¿Qué es un gamusino? el animal legendario que nadie ha podido ver ni cazar

Dibujo de gamusino

El gamusino es una animal imaginario que forma parte del legendario de muchas culturas: España, Portugal, Latinoamérica, Inglaterra…Existen variantes regionales de este animal mitológico pero en todos los casos hay un elemento común en torno a él: la caza de gamusinos, práctica tradicional en  España y otros  países que no es más que una broma para divertirse.

Pero hay mucho más qué decir a cerca de este animal de ficción y la tradición en torno a él. Si quieres saber más acerca de qué es un gamusino y las curiosas tradiciones que le rodean, quédate y lo descubrirás en este post.

El gamusino: historia de un animal legendario

Supuesto avistamiento de un gamusino real en plena naturaleza

El gamusino es una animal inexistente que permanece en el imaginario colectivo  de muchas regiones debido a la leyenda y tradición cultivada en torno a él. Como criatura mitológica que es, no tiene aspecto ni hábitat claramente definidos. Se han hecho diferentes definiciones: para algunos es un animal terrestre, para otros un ave, incluso un animal acuático…pero parece ser que la versión más extendida es la terrestre, asemejándose a las martas o garduñas, al menos así es conocido en casi toda España y Latinoamérica.

Incluso la RAE ha creado un espacio para esta criatura legendaria, definiéndolo como “animal imaginario, cuyo nombre se usa para dar bromas a los cazadores novatos”. Anota términos similares según la región de España, por lo que la RAE reconoce sus variantes regionales: gangüezno (en Extremadura),  gambusino (en Andalucía), gambozin (en Portugal), donyet, gambosí o gambutzí (en Cataluña y Valencia)​ que significa «enano tan diminuto que apenas es visible».  Y la última variante catalana -recogida en la obra Costumari Català  (1950) de Joan Amades-  donde gambosí o gabuzo significa “engaño”.

Pese a todas sus variantes y definiciones, lo que sí existe en común en todos los países es la tradición que circula en torno él: se utiliza para gastar bromas a niños, forasteros o cazadores mediante la celebración de su caza, la famosa “caza del gamusino”.

Según recogen las versiones más antiguas del término, estas bromas se hacían originalmente a viajeros y forasteros. Así aparece en el diccionario de Gabriel García Vergara de 1929, uno de los archivos más antiguos de la RAE. Pero actualmente- en España- la práctica de la caza de gamusinos es una broma que sólo se hace con niños en campamentos de verano y diversas celebraciones a modo de juego y diversión.

Si bien hemos visto que la historia del gamusino se gesta fundamentalmente en España y Latinoamérica, esta leyenda ha traspasado las fronteras y se ha instalado en otros países. Así es, el gamusino y su caza se ha hecho internacional: en Alemania intentan atrapar al elwetritsch, en Francia y Suiza van a la búsqueda del dahu y en Estados Unidos salen a la caza del snipe. Prueba de esto lo encontramos en la película de Pixar,  “Up”: en la versión española, el anciano Carl Fredricks  manda a “cazar gamusinos” al scout Russell para deshacerse de él, mientras que en la versión inglesa lo manda a hacer snipe hunt. Vemos que el gamusino incluso ha alcanzado la gran pantalla.

La caza del gamusino

Actualmente, en España la caza de gamusinos tiene un ritual definido y es un juego orientado a los niños. El animador sociocultural Verme Paulino Velasco cuenta en qué consiste. Velasco lleva años organizando la caza de gamusinos en Villanubla (Valladolid), donde se celebra cada verano. Según él “Aquí se realizan desde hace décadas a los jóvenes que se iban de campamento y, desde principios de los 2000, empezamos a organizarlo como actividad en el pueblo”. Nos cuenta  el animador cómo se desarrolla la caza de gamusinos:

