Universos paralelos es el término que se usa para designar a una hipótesis física que propugna la existencia de varios universos o realidades que son relativamente autónomas, esto quiere decir, que se tiene la idea de que hay varios universos paralelos que forman un multiverso.
Universos paralelos explicados
Hace siglos, se creía en la teoría del geocentrismo, es decir, que todo el universo giraba alrededor de la tierra, y los seres humanos vivían tranquilamente, pensando que el sol daba vueltas alrededor de la tierra y que la tierra era plana, hasta que llagaron unos herejes que propugnaron la teoría del heliocentrismo y la redondez de la tierra.
Luego el hombre pensó que el universo estaba constituido por una sola galaxia, la Vía Láctea, que es nuestra galaxia. A día de hoy, ya conocemos que eso no es cierto y que apenas es una de las más de cien millones de galaxias que existen.
En otros tiempos, se creía que nuestro sistema solar era el único que había, luego se encontraron otros planetas orbitando otras estrellas. Desde ese momento han sido descubiertos miles de sistemas solares que contienen planetas de muchas características, desde planetas inmensos formados por gas, hasta planetas terrestres, con particularidades muy similares al nuestro.
Gracias a los avances de las ciencias, hoy conocemos que existe un universo. Y que ese universo, que es el nuestro, llegará a un punto en el que se congelará, en una especie de fallecimiento por falta de calor, cuando la última estrella desista de su brillo y deje de generar calor, fundiéndose todo en una negrura absoluta. O no es así. Puede que eso sea solo el fallecimiento de uno de los múltiples universos que existen.
El adelanto de la física cuántica y la exploración de una teoría conjugada, la teoría cuántica de la gravedad, junto con el desenvolvimiento de la teoría de cuerdas, han establecido la creencia científica, al menos en la teoría, sobre el hecho de que es posible que existan múltiples universos paralelos que son parte de un multiverso.
De acuerdo a las matemáticas aplicadas, existe la posibilidad de que los haya. Universos paralelos, universos burbuja, universos en los que todo pasa al contrario de lo que ocurre en nuestro universo, universos para todos los gustos. De manera que las matemáticas indican que existen pero que no tenemos la capacidad de verlos.
Albert Einstein fue el primero
En la Historia de la Física, fueron las ecuaciones ideadas por Einstein las que podrían explicar la existencia de otros universos diferentes al nuestro, concluyéndose que si se pueden explicar es porque existen. Este es el caso de las ecuaciones de la relatividad general, por medio de las cuales se puede exponer la forma en que marcha nuestro universo.
Pero, igualmente indican que existen otras soluciones posibles, siendo de allí de donde surge la hipótesis entre los científicos de los universos paralelos. Concluyen científicamente que si existieran otros universos, otras soluciones serían válidas con las leyes de la naturaleza que conocemos. Aunque no es posible verlos, pero puede ser que existan.
Entonces, si existen, los físicos afirman que es posible que dejen una prueba que se pueda observar. Por eso, indican, la teoría no es una fantasía o un cuento de hadas, porque en algún momento nuestra ciencia habrá avanzado lo que se requiere para poder obtener una prueba empírica de la existencia de esos otros universos.
Una de las ideas científicas más atractivas que utilizan la noción de los universos paralelos física cuántica es la interpretación de los universos múltiples o interpretación de los mundos paralelos, expuesta por Hugh Everett. Esta teoría surge dentro de la mecánica cuántica como una probable respuesta al problema de la medida en mecánica cuántica.
Everett afirmó que su interpretación podría ser considerada más bien como una metateoría. Desde la perspectiva lógica, la construcción de Everett elude múltiples interrogantes que se encuentran vinculados a otras interpretaciones que son más convencionales sobre la mecánica cuántica.
Sin embargo, de manera reciente se ha propugnado la idea de que unos universos adyacentes al nuestro serían capaces de dejar una huella que se puede observar en la radiación de fondo de las microondas, lo que también abre la oportunidad de intentar esta teoría de forma experimental.
El Big Bang como inicio
Pero, ¿cómo se formaron esos otros universos? Entre las teorías que explican el Origen del Universo, los físicos teóricos afirman que hace aproximadamente 13.800 millones de años, el universo más pequeño que una partícula, pero era el lugar en el que se encontraba concentrada toda la materia que existe, toda la energía, el espacio y el tiempo. Pero ese infinitesimal punto colapso y ocurrió una gran explosión, generando intensas oleadas de calor que fueron enfriándose en la medida en que la materia se expandía.
No es posible afirmar lo que existía antes de que ocurriera el Big Bang porque no existe un antes, ya que no existía el tiempo, ni se puede decir que había fuera, debido a que el espacio no existía, sólo se puede decir que era la nada.
