Temperamento del Pastor Australiano y Características

La raza canina que en la actualidad se conoce como pastor ganadero australiano fue una auténtica aventura a la hora de ser creada. Es fruto de numerosas experimentaciones en busca de crear el perro perfecto para el pastoreo de ganado en Australia. Es un animal de gran energía que necesita de amplios espacios para ejercitarse. Para conocer mucho más acerca del Pastor Australiano te invitamos a continuar leyendo este artículo.

Pastor australiano

El Pastor Australiano

El Pastor Ganadero Australiano (Australian Cattle Dog) es un perro oriundo de Australia al cual se clasifica como boyero ya que tradicionalmente ha sido empleado para el manejo y conducción del ganado bovino o de otras especies. Le denominaremos de aquí en adelante simplemente como Pastor Australiano. Al comparársele con otras razas, este can, cuenta con una excelente documentación histórica, ya que es una especie más o menos reciente. Es de fácil adaptación a cualquier vivienda o entorno climático.

Historia

Al iniciarse el siglo XIX la actividad ganadera en Australia se había extendido hasta las llanuras y sobre las enormes extensiones de terreno. El ganado vacuno había devenido en animales tan salvajes y rudos, que los Smithfields, raza canina encargada entonces de su pastoreo, frecuentemente ya no estaban en capacidad de controlarlos. Estos canes eran vencidos por el calor y los trayectos que debían recorrer para el traslado del ganado, a lo cual se agregaba que eran muy propensos a morder y ladrar excesivamente, pues se les conocía como pastores de borregos y no de vacas, y en ocasiones eran heridos por sus cuernos.

Un cruce entre Smithfields y Dingos, es el can primitivo que poblaba Australia y que exterminaba a las reses, fue realizada en 1830. Este último vino a ser el mejor aporte a esta raza, tras habérsele considerado como una plaga en aquel entonces. Se pensaba que de tal cruce se conseguirían ejemplares más adaptados al clima, a las faenas y menos ruidosos. Se pudieron obtener perros de pelo rojizo, nada ruidosos pero que mordían aún más, no llegando a prosperar esta raza y perecieron.

Fue cuando en 1840 otro criador de ganado con el mismo interés pero con distinto enfoque, trajo al país una pareja de Highland Collies de pelaje azul de Escocia, que se manifestaron como perros de mucho ladrido. Luego de cruzar la prole de esta pareja con el Dingo logró obtener un can de trabajo silencioso de pelaje azul o rojo. Entre las varias razas que fueron incorporadas a este cruce están los Dálmatas con el propósito de alcanzar que los canes trabajasen igualmente con caballos y fuesen más leales y de confiar para los amos.

Asimismo fueron sumados Los Kelpies, perros pastores australianos negros o de coloración paja, para reafirmar sus destrezas en el trabajo que se podrían haber perdido en el cruce con los Dálmatas. El influjo de los Dálmatas dio pie a cachorros que nacían con piel blanca, que a las tres semanas de edad, cambia de coloración de un pelaje liso a otro medio canoso. Del Kelpie provienen las marcas color paja en patas, pecho y cabeza. El producto final fue un can dinámico, macizo, cauteloso como el Dingo, confiable como el Dálmata, hábil como un Collie y un Kelpie, y un color de pelaje único en el planeta.

Pastor australiano

A inicios de 1890, el Sr. Robert Kaleski mostró interés por estos perros. Como periodista y al mismo tiempo apasionado de ellos resolvió dar a conocer a esta raza y promoverla obteniendo en 1903 que el Kennel Club de Gales admitiera el primer estándar de dicha raza. El creía con firmeza en la relevante contribución de la sangre del Dingo para el pastoreo de ganado y ocasionalmente incorporaba Dingos a los cruces para conservar el estilo de talonero eficaz.

Para noviembre de 1988 fue creado el Australian Cattle Dog Club of America en California. El día 1 de mayo de 1980 gestionaron la licencia al AKC (American Kennel Club) y el primer día de septiembre de dicho año les fue concedida. A través de todos estos años los Pastores Australianos han venido ganando espacio tanto en el aspecto laboral como en el sentir de los amos.

