Pasos para vender la mitad de una casa tras el divorcio

Después de una separación, generalmente se presentan situaciones incómodas en cuanto al patrimonio. En el presente artículo te presentaremos los pasos para vender la mitad de una casa tras el divorcio.

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La separación de bienes

Al formalizar nuestra relación, se van dando los pasos para la consolidación de una unión estables de hecho. Esto implica, contar con la certeza de adquirir compromisos con igual participación en el cumplimiento de las obligaciones materiales y financieras.

En una relación de pareja, la subjetividad juega un papel fundamental. Pensar que a largo plazo la vida familiar puede atravesar momentos difíciles de superar, puede resultar en una ofensa con la pareja.

El tema de un acuerdo prenupcial y la separación de bienes se ha convertido en un verdadero tabú. Generalmente, la inexperiencia y las pasiones en los amores jóvenes suelen considerar estos aspectos legales como sentencias previas y perversas a la profesión de amor.

Los acuerdos o contratos prenupciales o capitulaciones matrimoniales, son un convenio escrito, realizado por dos individuos ante una autoridad competente antes de contraer matrimonio. En el, se establecen las condiciones del manejo y destino del patrimonio de cada uno de los cónyuges durante y después de su vida en pareja legalmente establecida.

En el mismo, se establece la totalidad de las propiedades materiales y financieras (desde casas y negocios hasta cuentas bancarias y deudas) que permanecerán como propiedad individual y las que pasarán a formar parte de la comunidad conyugal. Generalmente, en este último aspecto, entran aquellas propiedades que son adquiridas por partes iguales durante la unión estable de hecho.

La importancia de estos acuerdos, radica en el prevalecimiento de la realidad sobre las formas. Estos, no implican que el uso, goce y disfrute de una propiedad dé el derecho pleno a la propiedad del bien por parte de uno de los cónyuges si éste forma parte del acuerdo prenupcial.

En este sentido, el régimen de separación de bienes establecido en el Título III, Capítulo VI del Código Civil, supone uno de las maneras más expeditas para evitar tener que revisar los pasos para vender la mitad de una casa tras el divorcio.

El matrimonio y su régimen económico

De acuerdo Capítulo I del Título III del Código Civil, el régimen económico matrimonial será el estipulado en las capitulaciones matrimoniales. A falta de éste, el régimen económico será el de la sociedad de gananciales.

El régimen económico matrimonial prevé en ausencia del régimen de separación de bienes, la participación de cada uno de los cónyuges en un 50% de las ganancias y beneficios obtenidas de forma indistinta de los miembros de la sociedad conyugal.

Asimismo, podemos incluir en éste régimen económico, el establecido en el artículo 1411 de dicho código. El régimen de participación, es aquel donde cada uno de los cónyuges tiene el derecho a participar en en las ganancias obtenidas por el otro durante la vigencia de la sociedad conyugal.

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Las relación matrimonial desde el punto de vista jurídico y de acuerdo a lo plasmado en el Código Civil, tienen gran sencillez y se orientan a la equidad y la justicia en cuanto a su administración. Es el elemento sentimental, el que dificulta la comprensión y aceptación de legalmente establecido.

Las complicaciones se presentan al momento de ejercer el derecho sobre la sociedad de gananciales una vez extinguido el vínculo legal de la unión estable de hecho.

Si estás en proceso de divorcio, te recomendamos leer nuestro artículo qué dice la biblia del divorcio. Allí conseguirás información de gran interés que te puede ser útil antes de dar el paso definitivo.

¿Cuáles son los pasos para vender la mitad de una casa tras el divorcio?

No todo es tan sencillo

Si antes de ejercer el derecho legal de contraer matrimonio, se establecen requisitos previos como la aprobación de un curso sobre el régimen económico del matrimonio y sus implicaciones, muchos serían los problemas que se ahorrarían los cónyuges al disolver su sociedad conyugal.

España, ocupa el 5to lugar de los países con el mayor número de divorcios en el continente europeo con más de 100.000 rupturas al año. En consecuencia, potencialmente tiene 100.000 casos de liquidaciones del patrimonio de las sociedades conyugales.

Los pasos para vender la mitad de una casa tras el divorcio, no son tan sencillos como suena. A la ausencia de un régimen de separación de bienes, se le deben sumar otros elementos.

La repartición de los bienes muebles suele ser tarea sencilla; generalmente, se distribuye la totalidad de estos entre las partes en atención al valor de mercado de los mismos, de tal forma que a ambos le correspondan montos iguales. Sin embargo, con los bienes inmuebles esto es diferente.

En la comunidad conyugal, los inmuebles generalmente corresponde a la casa, piso o estructura donde se establece el domicilio de la vivienda conyugal. En estos casos, los cónyuges son proindiviso o copropietarios de la misma, es decir, son propietarios por partes iguales, aunado al hecho que estos inmuebles no se pueden delimitar con exactitud.

