Leyendas del Paraguay, conoce sus importantes narraciones

Paraguay es uno de los países sudamericanos con gran referencia mundial, no sólo por su extensa Fauna y exótica flora, sino también por ser una de las regiones que cuenta con una larga gama de exponentes musicales, invaluable riqueza cultural, antigua y tradicional, natural y propia que hasta sirve como símbolo de identificación de ese país, enmarcadas dentro de las Leyendas del Paraguay.

Leyendas del Paraguay

Leyendas del Paraguay

Las leyendas del Paraguay, son grandes historias que forman parte de la mitología paraguaya, o como también las conocen algunos, la mitología guaraní, debido a sus raíces y orígenes ancestrales. Estas leyendas del Paraguay, cuentan con una marcada diferencia con respecto a otros mitos de otros pueblos y regiones, y es que por lo general, no son cuentos con la intervención de seres místicos u omnipotentes.

Por el contrario, constan de una serie de crónicas protagonizadas por personajes típicos, comunes y corrientes, con los cuales las personas pueden llegar incluso a identificarse y por ello las hazañas descritas en ellas, logran tocar el corazón de quien las lee.

Pero, a pesar de esta diferencia, también cuentan con un punto en común con los mitos y leyendas de otras regiones, y es que todas surgieron los tiempos de colonización española en tierras de Sudamérica, donde se fusionó la cultura española con la nativa indígena.

Por eso, podemos decir entonces que el Paraguay cuenta con una gran cantidad de leyendas y mitos que enriquecen el folklore de dicho país. Se trata de experiencias vivenciales, creencias y cultos, que forman parte del arte y la imaginación de los pobladores de la región. Para conocer otras leyendas y mitos de otros países, te invitamos a leer Mitos de Honduras

Leyendas del Paraguay

La temática principal de las leyendas del Paraguay, manifiesta la belleza literaria de sus pueblos, cuya creación responde al hecho de poder brindar argumentos que sirvan de explicación a los hechos difíciles de comprender.

Como ya se ha dicho, las leyendas del Paraguay, en su mayoría, están basadas en la cultura indígena de la tribu guaraní, contentiva de historias increíbles, animales raros y feos, y personas sobre las cuales pesan especies de hechizos y maldiciones.

A pesar del ingrediente sorprendente con las que cuentan estas historias para lograr atrapar la atención de espectador, son relatos que se adaptan a la vida cotidiana y por ellos se aceptan entre el público lector. Estas leyendas que aparecen simplemente como mitos guaraníes, forman parte de la cultura de la nación.

Son el reflejo del resultado de la unión de americanos y europeos en los tiempos de exploración de territorios originarios. Entre las leyendas del Paraguay más populares se encuentran: la leyenda de la Yerba Mate, la leyenda del Karau, el Ñandutí, Tupi y Guaraní, leyenda de la Virgen de Caacupé y otras más.

El mito de Jasy Jateré

Entre las principales leyendas del Paraguay, la historia del Jasy Jateré, es una de las que se destaca, siendo esta una especie de fábula que describe a una criatura, muy similar a un gnomo, que vivía vagando libremente por el bosque. Jasy Jateré es un nombre indígena y en castellano, el término significa “fragmento de luna”.

Hay quienes aseguran haber visto esta criatura, merodeando y recorriendo los campos y sembradíos, acechando las cosechas de las zonas rurales, aprovechando los momentos en que los dueños están durmiendo la siesta.

La descripción física de este duendecillo, es muy parecida a la de otros duendes, pero con los ojos azules y el cabello amarillo, y además, se dice que anda de aquí para allá sin nada de ropa. Uno de los elementos que sobresale entre sus características, es que siempre se le ve portando una pequeña vara dorada o bastoncillo.

Está Leyenda del Paraguay reza, que utiliza dicha vara para atraer hacia él a sus posibles víctimas y que pierdan la voluntad sobre sí mismas. Cuando el duendecillo se percata de que la persona capturada, cuenta con un buen estado de salud, lo lleva ante su fraterno Ao, devorándolo de inmediato.

Una de las cualidades con las que cuenta Jasy Jateré es que puede llegar a imitar el trinar de las aves, razón por la cual se cree que es por ello que algunos lo conocen con el apodo del Cupido guaraní. Existen diversos relatos sobre esta leyendas del Paraguay donde se señala que a Jasy Jateré le encanta jugar con los niños.

Se alega que en sus recorridos, primero se pasea por las casas del pueblo, observando si algún pequeño se encuentra durmiendo la siesta, para luego invitarlo a comer algo de frutas con miel. Se dice que pasa largo rato jugando con los niños, hasta que ve que el sol comienza a esconderse, indicándole que es momento de regresar a su hogar, el bosque, sin hacerle ningún daño al niño.

De tantos dulces y frutas que comparten, que al llegar a sus casas, los niños ya no tienen hambre. La tradición establece que esta es la razón por las cuales las madres paraguayas no dejan salir a sus hijos durante la hora de la siesta, pues puede encontrarse con el Jasy Jateré. 

