La influencia que posee el sol sobre la Tierra y el resto de los planetas es gigante, tanto que todo gira en torno a él literalmente. Un sinfín de mitos y leyendas están asociadas a su nombre, así como a los efectos que ejerce sobre cada rincón de la misma. Ejemplo de ello son las famosas tormentas solares, un evento que siempre asecha a la humanidad y su día a día.
Y es que sí, es normal sentir incertidumbre o algo de pánico cuando se habla sobre las tormentas solares, pero la mayoría son solo mitos sin fundamentos. Por ende, es necesario ahondar correctamente en el tema para evitar caer en las fauces de la desinformación, algo muy común en estos tiempos.
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Derrota a la desinformación, descubre qué son las tormentas solares realmente
En el ámbito del cosmos, existe un término conocido como clima solar, quien determina la actividad constante del sol y su efecto en los planetas. El clima solar en ocasiones se intensifica o se mantiene a raya, produciendo más o menos consecuencias en el cosmos como tal. Para definir exactamente qué son las tormentas solares, primero se debe comprender que la Tierra posee un campo magnético.
Dicho campo magnético o “magnetósfera” en su nombre científico, está en constante interacción con el clima y vientos solares, produciendo las famosas auroras boreales. En efecto, ellas son un resultado básico o primerizo del impacto del viento solar contra la Tierra, sin generar mayores complejidades con eso.
Ahora bien, ¿qué son las tormentas solares? Pues son eventos que, por alguna razón, presentan una intensificación de la actividad solar en su totalidad. Afectan la magnetósfera y de acuerdo a su magnitud, pueden motivar a la causa de distintos efectos más allá de una aurora boreal.
La mecánica de las tormentas solares es igual entre una y otra, variando únicamente en la fuerza en cómo se producen. Básicamente, se produce una erupción solar cuya onda de choque en cuestión de pocos minutos, unos 7 u 8 aproximadamente, impacta el campo magnético terrestre.
Esta onda de choque está compuesta por ondas de radio, rayos gamma, radiación ultravioleta y el típico viento solar ya conocido durante este artículo. A su vez, otro punto recalcable es la eyección de la masa coronaria dentro de la onda de choque sobre la magnetosfera. En conjunto con las demás características nombradas, los principales afectados suelen ser las comunicaciones por radio o el uso de radares.
¡Indaga un poco más sobre los efectos de las tormentas solares en la Tierra!
Saber a ciencia cierta qué es verdad y qué es mentira con respecto a este tema es una ardua tarea. Sin embargo, a continuación, se han recopilado una serie de efectos de estos fenómenos espaciales sobre la Tierra científicamente comprobados.
¿Es verdad que son nocivas para la salud?
Mucho se dice sobre la premisa de que las tormentas solares producen daños en la salud de las personas. Incluso, se ha llegado a mencionar que son mortales, con supuestas evidencias no cuantificadas ni sustentadas sobre personas que han fallecido por ello.
¡No caigas dentro de especulaciones! No existe evidencia comprobada de que la actividad solar a gran escala merme la salud del individuo. Grandes portales como la NASA o ESA, han desmentido esta información, basándose en argumentos sólidos al respecto.
¿Pueden fallar las comunicaciones y el sistema eléctrico?
En líneas generales, sí, es posible, pero depende más que todo de la fuerza de la actividad solar para que ocurra. Por lo común, el viento solar siempre está en constante interacción con el campo magnético terrestre. Este último, protege la actividad humana de los efectos.
Aun así, deberías saber que no todo es perfecto. Cuando la intensidad del viento solar se intensifica o se producen las tormentas solares, varias partículas eléctricamente cargadas, se filtran a través de la magnetosfera.
En conclusión, estas partículas arremeten contra el cableado de diversas zonas o los transformadores responsables del servicio eléctrico. A su vez, son responsables directos de la interferencia en las llamadas telefónicas, así como en el uso de los GPS.
Descubre lo que les ocurre a los radios y radares
Así como el GPS de los dispositivos especializados para ese fin, fallan, también lo hacen las radios y radares. Como ya se mencionó, las partículas solares intervienen en los procesos normales del funcionamiento de estos aparatos.
Esto se debe a que la radiación y partículas energéticas producen una interferencia total durante el lapso de tiempo que perdure la tormenta solar. Incluso, son capaces de inutilizar por completo estos aparatos durante un período de tiempo prolongado.
Es por ello que se debe tener sumo cuidado con las embarcaciones o aeronaves y su sistema de navegación durante una tormenta solar. De fallar, se podrían enfrentar a un ambiente inhóspito; sin embargo, hoy en día la tecnología está preparada con un plan B.
Los satélites tampoco son ajenos al impacto
A pesar de que se crea que el principal daño se recibe en la superficie, los satélites en la órbita del planeta también son víctimas. Una intensa actividad solar puede acarrear un comportamiento errático en la órbita que manifiestan en torno a la órbita de la Tierra. La ionización de las capas más externas del planeta desestabiliza el trayecto normal del satélite, tornándolo disperso y necesario de corregir a tiempo.
Asimismo, la interferencia ocasionada por el viento solar y las partículas energéticas en su constitución, contribuyen a un mal funcionamiento del satélite. ¿Qué significa esto? El satélite empieza a transmitir señales erróneas o anormales, causando un desbalance en la recepción de las mismas.
Las tormentas solares y terremotos… ¿tienen relación?
Con respecto a este punto, posee tanta o más controversia que los mencionados anteriormente. El fuerte terremoto de México o el de Japón en el año 2011, coincidían con un tiempo de actividad solar elevado. Esta curiosidad conllevó a que el Servicio Geológico de los Estados Unidos, se pronunciara al respecto sobre la relación entre tormentas solares y terremotos.
Sin embargo, la comunidad científica no ha establecido un resultado concluyente que dé con la respuesta a esta premisa. Solo se tiene constancia de que varios eventos o cataclismos terrestres coinciden con un período de latencia de la actividad solar. No obstante, relacionar las tormentas solares y terremotos todavía es muy pronto como para proporcionar una teoría que unifique al resto.