“Pie Grande” es el denominado “Yeti”, o «Big Foot», un ser conocido desde hace años y al que siempre se le ha querido visualizar o investigar como prueba sólida. Como él ha habido numerosas leyendas de seres que han dejado pequeñas huellas y algunas evidencias, como el Chupa Cabras o el monstruo del Lago Ness, pero aún sin evidencias se lucha por seguir activa la leyenda.
El Yeti o Pie Grande siempre se ha centrado en la zona del Noroeste de Estados Unidos, con filmaciones, huellas o relatos que han fascinado, pero no han convencido totalmente a los expertos. Nos adentraremos a conocer su leyenda y todas las supuestas pruebas que han rodeado a esta leyenda.
¿Quién es el famoso “Pie Grande?
Es el llamado Bigfoot o también conocido Sasquatch, un nombre que utilizan los pueblos indígenas de Norteamérica dado a sus avistamientos. Tiene forma de primate, perteneciente a la familia de los homínidos, con una actitud bastante erguida. Dichos avistamientos suele suceder en las elevadas montañas de los bosques, sobre todo en las regiones de Norteamérica.
Su anatomía se describe como una gran criatura bípeda, de gran altura, entre 1,83 a 2,13 metros, con grandes hombros y una estructura robusta. Su cabeza tiene forma puntiaguda y agachada, incluso se ha llegado a observar una cresta en la parte superior de su cabeza. Los ojos son pequeños y su pelo de un tono marrón, negro o rojizo arenisco, incluso con algunos brillos plateados.
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Son numerosos los avistamientos y supuestas pruebas fotográficas, pero no hay pruebas firmes que convenzan. Según otros avistamientos en Asia, se ha llegado a concluir que el Big Foot ha podido haber viajado desde Asia, en el Pleistocenos, hasta América del Norte, a través del Estrecho de Bering durante su glaciación.
La mayoría de estos avistamientos de Pie Grande suelen ser nocturnos, por lo que se estima que podría ser un animal que vive de noche. Son muchos los testimonios que afirman verlo con unos ojos brillantes y en pelo con un color rojo brillante. Generalmente son seres solitarios, no suelen ir acompañados por familia o pareja.
¿Qué ofrecen las pruebas que se han encontrado?
No existen pruebas sólidas de su evidencia, como restos de sus huesos o un ejemplar vivo que se pueda estudiar. Tampoco se han podido vivenciar restos reales de pelo, piel o excrementos, para un estudio real de su ADN. Hay una muestra de vídeo tomada en 1967 examinado por numerosos especialistas y que no han podido determinar un hecho real debido a su mala calidad. Además, dicha película era imposible de alterar con medios digitales, ya que no existían.
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Por el contrario, sí que se han llegado a encontrar enormes huellas, con una dimensión de 38 a 45 centímetros de largo y con algunos restos de pelo. Su pie está compuesto por cinco dedos y un músculo doble y un arco de 18 a 21 cm de ancho.
Aún sin pruebas fiables, sí que han existido miles de personas que aseguran haberlo visto, fotografiado o grabado en vídeo. Incluso los entusiastas en criptolozoología no han conseguido una sólida prueba para confirmar dicha duda de su existencia.
Los sonidos de los Big Foot no han convencido como prueba
Se han recogido sonidos espectaculares de este ser mitológico. Su sonido se describe con agudos chillidos, gruñidos graves o silbidos, siempre parecidos a los de un oso o gorila. En 2019 se emitió un vídeo viral en YouTube que mostraba aullidos en un bosque de Ontario, Canadá. Pero dichos sonidos dejaban la prueba en el entredicho, ya que podías ser sonidos emitidos por un gran mamífero o lobo, dado a la distancia en la que estaba grabado. El antropólogo Grover Krantz, en su libro Big Footprints: A Scientific Inquiry Into the Reality of Sasquatch (Johnson Books, 1992), investigó grabaciones sonoras vinculadas y atribuidas a este supuesto animal, pero no se pudo determinar que eran concluyentes.
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Pelo encontrado y analizado ¿Qué dictaminaron las pruebas?
El genetista Bryan Sykes de la Universidad de Oxford ha hecho investigaciones y muestras de cabello vinculadas a este hecho. La mayoría dieron resultados comparables a animales comunes, pero algunos coincidieron con un oso polar ya extinguido. Todo apuntaba a que podría ser una nueva especie de híbrido moderno que proviene de un oso, pero en ninguno de los casos pertenecía a un primate.
Pisadas que han sido analizadas
A lo largo de los años se han podido recopilar varias pruebas de pisadas. El explorador británico Eric Shipton demostró su primera prueba en 1951, dónde se consideraba una gran fotografía.
La toma se hizo en el glaciar de Menlung, en el oeste del monte Everest, entre la frontera de Nepal y el Tíbet. Junto a Michael Ward se toparon con esta gran huella y bajo el mando de ser unos exploradores muy respetados. Aún con dicha prueba, las dudas comenzaban a fluctuar, ya que dicha huella estaba demasiado impresa, como si fuese hecha con un molde de escayola. Su forma parecía a una huella humana, pero realmente parecía se a la de un gran mono, ya que medía 33 centímetros.