4 Teorías sobre el Origen del Universo

La necesidad de entender nuestro entorno y, por ende, a nosotros mismos ha impulsado a pensadores y científicos en todas las eras de la historia a descifrar una de las más intrincadas incógnitas sobre nuestra existencia: el origen del universo

¿Cuál es el origen del Universo?. ¿Cuándo y cómo nació?

Desde el comienzo del pensamiento filosófico y las primeras ciencias de nuestra civilización, hace más de 3500 años en Sumeria, Egipto y la antigua Grecia, han sido miles los pensadores que han intentado, por cualquier medio, descubrir cuál es el origen del universo.

Las teorías sobre el Génesis Universal, como también se le conoce a la evolución y origen del universo, son de lo más variopintas y dependen de principios teóricos que aún no se han logrado unificar por completo, por lo tanto se han ramificado hacia diferentes vertientes a través de los años.

Por ejemplo: algunas teorías parten desde el principio del Universo Estacionario, es decir, la presunción de que el universo entero nació de la forma y tamaño que tiene hoy en día. Por otro lado, la teoría del Universo Inflacionario nos deja suponer que el universo se encuentra en constante expansión, alejando las galaxias entre sí y creando otras nuevas constantemente.

Origen del Universo Teorías en la Antigüedad

Los Sumerios

A pesar de su pobre comprensión de la dinámica del universo, Los Sumerios se maravillaron con el origen de los astros, hasta el punto en que la astronomía se convirtió en una especie de obsesión para ellos.

De hecho, desde esta, una de las primeras civilizaciones conocidas por el hombre, ya se planteaba una relación entre los cuerpos celestes y la conducta humana, lo que hoy en día ha evolucionado en las creencias astrológicas. 

De hecho, fueron los sumerios quienes identificaron las 12 constelaciones a través de las cuales se desplaza el sol a lo largo del año y le otorgaron nombres de animales, por lo que posteriormente se conoció como el zodiaco.

A pesar de que, jamás plantearon una teoría de génesis universal aceptable (creían que el universo flotaba sobre un mar llamado Nammu). los Sumerios sentaron un precedente importante para futuras tesis sobre la composición de nuestro Sistema Solar en otras civilizaciones. 

Principalmente porque lograron identificar los planetas más visibles desde La Tierra: Marte, Venus, Mercurio, Júpiter y Saturno.

Origen del Universo según los Egipcios

Inclusive hoy en día, la profundidad del conocimiento astronómico de los Egipcios sigue siendo un misterio para nosotros, lo que sí sabemos a cabalidad es que poseían conocimientos que no fueron transmitidos.

Por ejemplo, la exacta alineación de la pirámide de Giza con la estrella polar va más allá de toda causalidad posible. De hecho, utilizaban el estudio de los astros para la navegación y para calcular con exactitud la duración de las estaciones.

Sin embargo, más allá de estos misteriosos conocimientos, los egipcios jamás plantearon una teoría sobre el origen del universo que fuera más allá de su propia mitología y leyendas fundadas en el Dios Ra.

Origen del Universo según los Griegos

Las teorías, pensamientos y descubrimientos realizados En Sumeria y Egipto en siglos anteriores, fueron heredados por los más destacados pensadores griegos como base para sus estudios y posteriores tesis.

En la Grecia antigua, las teorías sobre cómo se creó el universo fueron muy variadas, de hecho, algunos filósofos defendieron las ampliamente aceptadas teorías geocentristas, como Ptolomeo, cuya teoría fue aceptada y enseñada en universidades durante los siguientes 1500 años. 

Otros, muy avanzados a su tiempo, ya comenzaban a hablar la teoría heliocentrista, lo que, como ya has de saber, fue rechazada durante los siglos siguientes por la iglesia católica.

Uno de los más grandes teóricos de la astronomía en Grecia fue Aristarco de Samos, quien, además de ser el primero en proponer que nuestro sistema solar gira en torno al sol y no a La Tierra, fue también el primero en hacer cálculos aceptables para medir la distancia entre la tierra y el sol.

