La tortuga mediterránea es sin duda un animal digno de admirar, con miles de años viviendo en la tierra ha adecuado su manera de vivir para establecerse casi en cualquier hábitat, a continuación te explicamos con detalle cuales son son características, su alimentación, comportamiento y mucho más.
Ésta especie de tortugas son originarias de las costas del mar mediterráneo, es por tal razón que se les ha dado ése nombre, ésto quiere decir que es una especie de tortuga europea, sin embargo a lo largo de los años se ha adoptado a la misma a modo de mascota por su fácil forma de domesticar; ésto no quita el riesgo que existe de que las mismas no se reproduzcan como debe ser.
Éstas tortugas no parece que fuese del género reptil, puesto que los reptiles no son amistosos con las personas, pero ésta sin duda alguna si que crea un vínculo con su dueño que resulta muy bonito, tanto así que la tortuga puede demostrarle a la persona cuales son sus gustos, lo que le molesta y sus actividades diarias.
Éste tipo de tortugas por lo general suele tener un tiempo de vida que se aproxima a los 75 años, cosa que a diferencia de un Hámster sobrepasa por mucho la esperanza de vida, es por ello que las personas suelen adoptar éstas tortugas ya que no sufren constantes perdidas de mascotas, lo que significa un sentimiento de tristeza temporal o quizá permanente para algunas personas.
Características de la Tortuga Mediterránea
Existen diversas características que denotan a una tortuga mediterránea y la diferencia de las demás especies de su misma familia, ya sea de colores, fisionomía, caparazón, patas, cola y más; éstas son algunas de sus características:
Su cola es distinta a la de las demás especies, ésta parece tener un clavo en su extremo final y asimismo, tienen coloración brillante cuando son jóvenes, pero a medida que envejecen su brillo se va esfumando. El tamaño de éstas tortugas dependerá del género, si es macho será un poco más pequeño que una hembra.
En un sentido general, existen dos razas diferentes de tortugas mediterráneas, siendo la primera de raza occidental y la otra de raza oriental. Las de razas occidentales son originarias del norte de España, así como del sur de Francia, el noroeste de Italia y existe el caso de algunas que provienen de las islas del Mediterráneo occidental, estas tortugas pueden llegar a crecer cerca de 15 y 18 cm, también poseen colores brillantes y caparazones mas cerrados que los orientales.
Por otro lado, se tiene la tortuga mediterránea occidental que a diferencia de la anterior, no siempre poseen una mancha amarilla en la cabeza, por lo que tienen una marca característica que se trata de un par de bandas oscuras que se observar alrededor del plastrón, uno de sus lugares mas vulnerables y que la raza occidental no posee.
Otra de las características de éstas tortugas mediterráneas orientales es que la misma es originaria del sur de Italia, así como de distintas regiones de Albania, Grecia y Yugoslavia. El caparazón de la raza oriental no protege tanto como la de raza occidental, sin embargo puede tener un mayor crecimiento que se aproxima a los 20 centímetros.
Esta raza de tortugas mediterráneas tienen una curiosa mancha amarilla justo detrás de cada ojo, pero fácilmente se puede saber que raza de tortuga mediterránea es gracias a su plastrón que no posee el marcaje que tienen las razas de tortugas occidentales.
Hábitat doméstico
Una cualidad extraordinaria de las tortugas mediterráneas es que suelen ser muy activas a lo largo del día, es por ello que cuando se encuentran en estado doméstico las personas deben darse la tarea de proteger su hogar para evitar que puedan caerse y causar alguna lesión. Si tienes una tortuga de éstas y la tienes en tu hogar deberás asegurarte de que la misma no pueda escaparse de su entorno donde pueda hacerse daño.
Para poder tener una tortuga a gusto con su entorno se debe variar el mismo, creando así una especie de microclima, se le debe poner en lugares cálidos y con el tiempo variar y ponerla en un entorno mas fresco, de otra manera se podrían agobiar.