Se les han otorgado incontables nombres o apodos: «Blueys» (azulitos), «blue dogs» (canes azules), «Heelers» (taloneros), «Queensland heelers» (taloneros de los dominios de la reina), «Blue heelers» (taloneros azules), «Red heelers» (taloneros rojos) y hasta de forma errónea se les denominan «Dingos». Estos perros cuentan con mucha versatilidad y son inagotables trabajadores que se adecuan a variadas actividades. Han sido usados como canes de  búsqueda y salvamento, localizadores de bombas y drogas, perros de servicio y obviamente, en el pastoreo de ganado.

Temperamento del Pastor Australiano

Estos canes se han caracterizado por ser muy fieles, enérgicos, infatigables, intrépidos, tenaces y sumamente inteligentes. Son apegan mucho a una sola persona, por lo que se ha señalado que son «perros de un único dueño». Son extraordinarios guardianes y pueden ser muy feroces cuando han de defender lo que es suyo. Su carácter se adecua mucho mejor al trabajo de perro de pastoreo que a cualesquiera otra actividad.

Las aptitudes de este perro no han pasado inadvertidas para el enorme número de personas que han deleitado de su compañía. Sus enormes competencias físicas y mentales son un auténtico desafío para cualquier dueño experimentado. Como hemos señalado previamente el pastor australiano no es un animal para cualquier persona. Su agitación, inteligencia y fortaleza física requieren de un dueño proactivo, dinámico y con deseos de estimular a su can (en obediencia y por medio de juegos).

Pastor australiano

Igualmente requieren bastante ejercicio físico y es que no son mascotas convenientes para familias sedentarias ni para personas sin experiencia en la manipulación de perros. Si hemos considerado ser dueños de un pastor australiano debemos asegurarnos de poder satisfacer sus requerimientos físicos que pueden implicar varios paseos al día, ejercicio, caminatas, obediencia e incentivación.

Convivencia

Un Pastor Australiano no es el perro apropiado para estar encerrado en un patio. Estos ejemplares necesitan de trabajo y del acompañamiento de humanos o al menos de la presencia de alguien a su lado cuando no esté inmerso en su faena cotidiana. Comienzan a crear problemas cuando se encuentran aislados en el patio de una vivienda urbana.

La Dra. Audrey Harvey, profesional de la veterinaria de Australia, posee dos de estos canes y además tiene como pacientes a unos cuantos más. Él señala: «El problema más importante que he podido observar y que aventaja a mucho a otros, es la conducta de estos canes, y todo se debe al hastío y carencia de ejercicio. Ya que son muy eficaces como guardianes, se les suele dejar en el patio resguardando la casa, desatendiendo por completo sus demandas de ejercicio e incentivo mental».

El Dr. Guiza indica que es una conducta esperada en sus primeros 3 a 5 años de existencia. Pese a contar con el ejercicio apropiado y la convivencia diaria con humanos y otros canes, son propensos a ser destructivos, no siendo sino hasta lograr cierta madurez que se transforman en canes más pasivos. Agrega Guiza «Nikolás es un macho de unos 8 años de edad, calmo, sumiso, leal, amable y territorial, Princesa es una hembra de 2 años con inclinación a buscar y destrozar. Nikolás tuvo un comportamiento similar sus primeros 4 años de existencia, es cuestión de ser paciente y de disponer del dinero para reponer aquellas cosas que haya destruido».

Un Pastor Australiano puede residir en un apartamento o en un hacienda de 20 hectáreas, lo problemático no es el espacio sino su actividad física y el tiempo que su dueño le dedique. Si no se le suministra alguna actividad al animal, el mismo seguramente la inventará:

  • Diseño de jardines: agujeros, plantas rotas o fuera de sitio.
  • Diseño de interiores: arrastrar el tapiz de los muebles, mordisquear sillas, excavar una salida a la calle, diseminar la basura por toda la casa, etc.