Por otra parte, Aristóteles, basándose en la divinidad de la forma esférica, la más perfecta de las figuras, según él, propuso que La Tierra realmente tenía forma esférica y no plana, como siempre se había creído. Otra teoría muy avanzada a su tiempo, que, como también nos relata la historia, fue rechazada durante más de mil años.

Teoría de Nicolás Copérnico

Nicolás Copérnico fue un astrónomo y estudioso polaco que dio un vuelco completo a la concepción de la Génesis Universal debido a su controvertida teoría Heliocéntrica, lo que le valió el repudio de la comunidad científica y religiosa en Europa, que en ese entonces se regía por la teoría Geocentrista de Ptolomeo (una tesis que para ese momento tenía 1300 años de antigüedad).

En las conclusiones de Copérnico, sacadas de varios años de estudios astronómicos, proponía que, tal como Aristarco de Samos creía, la Tierra y otros cuerpos celestes giran en torno al Sol y no al revés.

A pesar de que, para ese momento, en el siglo XVI, la teoría de Copérnico fue muy polémica y, de hecho, prohibida su difusión por la iglesia católica, solo un siglo más tarde se convirtió en la tesis más ampliamente aceptada a nivel global.

La comprobación matemática de la Teoría Heliocéntrica de Copérnico abrió las puertas para que la comunidad científica lograra alcanzar una comprensión mucho más amplia de la dinámica de nuestro sistema solar y el universo.

Esta compresión progresiva rindió sus frutos, que, junto con los avances tecnológicos del Siglo XX, ha permitido a los físicos y astrónomos comenzar a especular con bases científicas sobre la creación del universo.

Teoría de Albert Einstein

teoría de relatividad

Albert Einstein es, hoy por hoy, reconocido como el más influyente físico de la historia, principalmente por su aporte a la ciencia con la Teoría de la Relatividad Universal en 1915, en la que relacionaba el las deformaciones en el desplazamiento de la luz en relación a los campos gravitatorios de la materia

A pesar de que la creencia general es que la famosa es que la Teoría de la Relatividad de Einstein  realmente no perseguía descifrar el origen del universo, sino la naturaleza de su mecánica, sus ecuaciones fueron la piedra angular sobre la que se apoyó la teoría de expansión del universo, confirmada por Edward Hubble solo unos años más tarde, en 1930.

El concepto básico de la teoría de Einstein nos dice que la percepción de los eventos universales no es invariable como lo planteaba Newton, sino que se deforma de acuerdo a la percepción del receptor en relación a su posición en el tiempo y el espacio.

También demostró con la variación de la relatividad general que, el desplazamiento del tiempo y la luz son afectados por los campos gravitatorios de la materia de acuerdo a su densidad, lo que ayudó a plantear el concepto de la curvatura espacio-tiempo y comprender fenómenos cósmicos como los agujeros de gusano.

Así que, cúmulos de materia más densos, como las estrellas de neutrones, que concentran mayor cantidad de partículas en un espacio más reducido, son capaces de generar campos gravitatorios mucho más intensos, capaces de crear una deformación de la línea de espacio y tiempo del universo.

Teoría del Big Bang

La concepción del origen del universo del Big Bang, también conocida como Teoría de la Gran Explosión, se ha gestado gracias a la validación de varias tesis y el trabajo conjunto de algunos de los más grandes astrofísicos de la historia, de allí que sea la teoría sobre el origen del universo más ampliamente aceptada por la comunidad en científica.

El Big Bang sugiere que el universo nació de una singularidad gravitacional en algún punto antes del tiempo conocido, hace aproximadamente 13.800 millones de años (lo que vendría siendo edad estimada de nuestro universo). 

Entiéndase como Singularidad un evento de espacio/tiempo que no puede ser regido por las normas físicas de la materia, en este caso, el comportamiento de la energía o la materia sería regido por normas de física cuántica, para las que aún no existe una tesis probatoria.

Por eso, a partir de este punto se hace difícil para la física explicar las circunstancias que pudieron dar origen al Big Bang en primer lugar, o a cualquier otra dimensión de la existencia antes de este punto, donde se inicia El TiempoDe hecho, esta es una dimensión que intenta explicarse en la teoría del universo estacionario.