Para evitar esto, el dueño de la tortuga debe velar por un buen entorno para que la misma pueda sentirse a gusto, un ejemplo de ello es asignarle una pequeña montaña de arena con tierra con una altura no mayor a los 60 centímetros. Además de ésto, se le debe proporcionar sombra para cuando haya un clima excesivamente caluroso aunque evitando taparle completamente del sol, ya que éstas tortugas aman la luz del sol. Ésto porque son tortugas muy enérgicas, así que se les debe asignar un lugar abierto donde puedan caminar todo lo que quieran y logren moverse libremente.
Hábitat en estado salvaje
Tal y como decíamos anteriormente, son tortugas originarias del mediterráneo, entonces se pudiese confirmar la presencia de estas en la Península Itálica, Francia, Rumanía, España y demás países ubicados al sur de Europa. La presencia de éstas tortugas en grandes ciudades como Cataluña o Valencia es muy común; esto motivado a que son lugares que presentan climas variados, un verano con mucho calor, invierno y lluvia.
Alimentación
Por lo general la Alimentación de las tortugas mediterráneas son herbívoras, les gusta casi cualquier tipo de plantas aunque estando en su hábitat natural pueden ir a buscar algún animal invertebrado como un caracol o una babosa, aunque no es algo que hagan siempre.
Cuando éstas sirven como mascotas domésticas, no se les debe alimentar con carne ni mucho menos con alimentos procesados como comida para perros, cosa que muchas personas en la actualidad han llegado a hacer por ignorar los métodos de alimentación para una tortuga de ésta especie.
La razón por la cual se le debe evitar dar ciertos tipos de alimento es que su sistema digestivo de la mayoría de las tortugas no pueden procesar adecuadamente una elevada cantidad de proteínas. Es por ello que hasta algunos frijoles se deben evitar, puesto que contienen mucha proteína y les causará un grave daño en el hígado y sus riñones.
Cuando a las tortugas no se les alimenta con comidas ricas en calcio puede llegar a sufrir un ablandamiento en su caparazón, es por lo que se recomienda alimentos ricos en calcio y bajos en fósforos. Desafortunadamente, los dueños de tortugas domésticas hacen caso omiso a esto y no previenen el ablandamiento de sus caparazones, ya que con solo ver que tienen su caparazón con la debida forma piensan que están bien, pero no se dan cuenta que la tortuga puede estar bajo las consecuencias de una mala alimentación.
Si bien es cierto que un caparazón blando es resultado de una alimentación baja en calcio, hay que tener en cuenta que un exceso de fósforo también podría ser perjudicial para ellas, motivado a que por medio de una reacción irregular de calcio-fósforo pudiese haber una insuficiencia por parte de la tortuga para poder metabolizar el calcio.
Los huesos de sepia pueden ser muy útiles para proporcionarles el calcio necesario a una tortuga mediterránea, estos se pueden hallar fácilmente en cualquier tienda de mascotas o hasta pescaderías, se les pone en el lugar donde puedan alcanzarlo y ellas lo irán comiendo de la forma en la que mejor deseen.
Una vez que se sabe toda ésta información, debemos decir que para que una tortuga mediterránea tenga una excelente calidad de alimentación se le deben proporcionar plantas de hoja verde, hierbas malas y muchas flores, algunas de sus favoritas son la lechuga, los tréboles, el berro, hierba cana, hojas de plátano, rosas, diente de león y lila.
A este tipo de tortugas se les debe proporcionar suficiente alimento semanalmente, existe un método fantástico para hacerlo y es darle mucho alimento por media hora diaria, luego se le debe dejar descansar hasta el día siguiente. La dieta a base de plantas verdes es muy buena, pero para una tortuga mas saludable y estando en hábitat doméstico se le puede acompañar la dieta con un multivitamínico.
Hibernación
Es necesario destacar que muchas de las tortugas a nivel mundial no hibernan, aunque existen muchas que simplemente se encargan de llenar su hogar de alimentos y suficiente agua para una temporada determinada.
Dicho esto, se sabe que las tortugas mediterráneas si hibernan, no importa si han sido tomadas como Animales domésticos o se encuentran en estado silvestre, les da igual y como dueño de una de estas tortugas deberás saberlo para que no te tome por sorpresa, así que debes preparar un ambiente que sea adecuado para que cuando llegue la hora, la tortuga pueda hibernar tranquilamente.
