Los conflictos, las crisis económicas y la crisis climática son solo tres de las principales amenazas a la seguridad alimentaria mundial. Los últimos dos años de la pandemia de Covid-19 han puesto a prueba las cadenas de suministro y el acceso a los alimentos para gran parte de la población mundial.
La gestión inmediata de las emergencias que afectan a los sistemas agroalimentarios es, de hecho, una prerrogativa fundamental. Al mismo tiempo, sin embargo, es esencial intervenir antes de que ocurran estas crisis. Solo así será posible sentar las bases de la seguridad alimentaria para sistemas agroalimentarios resilientes y preparados para futuras crisis.
Dr. Niccolò Lombardi,Seguridad alimentaria
Hablaremos de esto y mucho más con el Dr. Niccolò Lombardi, Coordinador de Acción Anticipada de la División de Emergencias y Rehabilitación de la FAO. Gracias a sus décadas de experiencia en el campo de la seguridad alimentaria, el Dr. Lombardi es responsable de desarrollar, implementar y monitorear planes para la gestión y prevención de riesgos en la agricultura.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), para la cual trabaja, tiene entre sus principales objetivos la promoción de la seguridad alimentaria y el acceso a fuentes de alimentos seguros y de calidad para todos los ciudadanos del mundo. Es una agencia especializada de la ONU establecida en 1945 en la ciudad de Quebec, Canadá, con motivo de la primera sesión de las Naciones Unidas.
Hub agroalimentario
Desde 1951 tiene su sede en Roma, al igual que otros dos organismos también especializados en alimentación y agricultura: el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Junto con la FAO, estas tres agencias forman el llamado «hub agroalimentario» de las Naciones Unidas.
En particular, la FAO cuenta con 195 Miembros (194 Estados y la Unión Europea) y sus oficinas también están presentes en 130 países. Dada la enorme complejidad de sus tareas, la FAO se divide en varias oficinas regionales, subregionales y nacionales, repartidas por todo el mundo.
En el contexto geopolítico y ambiental actual, el tema de la seguridad alimentaria adquiere una importancia central. ¿Podría darnos algunos ejemplos concretos para entender mejor este concepto? ¿Y cuál es el papel que juega la FAO en este sentido?
Según la definición oficial proporcionada por la FAO hablamos de seguridad alimentaria cuando:
todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico y económico a cantidades suficientes, inocuas y nutritivas de alimentos para satisfacer sus necesidades y preferencias para una vida activa y saludable.
Los 4 pilares de la Seguridad alimentaria
En particular, la seguridad alimentaria consta de cuatro pilares fundamentales:
- “ Disponibilidad de alimentos ”: la disponibilidad material de alimentos.
- “ Acceso a los alimentos ”: las personas deben poder tener acceso a las fuentes de alimentos por sí mismas. También en este caso hay varios aspectos relacionados con el acceso a los alimentos, como el aspecto puramente físico, pero también el económico. Por ejemplo, puedo tener el dinero para comprar alimentos, pero al mismo tiempo no puedo acceder a ellos debido a un conflicto o un desastre natural.
- “ Utilización ”: las personas deben ser capaces de hacer un uso correcto de los alimentos para tener una alimentación adecuada, siguiendo y respetando todas las normas higiénico-sanitarias relacionadas con la preparación de los alimentos en sí.
- “ Estabilidad ”: para hablar verdaderamente de seguridad alimentaria, es necesario que las personas tengan acceso a fuentes de alimentación de forma duradera en el tiempo. Es posible que las personas corran el riesgo de perder la seguridad alimentaria después de un evento climático, un shock económico, un conflicto.
El hambre en el mundo y la seguridad alimentaria
En cuanto al papel desempeñado por la FAO, cabe destacar que los pilares individuales que acabamos de ver están íntimamente conectados entre sí. Si realmente desea acabar con el hambre en el mundo para 2030, debe planificar estrategias de acción a mediano y largo plazo. Estos deben poder combinar los aspectos relacionados con la sostenibilidad de las producciones agroalimentarias, junto con los puramente legales y legislativos que rigen el sector alimentario.
Para que esto sea posible, la FAO cuenta con la colaboración de diversas figuras especializadas que forman parte de las divisiones dentro de la propia organización. Por ejemplo, existen divisiones técnicas especializadas en ganadería y pastoreo, pero también en pesca y desarrollo económico y agrícola.
Todas estas divisiones trabajan en conjunto para ayudar a los gobiernos a desarrollar los planes de acción necesarios para garantizar la seguridad alimentaria. Igualmente importante es su trabajo para asegurar la estabilidad de la producción agroalimentaria, también y sobre todo en países que se encuentran en contextos de emergencia.
Gestiones de emergencia en la Seguridad alimentaria
La gestión de emergencias y la prevención de futuras crisis son, de hecho, dos de los objetivos de la División de la FAO para la que trabaja. ¿Podría decirnos qué hace esta división?
La División de Emergencias y Resiliencia de la FAO es una división que interviene principalmente en todos aquellos países que se encuentran en el denominado “ contexto de crisis alimentaria ”. Son países en los que es muy complejo garantizar los cuatro pilares de la seguridad alimentaria.
