Oración a la Virgen del Carmen, para Grandes Problemas

La Virgen del Carmen es una de las muchas referencias místicas con que cuenta la Virgen María. La veneración a esta Virgen es la de mayor antigüedad y popularidad entre las devociones marianas y la Oración a la Virgen del Carmen está primordialmente dirigida a aquellos fieles que portan su santo escapulario. Entérate de mucho más a continuación.

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Oración a la Virgen del Carmen

En esta oportunidad nos centraremos en la Oración a la Virgen del Carmen para cualesquiera sea la ocasión o favor solicitado. Su festividad tiene lugar el día dieciséis de julio, a excepción de la región del Cuyo, Argentina donde se conmemora cada ocho de septiembre. Son las plegarias los medios con que cuentan los fieles católicos para hacerle llegar a su santo de confianza alguna petición o darles gracias por algún favor obtenido.

Al ser la comunidad mariana muy diversa, se permite que los devotos católicos puedan escoger a cualquier advocación de la virgen para ofrendarle sus plegarias, por ejemplo, la Rosa Mística o la Virgen del Pilar. Aún así, en este artículo nos dedicaremos de forma exclusiva a compartir toda la variedad de oraciones a la Virgen del Carmen.

Para Casos Difíciles

En la plegaria a la Virgen del Carmen para los casos que presentan dificultad se le solicita que se proteja mediante el Sagrado Escapulario, que le conceda protección a la familia y a los amigos, se implora por el mundo y después se hace una súplica particular

Virgen Bendita del Carmen, yo anhelo que sin exceptuar a nadie, todos se cubran bajo la sombra bienhechora de tu Santo Escapulario y que todos se unan a Ti Madre Mía, por los estrechos y afectuosos lazos de ésta tu adorada insignia.

¡Oh Belleza del Carmelo! Obsérvanos arrodillados reverentes ante su santa imagen y otórganos benigna tu amoroso amparo. Te confío lo que es necesitado por nuestro Venerable Padre el Papa y la Iglesia Católica y por nuestra Madre, así como lo que necesita mi nación y todo el planeta, lo que necesito yo y mis familiares y amigos.

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Tengo mil problemas: auxíliame.
De los que no son amigos del alma: redímeme.
En mis errores: ilústrame.
En mis indecisiones y penas: consuélame.
En mis padecimientos: reconfórtame.
Cuando sea menospreciado: estimúlame.
En las incitaciones: ampárame.
En horas tormentosas: alíviame.
Con tu corazón de madre: adórame.
Con tu grandioso poder: defiéndeme.
Y en tus brazos al morir: acógeme.

Virgen del Carmen, implora por nosotros. Amén.

En la plegaria final se le reza a la Virgen del Carmen que en los problemas ayude, de los enemigos defienda, de las enfermedades robustezca, de los menosprecios estimule, de las incitaciones defienda, en la horas difíciles alivie y que su amor y poder ampare siempre a la persona que se está confiando, que medie ante Dios y suplique por aquellos que tiene confianza en ella.

Para Pedir un Milagro

Esta plegaria es la que más se indica para cuando existen enfrentamientos entre las naciones, cuando se aproximan calamidades naturales como sismos y huracanes, y para rogar que sea siempre el amparo de la virgen el que oriente al mundo:

Oh Virgen Grandiosa del Carmen. Colmados de la más afectuosa confianza, como hijos que van al corazón de su madre, nosotros acudimos a suplicar una vez los tesoros de conmiseración que de forma muy solícita nos has siempre concedido. Por eso a Ti rogamos en todos nuestros riesgos y necesidades confiados de ser benévolamente oídos.

Tu eres la Madre de la gloriosa gracia que preserva inmaculadas nuestras almas; eres la potente Torre de David que protege el honor y la libertad de nuestras naciones; eres el albergue de los pecadores que rompe las cadenas de los sometidos al error y al vicio; eres el alivio de los afligidos, ya que ayudas a las viudas, a los huérfanos y desamparados; eres el apoyo de los cristianos, ya que mantienes nuestra fe y proteges a nuestra Iglesia, en particular a sus obispos, clérigos y religiosas.

