¿Sabes cuál es el origen del Padre Nuestro?, conoce todo aquí

El Padre Nuestro es la oración más célebre entre los cristianos, la misma fue usada por Jesús para instruir a las personas sobre cómo orar. Al recitarla se le recuerda a las personas la magnanimidad de Dios y a través del siguiente artículo se podrá conocer mucho más acerca de esta oración, cuál es su significado, origen y cómo aprender a orar para lograr una comunicación directa con el creador.

Padre Nuestro

¿Qué es el Padre Nuestro?

El Padre Nuestro, viene del latín Pater Noster. Es el nombre que se le dio a la oración más recitada por los cristianos y, como se mencionó en un principio, dicha oración fue obsequiada por Jesús de Nazaret a sus fieles seguidores.

Al menos, esto es lo que se relata en los evangelios de Mateo y Lucas. Aunque hay que mencionar, que existen discrepancias en la explicación de los hechos, así como en el contexto de la oración y es por ello que existen diferentes versiones, sobre las cuales se hablará más adelante.

Ahora bien, para los católicos el Padre Nuestro es la oración que resume perfectamente su doctrina; para los protestantes simplemente es el ejemplo de cómo deben ser las oraciones cristianas y para las personas ortodoxas, dicha oración es magnífica.

Se considera importante mencionar que aún existe una semejanza que logra relacionar esta oración cristiana con oraciones judías e islámicas, sobre lo cual se explicará mucho mejor más adelante en este artículo. Por consiguiente, no se debe olvidar que Jesús estuvo presente en las costumbres solemnes de la religión judía, de la cual surgió el cristianismo.

Antecedentes del Padre Nuestro

Antes de profundizar en el tema, se debe mencionar que los hombres primitivos comenzaron a convertir en dioses todos aquellos aspectos y/o elementos que no entendían, es por ello que muchos decían que sus dioses eran la lluvia, el viento, el amor y otros. La conexión con todos estos elementos de la naturaleza, fue lo que dio origen a lo hoy conocemos como religiones.

El judaísmo en particular significó un gran paso en este tiempo donde la gran mayoría de los pueblos antiguos practicaban el politeísmo. Lo que quiere decir, que tomaron a todos los dioses y los adoraron como a uno solo. Por consiguiente, el judaísmo logró desarrollar un culto donde entró a formar parte la oración como protagonista, ya que era la manera más afectiva de acercarse a los dioses.

Para que se pueda entender un poco más el origen de la oración del Padre Nuestro, se explicarán las costumbres ceremoniales en la Edad Antigua, así como la forma en la que oraban los cristianos en la Roma y Grecia antiguas.

Costumbres ceremoniales en la Edad Antigua

En la antigüedad cada cultura se comunicaba con los dioses utilizando palabras ceremoniales, esto era una forma de ponerse en contacto con ellos como si realmente fueran personas escuchando y respondiendo, esta forma de comunicación para ellos, significaba orar. Cuando se hace referencia a la religión grecorromana, se dice que había una relación entre la oración hacia las deidades y los dioses de la familia.

Cuando se mencionan deidades se hace referencia a Júpiter, Neptuno, entre otros y las oraciones que se recitaban para estos dioses estaban llenas de diferentes tipos de ceremonias un tanto complicadas, que tenían muchísima exhibición para denotar su grandeza e importancia.

Ahora bien, a estas deidades se les consideraban distantes, por lo que no era apropiado hacer un esfuerzo para dialogar con ellos. Ya que, como tenían un gran tamaño y poder, lo más seguro era que no iban a escuchar y lo más sensato era no hacerlos enojar para no sentir su furia.

En relación a los dioses de la familia, los cuales provienen de los antepasados, el método de oración era completamente diferente. Cuando estas personas sentían que tenían algún tipo de problema se acercaban a sus dioses para pedir consejo y protección. La relación con estos dioses era mucho más cercana y, se podía mantener una conversación más real. Esto debido a que de algún modo surgía un amor incondicional hacia estos dioses protectores.

Cuando se hace referencia al cristianismo, dicha congregación de personas se hacía mucho más grande gracias a los creyentes que no tenían un origen judío. Ya que en aquella época se creía que estas personas pertenecían a una secta. Lo cual resulta ser completamente diferente en la actualidad, ya que se considera que los judíos son cristianos con un gran sentido de cortesía.

Padre Nuestro

Oración de los gentiles

Para empezar con este tema, primero hay que explicar que el Dios de Abraham al comienzo de la doctrina del judaísmo no se representa como si fuera el único Dios de todos los hombres. Tampoco se considera como una deidad de un aspecto o elemento en particular como el viento, la tierra, etc. mucho menos era el Dios de un pueblo en específico, como lo eran algunos en aquella época de suma importancia gracias a su manifestación divina.

Debido al crecimiento de las memorias de Israel, dicho Dios se transformaría en un Dios de un pueblo en específico sin embargo, Dios no era un ser dependiente, lo cual traería como resultado que las personas pensaran que Israel no tenía dioses especiales, sino que simplemente adoraban a un único Dios, pero sin importar que haya escogido al pueblo de Israel para ser su Dios, era realmente el de todos los demás pueblos.

Dicho pueblo hacía la conexión con Dios mediante todos los profetas. El más conocido por todos en este momento era Moisés y, como es bien sabido, este hijo de Israel fue el único que pudo entablar una comunicación directa con Dios. Los demás profetas que lo hicieron, lo lograron, pero utilizando la meditación y a través de los ángeles.

Es importante destacar que el pueblo de Israel se identifica significativamente por la oración, se dice que hasta los judíos que no eran muy creyentes conocían muchas de las oraciones ya existentes. Aún en la actualidad el contacto que tiene este pueblo con Dios se relaciona a gran escala por las oraciones.

Ejemplos de oraciones judías

Entre las oraciones judías más conocidas se puede encontrar una denominada Amidá, la cual lleva como significado “En pie”. Dicha oración se trata de 18 peticiones que todo judío rezaba diariamente. Incluso en la actualidad la conservan y muchos la ponen en práctica.

Esta plegaria es 12 veces más extensa que la plegaria dominical a pesar de que esta última tiene una versión ampliada. En la oración de las 18 peticiones el “Dios” se muestra cercano ante la persona que la rece. Dicho Dios es plasmado como un defensor compasivo y ecuánime con su pueblo.

Otra de las oraciones encontradas es Shemá Israel, la cual significa “Escucha Israel”. La finalidad de esta oración es que se rece todos los días para poder captar a plenitud su esencia. El mensaje que transmite es el siguiente: Como Dios es único, entonces merece un amor único, que no tenga ningún tipo de divisiones ni grietas.

Finalmente se encuentra la oración Abinu Malkenu, dicha plegaria posee el mismo contexto del Padre Nuestro, pero en hebreo. Su nombre simboliza el Padre Nuestro, Rey Nuestro. Cuando las personas rezaban esta plegaria le estaban suplicando a Dios que les otorgara una vida llena de bendiciones.

La Iglesia primitiva y el Padre Nuestro

Es muy importante reiterar nuevamente que Jesús se crió y vivió su vida bajo la espiritualidad judía. Es por ello que, en los diferentes evangelios se encuentran citados pasajes de los textos sagrados del judaísmo que hablan de que Jesús durante todo ese tiempo estuvo dominado a la Torá. El cual trata de los primeros libros de la biblia hebrea, que tienen toda las leyes y el patrimonio de los judíos. Se dice que estos libros fueron escritos por iniciativa de Moisés.

