Viajar a la Velocidad de la Luz cada día está más cerca dentro de nuestra tecnología. Al menos, es una de las medidas metafóricas de poder describir uno de los inventos que se están intentando implementar en los próximos años. Ahora el tren más rápido del mundo está bajo la mano de nuestra vecina China, con una innovación que ha roto todos los esquemas con una avanzada idea de sistema de levitación.
Sin duda, viajar a la velocidad de la luz es viajar a 300.000 kilómetros por segundo, algo que hasta ahora sería impensable hacerlo de forma física. Un tren que alcanzaría una velocidad de esta envergadura haría que sus pasajeros vivieran su tiempo en otra dimensión, ya que su tiempo iría más despacio que en el exterior.
Por ejemplo, una semana se convertiría en 150 años para el mundo externo del tren. Al menos es una teoría planteada por el físico británico Stephen Hawking. Además, intentar mover un objeto a esas velocidades haría que se necesitaran energías inimaginables para su potencia.
El tren más rápido del Mundo
Ahora bien, “viajar a la velocidad de la luz o viajar a la velocidad del rayo” está ya en manos de los expertos. La velocidad no será la misma, pero la sensación te hará imaginar este momento. Ya se está ensayando en prototipos que alcanzan más de los 1.200 kilómetros por hora, ideada por la empresa Hyperloop de Elon Musk.
Sería el tren del futuro y ya está probado con seres humanos. La idea está en hacerlo encapsulado, o sea, con un recorrido dentro de un túnel a modo de cápsula, con la ventaja de que no exista aire y no permite un roce como freno o resistencia.
Maglev, el tren japonés
Sin embargo, Japón ya tiene en curso trenes de alta velocidad con velocidades abismales. Tiene en sus manos la empresa llamada Maglev, con la producción de un tren magnético superconductor que funciona con una idea inimaginable.
Desde hace años ya se está utilizando este tipo de tecnología, que consiste en hacer levitar el tren por encima de los railes y hacer que flote en el aire. ¿Cómo lo consigue? Gracias a su suspensión electrodinámica, o lo que es lo mismo, gracias al poder de los imanes. Estos trenes flotan por encima de sus raíles ya que los trenes llevan electroimanes en sus vagones.
Cuando dichos imanes se activan, generan un campo electromagnético que repele el magnetismo de las vías, haciendo que se produzca la levitación. Para que no se sobrecaliente este sistema se lleva a cabo una función de enfriamiento a extremas temperaturas.
Una vez que el tren alcanza los 150 kilómetros por hora, la fuerza magnética se hace más fuerte y eleva el tren a 10 centímetros de las vías, haciendo que los viajes sean super cómodos, con una suspensión suave y regulada.
Ahora bien, este tren superconductor llegó a alcanzar en abril del 2015 una velocidad de hasta 603 kilómetros por hora, siendo su velocidad conseguida y utilizada con normalidad entre los 430 y 500 kilómetros por hora.
China y su ferrocarril “CR450”
China también tiene su propio ferrocarril capaz de alcanzar una velocidad de 453 kilómetros por hora. Su mecanismo también consiste en un sistema de levitación, con la idea de reducir las emisiones de carbono.
Es un prototipo que lleva funcionando durante muchos años y que funciona con mucha fuerza y seguridad. Para que nos hagamos una idea, si un tren convencional de alta velocidad tarda en hacer un recorrido de cuatro horas y media, el tren “CR450” podrá realizarlo en tan solo dos horas y media. Si se llegase a alcanzar los 1.000 kilómetros por hora, dicho trayecto solo supondría de media hora. Pero otro dato más sorprendente lo encontramos cuando esta empresa hizo una escalada entre dos puntos de 200 kilómetros y tan solo lo hizo en siete minutos.
¿Cómo están funcionando estos trenes en China y Japón?
Maglev es una de las líneas que mejor están funcionando en este país. Conectan varios puntos como el Aeropuerto Internacional de Pundong con el centro de Shanghài. Es capaz de realizar un trayecto de 30 kilómetros en tan solo 7 minutos y 20 segundos.
Esta empresa también tiene proyectos para Japón, queriendo tener una línea de tren finalizada en el 2017 que unirá Tokio y Nagoya. Está previsto que ambos puntos se realicen en un tiempo de 40 minutos, eso supondría hacerlo en mucho menos tiempo que lo haría un avión. Pero la idea central se basa en cubrir la ruta de Tokio a Osaka en menos de una hora.
Pero esta idea solo está pensada cuando las rutas estén realizadas y construidas, ya que para dichos trayectos se prepararán conductos bajo tierra y dónde se atravesarán poblaciones y regiones montañosas. Dicho proyecto llegaría a costar 31 millones de euros, con un recorrido de 286 kilómetros y con una previsión de alcance hasta el año 2045.
Hyperloop de Elon Musk
Hyperloop tiene el prototipo impulsado de un tren que alcanzaría una velocidad de 1.000 kilómetros por hora dentro de un tubo sin aire y con el mismo sistema de levitación magnética. Dichas pruebas ya se han realizado en España en el año 2019 en Parc Sagunt (Valencia) con 2 kilómetros de extensión, con el respaldo del Ministerio de Ciencia.
Elon Musk desarrolló dos prototipos en este proyecto: el proyecto “GAIA” de la Fundación-Empresa y el proyecto “Maker UPV” de la Universitat Politècnica de València. La “Maker UPV” ya alcanzó premios en el año 2016 con la creación del primer prototipo español llamado el “Atlantic II” con la colaboración de la Universidad de Purdue. También inauguraron el primer tubo de pruebas en 2017 siendo todo un éxito, cuyo proyecto lo trasladaron a Los Ángeles con el prototipo “Valentía».
Sin duda, estos trenes de levitación magnética ofrecen sorprendentes ventajas. Al no permitir el contacto en tierra con ruedas hace que la fricción y el desgaste sea inexistente. No hay que depender del desprendimiento de partes móviles para la propulsión, son muy silenciosos y requieren de un mantenimiento mínimo.