Desde el sitial de tu gloria, escucha nuestros ruegos, ¡Oh Madre del Carmelo!. Dejas abierto tu manto y envuelve con él a todos nuestras naciones. Te solicitamos para los magistrados, parlamentarios y jueces aciertos; para los matrimonios y familias serenidad y la compasión, para los maestros el sagrado miedo de Dios,  y para los infantes ingenuidad y para los jóvenes una enseñanza cristiana.

Aleja de nuestros países los sismos, plagas y calamidades, aparta de nuestros mares las tempestades y otorga la fertilidad a nuestros campos y montañas. Conviértete en la medicina de los enfermos, la vitalidad de las almas compungidas, el amparo especial de los desahuciados y la salvadora de las almas del Purgatorio.

 Escúchanos Madre clementísima y posibilita que vivamos aliados en la vida a la expresión de una idéntica fe y al ejercicio de un idéntico amor al Corazón Divino de Jesús, para que podamos ser llevados de la patria terrena a la patria imperecedera del cielo en el que te ensalzaremos y bendeciremos por los siglos de los siglos. Así sea.

Es esta la plegaria milagrosa de la Virgen del Carmen ya que en ella se solicita con suma devoción algo muy deseado. A ella se le confía todo nuestro camino, para que sea ella quien cuide cada uno de nuestros pasos. Se le súplica envuelva con su manto a  todos los países del mundo.

Que aleje cualquier clase de calamidad natural para que la humanidad no padezca ningún mal. Se le ruega cuida de la salud de los enfermos para que les otorgue fortaleza y alivio. Se implora por las almas del purgatorio para que su alma logre el reposo en paz. Que las diferentes regiones se encuentren, que no exista discriminación y que todos vivamos bajo el amor divino.

Por un Enfermo

¡Adoradísima Madre mía, María Bendita del Carmen! ¿A quién sino a ti, que eres la cura para los enfermos, el alivio de los afligidos y la protección de los desvalidos, he de implorar en esta gran necesidad en que me encuentro?

Tu bien lo sabes, Madre mía, que por la divina disposición de Dios he estado sufriendo tanto tiempo con esta lamentable enfermedad, sin que hasta hoy día haya conseguido alivio en la medicina; por lo contrario, mis dolores se incrementan día en día, al tanto que siento acabarse mis pocas fuerzas y me falta la debida paciencia para tolerarlos.

Aguardo de vuestro benévolo corazón ¡oh María! que te compadezcas de mi, y que me concedas la salud que me hace falta, pues no en vano llevo en mi pecho tu Sagrado Escapulario, que es prenda de tu adorada protección y universal remedio en los padecimientos del alma y del cuerpo.

En pago por este favor, que no me negarás, yo te consagro mi alma con todo lo que ella puede, mi cuerpo con todo lo que el siente; en una palabra, todo mi ser, para que tu dispongas de mí como cosa que es tuya.

Si Dios Nuestro Señor, en sus elevados juicios, no quisiese otorgarme la salud que por tu intercesión le ruego, ya que quizás sea conveniente para su gloria y mi propia redención el que yo soporte y sufra con este padecimiento, entonces te pido, Madre mía, que me otorgues de Su Divina Majestad la virtud de la serenidad, para que con ella pueda aguantar mis dolencias con la mansedumbre tocante a un buen cristiano, y mediante ellas purificarme de forma total de todos mis faltas para así lograr la gloria eterna. Amén.

Pese a que en todas las plegarias dedicadas a la Virgen del Carmen se confía la salud de los enfermos, es esta oración la particularmente diseñada para ellos, pues no se ruega por otro favor que no esté vinculado, con el estado de salud de alguna persona, o de todos los enfermos del mundo, para que les conceda calma a los dolores o suplicios que estén sufriendo.

Para Embarazadas

Virgen del Carmen tu que viviste la experiencia de ser madre, te ruego me atiendas a mi a mi hijo que está en camino, oh madre amorosa que por tu santo escapulario mi niño sea un ser de bien fiel a ti y a el Señor, te suplico que durante mi embarazo me ampares y en el parto todo resulte bien.

