Los efectos que el polvo en suspensión puede producir sobre nuestra salud, dependen del tamaño de las partículas y de su naturaleza. Se entiende como polvo en suspensión, a un conjunto de partículas sólidas de diferentes tamaños que se localizan en el ambiente. La exposición a este o cualquier otro tipo de polvo, puede llegar a suponer un riesgo grave para nuestra salud.
Existe un mayor riesgo, si las partículas son muy pequeñas, ya que puede ser inhalado y quedar adherido a lo largo de las vías respiratorias, no pudiendo ser expulsado. En esta publicación en la que hoy te encuentras, vamos a hablar del polvo en suspensión. Aclararemos dudas sobre qué es este tipo de polvo, cómo se forma y las posibles consecuencias a las que nos podemos enfrentar.
En este año 2022, en muchos rincones de España se han encontrado con cielos rojizos, con rastros de polvo por las calles y vehículos, quedando totalmente impresionados. Muchas eran las personas, que nunca antes habían contemplado esta escena apocalíptica. Este polvo en suspensión, se trata de un fenómeno meteorológico que dificulta la visibilidad debido a su densidad.
¿Qué es el polvo en suspensión?
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En los últimos años, los profesionales del sector medioambiental y climático, se han percatado de la importancia del impacto del polvo en suspensión en el ambiente, la salud de las personas, la economía y sobre todo del medio ambiente.
El polvo en suspensión, es entendido como un conjunto de partículas sólidas dispersas por el ambiente. Dependiendo del tipo de partículas, se pueden llegar a producir diferentes efectos sobre la salud humana y un nivel de enfermedades. Está compuesto por arcilla, yeso, calcita, sílice, y otros minerales. También se pueden encontrar partículas microscópicas de hongos, polen, bacterias, etc.
Estos ciclos de polvo, son un problema meteorológico que suele presentarse de manera habitual en zonas áridas o semiáridas. Son debidas a tormentas, ciclones o fuertes rachas de viento. Estos vientos fuertes, hacen que se levanten grandes cantidades de arena y polvo y viajen desde el suelo, hasta cientos o miles de kilómetros a través del aire.
Cabe recalcar que cuanto más pesada sea la partícula que se transporta en el aire, debido a su tamaño, densidad o presencia de agua, mayor será la fuerza gravitatoria.
La vegetación, tiene un papel muy importante cuando se produce este efecto meteorológico. Y es que, sirve como capa protectora sobre la capa terrestre evitando un efecto de erosión del viento. Un aspecto que contribuye a la aparición de este polvo en suspensión, es la sequía, además de determinadas prácticas agrícolas, la mala gestión del agua, etc.
¿De dónde viene el polvo en suspensión?
Las principales zonas donde se localiza este polvo en suspensión del que estamos hablando, se centran en zonas áridas del continente africano, Asia central y la península arábiga.
El polvo en suspensión que procede de África, no solo contiene partículas de minerales, sino que en ciertas ocasiones se han encontrado elementos contaminantes que va arrastrando y recogiendo de determinadas zonas. Se han llegado a encontrar, partículas de cesio 137, un isotopo radiactivo.
Una invasión de este tipo de polvo, se produce cuando el viento mueve hasta las Islas Canarias o la Peninsula, como hemos visto a principios de este año, grandes cantidades de polvo procedentes del desierto del Sahara. Esto provoca que los cielos y el aire se enturbien, se reduzca la visibilidad y sea más complicado el respirar dicho aire.
Hay quienes llaman a este efecto calima, pero hay que recalcar que no es lo mismo un término y otro. La calima, es un efecto atmosférico que causa una entubación del aire y se suele producir a causa de vapores de agua, es decir, el vapor de agua es el principal culpable de esa baja visibilidad en el ambiente. Por otro lado, el polvo en suspensión como ya hemos visto, es la presencia de pequeñas partículas en el aire de origen sahariano.
Otra diferencia que hay que señalar es la que existe entre las tormentas de arena y el polvo en suspensión. La principal diferencia entre los dos, es el tamaño de las partículas. En el caso de las tormentas de polvo, las partículas son tan pequeñas y ligeras, que pueden ascender a una altura considerable y llegar a formar masas de aire caliente que viajen durante cientos o miles de kilómetros con ayuda del viento.
Impactos sobre la salud de las personas
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Que en el aire, se encuentren partículas de polvo en suspensión, supone un riego para la salud de las personas. Según el tamaño de dichas partículas, se determina el peligro que supone para nosotros este tipo de efecto.
