Se acerca Halloween y saber hacer sangre falsa es un imprescindible para muchos disfraces o, por lo menos, es un extra que hará que nuestro disfraz se vea mejor. Desde postposmo queremos ayudaros a pasar un Halloween escalofriante repleto de sangre falsa.
Por ello, no os perdáis la receta que os dejaremos a continuación. Es más fácil de lo que parece y muy versátil.
Receta para hacer sangre falsa
Esta receta para hacer sangre falsa es ideal para Halloween, pero puede servirnos para bromas, para vídeos, fotografías o muchas más cosas donde necesitemos actuar o plasmar algún tipo de percance. Así que anotarla bien o guardar este enlace para poder recurrir a él siempre que necesitéis un poquito de sangre, falsa por supuesto.
Opción 1: sangre falsa comestible
Esta opción sin duda es la ideal si vamos a ponernos sangre en la cara y manos o a los pequeños de la casa, así evitaremos cualquier tipo de problema derivado con la ingesta de la sangre falsa.
Ingredientes:
- 1 taza de jarabe de maíz (también podemos utilizar miel)
- Colorante rojo (ya que vamos a hacer una sangre comestible, debemos elegir un colorante de uso alimentario)
- Colorante azul o verde (en realidad, esto es opcional, pero un par de gotitas harán que nuestra sangre no se vea tan roja sino más oscurecida y por tanto más similar a la sangre real)
- Agua (para ajustar la consistencia de la sangre si necesitamos hacer la sangre más líquida)
Proceso de elaboración:
- En un tazón, pondremos el jarabe de maíz o la miel y lo mezclaremos con el colorante rojo poco a poco hasta conseguir el tono de rojo que deseamos.
- Para acentuar el tono oscuro típico de la sangre añadimos gota a gota el colorante azul o el verde, hasta lograr el tono rojo sangre.
- Si la mezcla nos está costando hacer por que es muy densa podemos añadir un poco de agua para que quede más líquida.
Y ya tenemos nuestra sangre falsa comestible perfecta para disfrazarnos, además es ideal si queremos añadir un toque de sangre a alguna comida que vayamos a hacer para Halloween.
Eso sí, tendremos que tener en cuenta que esta receta no quedará sólida y por tanto si nos rozamos la cara nos llevaremos la sangre. aunque quizá eso haga que sea más original el disfraz, ya que la sangre de verdad mancharía.
Opción 2: Sangre falsa no comestible
Esta opción de sangre falsa es igual de efectiva que la anterior, aunque quizá dura un poco más puesta en la piel. Por contra es mejor no ingerirla. Para realizarla vamos a necesitar lo siguiente:
Ingredientes:
- Agua
- Almidón de maíz
- Colorante rojo, (podemos utilizar cualquier tipo de colorante, siempre que sea no tóxico, porque aunque vayamos a realizar una sangre falsa no comestible, la vamos a poner en nuestra piel y podemos llegar a ingerirla, por lo tanto debemos ser prudentes)
- Colorante azul
Proceso de elaboración:
- En un recipiente ponemos a partes iguales el almidón de maíz y el agua hasta obtener una consistencia líquida.
- Poco a poco añadiremos el colorante rojo para conseguir teñir la mezcla anterior de un color intenso.
- Para oscurecer el tono de rojo pondremos gota a gota colorante azul hasta obtener exactamente el tono de color de sangre que deseamos.
- Dejaremos reposar la sangre antes de aplicarla, de esa manera conseguiremos que vaya espesando. Es importante tener en cuenta que esta receta debe reposar para que la sangre no se resbale con facilidad. Si no vamos a poder esperar a que espese, podemos añadir un poco menos de agua en el primer paso, para que haya más cantidad de almidón y por tanto la mezcla sea menos líquida desde el principio. Sin embargo, lo ideal es dejarla reposar.
Prueba antes de aplicar
Antes de aplicar cualquiera de las recetas es recomendable poner un poco de la sangre falsa en la piel y ver que no reaccione de ninguna manera, así podremos evitar algún problema dérmico relacionado con alergias.
Al ser mezclas de sangre pegajosas, es recomendable tener cuidado con su aplicación en ropa o cabello ya que puede resultar incómodo y puede dejar mancha en los tejidos.
Como retirar ambas recetas de la piel sin problema
Las recetas de sangre que os hemos puesto en este post, son muy fáciles de retirar, nos lavamos la zona con agua hasta retirar el grueso de la sangre y luego nos lavamos con jabón. Es posible, dependiendo del tipo de colorante, que nos quede una marca rojiza en la piel, si es el caso, podemos utilizar algún exfoliante suave como los posos del café. Con el exfoliante nos frotaremos suavemente en la zona, aclaramos y repetimos la limpieza con jabón.
Y, sobre todo, diviértete utilizando la sangre en tus disfraces y comidas haciendo que todos pasen un Halloween sangriento, con sangre falsa por supuesto.