Permite que mi bebé llegue saludable y fuerte con el amparo de tu manto, que yo después seré responsable  de conducirlo por el camino recto. Virgen madre del niño Jesús ahora me he quedado serena y en paz porque siento tu protección de madre. Nuestra Señora del Carmen suplica por mi. Amén

Tal y como se puede observar en esta plegaria la mujer con embarazo se confía plenamente a la Virgen del Carmen, y se confía a ella que igualmente fue madre, para que la ampare y su bebe nazca saludable.

En numerosas ocasiones existen mujeres que pueden ser consideradas como embarazo de elevado riesgo, y es por ello que le imploran a la Virgen María, que cuide a los dos para que al finalizar puedan emerger triunfantes de la dificultad. Es una plegaria diseñada de madre a madre con toda la convicción de que lo que se está rogando se hará realidad.

Para Niños

Oh Virgen del Monte Carmelo al acabar el día y anochecer te agradezco por las bendiciones que recibí  hoy, te ruego absolución si procedí mal. Virgen carmelita envuélveme bajo tu santo escapulario, cuida de mis padres, mis hermanos y mis amistades. Te imploro que cada día me muestres como adorarte más. Virgen del Carmen Ruega por todos.

Como se podrá notar, esta plegaria es muy simple. Está diseñada para que pueda ser rezada por los niños, antes de ir a la cama, tras lo cual se agradece y se ruega perdón. Después se confía bajo el Santo Rosario de la Virgen del Carmen para que ampare a las personas de mayor importancia de su vida.

Por los Difuntos

A continuación presentamos esta plegaria para suplicar por los difuntos, para que puedan descansar serenamente y su alma consiga pleno reposo

Compasiva Madre del Carmelo Defensora de todos los que padecen
y de aquellos que se purifican para ser parte del regocijo celestial,
oye nuestras súplicas.

Te confiamos a nuestros hermanos ya difuntos particularmente a ………….
y a todas las consagradas almas del purgatorio.

Intermedia ante tu Hijo Jesucristo nuestro Redentor,
para que actué con ellos como juez compasivo
y les absuelva las culpas  que en su debilidad consumaron.

Cuida por quienes continuamos en este mundo
y otórganos la gracia de adorarte y ensalzarte para siempre
para que tú nos lleves a tu Hijo y con Él seamos parte de la gloria eterna.

Otórgale Señor el reposo eterno a todas las sagradas almas.

Ilumine para ellas la luz eterna. Por la conmiseración de Dios
reposen en paz todos nuestros hermanos fallecidos.
Amén.

Oración y Novena a la Virgen del Carmen

La novena a la Virgen del Carmen se ha de rezar por nueve días, que de manera tradicional se realizan en los días que anteceden a la celebración del día central. Las novenas se realizan cada noche, constituyéndose cada novena en un acontecimiento distinto en los cuales se ha de orar igualmente el rosario.

Primer Día

Al terminar la novena a la Virgen del Carmen de cada día, se ha de elevar una plegaria final como señal de acción de gracias.

¡Oh Virgen Bendita, Madre Santísima, que tu imagen se mostró en aquella nube gloriosa que el destacado Profeta de Nuestro Dios, Elías, vio elevarse de las enormes aguas del mar, y con su lluvia fertilizó de modo abundante la tierra santa, queriendo significar la fecundidad pura con que ofrendaste al mundo a tu adorado hijo Jesucristo, para consuelo de nuestras almas.

Te imploro, Reina universal, me concedas de su majestad suficientes lluvias de ayuda, para que mi alma comparta numerosos frutos y buenas obras, con la meta de servirte perfectamente en esta existencia, y merezca regocijarme en la eterna. Así, Señora, te lo ruego con humildad pronunciando La Salve.

Segundo Día

En esta fecha, generalmente se ruega por el amparo de Nuestra Señora del Carmen, para que medie por nosotros  y absuelva todos nuestras faltas cometidas. Igualmente para seguir los senderos del Hijo de Dios.

