La clonación terapéutica consiste en la creación de un embrión clonado a partir de células pluripotentes de un paciente con el objetivo de obtener células madre y utilizarlas para el tratamiento de enfermedades sin que se produzca rechazo inmunológico.
Es decir, es una técnica de manipulación genética que emplea embriones con fines terapéuticos y esto ha generado gran controversia a nivel mundial planteando cuestiones bioéticas como la dignidad del embrión, el inicio de la vida o la individualidad del ser humano. En este post hablaremos de las ventajas prácticas que presenta la clonación terapéutica así como de los problemas bioéticos que plantea. Quédate con nosotros para conocer más sobre la clonación terapéutica: ¿una revolución biomédica?
En qué consiste la clonación terapéutica
El proceso de clonación terapéutica consiste en la transferencia nuclear de una célula somática donante a una célula reproductora receptora previamente enucleada, el óvulo. Esto implica la extracción del núcleo de una célula somática (no reproductiva) de un donante y su inserción en un óvulo enucleado (carente de núcleo), la célula receptora.
Luego, se estimula la división celular del óvulo para que comience a multiplicarse y forme un embrión temprano (la blástula). Este embrión se cultiva durante unos días para obtener células madre pluripotentes, que son células con la capacidad o potencialidad de convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo humano, también conocidas como células madre embrionarias.
Aplicaciones prácticas de la clonación terapéutica
Las células madre embrionarias tienen la capacidad de diferenciarse en cualquier tipo de célula en el cuerpo humano, lo que las convierte en una fuente prometedora para la medicina regenerativa.
Estas células podrían utilizarse para reemplazar células dañadas o enfermas en pacientes, ofreciendo la posibilidad de tratar enfermedades y lesiones sin riesgo de rechazo inmunológico. Por ejemplo, podrían utilizarse para generar tejido cardíaco para pacientes con enfermedades cardíacas, neuronas para tratar enfermedades neurológicas o células pancreáticas para tratar la diabetes.
Ventajas de la clonación terapéutica
Uno de los principales beneficios que se atribuyen a la clonación terapéutica es la posibilidad de obtener células madre autólogas. Estas células reciben este nombre porque se obtienen del propio individuo (el paciente) y se utilizan para su propio beneficio, ya que presentan la ventaja de que no plantean problemas de rechazo inmunológico, evitando así la necesidad de emplear inmunosupresores tras el trasplante de tejidos u órganos (obtenidos por clonación terapéutica) en el paciente.
Por lo tanto la clonación terapéutica abre la posibilidad de obtener terapias celulares totalmente personalizadas y sin riesgo de rechazo.
Además, la clonación terapéutica podría ofrecer un método para la producción masiva de células madre, lo que permitiría abaratar los costes y mejorar la accesibilidad a este tipo de tratamientos. Esto también puede tener un gran impacto económico en la industria de la biomedicina.
Problemas bioéticos
Sin embargo, la producción masiva de embriones para su posterior destrucción con fines terapéuticos abre un controvertido y sensible debate acerca de la vida como concepto: aparecen debates éticos y morales sobre la dignidad del embrión cuya existencia estaría relegada a un utilitarismo práctico “arrancándole el derecho” de ser lo que está destinado a ser: un individuo adulto.
Aparecen cuestiones de todo tipo, como: ¿De verdad los humanos tenemos la potestad de decidir el futuro de una vida (la del embrión)? Esta pregunta llevaría a la siguiente: ¿cuándo comienza la vida? ¿En el zigoto?, ¿en el embrión? Y si, por consenso, algunos estiman que es en el embrión, ¿en qué fase de su desarrollo? ¿En el estadío de blástula o embrión temprano (el empleado en la clonación terapéutica)? ¿Más adelante? Son las mismas cuestiones que se plantean en otros temas tan sensibles como el aborto. Y es que resulta extremadamente complejo definir los límites de la vida y los derechos del embrión, a pesar de que esta técnica nace con un propósito terapéutico positivo.
La manipulación de embriones ha generado fuertes críticas especialmente por parte de grupos religiosos y defensores de la vida, quienes argumentan que toda vida humana tiene derecho a ser protegida desde su inicio, incluyendo los embriones. Por esta razón, la clonación terapéutica ha sido objeto de fuertes críticas por parte de estos grupos y su viabilidad está sometida a un fuerte juicio.
Otra preocupación que plantea la clonación terapéutica es que las células humanas obtenidas por clonación podrían utilizarse con fines no terapéuticos, como podría ser la clonación reproductiva de manera clandestina, ya que está absolutamente prohibida a nivel legal en todo el mundo.
Clonación terapéutica vs clonación reproductiva
Es importante tener en cuenta que clonación reproductiva y terapéutica son dos conceptos distintos. La clonación reproductiva está encaminada a la generación de un individuo completo, mientras que la clonación terapéutica tiene por objeto generar un tejido, máximo un órgano completo, con el propósito de tratar una enfermedad (es decir, con fines terapéuticos). Por lo tanto el tratamiento del embrión clonado obtenido en ambos casos es diferente, aunque igual de controvertido.
La clonación reproductiva en humanos está absolutamente prohibida en todo el mundo, como adelantábamos hace pocas líneas, y la clonación terapéutica dispone de una viabilidad estrechamente acotada por la legislación, sin bien puede variar según la jurisprudencia de cada país.
Como todos sabemos, la clonación reproductiva sólo se ha llevado a cabo en animales y bajo regulación experimental, hablamos de la famosa oveja Dolly, quien vino al mundo en 1996 para provocar un cambio revolucionario en la ciencia.
Desde entonces, se han generado diferentes investigaciones en torno a la clonación terapéutica, con el fin de conseguir células madre idénticas a las del paciente para tratar diferentes enfermedades.
Alternativas a la clonación terapéutica
Debido al controvertido debate que supone esta técnica, la ciencia plantea interesantes alternativas a la clonación terapéutica que también permiten obtener células madre.
Una de ellas es la reprogramación celular, también conocida como iPS. Esta técnica consiste en tomar células adultas y reprogramarlas para que se comporten como células madre embrionarias, y se ha utilizado con éxito para tratar enfermedades como el Parkinson o la diabetes.
También existe la opción de la obtención de células madre a partir anexos extraembrionarios, como el cordón umbilical: de él se pueden extraer células madre en el mismo momento del parto que se almacenarían en bancos de células madre para su uso posterior. Este tipo de células madre también tienen la ventaja de que no generan rechazo en el paciente, ya que no son células extrañas, sino propias.
El debate sigue abierto: ¿es la clonación terapéutica una revolución biomédica?
La clonación terapéutica puede parecer una opción prometedora para el tratamiento de enfermedades mediante la creación de células madre autólogas del paciente. Sin embargo, su viabilidad y ética siguen siendo objeto de debate. Además, existen otras alternativas disponibles que pueden proporcionar células madre de manera ética y segura.
Es importante seguir investigando y desarrollando todas estas técnicas para avanzar en el tratamiento de enfermedades y mejorar la calidad de vida de los pacientes.