La situación se complica cuando le añadimos a la fórmula otros elementos. Cuando las parejas poseen hijos en común es uno de los casos más recurrentes en los conflictos para vender la mitad de una casa tras el divorcio.

Cuando el divorcio se materializa

Terminar una relación sentimental siempre genera algún tipo de secuela a nivel personal. Sin embargo, estas resultan en última instancia menos significativas que la separación matrimonial de los bienes inmuebles en proindiviso.

La obligación conyugal del matrimonio se extingue una vez emitida la sentencia firme por un juez. Desde ese momento, no existe obligación  alguna con quien fuera su cónyuge; sin embargo, puede ser el inicio de otra serie de conflictos de intereses económicos al querer tomar su respectiva parte en la cosa común.

Cuando existen inmuebles, ambas partes deben decidir el destino que depara al mismo. Si el divorcio se ha materializado dentro de un traumático proceso emocional, puede que la lucha de intereses económicos se torne muy conflictiva.

¿Qué escenarios se presentan frecuentemente con el inmueble en común?

Como se señaló anteriormente, prácticamente existen dos escenarios que enfrentan los inmuebles que en algún momento sirvieron de domicilio de la sociedad conyugal. Uno, si el mismo es un bien privativo declarado en el régimen de separación de bienes ; y dos, si es de la sociedad de gananciales.

En el primer caso, el inmueble seguirá siendo exclusivamente de la parte que lo declaró en el contrato prenupcial. En este sentido, no escatima conflictos por la propiedad y adjudicación del mismo.

El segundo, es donde suelen presentarse los problemas; si es de la sociedad de gananciales, el mismo debe ser liquidado en partes iguales. El conflicto surge cuando las parte están en algún desacuerdo, por muy pequeño que este sea.

Los desacuerdos más comunes

El uso goce y disfrute del inmueble

Cuando el inmueble objeto de disputa constituye el domicilio residencial de las partes, es posible que se produzca el desacuerdo en cuanto a quién debe permanecer en el inmueble. Si las partes carece de otro posible domicilio, ambas querrán luchar por hacer prevalecer su derecho y por lo tanto del usufructo del inmueble.

Una de las partes no quiere vender o comprar el inmueble

En muchos casos, las parejas antes de separarse conocen los procesos que vienen en caso de materializarse un divorcio. Uno de ellos, es saber que cada cual posee el 50% del valor del inmueble, por lo que solo bastaría compensar al oponente de ese valor para proceder a la adjudicación total del mismo.

Sin embargo, sucede que uno de los dos se rehúsa a vender su parte por las razones que considere conveniente a sus interese. Esto, ocasiona en el alargamiento del problema al tener que recurrir a un extenuante proceso judicial con miras a hacer prevalecer el derecho de ambos.

La valoración de las partes

Otro de los conflictos recurrentes, es que a pesar de llegar a un acuerdo en comprar o vender las partes al oponente, no se suele llegar al acuerdo en cuanto al valor real del inmueble por percepciones subjetivas de los disputantes.

Este desacuerdo, aparte de generar discusiones, puede discurrir en la obligación de tasar el inmueble a través de otros procedimientos especiales para autenticar el verdadero valor del mismo, creando dilación en el proceso de separación definitivo.

Cuando hay hijos en común

Una de las situaciones que también genera fuertes conflictos es cuando existen hijos en común. Debido a esto, el inmueble suele ser ocupado por quien ejerce la custodia de los hijos y la contraparte no cede en la venta de su cuota correspondiente.

En estos casos, de igual forma, se debe recurrir a procesos judiciales de larga trayectoria de forma que se garantice la liquidación del bien en partes iguales a sus proindiviso.

Sea cual fuere la causa del desacuerdo, ambas partes deben tener claro que el inmueble en que habitan una vez disuelto el matrimonio, también pertenece por mitad al otro, si este no perteneciera al régimen de separación de bienes.

La necesidad de disolver el proindiviso del inmueble

No existe obligación alguna de permanecer en proindiviso con el otro una vez disuelto el matrimonio. El Código Civil en su artículo 400, establece que cada copropietario puede pedir la división de la cosa común en cualquier momento.

En este sentido, la necesidad de disolver el proindiviso o el condominio surge del derecho particular a la propiedad y por lo tanto, de su uso y disfrute, así como la disposición de su parte una vez que se quiera deshacer de ella.

Resultaría sencillo, en teoría, acordar entre las partes el quien se lo adjudicó y el valor de la compensación respectiva, ajustado al valor real del mercado al momento de hacer la operación de traspaso del 50% correspondiente.

Sin embargo, si ambas partes tienen la necesidad de desprenderse de la cosa común o no llegaren a un acuerdo en cuanto a quién se adjudicará el inmueble, pueden recurrir a la venta del inmueble a un tercero, distribuyendo el monto de la venta en partes iguales, tal como lo establece el artículo 404 del Código Civil.