Señora Nuestra del Carmen, Bendita seas, por tu enorme amor a los Carmelitas los beneficiaste con tu peculiar trato y benévolas palabras, ilustrándolos con las luces de tu educación y ejemplo de los que con gusto se regocijaron. Te ruego, mi virgen amada, me ayudes con tu apoyo divino, compartiéndome de tu bendito Hijo Jesús el sendero para transitar su infinita bondad y amarle con todo mi ser.

Para saber de mis culpas y llorarlas para conocer como liberarme de ellas con la finalidad de servirle sin mancha alguna de pecado original; y para que mi amistad y conversación sean eternamente para el mayor respeto, gloria y enaltecimiento de mis prójimos. Así, Señora, te lo ruego con humildad, pronunciando La Salve.

Tercer Día

En el día tres se nos habla acerca del templo que levantaron los humanos para ensalzar a la Virgen del Carmen. Desde allí, todos hemos podido respetarla con el propósito de solicitar sus cuidados.

¡Oh! Bendita Virgen del Carmen, que te serviste aceptar con honda benevolencia el obsequio filial de los Carmelitas, que con el apoyo de todos los seres que pueblan la tierra, fueron los que inicialmente, en tu gloria, levantaron un templo en el Monte Carmelo, al cual acudían feligreses a brindarte culto y alabanza.

Te imploro, mi Virgen Bella, me permitas que sea mi ser el templo viviente de la Majestad Divina, bendecido de todas tus virtudes, en el cual Él habite siempre querido, adorado y ensalzado por mi, sin que nunca me cubran las ideas de lo provisional y terreno. Así, Señora, te lo ruego con humildad, pronunciando La Salve.

Cuarto Día

A la Virgen del Carmen se le ve como el alivio para todos los afligidos y el albergue de todas las personas que atraviesan por difíciles necesidades. Con la plegaria del cuarto día se procura imitarla y reverenciarla.

Oh! Virgen del Carmen, que exhibes tu particular amor a los Carmelitas, les amaste con el apreciado nombre de hijos y hermanos tuyos, estimulando con tan incomparable favor su confianza, para conseguir en ti, como en toda Madre, la solución, el alivio y la protección en todas sus necesidades y pesadumbres, llevándoles a imitar tus magníficas virtudes.

Te suplico, Señora, me veas, como juiciosa Madre y me otorgues el don de imitarte, de manera que yo pueda ser nombrado igualmente siervo tuyo, y que mi nombre se escriba en el libro de lo predestinado de los hijos del Señor y hermanos de Jesucristo. Así, Señora, te lo ruego con humildad, pronunciando La Salve.

Quinto Día

Para el día cinco de la novena a la Virgen del Carmen se refleja que Nuestra Señora alcanza a todas las almas, inclusive a aquellas extraviadas en el pecado que han atentado contra la organización religiosa. Los feligreses solicitan imitar sus cualidades.

Virgen del Carmen, María Bendita, que lograste defender a todos tus hijos, cuando se procuraba extinguir a la inmaculada Religión del Carmen, exhibiendo siempre el amor y la preferencia con que los amparas, enviaste al honorable Papa, Honorio III, para que los recibiera con dignidad y ratificase su organización, otorgándole por señal de que esa era tu disposición y la de tu hijo Jesús, el imprevisto fallecimiento de dos que particularmente la contravenían.

Te suplico, Celestial Virgen, me amparas de todas los desafíos de cuerpo y alma, para que con armonía y paz exista siempre en el santo servicio del Señor y tuyo. Así, Señora, te lo ruego con humildad, pronunciando La Salve.

Sexto Día

Se resalta la importancia del Santo Rosario y del escapulario como recurso de protección. Los feligreses logran cumplir con sus obligaciones para conseguir el favor divino de la Virgen y de Nuestro Señor Jesús.

Virgen del Carmen, que reconociste a los Carmelitas como los hijos de tu preferencia, los beneficiaste con la virtud del Santo Rosario, asociando en él muchos dones y favores para que quienes con devoción lo visten y acatan sus deberes, buscan vivir forma que prosiguiendo tus virtudes, demuestran que son tus siervos leales.