Los cristianos manejaban la hipótesis de que este Dios se podía mostrar ante cualquier persona sin realizar ningún tipo de distinción. Dicho Dios representaba a un pueblo al que cualquier persona podía integrarse y, cuando en los escritos se hablaba de que cualquiera podía pertenecer a este “pueblo”, se estaba hablando de la Iglesia. Incluso se dice que es por esto que las distintas designaciones cristianas se hacen llamar «El Nuevo Israel».

Se considera importante mencionar que las primeras personas que decidieron ser cristianos, aseguraban que pertenecían al pueblo judío. Tenían la costumbre de orar en los centros de oraciones para aquellos que deseaban tener mayor conexión con Dios y también le rendían mucho respeto a la Torá.

Ahora bien, según el 1er Concilio de Jerusalén, el cual es relatado en el capítulo 15 del libro de Hechos de los Apóstoles, los judíos que se enlazaban a Cristo no tenían la necesidad de cumplir con la Torá que era impartido en Israel.

Padre Nuestro

El Padre Nuestro es crucial en este punto, ya que al momento en que los cristianos deciden separarse del judaísmo, dicha doctrina tenía que obtener su propia analogía y por supuesto el principal atributo que tenían era la espiritualidad judía, el cual se resume en la oración. Es por esto entonces, que el cristianismo debía buscar su propia oración para que las demás personas no creyeran que solo era otro tipo de secta.

La oración que se escogería iba a ser el mayor atributo que podría enmarcar una gran diferencia entre lo que llamaban el pueblo “Nuevo” del pueblo “Viejo”. Aunque en este punto del relato aún no se sabía cuál era la verdadera diferencia entre los judíos y las primeras personas que se inclinaron por el cristianismo.

Ahora bien, estas personas fundadoras del cristianismo sentían una gran admiración por la oración dominical, la cual no se enseñaba a cualquier persona. Las personas que podían rezar dicha oración, era porque ya habían recibido el bautismo, incluso era lo último que se les enseñaba. En otras palabras, la oración dominical era un tesoro bastante apreciado de dicha fe.

Los cristianos de la antigüedad que pertenecían a las iglesias de África tomaron la decisión de tomar su ocupación de la fe, en la oración dominical. La ocupación de fe es un tipo de exposición de las creencias, un buen ejemplo que se puede traer a colación es el Credo o símbolo niceno del catolicismo latino y oriental. Las personas que deseaban ser bautizadas tenían que conocer a la perfección el significado de la oración.

En las iglesias primitivas enunciar el Padre Nuestro se dejaba para el momento indicado, justo cuando la celebración llegaba a la cúspide, a dicha celebración y según algunas terminologías cristianas, se le conoce como misa. Estas personas tenían una fórmula especial que precedía el momento para enunciar la oración y de este modo le expresaban respeto. En los cultos de las iglesias orientales, antes de decir la oración pronuncian las siguientes palabras:

“Dígnate, oh Señor, concedernos que gozosos y sin temeridad, nos atrevamos a invocarte a ti, Dios celestial, como a Padre…”

Y, a continuación, se comienza a rezar el Padre nuestro. Con relación a los cultos romanos, el clérigo le daba la antesala a la oración diciendo la siguiente frase:

“Nos atrevemos a decir”

Y allí comienza toda la congregación a rezar el Padre Nuestro. Todo esto se hacía para reconocer la osadía que existe en el hecho de repetir una oración tan sagrada por los cristianos. En caso de querer conocer otra oración difundida por Jesús para acercarse más a Dios y tener su protección, se recomienda leer la oración al Justo Juez.

Padre Nuestro

El Padre Nuestro en los evangelios

Como es sabido por todos, en ambos evangelios es el propio Jesús quien educa a los apóstoles para que puedan orar correctamente. La historia enseña que dichos apóstoles le tuvieron la confianza suficiente como para seguirlo y aprender de su sabiduría., así como de fiarse de todas y cada una de sus enseñanzas.

Hay que tomar en consideración que la devoción judía era bastante inflexible, estaba cargada de rituales y rezos muy específicos. Los apóstoles según su dogma veían al Ser Eterno como el regente de todo lo que existe, así que la relación que tenían con él era algo muy especial, por lo que le solicitaron a Jesús que las enseñara cómo debían dirigirse a Él.

Evangelio de Mateo

Según el Evangelio de Mateo, Jesús ya había empezado a predicar. Debido a que en cierto punto, ya era muy conocido entre la gente comenzó a congregarlas para poder impartir todo su conocimiento. Para poder compartir su sabiduría, le pareció que el mejor lugar de hacerlo era un monte, el cual todas las personas podrían escucharle sin problemas.

Ahora bien, gran parte de la catequesis que Jesús impartió está basada en los siguientes textos evangélicos: Las Bienaventuranzas (Mt 5:1-12), La comparación de los discípulos con la luz del mundo (Mt 5:14-16), La actitud de Jesús con respecto a la Ley de Moisés (Mt 5:17-20) y sus comentarios sobre los mandamientos (Mt 5:21-37). Además hubo otra gran cantidad que enseñanzas que Jesús compartió y que realmente fueron primordiales para los cristianos, veamos a continuación.

Evangelio de Lucas

En el relato de Lucas, la oración del Padre Nuestro se manifiesta en una parte específica que es denominada “El viaje a Jerusalén”. Dicha sección es anticipada por la sección de la “Parábola del buen samaritano” (Lc 10:30-37) y por el episodio de la “Disputa entre Marta y María” (Mt 10:38-42). Este texto habla de que Jesús se encuentra en un lugar orando con toda tranquilidad y completamente solo.

Los discípulos lo veían tan concentrado que en ningún momento se atrevieron a molestarlo. Por consiguiente, cuando vieron que había terminado de conversar con el Eterno, se acercaron y le pidieron que los enseñara a orar correctamente, así como Juan enseñaba a sus discípulos.

Una vez que Jesús escuchó su petición no dudó en ningún momento enseñarles lo que estaban pidiendo y de manera paciente enunció el Padre Nuestro, pero era una interpretación menos extensa que la versión de Mateo. Según la Biblia de América, la misma cuenta con 5 peticiones y a continuación se podrá leer dicha oración, citada textualmente:

«Padre, santificado sea tu nombre; venga tu reino; danos cada día el pan que necesitamos; perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos ofende; y no nos dejes caer en la tentación.» (Lc 11:2-4).

Semejanzas entre el evangelio de Lucas y Mateo

El Evangelio de Lucas relata que uno de los apóstoles le pidió a Jesús que los enseñara a orar, esto después de haberlo visto en contacto con Dios. En el Evangelio de Mateo, no se habla de dicha petición, la enseñanza del Padre Nuestro a los apóstoles es una iniciativa por parte de Jesús.

Diferencias entre el evangelio de Lucas y Mateo

En primer lugar, se tiene la invocación. En el Evangelio de Lucas, se invoca a Dios únicamente como Padre y en el Evangelio de Mateo, se invoca como «Padre Nuestro que estás en el Cielo». Según Lucas, no se muestra la súplica que hace Jesús de que se lleve a cabo la voluntad de Dios «Así en la tierra como en el cielo» finalmente también en Lucas, no se hace mención a la súplica “Líbranos del mal”.

Sin embargo, la finalidad de los evangelios es exactamente la misma, estos se basan en que Jesús les enseñó a los discípulos cómo se deben dirigir a Dios de manera correcta. Lo que sí hay que recalcar es que Mateo explica los acontecimientos de una forma mucho más profunda y amplia.