El Big Bang fue entonces una explosión en la que se crearon los elementos que conforman el universo (materia, espacio y tiempo) y, que desde el momento de la singularidad se encuentran en permanente expansión, expandiendo los límites del universo segundo a segundo (principio básico de la teoría inflacionaria).

Pero, ¿Qué existía antes del Big Bang?

El origen del universo

Como hemos mencionado, resulta imposible comprender, a través de las leyes que rigen nuestro universo (explicadas por al teoría de la relatividad general), las condiciones de una hipotética existencia antes del suceso que creó nuestro universo como lo conocemos.

Sin embargo, la misma teoría del Big Bang sugiere que, inmediatamente después de la explosión, toda la masa del universo estaba acumulada en un punto de densidad híper concentrado, que superaría por miles de veces la densidad de Planck, es decir, la acumulación de la materia de cientos de miles de masas solares dentro de un punto no mayor al de una sola partícula atómica.

Durante los siguientes 500.000 años posteriores a la primera singularidad espaciotemporal, la materia expulsada por la explosión se desplazó, ampliando el espacio y enfriándose lo suficiente como para empezar a formar las primeras partículas atómicas estables, cuya masa era capaz de generar campos gravitatorios.

Las primeras partículas subatómicas creadas durante este periodo (era Lepton – Quark) fueron los Protónes y Neutrones que al unirse, comienzan a formar la materia como la conocemos hoy en día.

Las particulas de materia con propiedades físicas, comenzaron atraerse y acumularse gracias a la propiedad gravitacional (explicada en la teoría de la relatividad de Einstein), en lo que hoy conocemos como Nubes Cósmicas.

La híper condensación de las masas gaseosas de las nubes cósmicas dio paso la formación de las primeras galaxias, junto a las estrellas y planetas que estos contienen. 

Por ejemplo, se estima que nuestro sistema solar se formó hace aproximadamente 4600 millones de años a partir del colapso de una nube cósmica gigante. 

Una gran parte de la masa desprendida durante el colapso se acumuló, dando paso a la formación de nuestro único sol. El restante de la materia despedida dio paso a la formación de los planetas que actualmente orbitan en torno al campo gravitacional de nuestra estrella. 

Teoría del estado estacionario

El estado estacionario es una teoría contrapuesta a la teoría del universo inflacionario, en la que se plantea que nuestro universo posee una dimensión fija, que no muta a través del tiempo y que, de hecho, es completamente invariable desde cualquier punto del espacio y el tiempo.

De forma que, el universo debe mostrar siempre las mismas características en cuanto a forma y dimensión para los espectadores sin importar su ubicación en el espacio o en la línea temporal.

Esta teoría acepta que el universo se encuentra en expansión permanente y que la pérdida de la materia producida por la expansión, es compensada por la creación de nueva materia a un ritmo paralelo, logrando un ciclo de creación perfecto, en un universo que no tiene principio ni final. 

Sin embargo, la aceptación de los cálculos de la teoría estacionaria dejaría obsoletas muchas de las teorías aceptadas y estudios validados en la actualidad, incluyendo las demostraciones de Hubble a principios del siglo XX y los principios de la relatividad general.

A pesar de que ningún experimento ha logrado demostrar los principios fundamentales de la teoría estacionaria, muchos científicos modernos siguen trabajando sobre ella, bajo la creencia de que con modificaciones a escala cuántica de las ecuaciones de Einstein, sería posible explicar un modelo del universo en tiempo inverso, es decir, la existencia de materia similar a la nuestra antes de la creación del tiempo como lo conocemos.

Según un estudio titulado “Un Universo finito, sin principio ni final” presentado por el físico Peter Lynds en 2007, sugería que la existencia del universo es cíclica y que está en constante renacimiento.

De acuerdo a este supuesto, el universo se expandirá hasta un punto máximo, para luego comenzar a contraer la materia hasta un punto de densidad que provoque que las fuerzas gravitatorias se repelen en lugar de atraerse, generando un nuevo punto de expansión.


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