Conocido como gecko, los gekkota, son unos saurópsidos escamosos que cuentan con más de 1500 especies con cambios entre ellas.
Vamos a conocerlos y a saber sus curiosidades como que cambien de dientes cada 3 o 4 meses o que huelan con la lengua. Además aprenderemos a distinguirlos de otros lagartos.
¿Qué son los geckos?
Características físicas
Son muchas las especies de geckos que existen, pero todas ellas tienen unas características comunes que hacen que sepamos que son Geckos frente a otro tipo de lagartos.
Los ojos de los geckos suelen ser más grandes, de igual manera que los dedos de sus pies que son más largos. La piel es flexible porque sus escamas son pequeñas. La cabeza es aplanada y lisa, a diferencia de otros lagartos que suelen tener crestas, espinas o alguna protuberancia.
Debido a que tienen una piel flexible y de escamas pequeñas, es una piel más frágil respecto a otros lagartos, por ello si los vamos a manipular hay que ser cuidadosos con ellos.
Son de un tamaño recudido que puede rondar entre los 10 y 20 centímetros, cola incluida. La especie más pequeña es la Shaerodactylus ariasae que llega a un largo entre 1,6 y 1,8 cm. La especie más grande es la Rhacodactylus Ieachianus que puede llegar a los 36 cm. Hubo especies más grandes a esta pero que se han extinguido.
Como todos los lagartos dependen del entorno para tener calor ya que ellos generan por sí solo muy poco calor corporal.
Diferencias entre los gecko diurnos o nocturnos
La mayoría de los geckos son de hábitos nocturnos y los colores de sus escamas son variados en tonos grises y marrones para tener un mejor camuflaje. Sin embargo, se pueden encontrar geckos de colores brillantes como el gecko verde de Wellington típico en Nueva Zelanda. Como curiosidad, los gecko de colores más vistosos suelen ser activos durante el día y refugiarse por las noches.
Podemos saber si una especie de gecko es diurna o nocturna observando su pupila. La pupila de las especies diurnas es redondeada, mientras las nocturnas tienen una pupila alargada a lo vertical. A la hora de cazar, durante las noches, la pupila alargada se dilata y puede llegar a ser redondeada, pero a la luz se vuelve a contraer. No poseen párpados móviles sino una membrana transparente que cubre el ojo.
Lengua y dientes
La lengua es un elemento importante porque les sirve como órgano sensorial. Con ella recogen olores con una técnica muy especial que comparten con las serpientes: al sacar la lengua captan partículas de olor y al introducirla dentro de la boca la ponen en el paladas (órgano de Jacobson) que les permite reconocer ese olor captado.
Cada 3 o 4 meses cambian todos sus dientes, los 100 que poseen. Junto a cada diente se va formando el siguiente diente de recambio. Esta característica la comparten todas las especies de los Squamata o reptiles escamosos.
Hábitat natural del gecko
Los geckos están repartidos por todo el mundo, por todos los continentes excepto en la Antártida. Ahora bien, dependiendo de cada especie dentro son más abundantes en un lugar u otro. Algunas de estas especies se han distribuido debido a la acción humana.
Podemos encontrar por ejemplo en Australia las especies del género Gehyra y Phyllurus. En Europa, sobre todo, en la zona del Mediterráneo, son comunes los del género Hemidactylus.
Suelen preferir regiones cálidas frente a lugares fríos, aunque ello no implica que no se les encuentre en zonas frías salvo las de condiciones más extremas.
Casi todas las especies de geckos son arborícolas, es decir viven y se desplazan entre los árboles y sus ramas. Pueden llegar a ser bastante veloces en ese medio. Esto implica que prefieran habitar lugares boscosos, aunque pueden habitar también sitios con parajes más abiertos y desplazarse por el suelo. Algunas de estas especies son prácticamente terrestres.
Es fácil diferenciar un gecko terrestre de uno arborícola, los terrestres carecen de lamelas bajo los pies. Las lamelas son unas almohadillas que les permiten adherirse a las ramas y troncos para sujetarse y desplazarse sin problema. Si las terrestres tuvieran estas almohadillas les supondría una desventaja al pegare en ellas polvo y tierra. Los geckos terrestres pueden encontrarse en zonas semidesérticas o estepas.
Pero no todos los geckos habitan zonas naturales, algunos de ellos prefieren las zonas urbanas y es fácil verlos en algunas ciudades de África o América.
Inicios de su expansión
Desde las zonas tropicales, los geckos fueron avanzando y evolucionando para adaptarse a las zonas subtropicales, abarcando todas ellas además de las tropicales. Las zonas frías comenzaron a habitarlas pero únicamente en las estaciones de calor.
Que habiten durante el calor o zonas cálidas no implica que no sean resistentes al frío. Hay algunas especies que pueden aguantar bien el frío como sería el caso del Cyrtodactylus tibetanus, que es la más resistente al frío de todas. Su nombre ya indica dónde se la puede encontrar y es que es posible verlas en el Himalaya hasta los 4000m. También se puede encontrar al género Afroedura en zonas montañosas de Sudráfrica donde también es necesario que soporten condiciones de frio.
Alimentación y/o dieta
Los geckos son insectívoros, es decir basan su dieta en comer insectos. En ocasiones pueden llegar a alimentarse de néctar de algunas flores y fruta, pero esto no les dan todos los nutrientes que necesitan. Algunas especies en concreto de geckos si que se alimentan de materia vegetal en su mayoría.
Los insectos que están entre sus predilectos a la hora de alimentarse son: arañas, grillos, saltamontes, cucarachas, escarabajos y polillas. Los geckos de mayor tamaño incluyen también insectos de un tamaño más grande como cienpiés o incluso pequeños roedores.
Alimentarlos en cautividad
A la hora de alimentarlos tendremos que darles grillos, gusanos de seda y pequeñas cucarachas ¿Cuánta cantidad? pues depende de lo grande que sean los geckos, pero entre 4 y 8 grillos por ejemplo en cada toma suele ser lo más recomendable.
El alimento se le debe dar vivo para que los cace ya que de otra forma es posible que no comieran. Una forma de saber si están bien alimentados nuestros geckos es fijarnos en la cola. En la cola acumulan la mayoría de la grasa, de manera que se vemos que esta excesivamente delgada deberemos añadir más comida y si estuviera muy gordita reducir.