La Generación Z hace alusión a esa cohorte demográfica nacida aproximadamente entre mediados de la década de 1990 y principios de la década de 2010. Se trata de una generación que ha emergido como una fuerza impulsora de cambio en la sociedad contemporánea. Conocidos también como «Centennials» o incluso «zoomers», estos jóvenes han crecido en un mundo marcado por la rápida evolución tecnológica, cambios sociopolíticos y la globalización.
Tales acontecimientos han dejado una impronta en ellos que ha remodelado su actitud respecto a la vida manifestando una forma de ser y estar muy diferente a la de generaciones anteriores. Abordaremos de qué modo ha influido en sus propósitos, actitudes y aptitudes a continuación. Conoce las características de la generación Z: una época de transformación social.
La tecnología como segunda naturaleza
Una de las características más notables de la Generación Z es su relación intrínseca con la tecnología. Desde una edad temprana, estos individuos han estado rodeados de dispositivos electrónicos, internet y redes sociales. A diferencia de generaciones anteriores, la tecnología no es simplemente una herramienta para ellos, sino una extensión natural de sus vidas (hoy los jóvenes no pueden vivir sin su dispositivo móvil, se llega a decir en tono cómico que “el móvil es un apéndice de su cuerpo”). Este dominio tecnológico ha influido en su forma de comunicarse, aprender y percibir el mundo.
La Generación Z ha crecido en un entorno en el que la información está al alcance de sus manos, lo que ha fomentado una mentalidad de búsqueda constante de conocimiento. Son adeptos a la multitarea y hábiles en el manejo de diversas plataformas digitales. Sin embargo, este constante flujo de información también ha dado lugar a diversas problemáticas, como la sobreexposición a la información falsa (“fakes news”) y la necesidad de gestionar su bienestar digital.
Dichos desafíos han llevado a las empresas tecnológicas a la necesidad de crear herramientas adicionales demandadas por los usuarios, tales como el control parental en los dispositivos electrónicos que permiten vigilar el contenido al que están expuestos los menores.
Activismo y conciencia social
Otro rasgo distintivo de la Generación Z es su fuerte inclinación hacia el activismo y la conciencia social. Han sido testigos de eventos significativos, como la crisis climática, movimientos por la igualdad de género y racial, y la pandemia de COVID-19. Estas experiencias han despertado su interés y compromiso en cuestiones globales y locales.
A través de las redes sociales, la Generación Z ha utilizado su voz para abogar por el cambio. Han organizado protestas, campañas de concientización y han demostrado una voluntad de desafiar las normas establecidas. Su perspectiva inclusiva y su rechazo a la discriminación están dando forma a conversaciones importantes sobre justicia social y derechos humanos. Tal es así que se han impulsado políticas al respecto creando leyes nuevas que fomenten la inclusión, como el movimiento LGTBI y muchas leyes emergentes derivadas del mismo.
Entorno educativo
En términos educativos y profesionales, la Generación Z enfrenta desafíos nunca antes transitados por otras generaciones. Aunque son conocidos por su habilidad para adaptarse rápidamente a las nuevas tecnologías, también se enfrentan a la presión social de destacar en un entorno altamente competitivo. La educación en línea, exacerbada por la pandemia, ha cambiado la dinámica del aprendizaje, exigiendo una mayor autonomía y habilidades de autorregulación.
Sin embargo, podemos afirmar con orgullo que la generación Z es una de las más preparadas a nivel académico y donde más se han reducido las tasas de abandono escolar. Cada vez hay más titulados universitarios.
Entorno profesional
En el ámbito laboral, la Generación Z busca más que un simple empleo; buscan propósito y significado en su trabajo, lo que les ha impulsado fuertemente hacia el emprendimiento. La flexibilidad laboral, la diversidad y la inclusión son valores clave para ellos. Su inclinación es altamente vocacional e inclusiva, lo que lleva a expresiones coloquiales como que manifiestan “una mente más abierta”.