Pastor australiano

Otro problema muy frecuente en los ambientes urbanos es la propensión natural que tienen estos canes a dar protección a su familia y su casa. Aún carentes de entrenamiento, protegen su territorio de los desconocidos, entre los que se incluyen al lechero, al cartero y todo aquel que no le parezca conocido

En ciertas localidades rurales de Estados Unidos es frecuente ver el empleo de avisos que anuncian que ese sitio está custodiado por Pastor Australiano, para impedir que se los extraños se aproximen.  De haber niños correteando, gritando, cualquier can de pastoreo por impulso natural querrá reunirlos para ponerlos bajo control; incluidos ladridos y mordidas. Si sus hijos tienen visita en casa es preferible encerrar al perro, ya que éste no va a consentir que sus dueños sean tocados, aunque solo sea en juego.

Se les debe permitir que convivan con niños desde temprana edad, ya que estos canes son taloneros innatos por lo que, de forma instintiva, persiguen a otros animales. Pese a ello estos animales son muy adaptables y pueden ser adiestrados a erradicar parte de sus tendencias naturales. Se les considera acompañantes perfectos para la familia y sus niños. Toda vez que el perro sea conocido y se logre controlar, su obediencia asombrará a sus invitados.

Educación

Los pastores australianos se encuentran muy apegados a sus familias, pero usualmente son desconfiados y reservados con los desconocidos. Igualmente podrían ser torpes con los niños. Por ende, es de suma importancia socializarlos desde cachorros con todo clase de personas, mascotas y con los distintos entornos que hay (campo, ciudad, pueblo, playa, etc.). La diversidad en la socialización del cachorro de pastor australiano vendría a ser la clave para lograr un perro adulto afable, alegre, estable y sin temores.

Pastor australiano

Por otro lado, estos perros pastores pueden lograr resultados estupendos en ciertas especialidades del entrenamiento canino, pero asimismo pueden ser de dificultoso adiestramiento para tareas más domésticas. Son animales muy inteligentes, pero sus poderosos instintos y enorme energía los hace de difícil entrenamiento para conservar autocontrol en situaciones ordinarias. Particularmente cuando el entrenador no tiene experiencia.

El adiestramiento tradicional no produce buenos resultados con estos canes y es que los castigos, los regaños y los maltratos son un modo muy negativo de desarrollar una buena relación con tan extraordinario perro. Hemos de evitar completamente esta clase de situaciones empleando el refuerzo positivo, la serenidad y el mismo desarrollo e iniciativa innata del perro. El empleo del clicker, por ejemplo, es completamente recomendable.

Por sus rasgos como canes de trabajo, los pastores australianos pueden manifestar problemas de conducta cuando se les castiga de forma violenta, no se les da el ejercicio que demandan o no cuentan con ningún tipo de incentivo mental. Es entonces cuando se tornan inquietos, destructores y estresados. La mayor parte de pastores australianos que se han dejado al abandono ha sido por culpa de dueños que no han comprendido las necesidades de este can.

Entrenamiento

Se considera que diez o doce semanas de edad, no es muy pronto para dar inicio el adiestramiento preescolar de un cachorro de pastor australiano (que será tanto el entrenamiento del animal como el del dueño). La socialización precoz es igualmente trascendental para lograr que los canes más jóvenes se habitúen progresivamente a entrar en contacto con otros animales, niños y adultos.

Existen diversas razas caninas que naturalmente son muy pacíficas, se encuentran bien socializadas y en realidad no requieren de gran esfuerzo para no mostrarse agresivos sino muy abiertos con sus semejantes y otros animales. El Pastor Australiano no es uno de ellos, ya que a causa de su poderoso instinto de pastoreo, ocasionalmente, siente la necesidad aplicar mordidas en los talones y en la parte trasera, no únicamente de niños y mascotas domésticas, sino inclusive de los adultos, no siendo una comportamiento aceptable.

De modo general, el Pastor Australiano solo participa si aprecia que una situación se encuentra fuera de control, por lo que es la obligación de todo dueño no exponerlo a tales situaciones. Si procedes como la figura de autoridad en su existencia, él irá contigo en lugar de resolver por su cuenta. Debemos insistir que, la mejor manera de moldear tal conducta es con un entrenamiento constante y de carácter positivo que se inicia tan pronto como tu cachorro arriba a casa.

Debes recordar que si aguardas hasta los 6 meses o el año de edad (lo que equivale a empezar a educar a tu hijo a los 14 años), el cachorro estará supeditado a lo que aprendió por sí mismo en los primeros meses, lo que con frecuencia  puede provocar importantes problemas de comunicación (y de comportamiento) a futuro.