  • Se organiza una actividad con niños pequeños en la que se finge una cacería en una noche de verano. Para ello se llevan linternas y un saco donde se guardarán los gamusinos cazados. Se conduce al grupo de niños hacia la ribera de un arroyo, que es donde supuestamente es más fácil encontrarlos. Allí se les hace cantar una canción para atraerlos: “gamusinos al morral” o “gamusino entra al saco, un, dos, tres, cuatro”, existen diferentes versiones. De repente alguno de los adultos se acercará a un matorral en el que ha detectado movimientos que demuestran que allí hay gamusinos escondidos. Entonces uno de los monitores finge capturar uno metiendo piedras en el saco o cualquier otro objeto que ocupe espacio.
  • Los niños quedan asombrados y es aquí donde se les despierta la motivación por cazar ellos uno también. Pero aquí hay que aquietarlos un poco y explicarles que hay que esperar a que los animales se duerman para sacarlos del saco. Para hacer la espera más amena mientras mantienen ilusión de haber atrapado a uno o varios ejemplares, se organizan diferentes juegos que los distraigan. Es en ese momento cuando se aprovecha para hacer un agujero al saco y sacar las piedras u objetos introducidos en él. Después se les avisa a los niños de lo ocurrido, haciéndoles creer que mientras ellos jugaban, los gamusinos han roto el saco y han escapado.

cartel en el bosque de aviso de existencia de gamusinos

Nos explica Velasco  que ahora la tradición es más “amable” y ha eliminado cualquier elemento violento, puesto que está dirigida a niños: “Antes se iba también con palos, por ejemplo”.  Las versiones de la “caza de gamusinos” de años atrás se hacían para burlarse de los forasteros y eran bastante más duras y crueles.

Reflejo de ello lo encontramos en el libro Cultura popular de la comunidad de Calatayud (Zaragoza) que recoge la tradición de la región: cuenta  que lo que se introducía en el saco para engañar a los forasteros era un perro. Los mozos convencían al forastero explicándole en secreto que iban a cazar un animal muy valioso y difícil de capturar. Se esparcían por el campo y simulaban su caza metiendo dentro del saco a un pacífico perro que la víctima debía de cargar a los hombros  hasta la plaza del pueblo. Allí se abría el saco públicamente  y quedaba en evidencia la tomadura de pelo al forastero entre carcajadas y cachondeo general entre los pueblerinos.

Etimología del término “gamusino”

Breve historia del origen de los gamusinos

El lingüista José G. Moreno de Alba fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y dedicó  un capítulo de su libro “Suma de minucias del lenguaje a los gamusinos,  donde analiza el origen etimológico de muchas palabras, una de ellas el posible origen del término “gamusino”.

Explica que la palabra “gamusino” podría tener una relación con el término mexicano “gambusino”, que se utilizaba en el siglo XIX para referirse a los buscadores de oro. Los lingüistas establecieron una relación de este vocablo con las palabras inglesas gamble (jugar o apostar) y business (negocios). Tiene sentido, pues la caza de gamusinos encierra algo así como una apuesta o reto a cazar un animal escurridizo organizando o negociando su caza.

En esta línea, relata Moreno en su obra que “Cazar o pescar gamusinos puede ser entonces algo así como ir tras lo imposible o perder el tiempo”. “El parecido fonológico de las voces gamusino y gambusino es evidente […], y tampoco parece demasiado osado ver cierta semejanza semántica entre pescar o cazar gamusinos (ir tras animales inexistentes, ir tras lo imposible) y la labor del gambusino, que, como bien sabemos, persigue siempre la quimera del oro”.

En el fichero general de la RAE, hay 16 papeletas sobre “gamusino”. Una de ellas defiende otro posible origen, una variación de gamo”: “El gamo es difícil de cazar y se comprende que un gamito, al cual se puede aludir con gamusino, sea algo ilusorio para ser cazado por un cazador ingenuo o novato”.

Como acabamos de ver, la historia de este animal de ficción es bastante variopinta y difusa. Esperamos que a través de estas líneas hayas podido aclarar tu curiosidad sobre qué es un gamusino y su legendaria historia.


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