La Gran Hermandad Blanca es conocida como un grupo de ángeles que habitan en el cielo en presencia de Dios, que cumplen con la función de velar por el equilibro universal. Aunque hoy día hay muchas personas que no están familiarizadas con su existencia, es por ello que a través del siguiente artículo se podrá conocer su verdadero significado.
¿Qué es la Hermandad Blanca?
Este grupo lo integran una gran variedad de seres ascendidos, cada uno de estos seres son expertos en cualquier línea de servicio y esfuerzo espiritual. Estos representan el reino humano, el reino de los ángeles y el reino elemental.
Cabe destacar que todos y cada uno de los integrantes de la hermandad blanca viven para poder servirle a Dios. Por voluntad propia, estos deciden renunciar a servir en las esferas de la belleza y perfección para ayudar al hombre, quien está luchando cada día en la tierra.
Se podría decir que los miembros de la hermandad blanca son seres inmortales que no poseen una forma en específico y tampoco tienen un cuerpo. Todo lo que los conforma se rodea de energías con grandes poderes que son recibidas por personas puras y dotadas de dones especiales como la clarividencia.
Por consiguiente, a cada uno de estos seres se les ha otorgado la maestría del espacio y del tiempo, es por ello que se conocen también como maestros ascendidos. Al unirse con sus apóstoles, que no son ascendidos aún, logran representar el orden eterno, el cual se conoce como la Hermandad Blanca.
¿Cuál es su misión?
Dicha misión es muy clara, tienen el deber de ayudar a los hombres en este mundo terrenal y para ello les otorgan informaciones acerca de un futuro no tan lejano. Estos seres les ofrecen apoyo infinito, lo cual logran alcanzar gracias a la jerarquía que poseen como maestros ascendidos.
Hay que tener en cuenta que a nivel espiritual todo aquello que posee vida tiene una conexión especial con la red de luz que emerge y perdura en todos los alrededores del planeta tierra. Esto da como resultado que todo el universo se conecte con una energía magnética del plano terrestre.
Los 7 Rayos
También son conocidos como las siete irradiaciones de Dios. Estos rayos están destinados a un maestro ascendido, un arcángel, un elohim u otros seres de luz que sirven para proteger, los cuales se conocen en la tierra como ángeles. Las características de los siete rayos de luz son las siguientes:
- Rayo Azul: Representa Voluntad y Poder.
- Rayo Amarillo Dorado: Es la Inteligencia Activa.
- Rayo Rosa: Amor y Sabiduría.
- Rayo Blanco: Armonía a través del conflicto.
- Rayo Verde: Conocimiento.
- Rayo Oro: Idealismo y Devoción.
- Rayo Violeta: El Orden o Magia Ceremonial.
El secreto de la llama violeta
La llama o fuego violeta es una energía espiritual que ayuda a las personas en cualquier etapa de su vida. Con ella se pueden sanar problemas físicos o emocionales, en pocas palabras esta milagrosa energía está en la capacidad de hacer la vida mucho más sencilla. El color de este fuego se relaciona con la espiritualidad, es por ello que los miembros de la hermandad blanca la han utilizado.
Su poder se centra en cambiar las cosas, en alterarlas de forma, es decir, utilizando esta magnífica llama los seres de luz pueden hacer que las energías negativas pasen a ser positivas, que la oscuridad se convierta en luz y que el destino sea una oportunidad. También tienen la capacidad de sanar el cuerpo y eliminar la vida de una persona un mal karma por errores del pasado.
Las 10 leyes espirituales de la Hermandad Blanca
A continuación, se darán a conocer los principios por los que se guían los miembros de la hermandad blanca, así como los individuos que forman parte del grupo. Cabe destacar que ninguno de estos principios podrá ser ignorado:
Primera Ley
«El verdadero estudiante de la vida empieza estudiándose a sí mismo»
Este principio se basa en que el estudiante de la vida debe comprender que cada existencia se encuentra conectada y debe ser regida bajo las mismas leyes. Ejemplos: un ser vivo no se encuentra distante de una estrella, una gota de agua puede unirse perfectamente al mar. Cada maestro de la hermandad blanca debe lograr resaltar debido al gran conocimiento que posee del planeta y del universo.
