La Piometra en Perros es una infección uterina que afecta mayormente a perras en edad reproductiva, es decir, que hayan alcanzado su madurez sexual. De no ser tratada a tiempo puede ocasionar insuficiencia renal, peritonitis, septicemia (infección bacteriana en el torrente sanguíneo) e incluso, la muerte.
¿Qué es la Piometra en Perros?
La piometra, es una enfermedad infecciosa que afecta a perras de edad mediana o avanzada. Esta afección, no contagiosa, es provocada por distintos factores; el incremento inusual en los niveles de progesterona, infecciones bacterianas y alteraciones morfológicas del endometrio. Este padecimiento genera mucho dolor en las perras debido a que una vez que se haya instalado la bacteria en la cavidad vaginal, el útero se satura de pus.
Causas
Este padecimiento tiene una estrecha relación con el ciclo hormonal de la perra, su aparición comienza una vez pasadas 12 semanas del ciclo de ovulación. Esto sucede debido a un aumento en la producción de progesterona que trae consigo la disminución de contracciones uterinas y, posteriormente, ocasiona una serie de alteraciones en el endometrio (membrana mucosa que recubre la cavidad uterina). Durante este proceso, las bacterias tienen la oportunidad ideal de ascender hasta el útero, multiplicarse y provocar una infección.
Síntomas
Existen dos tipos de piometra canina, la abierta y la cerrada. En un 85% de los casos de piometra se trata de la primera, la cual ocasiona que entre la segunda y octava semana del celo se expulsen secreciones vaginales compuestas por sangre o pus. Sin embargo, cuando se habla de la segunda no existe tal expulsión de secreciones, lo que la convierte aún más grave. Los síntomas generales de este padecimiento incluyen: inapetencia, decaimiento, abundante sed, fiebre, vómitos, distensión abdominal, excesivas ganas de orinar y diarrea.
Tratamiento de la Piometra
Dependiendo de lo evolucionada que esté la enfermedad existen dos tipos de intervenciones quirúrgicas. La primera es la más invasiva y segura, se trata de la extirpación de los ovarios y del útero mediante una ovariohisterectomía. Esta elimina por completo la posibilidad de desarrollo de la enfermedad y, de igual manera, imposibilita que la perra puede tener crías. Por otro lado está la segunda, que se lleva a cabo en casos leves en donde la perra presente piometra abierta y se desee mantener la capacidad de reproducción. Esta incluye lavado de útero, drenaje transcervical, administración de prostaglandinas y antibioticoterapia.
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