Pero con la explosión, el universo comenzó a expandirse en una línea espacio-temporal. Es decir, a partir de allí hubo tiempo y hubo espacio. Desde ese pequeño punto infinitesimal fue expulsada toda la materia para que el universo se construyera a sí mismo, propulsada por la expansión, de forma similar a las ondas en el agua. Y esa expulsión de materiales siguió una dirección en el tiempo y en el espacio, que es la nuestra.
Si eso ocurrió así, entonces ¿por qué se debe pensar que de esa explosión surgió un único universo? ¿Por qué de un punto infinitesimal situado en la enormidad de la nada, produciría un único estallido lineal? ¿Por qué no pudieron ser más de uno o múltiples estallidos?
También cabe preguntarnos, ¿y si ocurrió una explosión y luego otra, y después otra? Ello habría dado origen a muchos universos, a una especie de burbujas universales alejadas unas de otras por medio de gélidos espacios vacíos. Y nosotros, los humanos, nos encontramos inmersos en una de ellas, sin poder darnos cuenta de las demás.
Así, los científicos que las buscan es probable que algún día puedan conseguir una partícula que proceda de una burbuja contigua, o de un universo que empiece en el otro extremo de la entrada de un agujero negro.
Las formas de los universos paralelos
Ciertamente, entre los físicos teóricos no hay unanimidad al respecto y han sido expuestas diferentes hipótesis de lo que se deben considerar como universos paralelos. Entre las de mayor aceptación, se encuentran las siguientes:
El universo que empieza donde no alcanza nuestra vista
Se sabe que cualquier línea entre dos puntos sólo puede desplazarse a la velocidad de la luz. Esto quiere decir que existe una relación de distancia/tiempo en el universo que no seremos capaces de observar nunca. Se trata de una frontera en la que desde nuestro punto de vista no existe nada.
Si pensamos en un supuesto observador que se situara cercano a esa orilla del horizonte al que no podemos acceder, él podría observar el otro universo y enviarnos señas para saber cómo con las peculiaridades del otro lado, entonces es posible que exista ese otro universo y la respuesta a nuestra pregunta sería que sí. Pero no podemos observarlo por nosotros mismos ni saber de él. Un universo distinto al nuestro que se extiende del otro lado de la frontera, sería sólo el primero.
La puerta abierta a otras dimensiones
Un gran descubrimiento teórico de las últimas décadas es que se ha comprobado que es necesario algo más que la teoría de la relatividad general y las interacciones de partículas para poder explicar la existencia del Universo, refiriéndonos únicamente al nuestro. A finales del siglo pasado nació una hipótesis muy hermosa, que fue llamada la teoría de las cuerdas.
Esta teoría explica que, lo que pensamos que son puntos, refiriéndose a partículas subatómicas que poseen un electrón, en realidad no lo son, sino que son cuerdas. Esto da ocasión para pensar en la opción de que hay otras dimensiones, con universos que se desarrollan en sitios diferentes a los que conocemos.
Esta idea se complementa con la afirmación de que esas cuerdas vibran en un espacio-tiempo que posee más de más de cuatro dimensiones; en realidad, el desarrollo teórico de esta hipótesis sólo es posible si el universo posee once dimensiones y de acuerdo a la forma que tenga de vibrar cada dimensión podremos observarla o no, o la veremos de formas distintas.
Pueden adoptar la forma de un quark, fotón o electrón, o lo que lo que sea que se muestre mientras observamos. Pero estas mismas partículas se exhiben en dimensiones que no vemos y todas juntas, pero en otra dimensión, formando universos completos.
Se trata de una de las ideas más fantásticas que se han formulado desde las matemáticas y la física. Ella propia la noción de que los universos pueden estar contenidos uno dentro del otro.
El otro lado de la pelota
Según estas ideas, nosotros nos encontramos en un lado de la pelota, que es el que podemos ver, mientras que otros universos se encuentran en el lado de la pelota que no podemos observar, porque vivimos solo en nuestra mitad y eso es lo que conocemos. Esa otra mitad es la que nos da la espalda y que ha podido crecer de forma opuesta a nuestro universo.
En razón de ello, todo en aquel universo que no vemos se encontraría, de forma literal, al revés del nuestro, expandiéndose en la dirección contraria. Si se asume que la naturaleza es fundamentalmente simétrica, aunque no podamos verlo, si podemos intuir las implicaciones que contiene, porque es la parte que nos completa.
De hecho, en algún momento circuló la noticia de que había sido descubierto un universo paralelo, pero no fue una noticia del todo cierta, lo verdadero de esa noticia es que el radiotelescopio ANITA pudo ser capaz de detectar dos sucesos anómalos.
Observatorio en la Antártida
El radiotelescopio ANITA, Antartic Impulsive Transient Antenna, logro registrar una señal de radio de dos rayos cósmicos atípicos, cuyo origen no ha podido ser explicado por el momento, desde el punto de vista de la física que se conoce.