Una de las primeras cosas que hay que tener en consideración para que la tortuga pueda hibernar es la temperatura de su entorno, se debe tener una temperatura estable que vaya de entre cuatro y 10 grados Celsius. En caso que la temperatura baje y el entorno se ponga muy frío para ella, podría sufrir daños en su sistema nervioso y causarle daños visuales, en el mayor de los casos matarla.
Si tienes una de éstas tortugas y no sabes como mantener una temperatura estable para ellas, puedes tomar una caja de cartón pequeña, colocarla en el interior de una caja de cartón mas grande y adecuar el espacio con algún material suave como cartón triturado.
Una vez que ha terminado la temporada de invierto y la temperatura en el exterior ha llegado a los 10 grados Celsius, es allí cuando podrás sacar a la tortuga de su caja para que deje de hibernar ¡pero no tan rápido! primero mueve la caja a un sitio cálido por unas horas, solo después podrás sacarla.
Una vez que la tortuga haya despertado primeramente irá a tomar agua, por lo que el dueño de ella debe ponerle un bebedero cercano para que pueda ir a por agua, esto motivado a que durante la época de hibernación la tortuga disminuye sus niveles de hidratación.
Comportamiento de la Tortuga Mediterránea
La vitamina D es muy importante para ellas, es por ello que siempre van en busca de los rayos del sol, esto hace que su caparazón pueda tener mas resistencia, así que no te sorprendas por ver a una tortuga mediterránea bajo la luz solar por horas y horas.
Otra cosa que les encanta a éstas tortugas es cavar pequeñas grietas para refugiarse cuando hayan épocas de extremo calor, solo saldrán de éstos agujeros cuando la temperatura se estabilice. Cuando no tienen un dueño que las ayude a resguardarse en temporada de hibernación, estas cavan y se entierran para dormir durante algunos meses, cabe destacar que antes de que hagan esto se alimentan mucho para poder tener suficiente energía.
Luego de que haya pasado el período de hibernación, estas saldrán con la finalidad de poder aparearse, es allí cuando el macho empieza a seguir a la hembra para morderla como un modo de cortejo y así la hembra pueda fijarse en él.
Apareamiento
No hay una temporada específica para que las tortugas mediterráneas comiencen a aparearse, pero tienen preferencia por algunas temporadas del año como verano y primavera en horas de la tarde luego de que hayan hibernado. Siendo que son animales energéticos y muy activos, hacen un cortejo muy preparado para sorprender a la hembra, éstos muerden a las hembras y pelean con cualquier otro macho que tenga intenciones con ella.
Muchas veces la actitud agresiva del macho por poder aparearse hiere a la hembra de alguna manera, aunque son heridas de poca importancia en algunos casos y sobre todo en el modo silvestre pueden causarle importantes infecciones, ya que las moscas pueden usar una herida para depositar sus huevos y en tan solo un día podría ser fatal.
Cuando éstas se encuentran en un hábitat controlado por algún criador, las hembras son separadas de los machos todo el año, juntándolos nada más para que se apareen y de ésta forma evitar que el macho le haga daño a la hembra o le pueda causar algún tipo de estrés. Claro está que no es una obligación pero, si se tiene un macho que intenta causar muchos problemas será la mejor opción.
Muchos criadores prefieren tener a la hembra y al macho juntos por todo el año, ésto porque la hembra en un solo proceso de gestación es capaz de encubar de a 2 o 3 huevos en un solo año.
¿Cómo nacen las crías de una tortuga mediterránea?
Estando éstas tortugas en estado silvestre, se dirige a una pendiente que tenga un buen drenaje para poder depositar sus huevos, en caso de estar domesticada el criador puede hacer uso de un montículo de tierra, ya que es satisfactorio para la hembra el poder usar una montaña de tierra adecuada para anidar y le proporciona facilidad a la hora de buscar sus huevos mas adelante.
Una vez que la hembra llega al lugar donde pondrá sus huevos, hace uso de sus patas traseras para arar un poco la tierra y crear una especie de madriguera que contenga hasta 9 centímetros de profundidad, por lo general hacen esta tarea durante horas de la tarde.