Es por ello, que logran introducirse y entender los misterios de la naturaleza. Deben comprender que forman parte del todo y esto se logra a través de la técnica de la meditación. Deben aprender a ver su vida desde afuera, de este modo comprenderán viendo desde otro ángulo lo maravillosa que es la existencia.
Segunda Ley
«La luz verdadera alumbra o ciega según la actitud del estudiante»
Esta segunda ley se refiere a que la luz es conocimiento, por ende el estudiante debe aprender a modificarla, utilizar y alterarla para diferentes fines. En otras palabras, se tiene que la naturaleza de la luz es perfecta, dicha luz incluso puede ser captada de diferentes maneras según la persona que la sienta. Por consiguiente, es responsabilidad del miembro de la hermandad blanca saber cómo poner en uso la luz verdadera.
Tercera Ley
«El verdadero soldado de la luz batalla amando a su enemigo»
Para la gran hermandad blanca es de mucha importancia aprender a amar a todos sus enemigos. Como es bien sabido, cualquier persona puede estar muy cerca de un individuo que no es de su agrado y para esta orden una de las mejores maneras de enfrentarse a la oscuridad es irradiando luz. Lo que se traduce fácilmente a que la mejor forma de acabar con todos los enemigos es ofreciéndoles amor.
Cuarta Ley
«La verdadera protección radica en el control del miedo interior»
El miedo es un sentimiento muy natural que surge en momentos de supervivencia, también puede servir para adaptarse. Hay que recordar que el miedo suele servir también como una advertencia para estar siempre alerta. Sin embargo, hay que tener cuidado porque se puede convertir en una reacción que no se puede controlar ante una amenaza que no existe.
Por consiguiente, este principio se basa en que los miembros de esta orden no deben tener miedo porque saben perfectamente que se encuentran protegidos. Al analizarse a sí mismos deben darse cuenta de toda la bondad que existe dentro de ellos, así como también de las limitaciones que tienen.
Un verdadero maestro de la hermandad blanca tiene plena confianza en las fuerzas de luz y comprende que las leyes que rigen al universo son perfectas. Por lo cual, hay que repetir en todo momento que no hay razón para tener miedo.
Quinta Ley
«El verdadero maestro enseña con el ejemplo»
Hay que recordar que son las acciones las que pueden definir el comportamiento de cualquier ser. También pueden determinar el tipo de energía y la personalidad, por lo que un miembro de la hermandad blanca es un gran ejemplo a seguir. Lo primordial en todo momento es actuar con mucha astucia, con cautela, sin rapidez, tratando de mantener todo bajo control, incluyendo las emociones para que el miedo se quede atrás.
Un integrante de esta orden es el contacto entre el plano terrenal y el espiritual, por lo tanto, toda la energía que éste irradia debe ser 100% pura. En él debe existir humildad, honestidad, perseverancia, fortaleza, entre otras cualidades. Todas estas características son mucha importancia y deben estar presentes en cada apóstol que desee ser un transporte de enseñanza para el prójimo.
Sexta Ley
«El verdadero mensajero es aquel que solo transmite el mensaje»
Todos y cada uno de los seres que habitan en el plano terrenal y en el plano espiritual son mensajeros. Cuando un individuo desea iniciar en el camino del conocimiento debe actuar siempre con la verdad, esto se debe a que muchas personas serán afectadas en cierto sentido por el nivel de influencia que tenga el mensajero.
Una las principales funciones de un verdadero mensajero es llevar la luz lo más pura que se pueda al mundo, sin emitir ningún tipo de juicio ni tampoco alterar los mensajes. Así pues, un mensajero debe ser un individuo con gran humildad, dispuesto a aceptar los errores y las críticas. Debe ser una persona con mucha sensatez para afrontar los obstáculos, debe tener confianza en sí mismo y ser decidido para vivir siempre de la verdad. En este orden de ideas puedes leer también sobre el Ser de Luz.