Socializar, desde el instante en que son cachorros, debería implicar «acercamientos y saludos» a diario, con gatos y otras mascotas hogareñas de ser necesario, a lo que hay que agregar niños mayores, pero definitivamente otros canes en ambientes de gran tranquilidad y seguridad. Para los cachorros que se entrenan (que habrían de ser todos), es bueno seleccionar perros para las reuniones de juego de los que te has asegurado que serán apropiados para los cachorros.

De esa manera, tu cachorro se encontrará más relajado que alerta a medida que se va habituando a estar en distintas situaciones. Este tipo de actividades para cachorros son inapreciables en todo el proceso de aprendizaje del animal, y se alienta a todos los dueños de ejemplares de esta raza a disponer de la inversión necesaria para que participe en ellas durante el primer año de su existencia.

Quizás a causa de que son tan inteligentes, los Pastores Australianos parecen contar con un sentido innato de justicia, por lo que debes ejecutar su adiestramiento con muchísimo amor, pero con restricciones firmes que mezclen la igualdad y la constancia. Requieren comprender que no son ellos los que están a cargo, sino su dueño, pero que pueden demostrar confianza en ti ya que tomas resoluciones útiles, justas y equilibradas.

La Dra. Harvey nos comenta igualmente acerca de su entrenamiento: «El Pastor Australiano es perro que se deja llevar; como adiestrador y estudioso de la conducta, lo clasifico como el can más adaptable con el que hubiese alguna vez  trabajado. Sin embargo estos perros no responden de manera apropiada al método al que son forzados».

«Luego de varios meses de procurar, de forma infructuosa, de entrenar a una hembra con el empleo de correas de castigo, enmendarla y demás, me incline por técnicas más motivacionales con lo que todo resultó excelente. Su confianza y entusiasmo se manifiesta en la posición de su cola. Un can con la cola caída, muy probablemente esté desanimado o aburrido, una cola alzada indica un perro dinámico y atento».

«Por ende los entrenadores que, sin conocer a la raza, emplean técnicas tradicionales como el jaloneo con el collar de castigo; constantemente los estiman como imbéciles, irascibles y difíciles. Los entrenadores que emplean técnicas positivas, son de la opinión que son muy atentos y prestos a aprender».

Características Físicas

Kalesky cierta vez señaló: «Un Pastor Australiano ha de recordarnos un típico Dingo, y esto es de gran importancia a la hora de reseñar a la raza. Los Pastor Australiano es una raza moderada en cualquiera de sus aspectos. Han de ser equilibrados, simétricos, fornidos y macizos. Al pronunciarnos acerca de esta raza debemos considerarlo como un perro armonioso.

Frecuentemente oímos: «Ha de tener la cabeza grande»; ello estaría bien con tal de que el cuerpo esté acorde con la cabeza. El patrón de la raza no demanda una cabeza grande sino una cabeza cónsona con el cuerpo, ni que tenga una complexión ósea pesada, si no se encuentra de acuerdo con el restante del perro.

El Pastor Australiano es un animal de trabajo, concebido fuerte, macizo, simétrico, con la destreza y capacidad para realizar la tarea que le fue asignada independientemente de su dificultad. Su mezcla de sustancia, energía, equilibrio y poderosa condición muscular, da lugar a su gran agilidad, potencia y fortaleza. Un can muy grande y pesado, como uno muy diminuto y delgado contarían con graves faltas. Debemos juzgarlo en su conjunto. Una cabeza enorme no hace mejor perro, así como tampoco una configuración ósea muy burda. Tenga presente: equilibrio, simetría y sin exageraciones.

Como su nombre lo señala, su principal función y en la cual no es igualado por nadie, es controlar y dirigir el ganado en predios abiertos o cerrados. Constantemente alerta, muy inteligente, vigilante, intrépido y confiable, con una completa dedicación a su tarea, haciendo de él un perro ideal. Un can de temperamento apacible, falto de condición a obeso, perdería puntos. El pastor australiano es un atleta y siempre debería dar esa imagen.