Luego de que a ella le parezca que el nido ha quedado bien, es cuando deposita los huevos, llegando a ser uno o hasta una docena, hecho esto protege el nido y oculta los huevos para pasar desapercibidos ante los Animales salvajes.
Aunque no lo creas, el sexo de las crías puede depender de la temperatura en la que se encuentre el nido de incubación, siendo entonces que las temperaturas que se aproximan a los a 26 grados Celsius pueden dar como resultado una camada de machos, y cuando la temperatura se aproxima a los 31 grados Celsius lo mas probable es que nazcan más hembras.
Por tal razón es que los criadores de tortugas hacen uso de incubadoras donde se les permita controlar la temperatura de incubación y así tener un número mayor del género que deseen, sean hembra o machos. Luego de aproximadamente 3 o 4 meses, los huevos comienzan a eclosionar. Asimismo, las crías van a requerir un cuidado especial en el que se les suministre alimento constantemente y se les proporcione agua para poder remojarse cuando tengan calor.
Se debe tener en cuenta que las crías de tortugas mediterráneas no comen nada hasta que pasan un par de días, desde ese momento es que el dueño o criador de las tortugas les debe comenzar a alimentar, su dieta es la misma que la de una tortuga adulta es decir, plantas verdes.
Enfermedades de la Tortuga Mediterránea
Este apartado va dirigido mas que todo a aquellas personas que tienen una tortuga mediterránea como mascota, por lo que se debe tener en consideración algunos factores que pueden hacer que la tortuga enferme.
Una de las cosas que ataca con mayor frecuencia a una tortuga mediterránea es alguna complicación en el tracto respiratorio superior, la manera de identificar algún síntoma que afecte esto es observar que la misma moquea por su nariz y tiene ojos llorosos, lo primero que se debe hacer es comprobar que no exista algún elemento extraño en el interior de su nariz, de no haber nada se deberá trasladar la tortuga a un veterinario.
No es muy común que una tortuga sufra de alguna infección respiratoria, aunque no todas tienen la misma suerte, sin embargo una mala alimentación y la convivencia de un ambiente sucio también podría ser capaz de dañar su organismo.
Otra enfermedad que podría sufrir una de éstas tortugas es la llamada estomatitis y afecta mas que todo a esta especie de tortugas mediante una acumulación de materia blanca que surge alrededor de su boca y también en su lengua. Ante ésta enfermedad también se debe recurrir a un veterinario que con un hisopo se encargará de quitar esto con cuidado.
Una tortuga con diarrea es sinónimo de problemas, ésto motivado a que quizá tenga una alimentación no adecuada en la que se le esté excediendo de azúcar o se le proporcionen alimentos sin fibra. Claro está que la diarrea en las tortugas también puede ser resultado de cualquier otro problema como parásitos intestinales, los cuales se ven con frecuencia en las tortugas mediterráneas. Si el problema con la diarrea persiste tras darle una buena alimentación se deberá acudir a un veterinario.
Como veníamos hablando anteriormente, las temperaturas frías cuando se encuentran en proceso de hibernación podrían causar un gran descontrol en su sistema nervioso, en principio podrían sufrir de ceguera y sentirse desorientadas, para esta enfermedad no hay tratamiento por lo que se debe evitar poner a la tortuga en un ambiente muy frío cuando esta hibernando.
Peligro de extinción
En algunos países nativos para las tortugas mediterráneas ya ha sido decretado un peligro inminente de extinción para ésta especie, ya que por los constantes atropellos humanos en los que se ven comprometidos sus hábitats no han podido establecerse en un lugar específico y así iniciar su proceso de reproducción, por lo tanto no hay huevos ni crías que puedan continuar el ciclo de descendencia de los mismos.
Por otro lado, como consecuencia de los incendios forestales sus hábitats han sido destruidos y no consiguen asentarse en otro territorio para poder reproducirse, es algo sin duda alguna lamentable para ésta especie que por medio de las acciones del hombre se encuentre en peligro de extinción, una situación en las que también se ven comprometidas otras especies como las Tortugas Galápagos.
Del mismo modo ocurre cuando se toma a la tortuga mediterránea como mascota, puesto que no todas las personas se interesan en leer los cuidados básicos que se les debe dar y terminan por enfermarse hasta que finalmente mueren.