En particular, cuando se trata de la gestión de emergencias, nuestra división interviene sobre todo para permitir que las poblaciones protejan y aseguren sus medios de subsistencia y producción de alimentos. El objetivo es ayudar a las personas a reiniciar la producción inmediatamente después del evento responsable de la crisis, que puede ser el resultado de eventos climáticos extremos u otros factores.
Entre las ayudas de emergencia que nuestra división brinda de manera inmediata a las comunidades más vulnerables, encontramos, por ejemplo, la distribución de semillas y alimentos para animales y la asistencia veterinaria. Pero también la instalación de sistemas de microrriego o ayudas monetarias.
No hablemos solo de ayudas económicas…
A menudo, esta ayuda económica (en efectivo) también va acompañada de otras ayudas en especie (técnicamente, en efectivo más). Entre estos encontramos, por ejemplo, los equipos para facilitar la recogida de agua de lluvia en zonas especialmente secas.
Además de esta serie de ayudas inmediatas, es fundamental que la población disponga de todos los medios para luego poder afrontar y gestionar futuras crisis. La distribución de alimentos es fundamental y muchas veces necesaria para evitar la muerte de personas.
Pero el problema nunca podrá resolverse si estas intervenciones inmediatas no van asociadas al apoyo a la producción. Este último debe, de hecho, ser capaz de dar beneficios a corto, pero también a medio-largo plazo.
Su rol es el de Coordinador de Acción Anticipatoria, precisamente para la división de Emergencias y Resiliencia de la FAO. Pero, ¿qué se entiende por acciones anticipatorias? ¿Y cuáles son los principales métodos de intervención de la división?
En realidad, el concepto de acción anticipatoria es bastante reciente. También ha cobrado impulso gracias al progresivo desarrollo de tecnologías útiles para predecir la llegada de choques y eventos desastrosos. Hablamos por ejemplo de eventos climáticos extremos, como huracanes, sequías o tifones, pero también de crisis económicas , o de la rápida propagación de enfermedades de plantas y animales.
En particular, una acción anticipatoria se encuentra exactamente a medio camino entre lo que en la jerga técnica se denomina » early alert «, es decir, una alerta temprana, y el evento en sí. Gracias al uso de indicadores específicos para el riesgo que estamos monitoreando, es posible predecir cuándo ocurrirá el evento y su extensión.
Entre las tecnologías más utilizadas encontramos, por ejemplo, los modelos de predicción climática, el uso de satélites o instrumentos capaces de medir el estado de salud del suelo. Cuando el riesgo supera cierto nivel, automáticamente se activa un procedimiento de movilización de fondos y recursos monetarios para reducir los impactos del desastre.
SFERA
Esta ayuda puede provenir directamente de un fondo interno de la FAO, llamado SFERA, pero también de otros fondos y de los propios gobiernos de los países afectados. Todas estas acciones son posibles gracias a un gran trabajo de coordinación interna dentro de la propia organización. No solo eso, nuestra organización también es parte integral de una red de coordinación externa con otras cuatro organizaciones importantes.
Estos son el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Federación Internacional de la Cruz Roja, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y Start Network. Una organización, esta última, que agrupa a más de 50 organizaciones humanitarias entre las que se encuentran organismos internacionales y diversas ONG nacionales.
Prevenir las crisis también significa crear sistemas resilientes para el futuro cercano. Al respecto, ¿cuáles son las acciones que está realizando su División de la FAO?
El concepto de acción anticipatoria enseña que ayudar a las personas después de haber sido golpeadas por una emergencia es mucho menos efectivo que intervenir antes de la crisis. Entonces, ¿por qué esperar a que sucedan estos desastres predecibles?.
Como se mencionó anteriormente, es correcto que el punto de partida de nuestra división sea la ayuda de emergencia para apoyar a la población local. Pero es ya a partir de esta primera fase que es necesario sentar las bases para una resiliencia realmente eficaz y duradera. Esta resiliencia puede comenzar, por ejemplo, con el suministro de semillas resistentes a diversos estreses ambientales, como el estrés hídrico y las altas temperaturas.
Diverdificación de las fuentes de ingreso
Luego, la organización se encarga de brindar asistencia y capacitación específica sobre cómo usar realmente las herramientas disponibles. Es un enfoque que, sea como sea, siempre tiene en cuenta las técnicas y prácticas agrícolas a nivel local. El intercambio de conocimientos y conocimientos locales son, de hecho, esenciales para que las personas sean independientes y capaces de resistir futuras perturbaciones .
La diversificación de las fuentes de ingreso es igualmente importante para reducir la dependencia de una sola actividad productiva y por ende la vulnerabilidad a los efectos de nuevos choques. Paralelamente a estas actividades, también es necesario actuar para reducir las emisiones de gases que alteran el clima y aumentar la eficiencia en el uso de los recursos.
Finalmente, es claro que cuando se trata de seguridad alimentaria y resiliencia de los sistemas agroalimentarios, la colaboración con los sistemas políticos y gobiernos de los países afectados se vuelve fundamental y necesaria. Solo gracias al trabajo en equipo será posible construir sistemas agroalimentarios verdaderamente resilientes para el futuro cercano.