Séptima Ley
«La fe verdadera se sustenta en el conocimiento»
Muchos consideran que la fe es un término bastante complejo dentro del contexto del hombre, algunas personas no necesitan pruebas para creer en algo o en alguien, la base para tener fe es la confianza. El conocimiento es poder, el hombre tiene la extraordinaria capacidad de crear lo que cree, la mente es muy poderosa. Por ende, la razón y la fe deben unificarse para poder entender con más claridad los misterios del universo.
Lo que quiere decir este principio es que la fe aparece cuando una persona siente que está realizando las acciones correctas. El hacer lo correcto se traduce rápidamente en estar dentro de la frecuencia indicada y a su vez dentro del flujo natural de las energías que son las que hacen que cosas extraordinarias pasen.
Octava Ley
«La sagrada doctrina se torna aún más sagrada si se es consecuente con ella»
Cuando en este principio se habla de ser consecuente se trata de no traicionar el compromiso que existe con las personas y la luz. Es decir, se debe servir con humildad y con amor todos los principios de la orden. Por lo que cada acción realizada y cada esfuerzo que se haga quedará santificado dentro de una gran energía de amor.
Ahora bien, cada una de estas acciones y esfuerzos realizados irán tomando vida propia y se unirán a un alma colectiva de todos los miembros que laboran con la luz. De este modo, toda la energía contenida dentro de la hermandad blanca va a proteger a todos y ayudará a la creación de la obra. Es por todos sus miembros que la doctrina se “torna aún más sagrada”, nutrida por toda la buena energía que emana de los seres de luz.
Novena Ley
«El verdadero templo es aquel que se construye sobre la base de sentimientos, pensamientos y actitudes»
Para comenzar, un templo es un lugar reservado para la oración, pero por otro lado se puede decir que también es el cuerpo humano. Por lo cual, es importante destacar que este principio habla de que el verdadero templo puede ser el mismo ser humano. Agrandar el templo significa incrementar la espiritualidad.
Asimismo, todos los sentimientos logran nutrir la energía de cada uno de los principios que se siguen y en los que se cree, convirtiendo al templo en un lugar tranquilo, lleno de armonía y luz.
Décima Ley
«El verdadero místico es aquel que pone en práctica los principios del Cielo y que muere constantemente por amor al prójimo»
Este principio que deben seguir los integrantes de la hermandad blanca se refiere a poner en práctica todo lo aprendido en estas leyes. De estar al servicio del prójimo y la mejor manera de hacerlo es en silencio. Ya que de esta forma, luego de realizar todo tipo de acciones no se debe esperar nada a cambio.
En sí, hay que considerar que todos y cada uno de los hombres son una especie de espejo, esto para sentir que cada vez que se ayude a alguna persona esto se vea reflejado en quien ofrece la ayuda. Lo más importante de todo, es que se logre vivir en paz con el universo y se haga lo posible porque todos los seres del planeta vivan felices y tranquilos. Descubre más información en Maestros espirituales.
¿Qué deben tener en cuenta los miembros de la orden?
Una de las acciones que se deben cumplir dentro de la orden de la hermandad blanca es poner la fe en todo lo que se realiza. Así como en todos los seres quienes piden, porque es gracias a esa fe que muchas de las situaciones que podrían pasar en la vida pueden cambiar. Ahora bien, a continuación, se nombrarán algunos aspectos importantes que se deben tener en cuenta dentro de esta hermandad:
- Comprender que el mensaje tiene mayor importancia que el mensajero.
- Todas las emociones deben estar bajo control.
- Ser un ejemplo a seguir.
- El universo es energía pura.
- Se deben enfrentar todas las dificultades que se puedan presentar.
- Conocer muy bien la mente, el cuerpo y el corazón.