San Alejo es conocido por su vida de sacrificio y dedicación, que lo convirtieron en un símbolo de protección y refugio en momentos de angustia. Por ello, hay muchas personas que se encomiendan a él cuando les llega un momento de necesidad.
Hoy queremos hablar de San Alejo, de porqué es un santo al que encomendarse para una protección inmediata y de cómo podemos orarle para que nos brinde dicha protección.
Oración a San Alejo
San Alejo es conocido como el santo protector contra enemigos y situaciones adversas. Que este santo sea considerado un santo protector se debe a diversas razones relacionadas con su vida y el valor simbólico que se le atribuye en la tradición cristiana.
Los santos, en la tradición cristiana, son intercesores ante Dios, por ello es habitual encomendarse a ellos para que ayuden a las personas necesitadas. En el caso de San Alejo, está considerado el patrón de los desamparados debido a la vida de pobreza y su dedicación a los necesitados. Su festividad se celebra el 17 de julio en diversas culturas, un día en que se realizan actividades religiosas en su honor.
La vida de San Alejo
Según cuenta su historia, Alejo era el hijo único de dos patricios romanos. Fue prometido a una mujer virtuosa y, en la misma noche de bodas, Alejo la convención para que dejara de lado el matrimonio y que se dedicara a una vida marcada por la fe y la piedad. Después de aquello se embarcó rumbo al norte de Siria, después Laodicea, Edesa… donde se vivía a cambio de las limosnas que le ofrecía la gente. En aquel momento de su vida tuvo una visión de la Virgen María.
Diecisiete años detrás de aquella visión, Alejo regresaba a Roma y acudía a su casa familiar a pedir limosna. Sin embargo allí no fue reconocido por nadie y continuó su vida mendicante, rezando y enseñando catecismo a los niños. Aquella etapa de su vida, donde dormía bajo la escalera de la entrada de su casa familiar, mendigaba y enseñaba a la gente con la que años atrás había compartido techo y comida, la dejó escrita. Sabiendo que su muerte se hallaba cercana, Alejo decidió escribir su historia. Explicó los motivos por los que renunció a su boda y los viajes que había realizado desde aquella noche de bodas.
Se cuenta, que una vez muerto, este escrito donde contaba su historia quedó cerrado en su puño y tan solo se abrió su mano cuando su padre lo intentó. El padre quedó conmocionado al leer la carta y por fin reconocer a su hijo. También se cuenta en otras tradiciones, que San Alejo murió pobre en un hospital de Edesa y antes de morir revelo descender de una familia noble pero que había rechazado el matrimonio para dedicarse a Dios.
La imagen de abajo, que es la portada del artículo, podemos ver un resumen de la vida de San Alejo.
Culto al santo
El culto a San Alejo comenzó en Siria y se fue extendiendo por todo el Imperio Bizantino hacia el siglo IX. Su nombre comenzaría a verse incluido en los libros de la liturgia en occidente ya a finales del siglo X.
Lo curioso de este santo es que su vida es más bien leyenda, por lo que en 1969 fue suprimido del santoral. Es posible que la vida del que conocemos como San Alejo esté basada en algún asceta oriental de Edesa que vivió mendigando y fue venerado como un santo.
A pesar de ser removido del Calendario General de los Santos, hay muchas personas que siguen encomendándose al santo, pidiéndole con sus oraciones protección.
Oración para protección inmediata
Son muchas las oraciones o ruegos que podemos hacer a los diferentes santos. A veces con solo hablarles y pedirles con nuestras propias palabras es más que suficiente. Sin embargo, si acaso estás buscando una oración ya hecha para San Alejo, aquí te dejamos una que puedes usar:
«Glorioso San Alejo, defensor de los que sufren y protector de quienes buscan refugio en tú, hoy me acerco a ti con fe y humildad. Te pido que me protejas de los peligros que me acechan, de las malas intenciones y de todo mal que pueda acercarse a mi.
Aleja de mi vida todo aquello que cause angustia, temor y dolor. Rodéame con tu manto de luz y paz, y confírmame que con tu ayuda, puedo enfrentar cualquier adversidad.
Te ruego, San Alejo, que me brindes la fortaleza necesaria para superar los obstáculos y me guíes por el camino de la justicia y la verdad. Mantén a raya a mis enemigos y dales la sabiduría para reflexionar sobre sus acciones.
Gracias, San Alejo, por tu intercesión y protección. Confío en que siempre estarás a mi lado, ayudándome a encontrar la serenidad y seguridad que tanto necesito. Amen.»