¿Por qué mucha gente se siente sola en Navidad?

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La soledad. Sentirnos solos es una condición humana, se trata de un sentimiento natural que no siempre tiene porque ser negativo, sino que puede sernos útil.

La Navidad es una de esas épocas del año en las que uno puede sentirse solo incluso aunque esté rodeado de familia y amigos. Tanto es así que hay gente que se inquieta en estas fechas, se siente triste y con ganas de llorar o incluso tiene ganas de que pase rápido y no tener que aguantar esta soledad.

¿Qué entendemos por soledad y cómo podemos reconocer que lo estamos sintiendo?

La palabra soledad actualmente nos hace pensar rápidamente en algo negativo, algo que queremos evitar. Hace tanto tiempo que se le da un valor negativo a esta palabra que ha llegado a estigmatizarse. Es más, hay gente que conoce a otra gente que no le aporta nada y que resultan incuso tóxicas para ellas solo por el hecho de no sentirse solos, y esto se debe a esta constante obsesión con asociar la soledad con algo negativo. La verdad es que la soledad es una condición natural de la humanidad y que muy a menudo no solo no es un problema sino que además es necesaria y de gran utilidad.

Si es cierto que cuando la soledad se convierte en un estado habitual de «desconexión» con las otras personas se convierte en un problema, en una fuente de sufrimiento porque nos sentimos apartados de la sociedad, excluidos, ignorados. Este es el tipo de soledad que se debe evitar, y que por desgracia, cada vez existe con más frecuencia. Pero los momentos esporádicos de soledad son buenos para poder encontrarnos a nosotros mismos.

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Cuando la soledad no es algo voluntario, sino un efecto de un malestar psíquico

Dicho esto, debemos tener presente que la soledad que se da por un malestar psíquico sí debe ser vigilada y tratada. En este caso suele darse por la dificultad de abrirse a los demás o por problemas de fobia social o de enfrentarse a la sociedad. En estos casos se debe hacer frente al problema y tratar de conseguir que la persona se rodee de amistades y personas que sean enriquecedoras y que le aporten bienestar y tranquilidad.

¿Por qué podemos sentirnos solos aunque estemos rodeados de gente?

Muchas veces podemos estar en medio de mucha gente, incluso de seres queridos como la familia y los amigos y sentirnos solos. En estos momentos, nos encontramos en medio de mucha gente, pero tenemos una sensación de insatisfacción, nos notamos inquietos, con ganas de llorar o incluso pensamos que eso que estamos haciendo es aburrido y nada nos aporta alegría.

Las personas que experimentan esta sensación estando con gente tienden a sentir vergüenza por este sentimiento que están experimentando, o incluso se sienten culpables de estar así. A veces no solo se culpan a sí mismos, sino a aquellos que tienen a su alrededor, a su pareja o a sus amigos o familiares. Y eso hace que aún se marque más ese sentimiento de incomprensión, cansancio y aburrimiento de la vida. Esa sensación de tener que estar participando en una situación en la que no quisieran estar, de tener que demostrar una estima que en esos momentos no pueden sentir y de pretender una resonancia emocional.

Síntomas de la soledad

Uno de los problemas de la soledad es que es un pez que se muerde la cola, se crea un círculo vicioso. El inicio es fácil y puede pasarnos a más de uno. Entre los síntomas más comunes nos encontramos:

  • desapego;
  • sentimiento de incomprensión por parte de los demás;
  • pensar que somos diferentes del resto de la gente, que no podemos mezclarnos con ellos porque son distintos;
  • querer estar alejados del mundo, desconectar, aislarse de la sociedad para así sentirnos en paz, en calma, bien con nosotros mismos.

A veces existen rasgos de personalidad que pueden hacer que caigamos en este aislamiento social, por ejemplo, las personas tímidas tiene más números de querer aislarse de la sociedad. Aquellos que sean introvertidos o que suelan tener un carácter más bien tristón, buscan en más ocasiones esos momentos de soledad y desconexión social. Las personas a las que les resulte más complicado establecer algún tipo de relación con otras personas pueden encontrar en la soledad una forma de refugiarse y protegerse de la humanidad. Pero eso es una arma de doble filo porque en principio parece ser un refugio, pero acaba siendo el problema. Este refugio hace que aún se cierren más en sí mismos y empeore la desconfianza hacia los demás. Podríamos decir que la soledad y el retraimiento social se refuerzan uno a otro como en un círculo vicioso.