La tormenta de polvo procedente del continente africano que afectó a la península en este año, provocó una de las mayores concentraciones de polvo en suspensión nunca antes conocida. La presencia en el aire de este polvo no solo puede generar problemas respiratorios u oculares, sino que también cardiovasculares.
Las partículas que se inhalan, suelen quedarse atrapadas en nuestro organismo, en la nariz, boca o en las vías respiratorias, dando paso a problemas respiratorios como pueden ser el asma, rinitis, neumonía, etc. En cuanto a las partículas más finas, pueden introducirse en nuestro cuerpo afectando a las vías respiratorias inferiores, al flujo sanguíneo e incluso afectar a ciertos órganos internos.
La exposición a este tipo de partículas sin tomar ninguna medida, puede provocar cientos de muertes a causa de enfermedades cardiopulmonares entre la población tanto joven como mayor. Son muchos, los profesionales que señalan que la inhalación de estas partículas de polvo en suspensión con un tiempo seco tiene un efecto dañino sobre las mucosas nasales y de la garganta, lo que hace que sea mucho más fácil la aparición de una infección.
Consecuencias del polvo sobre el medio ambiente
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Hay quienes creen, que el polvo procedente del desierto del Sahara contiene nutrientes tanto para la naturaleza como para los ecosistemas marinos. Sin embargo, también acarrea efectos negativos para sectores como la agricultura o la ganadería. Estos, ven disminuida su producción a causa de la perdida de sus cosechas, la reducción de actividad y una mayor erosión del suelo.
Otros efectos que no ayudan al desarrollo de determinadas actividades son el taponamiento de canales de riego, la acumulación de polvo en las vías de transporte principales, la bajada de calidad del agua tanto en ríos, canales o arroyos, y muchas más consecuencias.
La mala calidad del aire y la poca visibilidad, también contribuyen a que el transporte tanto por mar, tierra o aire sea más difícil. Pudiendo llegar a suponer, un riego alto en las operaciones de transporte de personas o mercancías. Además, recalcar que las partículas que se encuentran en el aire puede resultar dañinas para los motores de ciertos medios de transporte como los aviones.
Las plantas de energía solar, son las mayores afectadas por este efecto meteorológico. Ya que, la producción de energía solar se ve reducida debido a que no se recibe radiación solar. Los paneles no funcionan debido al acumulo de polvo, y la mala calidad del aire, por lo que se deben mantener en la mayor medida posible libres de polvo para evitar un bloqueo de radiación.
¿Cómo debemos protegernos ante el polvo en suspensión?
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Con el paso del tiempo, la sociedad cada vez somos más conscientes de los problemas que supone la emisión de gases contaminantes a la atmosfera. Además, de como estos influyen en un aumento de la contaminación y las posteriores consecuencias negativas para nuestra salud.
La contaminación del aire, se define como una mezcla de diferentes elementos y materiales perjudiciales para nuestra salud. Algunos pueden proceder de fuentes naturales como es el caso del polvo en suspensión, como ya hemos visto en el apartado anterior. Pero otros llegan directamente de las malas actividades por parte del hombre.
Para hacer frente a este tipo de efectos, se deben seguir una serie de recomendaciones. El polvo en suspensión, no es un fenómeno nuevo, ya que puede verse con regularidad en ciertas zonas del territorio español. No solo afecta a la visibilidad, sino que hay que sumarle la incidencia negativa para la salud y el medio ambiente. A continuación, te dejamos algunos consejos qué debes seguir para días en los que se concentre polvo en el aire.
- Cuando se de mucha concentración de polvo en el aire, es recomendable evitar salir a la calle y mantener tanto puertas, como ventanas cerradas.
- La hidratación frecuente es otro consejo muy importante ante este fenómeno.
- Si hay que salir a la calle por motivos laborales, médicos u otros, hay que hacerlo protegiéndose. Haciendo uso de una mascarilla FFP2, para así evitar inhalar partículas.
El uso de mascarillas, puede ayudarnos a reducir la exposición frente a los agentes contaminantes. No vale cualquiera como hemos señalado en el punto anterior, debe ser una FFP2.
Para acabar, recordar que el polvo en suspensión puede transportar cualquier partícula, ya sea contaminante o microorganismos. Estas pueden llegar a ser perjudiciales para los ecosistemas o nuestra propia salud. Recuerda que las poblaciones más vulnerables deben limitar la exposición a este tipo de fenómenos si existe una alta concentración de partículas en el aire. Si comienzas a sentir una sensación de asfixia, dificultades al respirar, tos aguda o cualquier otro síntoma, no dude en acudir al centro médico para una evaluación de su salud.