Te imploro, Divinísima Reina universal, me concedas la gracia de existir siempre como un ser cristiano y miembro adorador del santo escapulario, con el propósito de que sea merecedor de obtener los frutos de esta bella devoción. Así, Señora, te lo ruego con humildad, pronunciando La Salve.

Séptimo Día

Ante los posibles desafíos e incitaciones diarias, se precisa buscar el amparo de Nuestra Señora mediante el Santo Rosario.

Santa Virgen del Carmen, que con tu bendito Escapulario otorgaste a los que con honradez lo utilizan, un potente escudo para protegerse de todos las perversidades de este mundo y de los desafíos del demonio, confirmando esta verdad con tus incontables milagros.

Te ruego, Señora mía, que seas mi amparo poderoso en esta existencia terrenal, para que en todas las preocupaciones y peligros consiga la seguridad, y en las incitaciones surja victorioso, alcanzando siempre tu particular asistencia para lograrlo. Así, Señora, te lo ruego con humildad, pronunciando La Salve.

Octavo Día

Se suplica a la Virgen del Carmen que cure nuestras almas antes de dejar nuestro lugar terrenal y alcanzar el cielo. Has de intentar evitar el purgatorio y las horrendas llamas del infierno.

¡Oh! Virgen del Carmen, que decides tu incomparable protección a la hora de la muerte para con los que con honradez se cubren de tu sagrado escapulario, con el propósito de lograr mediante la penitencia abandonar esta existencia en virtud de Nuestro Señor y escapar de las penurias del infierno.

Te suplico, Señora, me auxilies, ampares y alivies a la hora de mi partida de este plano terreno, y me concedas auténtica penitencia, acabada contrición de todos mis pecados, envuelto por el amor divino y ardiente anhelo de verle y disfrutarle, para que mi alma no tenga mácula ni condena, sino que vaya confiada al viaje de la dicha perpetua de la gloria. Así, Señora, te lo ruego con humildad, pronunciando La Salve.

Noveno Día

Con las súplicas a la Virgen se puede lograr el Reino de los Cielos para sentirse en el seno de Dios. Para ello, es esencial adherirse a la protección del escapulario y a la plegaria del Rosario.

Bendita Virgen del Carmen, Madre Compasiva, que entendiste tu amor hacia los Carmelitas, aún luego de la muerte, como madre caritativa de los que utilizan tu santo escapulario, auxilia sus almas, cuando se encuentran en el Purgatorio, y con tus ruegos logren salir lo más pronto de aquellas penas, para partir a disfrutar del Reino de los Cielos, al lado de Dios, nuestro Señor.

Te suplico, me concedas de su divina Majestad que yo pueda cumplir con los deberes de cristiano y la veneración del santo escapulario, de manera que alcance este relevante favor. Así, Señora, te lo ruego con humildad, pronunciando La Salve.

Otras Oraciones a la Virgen del Carmen

Como es bien sabido, el poder inherente a las plegarias a la Virgen del Carmen es inconmensurable y alcanza a actividades o áreas que aún no cuentan con mucha difusión. He aquí algunas de esas otras oraciones:

Virgen del Carmen Patrona de los Conductores

A la Virgen del Carmen se le considera como la protectora de los viajeros y conductores, por ejemplo en el páramo de Mérida en Venezuela, se le reverencia mucho y el día 16 de julio parten en caravana todos los conductores de camión para festejarla

Oh, Virgen del Carmen, confiéreme tu mano segura y tu mirada atenta para que a mi marcha no provoque daño a ninguno. A ti madre bendita te solicito con humildad cuides de mi vida hoy y en todo tiempo. Libera Señora a quienes son mis acompañantes de todo mal, colisión, padecimiento, incendio o percance. Muéstrame como  hacer uso apropiado de mi vehículo, para remediar las necesidades ajenas.