En relación al Evangelio de Mateo, hay que aclarar que el Padre Nuestro resulta ser más vehemente. Esto porque al momento de que Jesús enseña la oración, se encuentra en una montaña rodeado por una gran cantidad de personas, que están muy emocionadas por escuchar cada una de sus palabras.

Padre Nuestro

Finalmente en el Evangelio de Lucas, Jesús es representado de un modo mucho más espiritual. Esto se denota porque explica que se encuentra orando solo, mientras que uno de los apóstoles se encuentra atónito viéndolo orar y, esperando que culmine para pedirle que les enseñe a hacerlo.

Conjeturas de las diferencias entre Mateo y Lucas

Se manejan tres conjeturas con relación a las diferencias existentes entre los Evangelios de Mateo y, Lucas. Tomando en consideración que Jesús llegó a pronunciar la oración del Padre Nuestro solo una vez, surge lo siguiente:

Primera conjetura

Dichas diferencias de cómo se dieron las circunstancias de la enseñanza de la oración se deben a variaciones en la forma en que la historia se transmitió durante los años. Sin embargo, queda aún la duda con relación a cuál de los dos evangelios es el más primitivo.

Segunda conjetura

Debido a lo anteriormente expuesto surge entonces otra conjetura respecto a si el Evangelio de Lucas tiene toda la narración original, ya que si el texto de Lucas es el primitivo, entonces los cristianos al momento de difundir la oración a las diferentes personas tuvieron que haber divagado en algunos detalles.

Tercera conjetura

Esta hipótesis plantea que Jesús pronunció el Padre Nuestro en muchas ocasiones y asegura que los dos Evangelios de Lucas y Mateo son acertados, debido a que la oración era de suma importancia para Jesús y también porque consideraba que era un gran avance que sus discípulos la conocieran, así que este la repitió muchísimas veces para que se la pudieran aprender a la perfección, sin que tuvieran que olvidar ninguna palabra cuando les tocara repetirla para difundirla.

Esta tercera conjetura es una respuesta a la diferencia que existe entre la narración de la enseñanza del Padre Nuestro en el Evangelio de Lucas y Mateo. Ahora bien, en la actualidad se da por hecho que las diferencias existentes entre las dos narraciones son marginales y que en aquellos tiempos la Iglesia Primitiva se inclinó más hacia el relato de Mateo. Lo más seguro es que se haya debido a que la narración de Mateo fue mucho más adornada y categórica.

Hoy día y aun teniendo los diferentes métodos científicos que permiten llegar a conocer la verdad de algún acontecimiento, este hecho es algo complicado de comprobar mucho más allá de estos Evangelios. Con el video que se muestra a continuación se podrán comprender un poco mejor los orígenes del Padre Nuestro:

El Padre Nuestro en griego

No se debe dejar de mencionar que muchos de los evangelios fueron documentados en la forma dialectal del griego. Más específicamente, se pueden encontrar en Koiné, el cual es conocido también como griego alejandrino o también helenístico, el cual es reconocido como griego en el Nuevo Testamento.

Ahora bien, para comprender mejor la Koiné era una lengua internacional del Mediterráneo Oriental. Por ello es válido mencionar que prácticamente todos los contextos del Nuevo Testamento fueron documentados usando la Koiné, ya que se dice que dicha lengua fue la utilizada para poder difundir la doctrina del cristianismo.

Doxología final

Se comenzará explicando que a la última parte de cualquier oración se le conoce como doxología final. Esta es una especie de fórmula que se utiliza para alabar la gloria de Dios. Ejemplo:

“Tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre Señor. Amén”

Al enunciar esta fórmula, la persona que está orando está manifestando el completo reconocimiento de que Dios es un ser universal, al cual no se le puede encontrar ningún principio ni fin. En la actualidad hay una gran cantidad de personas que aún creen que dicha fórmula es real. Pero por otro lado, hay quienes afirman que solo es un texto agregado que no cumple ninguna función.

Padre Nuestro

En el catecismo que es impartido por la iglesia católica se explica que a la oración del Padre Nuestro se le incluyó una doxología final debido a que el diablo, al cual se le conoce como el príncipe del mundo, se auto asigna que es él quien proporciona poder, gloria y realeza. Mientras que Cristo hace responsable de todas estas bendiciones al Padre, porque realmente es Él quien las otorga.

Dicha doxología se incluyó en la misa, pero al mismo tiempo fue separada del resto de la oración del Padre Nuestro, porque se toma como la súplica por parte del sacerdote.

El origen de esta doxología se remonta hacia los siglos II y III de la era cristiana, según asegura Joachim Jeremías, el cual fue uno de los más grandes maestros de la exégesis bíblica del siglo XX. Este decía que la oración del Padre Nuestro no podía terminar con la palabra “mal”. Por lo que la iglesia tomó la iniciativa de agregar dicha doxología, el cual estuvo basada en las Crónicas 29:11-13.

Este teólogo y erudito también afirma que esta doxología no se encuentra explícita en los evangelios de Lucas, ni mucho menos en los códices más viejos (Sinaítico, Vaticano, Alejandrino). Sin embargo, otros expertos aseguran que dicha doxología formó parte del Padre Nuestro desde el comienzo.

Análisis católico de la Oración

La interpretación católica del Padre Nuestro en lenguaje español, se basa en la versión en latín. Es importante mencionar que el latín es la lengua legítima de la Santa Sede y también era el dialecto que era usado en la edad media para poder rezar esta oración. Incluso el latín era practicado por aquellas personas que no eran muy cultas, sin embargo, se dice que diariamente usaban la distinción el cual era conocido como latín vulgar.

Ahora bien, para que las Sagradas Escrituras tuvieran una mejor comprensión y fueran difundidas correctamente, se le encomendó a San Jerónimo (un religioso que podía dominar a la perfección el dialecto hebreo, el arameo y el griego), la tarea de adaptar la Biblia Latina, que para ese momento solo se encontraba disponible en otras traducciones que habían realizado otras personas.

Estas traducciones tenían distintos estilos, basándose en la versión Vetus Latina o Vulgata, que se refiere a todos los textos bíblicos que estaban en el lenguaje latín.

La interpretación en español es la que se utiliza para impartir el catecismo en la iglesia católica, pero hay que recordar siempre que la interpretación en latín es la oficial, aunque haya una autorización especial para que sea utilizada en cualquier lengua del país donde se quiera rezar.

Por consiguiente, la Conferencia Episcopal Española a partir del 27 de noviembre 1988 tomó la decisión de agrupar la oración del Padre Nuestro junto con una versión que era utilizada en Iberoamérica. Dicha versión oficial que en la actualidad es utilizada por millones de católicos alrededor del mundo, se encuentra citada textualmente a continuación:

“Padre nuestro, que estás en el cielo,

santificado sea tu nombre,

venga a nosotros tu Reino;

hágase tu voluntad en la Tierra como en el cielo,

danos hoy nuestro pan de cada día,

perdona nuestras ofensas

como también nosotros perdonamos

a los que nos ofenden,

y no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal. Amén”

Importancia de la oración dominical

El Padre Nuestro es también conocido en muchas congregaciones como la oración dominical, esto se debe a que la palabra «Dominical», proviene del latín «Dominicus» que significa “Señor”. Jesús era llamado señor de manera frecuente por las personas de la congregación y como ya se ha mencionado, fue él quien dio a conocer esta oración para que pudieran orar correctamente, así que fue lógico que en cierto modo lo representara.

