La erupción submarina del volcán Tonga que tuvo lugar en enero del año 2022 fue un fenómeno sin precedentes. Batió récords que no han dejado indiferentes a los científicos e investigadores. Con la explosión, también ha crecido el temor al calentamiento global, ya que es posible que esta erupción tenga consecuencias directas sobre él.
En este post explicaremos primero qué es y dónde se encuentra el volcán Tonga. Después hablaremos sobre la gran erupción que tuvo lugar el año pasado y que agitó a todo el planeta. Además, hablaremos sobre las consecuencias negativas que pudo tener este evento para la Tierra. Si te interesa el tema, te recomiendo que sigas leyendo.
¿Qué es y dónde está el volcán Tonga?
Antes de hablar sobre la gran erupción que tuvo lugar en el año 2022, primero comentaremos qué es el volcán Tonga y dónde se encuentra. Es un volcán submarino activo llamado Hunga Tonga-Hunga Ha’apai. Se encuentra en el Pacífico Sur, cerca del archipiélago de Tonga. Este volcán emergió por encima del nivel del mar en diciembre de 2014, después de una erupción submarina. Desde entonces, ha sido monitoreado de cerca por científicos.
El volcán tiene una forma de media luna y se encuentra en el estrecho de Tonga, entre las islas de Hunga Tonga y Hunga Ha’apai. La isla que se formó después de la erupción se llama Hunga Tonga-Hunga Ha’apai y es el resultado de la acumulación de ceniza y roca volcánica. La isla es pequeña, tiene una superficie de aproximadamente 1,8 kilómetros cuadrados y se encuentra a unos 65 kilómetros al noroeste de la isla principal de Tongatapu.
El estudio de este volcán submarino y la isla que emergió a partir de su actividad ha sido muy interesante para los científicos, ya que proporciona una oportunidad única para comprender los procesos geológicos que ocurren durante la formación de nuevas islas. Además, también ha permitido investigar la ecología de las primeras colonizaciones de la vida en islas recién formadas. No obstante, el interés científico ha acabo yendo mucha allá, como veremos a continuación.
¿Qué pasó con el volcán de Tonga?
El volcán Tonga empezó a viralizarse a finales del año 2021 y principios del 2022, cuando se produjo una de las mayores erupciones volcánicas documentadas en los últimos siglos. Despertó en diciembre del 2021 y provocó una agitación descomunal el 15 de enero del 2022. La explosión fue tan fuerte, que se llegó a escuchar incluso en Alaska, que se encuentra a unos 10 mil kilómetros de distancia.
Como consecuencia de la erupción del volcán Tonga, se generó un tsunami que llegó a dar la vuelta al mundo, afectando a diversas regiones: las islas de Tonga y de Fiyi, Samoa, Australia, Nueva Zelanda, las islas Curiles de Rusia, la Baja California de México, Japón, Perú, Centroamérica, Chile, Ecuador y la costa oeste de los Estados Unidos. Horas antes de que se produjera esta catástrofe, ya se alertó acerca del tsunami en Tonga. Gracias a ello se pudo evacuar de forma masiva a los habitantes y conducirlos hasta las regiones más elevadas. De esta manera se evitaron más pérdidas humanas. Aún así, el tsunami arrasó con pueblos y ciudades, llevándose muchas vidas por delante, destrozando infraestructuras e inundando regiones enteras.
Según estudios recientes del fondo marino, la explosión de este volcán excavó roca de nada más ni nada menos que 9,5 kilómetros cúbicos. Por lo tanto, se trata de la mayor erupción registrada a lo largo de este último siglo. Sin embargo, este no es el único récord del Hunga Tonga-Hunga Ha’apai. También es el volcán cuya explosión lanzó gas caliente y ceniza a más kilómetros de altura, concretamente a 56 kilómetros. Además, soltó en la atmósfera un total de 146 teragramos de agua vaporizada, algo que nunca se había visto antes. Por ello, algunos expertos consideran que el volcán Tonga podría ser el responsable de un ligero calentamiento del clima. Veamos cuáles son las consecuencias de esta erupción histórica.
Consecuencias
Hasta el día de hoy, nunca se había llegado a dar una erupción de esta magnitud, inyectando la cantidad de agua vaporizada que inyectó. Alrededor de 146 mil millones de litros de agua alcanzaron la estratosfera (¡alrededor de un 10% del que ya había ahí!). Para que nos podamos hacer una idea: Esto equivale a 58 mil piscinas olímpicas. Es por este motivo que la comunidad científica sigue estando alerta. Lo que está claro es que este fenómeno deberá seguir siendo analizado y estudiado durante los próximos años para averiguar todos los efectos.
Curiosamente, los volcanes suelen tener un efecto refrigerador en el clima global. ¿Pero cómo? Pues bien, las erupciones expulsan dióxido de azufre que acaban llegando hasta las capas más altas pertenecientes a la atmósfera. Ahí, esta sustancia refleja los rayos solares hacia afuera. No obstante, el efecto del volcán Tonga ha sido todo lo contrario.
Como ha expulsado una cantidad de vapor tan grande, en vez de refrigerar, lo que ha provocado es un calentamiento. Como algunos ya sabréis, el agua no refleja los rayos de sol, si no que absorbe la energía de esta estrella. En consecuencia se produce un efecto invernadero. También hay que destacar que el dióxido de azufre tiende a dispersarse rápidamente. El agua, por el contrario, podría llegar a permanecer varios años. Los científicos calculan que podría tratarse de un periodo de unos cinco años o incluso más. Se trata de un dato realmente preocupante, ya que estamos teniendo bastantes problemas con el calentamiento global producido por los gases que emitimos.
A pesar de estas malas noticias, hay que destacar que todos estos efectos que se supone que puede tener la erupción del volcán Tonga requieren cierto tiempo para ser estudiados más a fondo. Por lo tanto, los efectos a largo plazo no están respaldados por toda la comunidad científica y siguen siendo tema de debate.
Por ahora no nos queda otra que estar atentos a más noticias e información acerca de las consecuencias de este evento. Es de suma importancia tomar medidas cuanto antes contra el calentamiento global si no queremos destruir el planeta en el que habitamos. Cada acto, por pequeño que sea, suma.