San Miguel Arcángel es a quién se destina una oración buscando protección debido a que es el líder del ejército celestial, quien puede enfrentar y vencer al demonio, quien protege la creación y la espiritualidad.
Es un arcángel venerado por diferentes culturas y religiones, es más, mucha gente se encomienda a él o le pide protección aún sin tener una religiosidad específica definida. Por ello, hoy queremos hablar de San Miguel, de porqué debemos pedirle protección y de cómo podemos pedírsela.
Oración a San Miguel para la protección
Si estamos en un momento donde necesitamos realizar una oración para conseguir protección, debemos dedicársela a San Miguel. Uno de los Arcángeles más emblemáticos y que representa la lucha del bien contra el mal, la protección divina y la justicia. Su historia y significado han dejado huella en diferentes culturas y religiones, así como en muchas personas que buscan refugio en él. A día de hoy sigue siento un símbolo de esperanza y defensa.
¿Quién es San Miguel Arcángel y porqué orarle pidiendo protección?
San Miguel Arcángel es una figura importante en diversas tradiciones religiosas, entre las que destaca el cristianismo, el judaísmo y el islam. Su nombre significa: «¿Quién como Dios?» y es considerado el líder de los ejércitos celestiales, además del arcángel protector.
En el Cristianismo, San Miguel ocupa un lugar especial como protector de la Iglesia. Es una figura muy popular en el arte y la liturgia cristiana.
Para el Judaísmo, San Miguel es un ángel protector de Israel e intercesor ante Dios.
Y, para el Islam, es uno de los ángeles que cumple funciones importantes específicas de protección, del cuidado de la creación y asociado con el suministro de sustento. Eso sí, en el Corán no se le llama San Miguel sino se hace referencia a él como «Mikail».
San Miguel el Arcángel protector
Como podemos ver en estas tres religiones, San Miguel es un arcángel protector. Su relación con la protección viene de que es considerado guerrero del Bien, conocido por luchar contra el mal y, más en concreto, contra Satanás y sus seguidores. En el libro del Apocalipsis se menciona una batalla en el cielo donde San Miguel y sus ángeles luchan contra el dragón (representación de Satanás). Lo que ha llevado a la invocación de San Miguel como protector del mal. En este pasaje se relata:
«Y hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles, pero no prevalecieron,
ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña
al mundo entero. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron lanzados con él.»
En el Antiguo Testamento, se le hace referencia en el libro de Daniel, donde aparece como protector del pueblo de Israel y un guerrero contra los enemigos. Y, en el Nuevo Testamento, también aparece mencionado en la epístola de Judas, donde se dice que San Miguel disputó con el diablo por el cuerpo de Moisés.
San Miguel es, además, protector de lo espiritual, protector de la fe e intercesor ante Dios. Se cree que puede ayudar a los creyentes a alcanzar la salvación y la paz espiritual. Es un puente entre lo terrenal y lo divino.
A su vez, es la representación de la Justicia divina. Se le atribuye la tarea de pesar las almas en el juicio final, lo que acentúa su papel en la defensa de los justos y en la lucha contra la injusticia.
Todo ello ha hecho que su devoción haya aumentado a lo largo de los siglos y las oraciones pidiéndole protección, ayuda y guía sean numerosas.
Iconografía y representaciones
San Miguel es muy representado en la imaginería y la pintura religiosa, habitualmente es retratado como un guerrero con armadura y espada o lanza que derrota a un dragón o demonio. Esto hace referencia a la victoria del bien contra el mal y también hace referencia al libro del Apocalipsis. Algunas veces también es representado con una balanza, en su papel de juez de almas con la venida del Juicio Final.
Oraciones y devociones
Muchos fieles rezan oraciones a San Miguel, pidiéndole protección y ayuda en momentos de dificultad. Una de las oraciones más conocidas es la «Oración a San Miguel Arcángel», que se utiliza a menudo en la liturgia católica. Dicha oración dice lo siguiente:
«San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, se nuestro amparo contra la maldad y las asechanzas del demonio. Reprímale Dios, le pedimos, y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infiero a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.»
Esta oración es la que se establece en la liturgia cristiana, sin embargo, podemos dedicarle a San Miguel nuestras propias oraciones, pidiéndole protección ante nuestras propias necesidades. O, lo que aún es más sencillo de realizar, podemos hablar con él, dedicarle nuestros pensamientos en un momento de calma y pedirle guía y custodia ante aquello que necesitemos.