Cuando se estudia el catecismo en la iglesia católica, se nota que el Padre Nuestro logra resumir el significado de todo el evangelio a diferencia de otras oraciones. Esta afirmación es ratificada por San Agustín de Hipona. Así que a  continuación se citarán sus palabras exactas:

Padre Nuestro

“Recorred todas las oraciones que hay en las escrituras, y no creo que podáis encontrar algo que no esté incluido en la oración dominical”.

Santo Tomás de Aquino, en uno de sus tratados de teología escrito en el siglo XIII expresó textualmente lo siguiente:

“Que la oración dominical es perfectísima […] en la oración dominical no sólo se piden las cosas lícitamente deseables, sino que se suceden en ella las peticiones según el orden en que debemos desearlas, de suerte que la oración dominical no sólo regula, según esto, nuestras peticiones, sino que sirve de norma a todos nuestros afectos”.

Tomando en consideración las enseñanzas del catecismo que son proporcionadas por la iglesia católica, se sabe que Jesús no quiso o no deseó que el Padre Nuestro fuese enunciado de manera mecánica. Por el contrario, desde el comienzo debió ser utilizado como medio para poder establecer una conversación con Dios Padre. También en este catecismo se enseña que Jesús es el que dictaminó como debía ser la relación con el ser supremo.

En pocas palabras lo que Jesús quiso transmitir fue que todos los hombres debían aceptar e identificar a Dios como su creador y por supuesto como su Padre. Todos estos hombres, debían  honrarlo de la manera en que se merece y también le debían hacer saber a través de la oración que lo necesitan.

De este modo, el Padre siempre le concedería las peticiones a aquellos hombres que las hicieran de manera correcta, de corazón, para que finalmente todos  se arrepentieran y pidieran perdón por todos los pecados cometidos.

Hoy día, hay una gran variedad de congregaciones orientales que suelen usar la traducción del Padre Nuestro del griego Koiné. Sin embargo, los católicos quienes realizan cultos latinos, desde el Concilio Vaticano II usan la versión en su propia lengua, a pesar de que en años anteriores se usaba frecuentemente la versión original en latín.

El Padre Nuestro en la vida sacramental

El Padre Nuestro es la oración que forma parte importante en los sacramentos que dan inicio a la vida cristiana de una persona. Dichos sacramentos son los siguientes: Bautismo, Confirmación y Eucaristía. El introducir esta oración en el bautismo y en la confirmación es darle un significado completamente diferente a la vida, es un comienzo a la vida divina y espiritual.

Este hecho tiene que ver con conversar con Dios en su misma lengua y cuando se está llevando a cabo la misa, el Padre Nuestro es de toda la iglesia, ese es uno de los momentos más primordiales de la ceremonia, ya que, es el punto en que los fieles van a recibir el Cuerpo y la Sangre del Señor.

Estructura del Padre Nuestro

La iglesia católica cuando imparte sus clases de catecismo se asegura de explicar que el Padre Nuestro tiene una estructura de tres partes. Comenzando por la invocación, luego haciendo mención de las siete peticiones y concluyendo con la doxología final. Debido a esto es que los fieles del catolicismo aseguran que existe una gran conexión entre Jesús y todas sus enseñanzas.

Este hecho se comprueba a través de la propia oración del Padre Nuestro, en el cual se relatan citas bíblicas en donde se explican cómo fue que Jesús pudo cumplir con muchas de las cosas que se mencionan en la oración. Dentro del contexto, se pueden encontrar también citas del Antiguo Testamento, debido a que Jesús por muchos años estuvo viviendo bajo la doctrina de Moisés o Torá.

A continuación, se hará mención a la estructura del Padre nuestro para ir analizando parte por parte la importancia de su contenido:

Invocación

“Padre nuestro que estás en el Cielo”

Tomando como referencia el Salmo 103(102):13, el cual dice que, así como todo Padre se compadece de los hijos, de igual forma se compadece el Eterno de aquellos que le temen. La misma revelación bíblica confirma que es posible invocar a Dios como Padre y según los mismos católicos, esta afirmación fue declarada por su propio Hijo hecho hombre. Lo que quiere decir que esta frase crea un vínculo entre el Hombre, el Padre e Hijo.

Al incluir la palabra “nuestro”, se está invocando a una nueva unión con Jesús, un lazo con la Santísima Trinidad y la Caridad Divina, el cual fue desarrollada por la misma iglesia a nivel mundial.

La frase “que estás en el cielo”, simboliza la grandeza de Dios, el hecho de que la presencia de éste se encuentra en el corazón de los más honestos y decentes. Según la iglesia cristiana, fue el mismo Dios quien reveló este hecho en el Salmo 103(102):19, el cual se citará textualmente a continuación:

“El Eterno estableció en los cielos Su trono”

Siete peticiones

A continuación, se enunciarán y se explicarán las siete peticiones que se encuentran dentro de la oración del Padre Nuestro:

«Santificado sea tu nombre»

Los cristianos más fieles al catolicismo, afirman que en el momento en que las personas piden que sea santificado tu nombre, se están incluyendo en el plan de Dios. Si el Padre es Santo, entonces los hijos también son santos. Sin embargo, el hecho de ser santos implica realizar un esfuerzo continuo. Un esfuerzo que llevará al hombre a parecerse mucho más a Jesús, el hijo de padre.

«Venga a nosotros tu reino»

La iglesia hoy día tiene pleno conocimiento del regreso de Cristo y por supuesto la llegada del Reino de Dios. Por lo que, en esta oración se está pidiendo por la amplitud del reino de Dios en cada persona del mundo, durante toda su vida, día tras día. En otras palabras, todos y cada uno de los actos que se llevan a cabo por el hombre ya sean comunes o extraordinarios, deben agrandar el Reino de Dios.

Vale la pena destacar que Cristo es el principal divulgador del mencionado Reino de Dios. Es una realidad que engloba el todo, en la que Jesús se encuentra presente en todo momento. Incluso en los evangelios Mc 1:14 y Mt 4:17, se ratifica de forma muy clara que la misión principal de Cristo es aclamar el Reino de Dios y su llegada al final de los días.

Ahora bien, es importante aclarar que cuando se menciona la frase “final de los días” no se está haciendo mención al fin del mundo. Es un periodo que comienza cuando Jesús va al infierno y comienza a liberar a todos aquellos hombres justos del Antiguo Testamento. Con este sacrificio Jesús les concede a los hombres que suban y permanezcan en la presencia de Dios, para que no sufran en el mundo de los muertos.

«Hágase tu voluntad en la Tierra como en el Cielo»

En esta parte de la petición, los fieles están rogando al Padre que unifique la voluntad de todos los hombres con la de su hijo. Esto con la finalidad de que se pueda cumplir con el plan de salvación originalmente planteado. Los cristianos católicos aseguran que Jesús estaba muy consciente de los acontecimientos cuando cumplió con la voluntad de su Padre. Esta afirmación se demuestra en la oración realizada en el huerto de Getsemaní, el cual se cita textualmente a continuación:

“Y adelantándose un poco, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras”. Mt 26:39

Incluso hay otros versículos de la biblia que mencionan este mismo suceso. Ahora bien, los mismos cristianos hasta hoy, creen firmemente que Jesús desde el instante que difundió la oración en la plática de la montaña, estaba en pleno conocimiento que debía someterse a un padecimiento muy doloroso.