Este enfoque por la innovación y la creatividad está transformando la forma en que las empresas operan y se relacionan con sus empleados, iniciándose así una muy necesaria transformación de modelo laboral y académico, anclados en arcaicos patrones que datan del siglo XVIII (cuando tuvo lugar la Revolución Industrial), un modelo que ya no tiene sentido.
Impacto en la cultura de consumo
La Generación Z está redefiniendo la cultura de consumo de manera significativa. Su preferencia por la autenticidad y la sostenibilidad ha llevado a un cambio en la forma en que las marcas se comunican y comercializan. Exigen transparencia y responsabilidad social de las empresas, y su poder adquisitivo está moldeando el mercado hacia prácticas más éticas y sostenibles.
Además, la Generación Z está impulsando la economía de la experiencia. Prefieren gastar en experiencias significativas en lugar de acumular posesiones materiales. Este cambio de mentalidad está dando forma a la industria del entretenimiento, la gastronomía y el turismo, con un enfoque en actividades que generen recuerdos y conexiones emocionales.
Desafíos en la salud mental
A pesar de su resiliencia y determinación, la Generación Z enfrenta desafíos significativos en términos de salud mental. La presión académica, las expectativas sociales y la constante exposición a las redes sociales pueden contribuir al estrés y la ansiedad, cada vez más creciente. La conciencia sobre la importancia de la salud mental ha llevado a un cambio cultural, con la Generación Z abogando por un enfoque más abierto y comprensivo hacia la salud mental. Nunca antes había existido tanta difusión en materia de salud mental y en cuestión de 15 o 20 años se han normalizado en las conversaciones cuestiones psicológicas y psiquiátricas que antes eran verdadero tabú (aunque hay que señalar que como sociedad aún queda camino por recorrer en este sentido).
La generación de cristal: ¿estigma o realidad?
El término «generación de cristal» se ha utilizado para describir a la generación Z debido a la percepción generalizada de ser más propensos a romperse emocionalmente frente a las adversidades, es decir, tienen baja tolerancia a la frustración.
La crítica de la baja tolerancia a la frustración emerge de un mundo donde las soluciones rápidas son la norma. La tecnología ha creado una expectativa de resultados instantáneos, y la generación Z puede sentirse abrumada cuando se enfrenta a obstáculos que requieren tiempo y esfuerzo para superar.
Sin embargo, es importante no tildar con este estigma a la generación Z ya que la población es diversa y la educación recibida en cada caso particular diluye estos esquemas generalistas. También es importante reconocer sus méritos, y es que la generación Z muestra una notable resiliencia y adaptabilidad a las circunstancias cambiantes del entorno en un mundo cada vez más incierto.
Transición de generaciones
La Generación Z, ubicada entre los millennials y la emergente Generación Alfa, constituye un puente generacional que refleja una transición marcada por cambios socioculturales y tecnológicos. Mientras que los millennials, sus predecesores, fueron pioneros en la adopción tecnológica y abogaron por la inclusión, la Generación Z ha llevado estas tendencias un paso más allá, desafiando normas tradicionales y abogando por la justicia social de manera más activa.
Esta evolución ha generado diversas reacciones entre generaciones anteriores, incluidos los millennials, quienes, con una mezcla de perplejidad y curiosidad, observan cómo la Generación Z redefine los estándares en áreas como la orientación sexual, las relaciones laborales y los objetivos académicos creando una sociedad cada vez mas progresista.
Un salto cuántico hacia un futuro innovador
La Generación Z ha demostrado ser una fuerza dinámica con el poder de transformar la sociedad en diversos aspectos. Su dominio tecnológico, activismo, valores éticos y enfoque en la experiencia están dejando una marca indeleble en la cultura contemporánea.
A medida que estos jóvenes continúan madurando y asumiendo roles más prominentes en la sociedad, es probable que sigan influyendo en la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos en el mundo moderno. El futuro está por venir a través de Generación Z: una época de transformación social. Abracemos el cambio.