El próximo 10 de enero se estrena El faro, un prometedor drama de terror y fantasía que ha sido muy bien recibido por la crítica, dirigido por Rober Eggers y protagonizado por Willem Dafoe y Robert Pattinson. Este último declaró ayer en una interesantísima entrevista con The Guardian no haber sentido nunca ser un actor de verdad.
«No sé actuar», llegó a decir el eterno vampiro crepuscular de 33 años que lleva desde 2012 (cuando finalizó la saga Crespúsculo) participando en películas de sorprendente calidad y apretado presupuesto. De hecho, su reciente confirmación como nuevo Batman supondrá el regreso de Robert Pattinson al blockbuster super taquillero. Esperemos que para entonces haya aprendido a actuar (y que el Joker Joaquin Phoenix le acompañe en la cinta).
Tal es la grandeza actoral de Willem Defoe, su compañero de reparto en el oscuro drama sobre dos vigilantes nocturnos que pierden la cabeza, que Pattinson llegó al punto de sentirse «intimidado» por Dafoe en el rodaje de El faro.
En su encuentro con el diario británico, Pattinson ha soltado perlas inesperadas. Sobre todo las relacionadas con su preparación del personaje y rutina de trabajo: «Como realmente no sé actuar, quería de algún modo hacerlo real, y una de las maneras de hacer esto más sencillo es la de revolver tu estado físico justo antes de la acción. Terminas entrando a la escena de otro modo y con diferentes sensaciones», ha dicho Pattinson después de confesar que se auto golpeaba en la cara. O que se provocaba mareos o que incluso llegó al extremo de introducir la cara en charcos de barro hasta sufrir arcadas de asco.
En ocasiones el joven llegó a tener arcadas tan fuertes que tuvo que vomitar, leemos en el mismo texto donde se asegura que Robert Pattinson es uno de los mejores actores británicos del momento.
Todo sea por alcanzar la gloria y los laureles.
Robert Pattinson, un actor más allá del blockbuster
Aunque la entrevista se ha desarrollado en lo que parece ser un tono muy amistoso y agradable, no sabemos cuánto habrá de verdad y cuánto de broma en las palabras de Pattinson: «Soy un catastrofista», ha dicho entre risas, para luego cerrar los ojos, reclinar la cabeza y seguir con la confesión: «Siempre estoy pensando que lo peor va a suceder. Por eso, cuando ocurre, yo estoy en plan ‘Ok, ¡estoy preparado!».
Tras el cierre de la saga de cinco películas de Crespúsculo, Robert Pattinson ha hecho denodados esfuerzos por quitarse de encima el recuerdo y el encasillamiento al que se exponen todos los actores que logran la fama mundial con una franquicia súper taquillera.
Lo mismo podemos decir de Kristen Stewart, si bien la ex pareja de Pattinson es algo más jugetona en cuanto a la selección de guiones, pues ha optado por no discriminar entre proyectos de cine de autor y de cine más comercial. Lo mismo te protagoniza una de Woody Allen (Café Society, 2016) que se mete de lleno en el cine de palomitas. Ejemplo de esto último ha sido su participación, este mismo mes, en el reboot feminista (y defenestrado) de Los Ángeles de Charlie.
La última gran sorpresa que nos dio Robert Pattinson fue en 2017 con su papel protagonista en Good Time (actualmente disponible para ver en Netflix). Una película que, sin ser una obra maestra, te mantiene pegado al sofa y en tensión a lo largo de la noche para olvidar que vive el joven Constantine Nikas después de un atraco fallido a un banco. Antes, Pattinson destacó en la adaptación de la excepcional novela de Don DeLillo Cosmópolis,
Antes del estreno de la nueva entrega de Batman en 2021, podremos disfrutar de Robert Pattinson como coprotagonista en la nueva película de Christopher Nolan, Tenet, cuyo tráiler puedes ver haciendo clic en este enlace.