Realmente significaba que el Padre lo comprometía a pasar por todo ese dolor. Pero lo más primordial era que Jesús sabía muy bien que cumplir con ese mandato significaba que el hombre tendría la voluntad de seguir su ejemplo y cumplir con la misión que le encomienda el Padre sin importar cuál sea el obstáculo que se le interponga.

«Danos hoy nuestro pan de cada día»

Tomando como referencia muchos de los textos del cristianismo católico, en la actualidad hay tres análisis de lo que realmente significa esta frase: El primero consiste en el sustento material, el segundo en la palabra de Dios y el tercero en el Cuerpo de Cristo en el Sacramento de la Eucaristía.

Padre Nuestro

Análisis del sustento material

En esta interpretación se está manifestando la confianza que le tienen todos los hombres al Padre Eterno. En cuanto a la expresión “nuestro pan” se relaciona con todos los elementos terrenales que debe tener el hombre para poder subsistir.  Este análisis se sustenta estudiando las siguientes citas de la biblia:

Él «…sacia de bienes tu existencia, y te rejuveneces como un águila». Salmo 103(102)

La cita anterior explica que solo Dios es el encargado de cubrir con todas las necesidades del hombre. Es el Padre que está en la capacidad de suministrar todos los bienes materiales y de sustentar a todos quienes estén comprometidos con sus mandatos, sin importar que las cumplan de manera consciente o inconsciente.

«Al verla, los hijos de Israel se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto?, porque no sabían lo que era. Y Moisés les dijo: Es el pan que el Señor os da para comer». Éxodo 16

En esta segunda cita se está hablando de la manera en que Dios alimentó al pueblo de Israel en el desierto, ofreciéndoles maná. Lo que significa que en ningún momento el Padre dejará desamparado a sus hijos en el aspecto material. Por consiguiente, la iglesia es considerada como el Nuevo Israel, el cual se traduce como el nuevo pueblo de Dios.

Y si en los tiempos de Egipto Dios no abandonó a su pueblo Israel, se puede afirmar que no lo hará con su nuevo pueblo que se traduce como la iglesia de Cristo. Ahora bien, en caso de estar pasando por un momento muy difícil en la vida, para aliviar un poco el alma no debe dejar de rezar la Oración a San Marcos de León.

Análisis de la palabra de Dios

En el cristianismo y en el catolicismo esta frase «Danos hoy nuestro pan de cada día», tiene gran relación con el significado de pan de vida. Este adiestramiento se encuentra plasmado en el Antiguo Testamento, según las interpretaciones por parte de los cristianos. Incluso se puede verificar mediante las siguientes citas textuales de la biblia:

“Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que no conocías, ni tus Padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del Señor”. Dt 8,3

La cita anteriormente plasmada, se le está dejando ver al hombre, que éste no sólo está necesitado de sustento material. Según los cristianos católicos, el hombre es una entidad cuerpo y alma que, así como el pan alimenta al cuerpo, el alma necesita lo espiritual, lo cual se logra a través de la Palabra de Dios.

En esta parte de la oración, se está pidiendo alimento para el hombre completo, ya que, el cuerpo no se puede separar de su alma y en definitiva no se puede nutrir al cuerpo sin nutrir también al espíritu.

A continuación, también se encontrará una cita textual de la biblia que explica un poco más el significado de esta frase:

“Pero Él respondiendo dijo: Escrito está: «No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Mt 4,4

Esta segunda cita se basa en lo que Jesús citó en el Tanaj, justamente en la parte del Deuteronomio (libro bíblico del Antiguo Testamento y del Tanaj hebreo), el cual habla de la tentación a la estuvo expuesto por parte del demonio, quien le comenta que debe saciar el hambre de su cuerpo.

La respuesta de Jesús antes esta tentación, es que el cuerpo no solo debe ser nutrido, sino también el espíritu demostrando de esta manera la cohesión del mensaje que quiso transmitir Jesús y de la forma en que actúa, así como la narración de los evangelios.

Análisis del sacramento de la eucaristía

Según la doctrina del cristianismo católico, la explicación de esta parte de la oración se encuentra en el sacramento de la eucaristía y a su vez, se encuentra respaldada en la propia Biblia. Dicha explicación se basa en que Jesús es la comida y la bebida del hombre, tal cual se expresa en el evangelio de Juan que se citará textualmente a continuación:

“Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Éste es el pan que descendió del cielo; no como el maná que vuestros Padres comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre”. Juan 6:53-58.

Para los católicos, la eucaristía se encuentra dentro del contexto de esta cuarta petición. Por consiguiente, fue el mismo Jesús quien preparó a los apóstoles en la Última Cena para que pudieran difundir dicho Sacramento de las iglesias a todos los hombres y que dicha tradición perdurara por generaciones. Ahora bien, en esta última cena, se toman las palabras textuales de Jesús hacia sus discípulos:

“Y mientras comían, tomó pan, y habiéndolo bendecido lo partió, se lo dio a ellos, y dijo: Tomad, esto es mi cuerpo” Mc 14:22

Cabe destacar que los evangelios de Mateo y Lucas plantean este mismo punto. Incluso en la primera carta a los Corintios 11:23-25 se hace mención a la fundación del Sacramento Eucarístico.

“Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”

En esta quinta petición se engloba todo lo relacionado a la misericordia divina. Al recitarla, se está implorando compasión, el cual no se puede recibir mientras no se hayan perdonado a todos los enemigos. Así como lo hizo Jesús cuando estaba clavado a la cruz. Dicha explicación se evidencia a través de la siguiente cita textual:

 “Jesús decía: ‘Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Lc 23:34

Jesús pronuncia estas palabras porque está completamente seguro que el Padre está en la capacidad de perdonar con verdadero amor. Incluso es un pasaje que se encuentra en el Salmo 103(102):3, el cual se citará textualmente a continuación:

“Él perdona todas tus iniquidades”.

Ahora bien, en este mismo salmo, pero en el versículo 10 se plasma lo siguiente textualmente:

“No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados”

Desde el punto de vista de los católicos, debido a estas razones es que se le ruega a Dios Padre que perdone a los hombres y todas sus culpas, mientras estos estén dispuestos a perdonar y lo hagan de corazón.

“No nos dejes caer en tentación”

En esta parte del Padre Nuestro, los católicos le piden a Dios que los separe de todos los caminos que pueden ocasionar que caigan en el pecado. Al mismo tiempo se está implorando al Espíritu Santo que otorgue mucha lucidez, sensatez y fuerza, como se le otorgó a Jesús cuando fue tentado por el demonio en el desierto. Debido a esto, es que todos y cada uno de los católicos afirman que Jesús fue bastante congruente con su adiestramiento.

Padre Nuestro

A continuación, se encuentra otra de las citas textuales de uno de los versículos de la biblia que habla sobre el relato de Jesús al no caer en la tentación:

“…y le dijo: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está: «A sus ángeles te encomendará», y: «En las manos te llevarán, no sea que tu pie tropiece en piedra.» Jesús le dijo: También está escrito: «No tentarás al Señor tu Dios.» Mateo 4:6-7

“Y líbranos del mal”

En esta última parte del Padre Nuestro, se le está solicitando al Dios Padre que elimine todos los obstáculos del camino de la persona que reza. Esta súplica, logra encajar a la perfección con la que Jesús hace.En otras palabras, el cristiano solicita al Señor que, con ayuda de la iglesia católica, su hijo exponga su victoria sobre el demonio y sobre los planes de éste de impedir la salvación de todos los hombres.