Cabeza

Su cabeza es robusta y ha de ser proporcional al cuerpo del animal, para conservar su conformación general. El cráneo amplio es levemente curvo entre las orejas. Las mejillas son de gran musculosidad, ni toscas ni sobresalientes, de potente quijada. Los labios son estrechos y aseados. La nariz usualmente de color negro. Su cuello es muy fuerte, musculoso, que le posibilita girar la cabeza hacia el cuerpo, no ha de ser flojo ni mostrar piel colgada y deberá tener de 14 a 16 centímetros de largo.

Una forma de medirle la cabeza es desde la punta de la nariz, pasando entre ambos ojos, al extremo de la oreja alzada; atravesando el cráneo por atrás a través del ojo de retorno a la punta de la nariz; debería dibujarse un triángulo equilátero. Sus ojos son ovalados, de coloración café oscuro y tamaño medio, ni sobresalientes ni hundidos, los cuales usualmente expresan estado de alerta e inteligencia.

Orejas y Dientes

Habrán de tener un tamaño moderado, más pequeñas que grandes, de base amplia y en la punta agudas, ni redondeadas como cuchara, ni afiladas como de las de murciélago. Dispuestas separadas en la cabeza con inclinación hacia afuera. Habrán de ser gordas, carnosas y recubiertas de pelo en el interior. Sus dientes son fuertes, con separaciones parejas, con agarre, con mordedura como de tijera, los incisivos de la mandíbula inferior cierran justo antes y tocando sus iguales de la mandíbula superior.

Cuartos Delanteros y Traseros

El antebrazo ha de unirse al hombro aproximadamente en 90%. Hay una tendencia en los antebrazos de corta longitud que no le posibilitan la correcta extensión que requieren. Habrán de medir lo mismo de la cruz al codo que del codo al piso. El ancho del pecho no habrá de ser más largo que los codos. La presencia de desproporciones es una circunstancia propia de esta raza. Sus cuartos traseros son poderosos, amplios, musculosos. La grupa más bien prolongada a inclinada, muslos extensos, amplios y bien desarrollados. Al vérseles desde atrás se mostrarán derechos y paralelos, no tan cercanos ni separados uno del otro.

Cuerpo, Patas y Cola

El can habrá de tener 10% más de largo que de altura, por desgracias muchos son muy cortos, lo cual les resta movimiento y elasticidad. Sus patas son redondas, con dedos extensos y juntos. Los cojinetes consistentes, uñas cortas y poderosas, piernas marcadas, gruesas, potentes y no muy altas.

Su cola se muestra moderadamente hacia abajo, siguiendo el perfil del muslo y grupa, de largo hasta llegar a los corvejones, donde descansa con una leve curva. Al moverse o agitarse la cola debe estar alzada. En ningún instante la cola habría de llevarse más allá de una línea vertical que se origina en la raíz (o sea enroscada). Ésta debería contar con un abundante pelaje.

Movimiento y Caminando

Su accionar es verdadero, libre, elástico e infatigable, y sus hombros y cuartos delanteros se mueven de forma unísona con la fuerza de los traseros. Su competencia para realizar rápidos y repentinos es elemental. A la hora del trote las patas tienden a emparejarse al ras del suelo conforme incrementa su velocidad.

Pelaje

Su pelo es terso, con doble capa siendo más compacta la de pelaje más corto; el pelaje de la capa más extensa es cerrado. Cada pelo es, liso y firme, motivo por el cual es impermeable. En las extremidades traseras el pelaje es de mayor longitud donde se juntan los muslos. En la cabeza (incluso dentro de las orejas) hasta la parte delantera de las patas el pelaje es bajo. En torno al cuello, es más extenso y más grueso. Un pelo o muy largo o muy corto no podrá encontrarse. El pelo rizado a ondulado solo se puede evidenciar en hembras muy adultas.