¿Cómo se pueden afrontar fechas tan señaladas como son las Navidades o el Fin de año cuando estamos realmente solos?

Si uno se siente solo lo que debe hacer es buscar a otras personas. Esto parece una obviedad y muy fácil de hacer, pero resulta un gran reto cuando uno se siente solo. Todos sabemos que las amistades son el punto básico para no sentirse solo. Cuando tenemos amigos nos nutrimos y enriquecemos a lo largo de la vida de las experiencias de ellos. No vivimos nuestra sola vida, sino que compartimos varias vidas y eso nos hace evolucionar y enriquecernos. Por eso es tan importante cultivar las amistades, ya sean las de hace muchos años como las más recientes. Las personas necesitamos salir de nuestra zona de confort y socavar los miedos tanto al rechazo o otros aspectos de la vida.

Pero si llegan estas fechas señaladas y no tenemos amigos cerca siempre podemos optar por planificar un viaje, descubrir otros lugares, ir a visitar a alguine al que hace tiempo que no ves…O si realmente no tenemos a nadie, debemos organizar la semana de forma que no queden huecos vacíos entre día y día a parte de aquellos que usemos para dormir. Es decir, llenar cada hora del día para hacer cosas. Un ejemplo sería elegir estas fechas para hacer cambios en el hogar.

niña en la nive por Navidad

¿Cómo podemos hacer que otras personas que se sienten solas para estas fechas se sientan mejor?

Si no somos nosotros los que nos sentimos solos sino alguien que conocemos lo primero que tenemos que tener claro es que se trata de un sentimiento habitual, que todo el mundo experimentará alguna vez en su vida. Debemos tener presente que en la soledad existe una necesidad de «estar en el pensamiento de otra persona», es decir, no se trata de uno mismo sino de que «otro te tenga presente». Esto es una forma de confirmar la propia existencia. Por eso es muy importante que en casos en los que detectemos que hay alguien que se siente solo tenemos que estar presentes para ellos, hablarles, enviarles mensajes, llamarlos,preguntarles cómo se encuentran, mostrar interés por ellos y por su bienestar.

Hacerlos participar con nosotros

Una de las cosas que podemos hacer en estas fechas es hacerlos partícipes de las comidas o cenas de celebración. Involucrarlos en los aperitivos, comidas o cenas familiares o con amigos. Esto es el primer paso para que sepan que hemos pensado en ellos, que están presentes y que existen y son importantes para otras personas.

En los casos en los que la soledad venga acompañada de problemas psicológicos o de retraimiento social sería conveniente la ayuda de un profesional para que pueda servir de guía en la motivación de una soledad sana, que pertenece a las personas que no intentan esconder su forma de ser o sentir y que suelen vivir en constantes contradicciones internas. Con la ayuda del profesional se pueden superar los tabús sociales y lograr que estas personas se enfoquen en aquello que les llene y apetezca, haciendo crecer de nuevo la necesidad de compartir sus experiencias con otras personas.

También es muy importante el uso de dos palabras claves en la vida: gracias y no. Saber utilizar estas dos palabras es fundamental para poder valorar más el tiempo que uno pasa consigo mismo y con los demás. Es una forma de tomar conciencia de uno mismo y de la capacidad que tenemos de aprender de los mecanismos relacionales, de establecer relaciones con los demás.

Estar ahí

Muchas veces las personas que se sienten solas, sobre todo en estas fechas, necesitan solo que estés ahí y ellos estar ahí (aunque no lo crean). Que les hagas caso, que los tengas en cuenta para preparar las fiestas o para celebrarlo juntos. Que les des las gracias por estar ahí que puedan sentir que su presencia ahí no solo no es una molestia sino un motivo de felicidad y alegría. A veces cuesta muy poco hacer feliz a la gente, pero nos cuesta mucho mostrar nuestros sentimientos.

Si hacemos que una persona que se siente sola esté presente en una celebración, pero luego no le dirigimos la palabra ni hacemos que sienta que estamos felices de que esté ahí, no sólo no le estamos ayudando en ese momento, sino que agravamos su necesidad de aislarse y de no querer participar en nada que represente socializar con los demás.


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