Los católicos llaman a su iglesia, la iglesia del Dios Padre, el cual se evidencia en el siguiente evangelio que se cita literalmente:

“…y las fuerzas de la muerte no prevalecerán sobre Ella” Mt 16:18

Padre Nuestro

Cuando se expresa la palabra “ella”, se está hablando de la Iglesia de Cristo, para la religión católica la muerte es resultado del pecado, sin embargo, la iglesia no será derrotada por pecado o la muerte misma.

Doxología al final de la oración

En el catecismo que imparte la Iglesia Católica, se encuentra un apartado que lleva por número 2855, en el cual se habla del significado de la doxología que es anexada al final del Padre Nuestro. Un ejemplo de lo que realmente es, se deja a continuación de forma literal:

“Tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre, Señor, Amén”

La doxología plasmada anteriormente, significa la adoración del Dios Padre. Al momento de recitar esta frase el cristiano está rindiéndole la merecida veneración que este se merece como ser supremo y luego de ser tratado como una persona por tanto tiempo, se le debe dar su puesto para ser reconocido como el ser Eterno.

Dicha doxología también está relacionada a la acción de agradecer al Padre por restablecer los 3 títulos que posee, los cuales se darán a conocer a continuación:

Reino

El cual se relaciona directamente con ratificar que Dios es el soberano del universo y del cielo. Por ende, no hay nada ni nadie que pueda rebasar su dominio.

Padre Nuestro

Poder

Este título, hace referencia a que Dios posee el poder de realizar cualquier cosa, debido a que es el origen de todas las cosas, incluyendo por supuesto la materia.

Gloria

Por último tenemos la Gloria, donde se expresa que a Dios le deben rendir tributo todos y cada uno de los seres celestiales, así como también todos los hombres de este mundo. Por consiguiente, estos tres títulos Cristo se los devolvió a su Padre para que éste se convirtiera en el todo, en todos.

Seguidamente, se tiene la expresión “Por siempre Señor”, lo cual quiere decir que Dios es un ser eterno, en otras palabras, el Eterno. A continuación, se enuncia la palabra “Amén”, al momento de pronunciarla es porque la oración del Padre Nuestro ha finalizado. ¿Y cuál es su significado? Pues muy sencillo, se puede aclarar a través de las palabras de San Cirilo de Jerusalén que se citarán textualmente enseguida:

“Después de terminada la oración, dices: Amén, refrendando por medio de este Amén, que significa «Así sea» Lc 1:38, lo que contiene la oración que Dios nos enseñó”

Padre Nuestro

Lo que quiere decir la cita que se acaba de plasmar en el texto, es que cuando cualquier persona enuncia la palabra “Amén”, está realmente afirmando que “Así sea”, que así lo desea, que así lo espera y que así lo pide. Sin embargo, en lo que se debe tener plena seguridad es que con esta palabra, Dios Padre está aceptando la oración.

Textos de la Biblia afines a la doxología final del Padre Nuestro

Al momento en que Jesús finalizó el Padre Nuestro, incluyó la frase “Amén” para adorar a Dios. Fue una manera de honrarlo, así como lo hacían los judíos en el Antiguo Testamento. Incluso se dice que este tipo de palabras eran utilizadas para enseñar al pueblo de Israel cómo obedecer a Dios, tenían que saber que él era el soberano del universo.

A continuación, se citarán literalmente algunas frases que pertenecen al Antiguo Testamento, donde se refleja la adoración a Dios. Se toman en consideración estos pasajes porque se cree que Jesús pudo haberlas leído y, sacar su inspiración de ellas. Esto debido a la forma en la que están estructuradas y también porque en ellas se reconoce al Dios Padre como el dueño de los siguientes caracterizadores: rey, poderoso, glorioso y eterno.

La primera cita es plasmada textualmente en el Salmo 93:

“El Señor es rey; está vestido de esplendor, el Señor, está vestido y rodeado de poder; firme e inconmovible está la Tierra. Tu trono está firme desde siempre, tú existes desde la eternidad”

Padre Nuestro

Esta segunda cita es tomada textualmente de las Crónicas 29,11-13 (Biblia Latinoamericana):

“Tuya oh Yavé, es la grandeza, la magnificencia, la duración y la gloria; pues tuyo es cuánto hay en el cielo y en la tierra. Tuya, oh Yavé es la realeza; tú estás por encima de todo, en tu mano están el poder y la fortaleza y es tu mano la que todo lo engrandece y a todo da consistencia. Pues bien, Oh Dios nuestro, te celebramos y alabamos tu nombre magnífico”.

Distintas interpretaciones del Padre Nuestro

En la actualidad hay dos tipos de interpretaciones del Padre Nuestro, la ortodoxa y la protestante. La primera versión de interpretación se encuentra relacionada con la Iglesia ortodoxa rusa y con la Iglesia ortodoxa de Antioquía, las cuales son las congregaciones cristianas autocéfalas más grandes del mundo.

Interpretación Ortodoxa

Es importante destacar que para estas iglesias ortodoxas, estas oraciones del Padre Nuestro que se enunciarán más adelante, simplemente son un modelo de la oración cristina. Para estas consagraciones, dicha oración se encuentra dividida en tres partes. La primera llamada invocación, la segunda serían las siete peticiones y finalmente la glorificación.

La manera es que ellos las estudian, es un poco distinta a la forma en la que la estudian los cristianos católicos. Por ende, se debe mencionar que el estudio de estas oraciones se basa en su contenido exterior y su contenido interior se explicará más adelante.

En primer lugar, se encontrará la versión ortodoxa Rusa del Padre Nuestro en español textualmente citada para que se pueda comparar con la oración que rezan los cristianos católicos.

 “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así como es en el cielo, en la tierra. El pan nuestro sustancial de cada día dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del maligno”

Glorificación: Pues tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

En segundo lugar, se tiene la interpretación de la Iglesia ortodoxa de Antioquía, la cual también se encuentra citada de forma literal.

“Padre nuestro, que estás en los Cielos, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro sustancial de cada día danos hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en tentación, más líbranos del mal”

Glorificación: Porque tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria… del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (ahora y siempre y por los siglos de los siglos). Amén

En caso de que hasta este momento se tengan ciertas dudas con relación a la explicación del Padre Nuestro, se recomienda este sencillo video que podrá responder algunas de esas dudas que han surgido.

Contenido exterior

El contenido exterior se estructura en tres secciones, la invocación, las siete peticiones y la glorificación.

  • En la primera parte, que ellos llaman Invocación, se incluyen la frase “padre nuestro, que estás en los Cielos”.
  • En la segunda parte, a la cual se le llama peticiones (y como se puede ver su división hasta el momento, es igual a la de los católicos cristianos), incorporan la frase “santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro sustancial de cada día dánoslo hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal”.
  • En la tercera parte, la cual cambia completamente la estructura católica cristiana, se incluye la frase “Porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria (por los siglos de los siglos). Amén”.

Muchas personas en la actualidad creen que este análisis no es tan explícito como el que se plasmó anteriormente. Es mucho más concreto y no es tan amplio como debería ser.

Contenido interior

Con relación al contenido interior se puede decir, que esta manera de explicar la oración del Padre Nuestro resulta ser mucho más espiritual.