El otro hecho curioso es que esas señales de radio captadas por ANITA, en vez de provenir de los cielos, procedían del mismo hielo antártico, desde donde se originaron esas partículas cargadas con una cantidad inusual de energía.
Según los científicos, una partícula con esas peculiaridades no sería capaz de cruzar la Tierra, por lo tanto, hasta el día de hoy no se ha encontrado una explicación para que esas dos partículas cargadas con tanta energía salieran del interior de la tierra. Eso, en teoría, no puede ocurrir.
Como no se dio una explicación plausible, se especuló con que eran procedentes de la desintegración de materia oscura, llegando a adjudicarle a esa supuesta materia oscura las propiedades requeridas para vincularlas a partículas que eran procedentes del otro lado de la pelota, esto es, de ese hipotético universo paralelo que se expande al contrario del nuestro.
Pero esas afirmaciones constituyeron un grave error, porque desde ANITA nunca se declaró que esas extrañas partículas hayan aparecido en la tierra provenientes de un universo diferente al nuestro.
Lo que en realidad se captó fueron señales de radio emitidas por dos partículas muy energéticas, que podrían ser debidas a neutrinos, derivadas de neutrinos masivos con los que se conforma la materia oscura, de manera que propugnar la idea de que provenían de otro universo parece ser un despropósito.
Pero el origen de esas partículas puede ser tan fascinador como se pensó. Al tratarse de neutrinos de Fuerza Nuclear Débil que provienen de neutrinos masivos que forman la materia oscura, se abrió un rompecabezas experimental, porque ANITA ha encontrado anomalías cuya naturaleza se desconoce.
¿Por qué se relacionaron con la existencia de un universo paralelo?
Para comenzar, hay que explicar que tres físicos actualmente trabajan en una hipótesis cuántica en espacios curvos y por medio de sus estudios lograron iniciar desde una idea lógica que es la simetría CPT (Carga, Paridad e inversión del Tiempo). Asumen que su todo en la naturaleza es simétrico, entonces el universo también debe serlo.
De otra parte, asumieron que cada uno de los tres conocidos neutrinos ligeros que hemos sido capaces de detectar desde hace ya años con diferentes equipos, deberían ser su propia némesis, y por ello, tienen que poseer una paridad mucho más masiva y energética, un equivalente muy masivo.
En nuestro universo, no sería posible observar directamente a ese equivalente masivo. Pero la idea es que, si proviene desde un universo paralelo al nuestro, el que se encontraría en la sección de la pelota que no podemos ver y se expande en dirección contraria, poseerían particularidades que sí lo harían observable aquí. Afirmando que equivalente tendría una masa X, muy alta, y sería muy energético.
Ahora bien, conseguir esos neutrinos referidos, con esas peculiaridades, es muy difícil, por no decir imposible. Lo relevante es que el radiodetector viajero en globo ANITA, logró detectar algo que se le asemeja mucho. Ha encontrado dos sucesos extraños que se corresponden con partículas muy masivas y muy cargadas energéticamente a la altura de las descritas por los tres físicos.
Entonces ¿qué pueden ser?
Realmente podrían ser muchas cosas. En efecto, podrían ser señales de que existe un universo paralelo, pero una partícula de esas características puede ser una señal de que hay materia oscura contenida en el interior de la Tierra. De hecho, se afirma que los neutrinos masivos y energéticos nacieron igualmente con el Big Bang.
Con el transcurso de las eras, se unieron por la fuerza de la gravedad y es probable que en el interior de la tierra haya quedado una parte, que se quedó atrapada cuando el planeta se estaba formando. Eventualmente, pueden desintegrarse y producen un neutrino ligero pero muy energético, que posee poca masa y es capaz de escapar del centro de la Tierra.
Cuando se producen esas escapatorias, se genera una señal de radio cuando cruzan el hielo del ártico y fueron detectados por ANITA. Así, esta teoría sustenta la existencia de señales de la materia oscura que está atrapada en el interior de la Tierra.
Ciertamente, esos dos fenómenos detectados son sucesos que son compatibles la teoría antes descrita, pero no es posible asegurar aún que eso sea de esa forma. Lo único que puede decir ANITA es que no conoce que es lo que ha sido detectado.
Por el momento lo que se debe hacer es determinar que se ha tratado de señales que con reales y que se corresponden con partículas que todavía no conocemos, pero lo más factible es que la explanación de esas singularidades se encuentre en nuestro propio universo.
En cuando a la existencia de los universos paralelos, los científicos esperan poder encontrar por medio de experimentos de laboratorio, cuáles son las propiedades de la materia oscura, para poder contestar a interrogantes como cuál es la razón por la que no existe antimateria en nuestro universo.
Es posible que respuestas a interrogantes como esa nos puedan llevar a revelar que existe otro universo distinto a aquel en que nos encontramos. Por supuesto, las probabilidades matemáticas se encuentran a favor de su existencia, pero aún no tenemos una evidencia empírica que pueda demostrar que es de esa manera.