Permite en fin de cuentas Madre de Dios que no me deje llevar por el apremio de la velocidad, y que contemplando la belleza de este mundo pueda continuar y concluir el camino de la felicidad. Te ruego con todo fervor me ampares y me lleves por el buen camino. Amén

Virgen del Carmen Escapulario

Al escapulario se le considera como el símbolo de protección que otorga la Virgen del Carmen, Sus más leales devotos le tienen una fe enorme a la protección que proporciona el uso del escapulario.  Se estima que tuvo su origen cuando San Simón Stock al suplicar su presencia, esta Virgen se le manifestó y le dijo:

Acepta, adorado hijo, este hábito de tu Orden; él es símbolo del privilegio que he logrado para ti y para cada uno de los hijos del Carmen; el que perezca vestido de este Escapulario, será resguardado de fuegos eternos. Es una señal de salvación, un salvoconducto en los peligros y la prenda para una armonía y protección particulares.

De allí la relevancia del uso del escapulario, para emplearlo se ha de contar con el mayor respeto y veneración por la Virgen del Carmen. No hay una plegaria específica para el Rosario de la Virgen del Carmen, pero en cada una de ellas, se ruega que sea la protección del santo escapulario la que abarque a todos sus creyentes.

Virgen del Carmen de Cuyo

Oh Virgen del Carmen, María madre del Señor y de los pecadores, única protectora de los que llevan tu bendito escapulario. Te imploro, por lo que su Majestad te ha enaltecido al escogerte para auténtica Madre suya, me concedas de tu adorado Hijo Jesús la absolución de mis pecados, la rectificación de mi vida, la redención de mi alma, el consuelo de mis necesidades y el alivio de mis aflicciones, si es conveniente para su mayor dignidad, y gloria y provecho de mi alma.

Que yo, Señora, para lograrlo, me hago valer de tu mediación poderosa, y desearía tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos para ensalzarte con dignidad; y, juntando con sus afectos mis voces, te he de saludar una y mil veces, pronunciando: Dios te salve, María

En la región del  Cuyo, Argentina a la Virgen del Carmen se le considera la generala de las tropas de los Andes.

Virgen del Carmen en Colombia

¡Oh Virgen Bendita, Venerada y Purísima, hermosura y esplendor del Carmen! Tu, que miras con ojos de particular benevolencia al que lleva tu santo Escapulario, mírame con benignidad y cúbreme con el manto de tu protección de madre. Fortalece mi fragilidad con tu poder, ilumina las tinieblas de mi pensamiento con tu erudición, has crecer en mí la fe, la ilusión y la caridad.

Decora mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre adorada de tu divino Hijo y de ti. Asísteme en vida, consuélame cuando haya de morir con tu amable presencia, y preséntame a la augusta Trinidad como hijo y siervo devoto tuyo, para alabarte por la eternidad y bendecirte en el Paraíso. Amén

En la nación colombiana la Virgen del Carmen es la santa patrona de los policías

Virgen del Carmen de Apicalá

Oh! Nuestra Señora del Carmen de Apicalá a tu corazón encomendamos todas las almas, requerimientos y pretensiones de nosotros y de cada uno de tus fieles. Eres la Madre de nosotros y lo que tú desees será lo más correcto para nosotros. Sabemos de tu poder en el cielo y en la tierra y la influencia maternal que tienes sobre el Corazón admirable de tu Divino Hijo.

Concédenos la gracia de ser tus auténticos hijos viviendo una existencia genuinamente cristiana. Otórganos sumo amor a tu Divino Hijo Jesucristo y a tu Santa Iglesia Católica. Ayúdanos en la vida, a la hora de morir, en el purgatorio para que entonemos todas tus alabanzas en el Cielo. Amén

Esta advocación de la Virgen del Carmen se venera en el departamento de Tolima en Colombia, donde cuenta con su propio Santuario.

Virgen del Carmen Patrona de Chile

¡Virgen del Carmen, María Bendita, Dios te eligió como Madre de su Hijo, del Señor Jesús, que nos trajo el amor y la paz. Madre de Chile, tu fuiste honrada por los padres de la patria, y los más valerosos de la historia; desde los inicios nos otorgaste bendición.