  • La primera parte, es llamada Invocación y peticiones para engrandecer y alabar a Dios, en el cual se incluye la siguiente parte “Padre nuestro, que estás en los Cielos, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.
  • La segunda parte lleva por nombre Necesidades corporales y espirituales y se incluye la oración: “El pan nuestro sustancial de cada día dánoslo hoy”.
  • Y la tercera parte, es llamada Pecados personales. En esta parte se encuentra incluida el restante de la oración: “y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal”

La primera parte, tiene que ver con todo el amor que se le tiene a Dios y la mejor forma de explicarla es la siguiente:

«Padre nuestro, que estás en los Cielos»

Se refiere a un cristiano ortodoxo que al momento de clamar al Padre de los Cielos, atestigua que su pueblo real no se encuentra en el mundo de los hombres, sino que está en el cielo.

«Santificado sea tu nombre»

Significa que todos deben orar para que el nombre de Dios sea santificado en sí mismos y en cada ser humano del mundo.

«Venga tu Reino»

Los ortodoxos creen que el hombre enfrenta luchas constantemente entre dos principios: la luz y la oscuridad, la verdad y la falsedad, lo bueno y lo malo. Por lo cual se debe orar intensamente para que la luz, la verdad y lo bueno ganen para que el Reino de Dios sea el triunfante.

Padre Nuestro

«Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo»

Con relación a esta súplica, los ortodoxos piensan que el hombre debe someterse a la voluntad de Dios para conseguir la sabiduría plena y la verdad de la vida.

La segunda parte, tiene relación con el sustento material y el espiritual. Los ortodoxos explican que esta parte de la oración del Padre Nuestro, tiene dos peticiones.

«El pan nuestro sustancial de cada día dánoslo hoy»

Esta parte trata sobre todo lo que necesita el hombre a nivel corporal y espiritual. Muchos creen que cuando se hace mención a la palabra “pan” se refiere a lo material, pero esta es solo una falsa opinión. El pan es Cristo, es el que permanece hasta la vida eterna, el que otorgó el Hijo del Padre.

La tercera parte de la oración es llamada por los ortodoxos como pecados personales.

«Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores»

En este pasaje se está hablando que Dios siempre perdona los pecados del hombre, siempre y cuando este hombre perdone todas aquellas deudas que otros hombres tiene consigo.

«Y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal»

En comienzo, este pasaje se relaciona con las causas del pecado. En la sexta petición se le pide al Dios Padre que salve a los cristianos de las tentaciones y en la última se le suplica que el hombre sea liberado de la influencia del mal, es decir, de Satán.

Interpretación protestante

Los cristianos ortodoxos protestantes afirman que la fórmula del Padre Nuestro no se debe enunciar de manera repetida palabra por palabra. Por lo que las personas pertenecientes a estas congregaciones pueden orar en cualquier momento y como lo deseen. Todo va a depender de cómo se sientan en determinada ocasión. Incluso los evangélicos y pentecostales llaman a este momento el sentir del Espíritu Santo.

Ahora bien, es oportuno destacar que los cristianos protestantes aseguran que la oración al Padre Nuestro es una reflexión, por lo tanto, no debe ser narrada de manera mecánica palabra por palabra. Incluso afirman que su interpretación se encuentra respaldada en el texto de Mateo 6:7-8.

Y cuando llega el momento de orar no es decir las palabras solo por decirlas como lo hacen los gentiles, afirman que estos lo hacen porque creen serán oídos por las muchas frases que pronuncian.

A continuación, se explica un poco la interpretación del Padre Nuestro, bajo la directriz de los Ortodoxos Protestantes:

“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre”

En el momento de orar, como lo saben todos, se debe comenzar por santificar y alabar el nombre de Dios Padre, debido a que él dice: “Yo soy el que es”, para luego tomar ese nombre para sí. Esto se relaciona con aceptar a Dios como lo primordial en todas las cosas de la vida diaria y por supuesto como el creador de todo.

“Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”

Luego de aceptar y alabar a Dios, se debe acceder a su voluntad y no aquella de la persona que ora. Ahora bien, la frase “venga tu reino”, es una afirmación de que Jesús está auto proclamándose el Mesías. Se cree esto porque él está solicitando que llegue el Reino de Dios, que se convertirá en el Reino Mesiánico que el mismo guiará cuando regrese a la tierra.

Jesús en esta parte de la oración también está afirmando que algún momento se cumplirán todas las profecías existentes. Ya que, para que pueda existir un Reino Mesiánico, primero deben darse las profecías que aparecen en la Biblia.

Padre Nuestro

“Danos hoy nuestro pan cotidiano”

Durante la oración se le puede pedir a Dios Padre muchas cosas, sin importar que sean personales o no, lo importante es que esta es la manera correcta de pedir el pan de cada día.

“Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores”

Significa pedir perdón por los pecados propios, así como otorgar el perdón a aquellos hombres que hayan afectado de alguna manera la vida de la persona que se encuentra orando.

“Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”

Esta última parte del Padre Nuestro, significa para los ortodoxos protestantes, la súplica al Dios Padre para que los proteja de todo lo maligno, principalmente de Satanás.

La controversia sobre las deudas

A lo largo de los años han existido escritores que afirman que la traducción de la oración “Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”, es una alusión directa al perdón de las deudas monetarias. Por otra parte, también se dice que está asociado al mandato consignado en la Torá que consistía en que en los años sabáticos y durante el jubileo, se realizaba una “absolución” de las deudas.

En la época de Jesús esta ley era increíblemente debatida, ya que los más ricos se oponían a su cumplimiento, sobre todo los banqueros, porque le tenían miedo a la paralización total de la economía. Es por esto, que los acreedores de las deudas se ampararon ante un tribunal para apegarse a una acción llamada “Prosbul”.

La finalidad de esta acción era transferir la deuda a una corte de justicia antes del año sabático, para luego ser entregada nuevamente al acreedor después del año sabático. Todo esto para poder evitar que las deudas monetarias fueran perdonadas.

Es por esto que algunos teólogos afirman que Jesús quiso relacionar este perdón monetario con el perdón de los pecados por parte de Dios. Este contexto se relaciona a la parte de perdonar las ofensas de los demás.

Ahora bien, muchas versiones de la Vulgata (traducción de la Biblia hebrea y griega al latín), reconocen en el Padre Nuestro, palabras como “debita” que significa deuda y “debitoribus”, que significa deudores. Aunque en otros versículos de la biblia se hable de “ofensas”. Lo que en la actualidad parece ser muy extraño, es que después de tantos años, muchas iglesias hayan decidido eliminar la alusión que hace Jesús en referencia al perdón de las deudas monetarias.

Semejanza del Padre Nuestro con el judaísmo y el islam

El judaísmo y el islam son religiones muy parecidas al cristianismo, se cree en un solo Dios. En el caso de judaísmo, no se admite que Jesús de Nazaret sea el Mesías, debido a que este no cumplió con todas las profecías que debía hacer y tampoco cumplió con todos los requisitos que debía tener un Mesías. Esta religión profesa que la biblia contradice la teología judía acerca de Jesús, el cual debió realizar una relevación nacional, no debió darse a conocer a través de realización de milagros.

Por otro lado, los judíos tienen una oración que llaman Abinu Malkenu, que al traducirlo significa «Padre Nuestro, Rey Nuestro». Muchos rabinos hoy día afirman que esta súplica está bastante relacionada con el Padre Nuestro cristiano.

Ahora bien, en el caso del islam, tiene una figura Isa, que se supone es Jesús, el cual es de gran importancia para ellos porque simboliza al Mesías. Por ende, es uno de los profetas que más cerca se encuentra de Alá.

