¿Qué es un yamadori?, ¿Cuáles son sus características y cómo se pueden cuidar correctamente? estas son preguntas que se responderán en esta entrada que toca un tema que tiene toda una discusión legal detrás, también se explicará un poco sobre las consideraciones éticas sobre estos árboles al final del artículo.
Yamadori
Un yamadori no es realmente una especie específica que pertenezca a uno de los Reinos de los seres vivos, tenga un género específico, un orden o una familia. Realmente puede ser cualquier especie que sea sacada de la naturaleza para ser plantada en una maceta y mantenida como un bonsái.
Hay varios puntos respecto a estas especies, son consideradas «recuperadas» porque son trasplantadas para que puedan vivir muchos años, el término japonés hace referencia a esa «recuperación», pero hay ciertos debates éticos respecto al tema porque son sacados de la naturaleza y se controla su forma en macetas para ser comercializados.
Estos árboles generalmente son aquellos que tengan troncos gruesos y que crezcan con formas extensas o sus ramas se formen de diversas maneras, esto para que pueda controlarse el movimiento de las mismas y hacer bonsáis mucho más curiosos y llamativos. Además de eso son especies que tienen crecimiento reducido, de modo que sea más sencillo podarlos y controlar la forma en la que crecen.
Hay que tomar en cuenta la popularidad que tienen los bonsáis en Japón y en todo el mundo, los árboles que son tratados con estas técnicas son comercializados como decoración. Realmente no crecen tanto como árboles a menos que se dejen de podar, es por esto que no se considera que los yamadori son recuperados, más bien su crecimiento es interrumpido en todo momento y se pierde su naturalidad.
Cultivo
Hay diferencias de cultivo en cada una de estas especies, pero cuando se busca convertirlos en uno de los tantos Tipos de bonsái hay que seguir una forma de cultivo específica. El cultivo de bonsáis se caracteriza por técnicas específicas para mantener el crecimiento y conseguir un ejemplar con una buena forma. Para eso hay que comenzar a podar desde que empiecen a crecer.
Como indicamos los yamadori son sacados de la naturaleza, es decir, no se cultivan consiguiendo semillas de ellos y plantándolos directamente en una maceta, sino que se deja que crezcan en el exterior un poco. Cuando ya tienen un tamaño ideal para comenzar a cuidarlo como bonsái son retirados con mucho cuidado del suelo, esto se hace excavando para sacar sus raíces sin lastimarlas demasiado y asegurar que siga creciendo.
Luego de eso se mantiene en un papel con humedad para que sus raíces no mueran durante el traslado, este papel a su vez es cubierto con una tela para mantener un poco la temperatura y para cuidar que la tierra que cubre las raíces no se desprenda. Ya cuando se tiene el ejemplar extraído se toma un poco de la tierra donde creció, esto para asegurar que no muera al encontrarse con otro tipo de tierra en su nueva maceta.
Aunque no solo esa tierra es la que se coloca en la maceta, esta es llenada al menos con un cuarto de grava, luego se echa la tierra del Árbol en una fina capa. Mientras tanto ya se ha quitado la tela y el papel húmedo del ejemplar retirado, se planta con cuidado y se termina de llenar la maceta con el resto de la tierra.
El siguiente paso es regarlo, normalmente si se conoce ya qué especie es se conocerán sus cuidados y cada cuánto debe ser regada, de lo contrario solo se riega cada vez que la tierra se ve que se ha secado y se evita encharcar la maceta. Esto será así por unos días mientras se observa si el árbol ha resistido el trasplante.
Respecto a su riego se recomienda utilizar agua de lluvia para llegar no solo esta planta sino todas las que se puedan, esto porque es el agua con los nutrientes necesarios para que crezca sin problemas. Normalmente se riegan las plantas con agua de grifo o agua reposada, sin embargo, estas tienen una cantidad de bacterias que a veces pueden perjudicar a las plantas si estas no tienen la suficiente fuerza para protegerse de esas bacterias.
Luego de que se ha plantado y se ha mantenido por unos días se comienza a aplicar abono, el recomendado para el cuidado como bonsái es el que tienen «akadama de grano grueso», este es ideal para que se mantenga saludable a medida que se va podando en ciertos lados del árbol. Este abono debe aplicarse a los días de que fue plantada o cuando se comienza a ver que crecen nuevos brotes, de modo que esto pueda favorecer dicho crecimiento.
Ya después que se ha aplicado el abono se deja que crezca un poco más con abono y riegos frecuentes, al menos durante dos o tres meses. De modo que pueda acostumbrarse al entorno al que fue trasladado y adquiera fuerza. Ya que mantener un árbol con forma de bonsái implica hacer podas constantes y eso puede debilitar un poco las plantas.
Respecto a la poda, esta es diferente dependiendo de la especie y de la forma que se quiera obtener. Algunas personas proceden a cortar las ramas que crezcan demasiado de un lado para que el tronco y las nuevas ramas crezcan del lado contrario, otras personas cortan en varios lugares para provocar que crezcan más ramas pequeñas.
La poda también depende del tamaño que se quiere que tenga el árbol, si se quiere que el bonsái yamadori sea pequeño se podará con mucha más frecuencia que si se quiere un bonsái un poco más grande. En todo caso, la poda, el riego y el abono constante son las que mantendrán la planta como un bonsái con su crecimiento controlado.
Plagas y enfermedades
Hay que tomar en cuenta que los yamadoris siguen estando expuestos a enfermedades, aunque estén en una maceta y se atiendan con frecuencia. Es importante evitar las plagas en los bonsáis porque pueden arruinar por completo lo que se ha logrado con podas, por ejemplo, una plaga puede afectar a varias ramas y para detenerla se deberán cortar, esos cortes pueden arruinar la forma que se ha trabajado y obligar a su cuidador a trabajar un poco más para moldearlo de una nueva manera.
Algunos yamadori son atacados específicamente por el barrenillo del olivo, que afecta directamente las ramas del ejemplar a diferencia de otras plagas que comienzan con las hojas o con las flores. Esta plaga en particular se encarga de dañar la madera al excavar en las ramas.
Hay que tomar en cuenta que los riegos demasiado frecuentes también pueden afectar la planta, esto porque la humedad es ideal para que surjan hongos, de hecho, al ver las características y la Clasificación de los hongos podremos ver que un ambiente con humedad es el entorno propicio para su crecimiento.
Legalidad
Hablamos al principio de que existen debates éticos respecto a los yamadori o a la práctica yamadori en sí misma, esto desde varios enfoques. Desde el punto de vista de que un ejemplar no debería ser trasplantado para que su crecimiento se interrumpa, también desde el enfoque de que si esta práctica se hace muy frecuente se perjudicará considerablemente el medio ambiente.
Aunado a eso esta es una práctica que no es legal en muchos países, en otros no hay sanciones al respecto y en otras naciones se permite solo con una autorización especial.