Hoy te encomendamos lo que somos y poseemos; las casas, colegios y oficinas; industrias, coliseos y caminos; las campiñas, las pampas, las minas y el mar. Ampáranos de sismos y guerras, líbranos de las desavenencias; Aconseja a nuestros dirigentes; otorga tu amparo a nuestros hombres del ejército. Muéstranos cómo lograr el auténtico progreso que es erigir un país de hermanos en el cual cada uno tenga pan, consideración y alegría.

Virgen del Carmen, Estrella Chilena, en la bandera diriges nuestros días y en las noches tempestuosas, con sabiduría iluminas el camino. Madre de la Iglesia, Tú acoges y nos encomiendas a Cristo; contigo nos ofrendamos a Él, para que sobre Chile expanda los brazos redentores de su cruz y la ilusión de su resurrección.  Amén.

La Virgen del Carmen es la Santa Patrona de Chile, ya que fue quien dio protección a su ejército en las guerras por la independencia de ese país. Es por ello que igualmente se le considera como patrona del Ejército Chileno.

Virgen del Carmen en su Día

Virgen Veneradísima del Carmen, yo anhelo que todos, sin exceptuar a nadie, se cubran bajo la sombra bienhechora de tu Sagrado Escapulario y que todos se encuentren aunados a Ti Madre Mía, por los estrechos y afectuosos lazos de ésta tu adorada insignia. Amén

Se recomienda encomendarse todos los días bajo la protección de la Virgen del Carmen para que no nos ocurra nada malo. Cualquiera de sus plegarias se pueden rezar el día que sea y no precisamente el día de su festividad.

Virgen del Carmen – Oración Corta

Esta plegaria se aprende fácilmente ya que es la más breve, y pese a ello es muy concreta para solicitar lo que se necesita:

¡Oh Virgen Santísima del Carmen! Nunca podremos recompensar con dignidad a los favores y gracias que nos has concedido al otorgarnos tu bendito Escapulario. Admite nuestro simple, pero profundamente sentidas gracias y, ya que no contamos con algo digno de Ti y de tus mercedes que te podamos retribuir, te ofrendamos nuestro corazón, con su pleno amor y su plena vida.

A nuestro corazón lo deseamos emplear en la adoración y servicio de tu Hijo Señor nuestro, y en divulgar tu grata devoción, intentando que todos nuestros hermanos de convicción, con quienes la divina Providencia nos hace coexistir y relacionar, consideren y agradezcan tu grandioso don, portando el santo Escapulario, y que todos podamos existir y morir en tu amor y veneración. Amén.

Esta es una plegaria sagrada de total reconocimiento y gratitud a la Virgen del Carmen.

La Virgen del Carmen

Con el título de Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen es el nombre que usualmente recibe Santa María del Monte Carmelo, una de las distintas referencias místicas de la Virgen María. Su nombre se origina a partir de su reverencia en el Monte Carmelo, en Tierra Santa, en las proximidades de Haifa.

El término Carmelo o Carmen provienen del vocablo Karmel o Al-Karem y que podría querer decir ‘jardín’. La reverencia de dicha advocación mariana se ha divulgado en todo el planeta por la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, mejor conocidas como Carmelitas.

En España, Puerto Rico y Costa Rica es la santa patrona del mar, igualmente es patrona de la Armada Española. Se le considera Reina y Patrona de Chile, de su Ejército y de los Carabineros. Se le tiene como patrona de la Policía y del Ejército Nacional, de los marineros y de los conductores en Colombia. En Bolivia es la Patrona Nacional y del Ejército; en Perú es “Patrona del criollismo» y «Alcaldesa Eterna de la Ciudad de Lima» y en Venezuela es patrona del Ejército y los conductores.

Adicionalmente, se le tiene como patrona del Ejército de los Andes que, encabezado por el general José de San Martín, inició la emancipación de Argentina, Chile y Perú. Mediante esta advocación se le otorga nombre a todas aquellas personas llamadas Carmen, Carmela o Carmelo, y que festejan su santo en la conmemoración de Nuestra Señora del Carmen, el 16 de julio, que la Iglesia católica celebra con calidad de memoria facultativa.

