Definir cuáles son los tipos de arte existentes siempre ha sido un debate recurrente a lo largo de la historia. Y es que el arte es bastante subjetivo, algo que hace que cada uno tengamos nuestra propia concepción sobre lo que se puede catalogar o no como tal.
Sin embargo, sí que existen una serie de disciplinas que, por su importancia a lo largo de los siglos, se han acabado ganando el derecho a ser consideradas y tratadas como arte. Hablamos del tradicional concepto de ‘Bellas Artes’, surgido en el siglo XVIII y que sigue teniendo vigencia a día de hoy. Este concepto incluye las siguientes manifestaciones:
Arquitectura
Perteneciente a las denominadas ‘Artes mayores’ y con presencia desde los inicios de nuestra propia existencia. El hombre siempre tuvo la necesidad de construir, en esos primeros años, sobre todo, para protegerse de su propio ambiente.
Con el paso de los de los siglos, esta disciplina fue perfeccionándose y la estética tuvo un papel fundamental para que los edificios fueran más bellos y se adaptasen a los gustos propios de cada época.
Esta evolución tan marcada a través del paso del tiempo se puede apreciar desde la primitiva arquitectura megalítica, con los dólmenes, hasta construcciones modernistas como la Sagrada Familia de Barcelona, pasando por obras tan emblemáticas como el Partenón de Atenas o las pirámides de Egipto.
Escultura
Sin lugar a dudas, otro tipo de arte que ha acompañado al ser humano desde los primeros tiempos. La escultura, esa capacidad de dar forma a determinados materiales, tuvo su origen como puro entretenimiento y también como parte importante para ritos y creencias.
Fue en las culturas Egipcia y Griega cuando comenzamos a apreciar un cambio de signo en lo que respecta a su percepción, empezando a considerarse como piezas de gran valor y con fines decorativos.
Pintura
Hermana de la escultura y con propósitos muy parecidos en sus inicios, nos ha servido para dejar nuestra huella a través de generaciones, como se puede apreciar con las pinturas rupestres de Francia y España, que son las más antiguas que se conservan.
A diferencia de la escultura, su gran evolución viene a partir del Renacimiento italiano y es ahí cuando pasa a ganar una importancia que aún se mantiene a día de hoy. Y es que de las denominadas como ‘Artes mayores’, es la que más adeptos o aficionados tiene.
Su relevancia en la actualidad sigue siendo tal, que no solo los museos exhiben piezas pictóricas que visitan millones de personas anualmente, sino que hasta en el hogar más recóndito podemos apreciar piezas de este tipo.
Música
Resulta verdaderamente complicado definir un arte tan expresivo y cambiante como la música, esa capacidad de jugar con los sonidos producidos mediante objetos y darles ritmo y armonía para el disfrute de nuestros oídos.
Aunque seguramente sea justo en la actualidad cuando más se valora esta disciplina, ya desde tiempos inmemoriales tenía un uso bastante común. En culturas como la Vikinga, por ejemplo, era parte fundamental de sus ritos, celebraciones e incluso viajes.
Hoy día, además de estar presente de forma continua en nuestra vida a través de actividades tan cotidianas como encender la tele o montarnos en el coche, es una de las industrias que más dinero maneja en todo el mundo.
Danza
Inseparable de la música. Esa necesidad humana que tenemos de realizar movimientos armónicos con nuestro cuerpo y que en determinadas ocasiones nos surge casi de forma inconsciente.
La danza siempre ha tenido un papel importante en la sociedad. De hecho, si pertenecías a estamentos importantes en épocas como la Inglaterra Victoriana, era prácticamente una obligación saber danzar para tener una buena reputación a nivel social.
Literatura
Si con la danza y la música nos expresamos con nuestro cuerpo, con la literatura hacemos lo propio con nuestra mente y nuestros pensamientos. La literatura es ese arte del ser humano capaz de transmitir mediante la palabra.
Especialmente importante en la historia a partir del siglo XV, cuando la invención de la imprenta consiguió que se pudieran hacer copias de los escritos y que estos pudiesen ser más accesibles para la población.
Cine
Seguramente habrás oído muchas veces la consideración del cine como el «séptimo arte», y es que efectivamente hay mucha gente que lo incluye en esta ilustrísima lista, a pesar de no estar presente por motivos obvios en las primigenias.
Y decimos por motivos obvios, porque nos tenemos que remontar hasta finales del siglo XIX para apreciar, en la ciudad de París, las primeras manifestaciones de este arte que hoy en día puede incluso superar en popularidad a los demás.
Esa capacidad de contar historias (reales o ficticias) o de transportarnos a lugares (existentes o imaginarios) hace que en cierto modo se haya convertido en una evolución de la literatura y, al igual que la música, en una industria que mueve miles de millones todos los años.