Estos toman muy en consideración sus enseñanzas, pero aseguran que los fieles de Pablo de Tarso (apóstol cristiano que, en los primeros años de la era, se encargó de difundir el mensaje que Jesucristo) las distorsionaron. Aun así, aclaman al Padre Nuestro como una gran oración, la cual fue difundida por un gran profeta.

El Padre Nuestro en credos crísticos no-nicenos

El término niceno hace referencia a las personas que son fieles a las conclusiones tomadas por el Concilio de Nicea I y que se encuentran resumidas en el símbolo niceno, lo que se conoce hoy día como la oración del credo. Ahora bien, las iglesias católicas, ortodoxas y protestantes históricas afirman que quienes no se apegan a las doctrinas de surgieron de este conciliado, en resumidas cuentas, no son cristianos.

Padre Nuestro

Testigos de Jehová

Estas personas también se oponen a que el Padre Nuestro sea rezado de manera mecánica. Ellos se basan en las mismas palabras de Jesucristo que se citarán textualmente a continuación:

«Más al orar, no digas las mismas cosas repetidas veces» (Mateo 6:7)

Hay diferencias en el Padre Nuestro con los credos protestantes de los testigos de Jehová. La primera diferencia tiene que ver que Jesús hace referencia a que el nombre de Dios al momento de pedir que sea santificado, también debe ser difundido y la segunda se basa en la petición “hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”, estos la interpretan como la obligación que tienen de adorar a Dios y difundir esa adoración lo más que les sea posible.

Judíos mesiánicos

Ellos interpretan el Padre Nuestro como hace el protestantismo o el catolicismo. Sin embargo, hay personas dentro de este grupo que no siguen la corriente de lo que dictan estas doctrinas. Estas personas niegan la divinidad del Mesías y se aseguran que enunciar la oración en hebreo o arameo porque Jesús era judío y conocía a la perfección estos idiomas.

Oración dominical como referencia de la lengua

En la gran mayoría de los lugares, se le hace mención a esta oración por el nombre que comúnmente se conoce, Padre Nuestro. Sin embargo, debido a las traducciones en distintos idiomas, el nombre se transforma y en ocasiones queda completamente distinto, como es el caso del inglés, en el cual se conoce como oración del Señor.

Comparación de lenguas a partir del padre nuestro

Desde que se publicó el libro que muestra diferentes textos en varios idiomas (Mitrídates), incluyendo por supuesto el Padre Nuestro, muchos teólogos comenzaron a realizar comparaciones de idiomas. A continuación, se podrá observar una pequeña comparación de los nombres de la oración en diferentes lenguas:

Familia de lenguas afroasiáticas / Lenguas semíticas

Jesús vivió en un lugar semita, así que hablaba una variedad de lenguas y como se puede notar la palabra “padre” tiene un origen muy semejante que es Ab, luego se coloca la preposición que demarca pertenencia.

  • Idioma español: Padre Nuestro
  • Arameo: Abwoon
  • Hebreo: Avinu
  • Árabe: Aba-na
  • Siríaco: Abwoon

Familia de lenguas indoeuropeas / Lenguas germánicas

Como se puede observar en las lenguas germánicas la palabra “Padre” tiene una pronunciación muy similar  “Fader”, el cual tiene el mismo origen indoeuropeo que el griego y otros dialectos.

  • Español: Padre Nuestro
  • Alemán : Vaterunser
  • Inglés: Our Father (Lord’s Prayer)
  • Neerlandés: Onze Vader
  • Afrikaans: Ons Vader
  • Danés: Fader Vor
  • Sueco: Fader Vår (Herrens Bön)

Lenguas romances

El origen del nombre proviene del latín Pater noster. Pater es una palabra latina que tiene el mismo origen que el griego y las demás lenguas germánicas. Ahora bien, el latín dio paso a la creación de otros dialectos que conformaron a la de las lenguas romances.

  • Español: Padre Nuestro
  • Italiano : Padre Nostro
  • Francés: Notre Père
  • Catalán: Pare Nostre
  • Gallego : Noso Pai
  • Portugués: Pai Nosso
  • Rumano: Tatăl Nostru

Lenguas eslavas

Como se puede observar en este tipo de lenguas la palabra “Nuestro”, se pronuncia prácticamente igual “Nash” y a su vez comparte su origen con el griego o las lenguas romances.

  • Español: Padre Nuestro
  • Polaco: Ojcze Nasz
  • Checo: Otče Náš
  • Eslovaco: Otče Náš
  • Esloveno: Oče Naš
  • Búlgaro : Отче наш
  • Ucraniano: Отче наш
  • Ruso: Отче наш

Distinciones de la oración en español con otras traducciones

Una de las diferencias que más se notan en la oración en español y de las demás traducciones es en la frase “Venga a nosotros tu reino”. En dicha traducción se tomó la decisión de agregar la palabra “a nosotros” para de esta manera impedir la ambigüedad de “Venga”, el cual se refiere a la 3era persona del verbo “Venir” y que no se trata del verbo singular “vengar”.

Se considera importante destacar que la frase que se mencionó anteriormente también guarda mucha similitud con la frase que es usada por la congregación ortodoxa rusa. Se dice que ambas versiones son derivadas del evangelio de Luca 11,2 en griego. Ahora bien, al revisar otras lenguas modernas se le puede dar un vistazo al idioma inglés, el cual dicha frase “The Kingdom come” significa “venga tu reino”.

Diferencias con el texto griego compartidas por otras traducciones

Una de las diferencias más destacadas se basa en la 4ta petición “danos hoy nuestro pan de cada día”. Desde que comenzaron a traducir el Padre Nuestro, se ha hecho casi imposible poder identificar la palabra griega ἐπιούσιον “epiousion”. Muchos la tradujeron como “cotidiano”, “diario” hasta que dejaron la frase “de cada día”.

Padre Nuestro

Se dice que la ““epiousion” significa “del mañana”. Por lo tanto, la traducción correcta debería ser la siguiente: “nuestro pan del mañana dánoslo hoy”. Lo cual hace referencia no solo al pan perecedero sino al que dura de por vida. Ahora bien, en la actualidad se utilizan otras traducciones que significan lo mismo, como la francesa “notre pain quotidien” la italiana “nostro pane quotidiano”, la inglesa “Give us this day our daily bread” y la española «nuestro pan de cada día” entre otras.

El idioma copto es un dialecto muerto hoy día, pero en él se encuentran algunas traducciones del Padre Nuestro que se realizaron en la época del cristianismo primitivo. Así que esta iglesia traduce esta cuarta petición de esta manera: “nuestro pan del mañana dánoslo hoy”. Así que dicha iglesia confirma que esta es una las traducciones más fieles que existe.

Usos no religiosos de la oración dominical

En el siglo XVII comenzó a desarrollarse rápidamente la dominación española en América y se manifestó de forma frecuente a través de la crítica política, el cual estuvo principalmente dirigida hacia la institución católica del Tribunal del Santo Oficio o Inquisición.

Todos vieron que era una represión bastante severa que aceleró el descontento de los franceses. Estos desarrollaron a su vez otra represión que se hizo tan extensa que abarcó el ámbito religioso, lo que dio como resultado el surgimiento de la “oración pervertida”.

Por consiguiente, antes del año 1800, específicamente en Nueva España surgieron unos versos en contra de los gachupines que se relacionaban con la oración del Padre Nuestro. Muchas personas en la actualidad han explicado que esta manera de utilizar el Padre de Nuestro en estos años, engloba un significado invertido al que se ha estudiado en el presente artículo. Esta forma se emplea para de algún modo atacar a los hombres y transformar órdenes políticas y sociales.


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