Origen de la Devoción

La denominación del Monte Carmelo procede de Karm-El, que quiere decir en hebreo jardín o viña de Dios.​ El Monte Carmelo se ubica en actualmente en Israel. Se señala en el libro del profeta Isaías 35:2 como un sitio hermoso. El profeta Elías moraba en una caverna del Carmelo. Fue en esta ubicación que el profeta Elías hizo demostración del poder del Señor delante de los sacerdotes de la deidad pagana Baal.​

Su adoración data a una agrupación de ermitaños que, bajo la inspiración del profeta Elías, se retiraron a morar en el Monte Carmelo y por el año 1200 conformaron la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (Carmelitas).​

De acuerdo a la tradición carmelita, el 16 de julio de 1251, la figura de la Virgen del Carmen se le había mostrado a San Simón Stock, Superior de la Orden, cediéndole un escapulario, el cual es la más importante insignia de la devoción mariano carmelita, con la cual se promete librar del castigo eterno a quienes lo portasen.​ El escapulario fue reconocido por el Papa en 1587 y ha conseguido el respaldo de los pontífices ulteriores.​

En el siglo XIV e igualmente de acuerdo a la tradición, la Virgen hizo su aparición al papa Juan XXII prometiéndole su ayuda contra sus enemigos si concedía un nuevo consentimiento a los Carmelitas. La Virgen asimismo prometió la redención de los declarados carmelitas y de los devotos que portasen la insignia del hábito o el escapulario y efectuasen preceptos de plegaria y, en caso de corresponder a su estado canónico, de continencia.

La Virgen habría de descender al purgatorio el primer sábado luego de su deceso para conducirlos al cielo, de allí que esto obtuviese el nombre de Privilegio Sabatino. Fue el Papa Juan XII quien lo autorizó en la Bula Sabatina del 3 de marzo 1322. A posteriori, fue igualmente consentido por el Papa Clemente VII con el Breve Dilecti filii de 1527.​

El Monte Carmelo está ubicado entre el mar Mediterráneo y el valle de Jezreel.​ La Virgen del Carmen igualmente recibe el nombre de Estrella del Mar (en latín Stella Maris) y es la santa patrona de los marineros. La devoción mariana a la Virgen del Carmen se propagó a muchas naciones de Europa, como España y desde allí a cuantiosas naciones de América, resaltando entre ellos Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, México, Panamá, Perú, Puerto Rico y Venezuela.

Virgen del Carmen en Venezuela

La Virgen del Carmen es una de las devociones de mayor popularidad en este país. En la población de San Joaquín, Estado Carabobo, la devoción es de tal grado que sus fieles el primero de julio convocan una gran caravana de automóviles para anunciar abiertamente que el mes de su adorada patrona ha arribado, la copia de la imagen original que se adora es paseada por todos las institutos públicos y privados, difundiendo el mensaje de fe a los locales.

La Virgen como modesta madre vio como crecía este poblado pues su bella imagen se adora desde unos 300 años atrás. Ella contemplaba cuando su hijo, un humilde clérigo, levantaba en unión de sus hermanos, el templo que le daría albergue.

Luego proporcionó esencia de amor a sus «panelas» (bizcocho local), y ritmo de baile a los pastores, y al ver pasar por su calle real a aquel hombre (Simón Bolívar) que batallaría por nuestra libertad, ocasionó que se arrodillara ante su imagen para suplicar clemencia y seguridad. Fue así que años más tarde arribaron a este suelo bendito por Dios los primeros frailes carmelitas.

El sitio de peregrinación de mayor importancia se ubica a corta distancia de la Plaza Bolívar de la ciudad de Boconó, Estado Trujillo y se llama Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en la que se prepara una extensa procesión por las diversas calles de la localidad en vísperas del 15 de julio. En los alrededores de la iglesia se organizan bailes, serenatas y presentaciones de grupos musicales y el día central es el 16 de julio en el que se conmemora la solemnidad de esta advocación Mariana

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