Estas son las dos formas más fáciles y expeditas de extinguir el proindiviso del inmueble. Tácitamente, implica la obligación de llegar a un acuerdo entre las partes que indiferentemente de las circunstancias, garantiza el derecho al 50% del valor del inmueble.

Los hijos en común y la disolución del proindiviso

La situación donde existen hijos en común suelen generar mitos urbanos. El hecho que por sentencia de divorcio se le atribuya al uso y disfrute del inmuebles a quien ejerce la custodia de los hijos, no le da la propiedad sobre el bien.

De manera firme, los tribunales han dejado claro la compatibilidad del uso y disfrute del inmueble a quien ejerce la custodia de los hijos, sin dejar la obligación de reconocer al otro proindiviso su derecho sobre la mitad del bien o de acabar con la copropiedad.

En este sentido, existe pronunciamientos jurisprudenciales que garantizan la acción de división o liquidación del inmueble si lo solicita el copropietario, garantizando la debida subsistencia de ese derecho.

Pasos para vender la mitad de una casa tras el divorcio

Como habrás notado, vender el inmueble pareciese constituir la mejor opción en beneficio de las partes. Como todo divorcio, este es un proceso legal que lleva tiempo; por lo tanto, si el mismo es de común acuerdo y definitivo, lo mejor es disponer de los bienes antes de la sentencia y cancelar la hipoteca si esta existiese sobre el inmueble.

Sin embargo, como en la mayoría de los casos, los divorcios son traumáticos y exigen de las partes madurez y sensatez. Si al momento de la sentencia no se ha dispuesto acuerdo alguno sobre el inmueble, te recomendamos seguir los siguientes pasos para vender la mitad de una casa tras el divorcio.

Evita las discusiones

El primer paso que debes tomar en consideración y al que posiblemente deberás recurrir frecuentemente es: evitar las discusiones o caer en provocaciones.

No solo te robarán la tranquilidad, sino también pueden exacerbar la intransigencia de la contraparte. Si ésta no está de acuerdo con los procesos a seguir para extinguir el condominio, se verá tentada a generar provocaciones para conseguir su cometido.

En consecuencia, evitar discutir y entrar en provocaciones hará más llevadero el proceso de negociación. Recuerda que, al final de todo, eres dueño del 50% del inmueble y este derecho está jurídicamente garantizado.

Las discusiones no incrementarán las cuotas de participación como proindiviso del inmueble. Asimismo, estas tampoco reducirán el ejercicio de tu derecho de disponer de la misma.

Presta atención a las hipotecas y gravámenes del inmueble

Este es uno de los pasos para vender la mitad de una casa tras el divorcio que  se deja para última hora. Es muy importante prestar especial atención a situación de las hipotecas y gravámenes de los inmuebles cuando se requiere la venta de los mismos.

De ser posible, se debe tratar de cancelar las hipotecas antes de la separación definitiva. En caso contrario, se sugiere que las partes se asesoren en la entidad hipotecaria sobre el estatus de deuda sobre el inmueble.

Tener claro este punto, garantizará que se asuman por partes iguales las obligaciones contraídas durante la sociedad conyugal. De igual forma, se debe tratar lo concerniente a los impuestos locales de la propiedad.

Realiza una valoración del inmueble

Antes de imaginarte un valor de mercado del inmueble objeto de la disputa, consulta con expertos en el área inmobiliaria. Puedes realizar una valoración certificada por un especialista o perito inmobiliario, que te dejara claro el mono real del inmueble.

Con ello, en caso que se produzca un desacuerdo con la otra parte, tendrás a la mano información certificada que podrás promover en el escrito de demanda, de ser el caso.

Busca un punto de equilibrio. Se objetivo

Es necesario que establezcas un punto de equilibrio en cuanto al valor que le asignes a tu pare al momento de negociar. Como sabrás, la contraparte tendrá una valoración subjetiva; sin embargo, esta no debe estar distante de la realidad.

En este sentido, establece la posibilidad de negociar tu parte hasta cierto límite. Toma en consideración elementos que solo quienes habitaron el inmueble conocen; por ejemplo: posibles daños en la infraestructura, necesidad de reemplazar tuberías, cableado, entre otros.

Intenta llegar a un acuerdo

Intenta llegar al acuerdo con la contraparte para vender tu cuota de participación como proindiviso en el inmueble. Si esto es posible, solo es necesario acudir ante el notario con un escrito de extinción del condominio. Con ello, se podrá formalizar el cambio de titularidad sin necesidad de recurrir a la vía judicial.

Otro acuerdo al que puedes llegar con el otro copropietario, es recurrir a la venta del inmueble a un tercero. De ser el caso, habrá conquistado la máxima de los pleitos jurídicos en beneficio de la justicia y la equidad.

Si aún no estas seguro o piensas separarte de tu pareja, te recomendamos leer nuestro artículo oración para restaurar mi matrimonio, donde tendrás una excelente ayuda espiritual para tus problemas.


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