otras enfermedades más graves a la triquinosis ya que conllevaban la muerte y que eran transmitidas por animales que no han sido prohibidos. Por lo tanto seguimos teniendo un motivo a que nos puede quedar algo cojo.
El cerdo y el ecosistema de Oriente Medio
Expertos antropólogos reflejan que hay otro motivo por el que pudiera prohibirse el cerdo y ese tiene que ver con el mantenimiento del ecosistema de Oriente Medio. En los climas áridos los animales que más se adaptan son los rumiantes como las ovejas, las cabras o las vacas. Los cerdos, por otro lado, necesitan campos y ríos.
A esto hay que sumar que de los rumiantes se podían extraer más alimentos como la leche y sus derivados, así como la propia piel. Por otro lado el cerdo comparándolo, solo producía carne, una carne que mientras engordaba consumía los mismos recursos que el hombre. Esto se plantea como una amenaza al ecosistema.
En tal caso, podrían haberse criado pocas cantidades de cerdo para evitar la problemática pero poder seguir consumiéndolo. Pero esto lo habría convertido el cerdo en un alimento de lujo y por tanto un alimento relacionado con las tentaciones. Antes de llegar a eso la mejor opción era prohibirlo.
¿Porqué sigue prohibido el consumo de cerdo en la actualidad?
Las tradiciones culturales es lo que nos define como culturas diferentes y entre esas tradiciones una es la dieta. Cada civilización ha consumido algunos alimentos en común pero otros muy diferentes ya que por las necesidades de los animales o vegetales solo se producían en zonas determinadas.
Todos seguimos manteniendo tradiciones de nuestra cultura, independientemente de si creemos en la religión de nuestra cultura o no. Porque esas tradiciones es lo que nos define, es a lo que estamos acostumbrados, es lo que siempre hemos visto y vivido.
De igual manera que musulmanes y judíos siguen sin consumir cerdo generalmente, en España el cerdo ha sido uno de los animales tradicionales, criar uno o dos cerdos en la familia, suponía tener alimento durante todo el invierno. Es el motivo de que se consuma absolutamente todo lo que sale de este animal. También es cierto que el ecosistema de España no es como el de Oriente Medio, sino igual tampoco se habría consumido el cerdo de la manera en que se hace.
No importa las diferencias culturales, aunque sí debemos comprender y respetar que existen estas diferencias y que lo que para lo que unos es esencial para otros es algo prohibido.
Cuál es la dieta tradicional de los musulmanes
Igual os podéis preguntar cuál es la base de la dieta tradicional de los musulmanes, así que vamos a profundizar un poco también en ello.
Debemos entender como dieta del islam aquellas normas alimenticias que la religión musulmana establece. Nos vamos a centrar en la parte más común aunque entre los diferentes musulmanes pueda haber diferencias.
Como alimentos prohibidos está la carne de cualquier animal ya muerto (entendida como la carroña, aquellos animales que no han sido matados para comer), la sangre, la carne de cerdo y cualquier carne dedicada a otra deidad que no se Allah. También se establece como prohibido el consumo de bebidas alcohólicas (en realidad se refiere a consumo de intoxicantes, cualquiera que de sensación de embriaguez). Sin embargo, los alevíes de Turquía si permiten el alcohol.
Al mismo tiempo se prohíbe la caza durante la peregrinación, exceptuando la pesca que sí está permitida.
Además de ello se establecen normas para matar a los animales que se van a consumir. Se prohibe estrangular, golpear, dejar caer ocasionando la muerte, asesinado por ser golpeado por un cuerno o matado por otro animal salvaje (los entrenados para cazar sí están permitidos). El animal debe ser matado con respeto, no debe sufrir, ni ver la cuchilla, tampoco debe notar la presencia de sangre u olor de una matanza previa.
Se prohíben también el consumo de animales con colmillos: perros, osos.. y también aves con garras como el búho.
¿Cómo se aplican todas estas normas de no contener cerdo y otras prohibiciones?
Existen certificados de aprobación de las normas musulmanas: certificado «halal» (que viene a significar «legal» en cuanto a los alimentos). Los productos o restaurantes con dicho certificado siguen las normas de alimentación establecidas por el Corán.
El problema puede darse en aquellos lugares no islámicos, donde los productos pueden llevar gelatina de cerdo por ejemplo y es más complicado seguir las normas que establece el Corán.
A nivel global, «halal» representa un 20% del mercado de comercio de alimentos.
Platos tradicionales de la cocina árabe
Kibbe: el aspecto es como el de una albóndiga y se elabora con carne de cordero, sémola y especias.
Fatteh: plato elabora con pan árabe frito y crujiente cortado en triángulos y que se riega con yogur y garbanzos cocidos. Según la zona se le añade frutos secos, cilantro, ajo..
Hummus: la crema de garbanzos que se ha ido popularizando a nivel mundial y que se compone de garbanzos, tahini, limón y aceite de oliva.
Maqluba: elaborado con arroz, verduras pollo o cordero. La apariencia se asemeja a la paella debido al color amarillo que presenta.
Cuscús: un plato elaborado con sémola de trigo y estofador de carne con verduras cocinado en una vaporera. Es un plato que puede presentar multitud de variantes.
Baklava: un dulce típico, elaborado con nueves trituradas, masa filo y almíbar.
Falafel: podríamos llamarlo croqueta de garbanzos. Suele acompañarse de salsa de yogur.
Son muchos los platos típicos de la cocina árabe y entre ellos varían dependiendo del lugar donde se originen. En cualquier caso, os animamos a probar esta comida tradicional para conocer un poco más de la cultura. Ya que como hemos visto, la cultura de cada sitio se refleja en su gastronomía.