  • Blue Heeler (Talonero Azul): la coloración puede ser negra, negro casi canoso, negro moteado con o sin la presencia de otras marcas. Lo que se permite en marcas son, negras, azules o paja en la cabeza, mayoritariamente simétricas. Las extremidades delanteras color paja hasta la mitad y esparciéndose al frente al pecho y garganta, y en las mandíbulas. La capa inferior puede ser de coloración paja en el cuerpo siempre que no superponga a la capa superior azul. Las marcas negras como parte de su cuerpo no son algo de desear.
  • Red Heeler (Talonero Rojo): su coloración es muy pareja en todo el cuerpo, inclusive la capa inferior (ni blanco ni crema), con o sin marcas rojizas en la cabeza. Las marcas simétricas si suelen ser deseadas. Las marcas más rojizas en el cuerpo se permiten más no son deseadas.

Hay dos inconvenientes primordiales en el color. El de los ejemplares azules con tendencia a negro y el segundo son los ejemplares rojos que no presentan pecas. Este segundo es más que un inconveniente, y es una de las causas por las que los rojos predominan menos que los azules.

Tamaño

El macho usualmente mide de 46 a 51 centímetros de largo, llegando a pesar de 20 a 26 kilogramos. Mientras que la hembra puede medir unos 43 a 48 centímetros, y tener un peso de 18 a 23 kilogramos. En este aspecto casi no existen inconvenientes, ya que los requisitos de estatura se han mantenido fácilmente

Cuidados del Pastor Australiano

Ésta es una de las razas caninas en las que el cuidado del pelaje es muy simple. Usualmente puede bastar con el cepillado una vez a la semana para conservar en forma el pelaje del boyero australiano. Y no se requiere ni es bueno bañarle muy frecuentemente, sino que únicamente hay que hacerlo cuando es verdaderamente necesario. La separación mínima entre cada baño ha de ser de un mes, ya que de no ser así podríamos estar descartando la capa con la que naturalmente está protegida su piel.

Los pastores australianos requieren de bastante ejercicio y atención. Hemos de tener presente que no son canes para dejar a solas en el jardín. Se sentirían a placer en un entorno rural donde pudiesen ejercitarse en un enorme jardín, particularmente si cuentan con un compañero de manada con el que corretear y disfrutar del medio ambiente.

Cuando viven en un entorno urbano, el pastor australiano requiere de al menos 3 paseos al día que les sirvan de ayuda para liberarse del estrés y la ansiedad. Igualmente habrá de disfrutar de, al menos, 10 minutos en los que poder correr en libertad sin correa. Para lo cual lo más conveniente sería llevarlo a un pipi-can o parque canino.

Las actividades deportivas caninas pueden serles de ayuda para canalizar las enormes cantidades de energía de los pastores australianos. Sin embargo, asimismo podemos hacer ejercicio de manera conjunta con nuestro can, lo cual es una extraordinaria idea ya que es una raza que detesta la soledad y la existencia individual. Por ello permítete descubrir algunas actividades deportivas que puedes practicar con tu perro, entre las cuales sobresale el deporte por excelencia para los pastores australianos que es el herding (pastoreo).

Salud

De forma lastimosa, y aún siendo un can casi exclusivamente de trabajo, el pastor australiano muestra tendencia a padecer varias patologías hereditarias. Entre las que se ven más frecuentemente se encuentran: displasia de cadera, sordera, atrofia gradual de retina y trastornos obsesivos compulsivos. Eventualmente también han sido diagnosticados de cataratas, luxación de lentes intraoculares y enfermedad de von Willebrand.

Selección del Mejor Cachorro

Antes de elegir a un cachorro debemos primero reflexionar para qué deseamos a este can, como mascota, como perro guardián, para el pastoreo, para exhibiciones de belleza, etc. Ahora observemos como se conducen todos los cachorros de la camada. El que podamos observar como muy mordelón que se la pasa peleando con todos sus hermanos, será de utilidad como guardián; el de mayor tamaño y que duerme todo el tiempo porque es el que más se alimentó, sería muy buena mascota o para exhibición.

Los más pequeños que se comportan como torbellinos, han logrado aprender cómo realizar un esfuerzo extra para conseguir su alimento enfrentándose a los mayores, estos serán perfectos para el trabajo. Pero no hay ninguna norma escrita ya que el carácter de los canes es moldeado en gran proporción por los mismos dueños, de tal forma que uno muy agresivo puede ser muy dócil y viceversa. Siempre se debe tomar en consideración la opinión del criador.

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