El mito de Luisón

Según lo que se conoce de la Leyendas del Paraguay llamada Luisón, a esta criatura se le considera como el dios de la Muerte, en lo más profundo de la tradición guaraní. Cuenta que este título se le atribuyó en vista de que, en distintos relatos en referencia a su historia, aparece como un merodeador de los cementerios.

Se narra y describe a un Luisón que roba en las afueras de los camposantos, teniendo preferencia por los restos humanos de las personas que yacen en sus tumbas, y cuyos cuerpos sin vidas son devorados por esta criatura mitológica.

Otro de los aspectos interesantes que se tornan alrededor de este personaje es que tiene unos días específicos donde se transforma de ser humano a un perro misterioso, con grandes colmillos, de un pelaje oscuro y destilando olores nauseabundos.

Estos días son los martes y viernes de cada semana. El resto de los días, es decir, los miércoles y sábado por la mañana, se vuelve a convertir en una persona, pero la imagen que adopta es la de un hombre desaliñado, sucio y afligido.

En otros relatos, cuentan que el mito de Luisón encierra una maldición que está ligada a las parejas que tienen varios hijos y que cuando llegan al séptimo, las familias corren el riesgo de que se trate de la reencarnación del Luisón. Cabe señalar, que esta Leyenda del Paraguay también cuenta con una versión registrada en la lengua nativa guaraní.

Leyendas Cortas del Paraguay 

Como ya hemos dicho anteriormente, el Paraguay cuenta con una gran gama de mitos y leyendas que hacen de su folklore uno de los más ricos entre los países de Sudamérica. Las leyendas han existido desde la creación de las civilizaciones primitivas, con la finalidad de poder explicar la ocurrencia de algún fenómeno, situación o hechos, sobre los cuales no se tienen una respuestas racionales.

Estas leyendas del Paraguay, surgen, producto del acoplamiento que existe entre las tradiciones, las creencias y las costumbres criollo – guaraní. Su difusión oral a través de las leyendas y mitos de la región, una de las mejores maneras de mantenerlas vigentes, pasando de generación en generación.

Cabe mencionar, que aunque los mitos y leyendas nacieron en un primer momento como una forma de expresión oral, ahora parte fundamental de la identidad nacional del Paraguay. Y así como existen leyendas cuyas historias son extensas, también las hay cortas como estos casos que te presentamos en este apartado.

Aquí podrás ver tres historias populares y muy conocidas dentro de la cultura guaraní, pero si te interesa saber más de las tradiciones y el folklore de otras regiones, puedes leer  Leyendas Ecuatorianas

La Leyenda de la Yerba Mate

La Leyenda de la Yerba Mate forma parte de los mitos más conocidos del Paraguay. Comienza con la narración de la historia de una bella joven llamada Ka’a, que vivía en las adyacencias de la selva misionera.

Cuentan que esta muchacha era muy noble y hermosa, y que dedicaba a cuidar a su viejo padre con gran afecto, pues ya estaba anciano, ciego y muy cansado. Dicen que el padre de Ka’a, era un indio que no quiso seguir junto a la tribu nómada a la que pertenecía, debido a su enfermedad de ceguera.

Aquel viejo indio comentaba que ya no contaba con las fuerzas necesarias para cambiar de casa o andar por los caminos, pero que su deseo era que su hija, que era joven, no sufriera de soledad y que pudiera compartir con otras personas de su edad.

Sin embargo, Ka’a se negaba a abandonar a su padre, reafirmándole que siempre estaría a su lado, acompañándolo. Seré tu hija e hijo también, y aprenderé a pescar y cazar como hombre. La joven cumplió con su promesa, y día a día, se mostraba atenta y cariñosa con su padre.

Ka’a aprendió las labores de la pesca, la caza, y también a recolectar frutos en la selva donde habitaba junto a su padre. Sin embargo, el padre no se resignaba a que su hija se quedara sola, y agradecido con todo lo que ella hacía por él, le rogaba a su dios Tupã, que recompensara a la joven por sus tantas atenciones.

Cuentan que un día, en la puerta de la casa se apareció un hombre con aspecto de peregrino, que resultó ser el propio Tupã. La joven al percatarse de su presencia, lo recibió gratamente, y hasta se fue de cacería para luego cocinarle un exquisito acutí. Luego de la cena, le preparó una cómoda cama.

Al día siguiente, el peregrino se preparó para continuar su camino, pero no sin antes ofrecer recompensar a Ka’a por todas sus atenciones. Aquel hombre le dijo a la joven que haría brotar una nueva planta, y ésta llevaría el nombre de ella, “tú serás conocida desde ahora como la inmortal Ka’ajarýi, que significa el hada de los bosques”.

Terminando de pronunciar aquellas palabras, el dios hizo nacer la planta de yerba mate, con unas hermosas flores y aroma, pero además contentivas de unas virtudes refrescantes y terapéuticas, que se volvieron muy populares y conocidas por todos quienes la consumen.

Leyendas del Paraguay

La leyenda de Karãu

Según la leyendas del Paraguay Karãu, esta cuenta la historia de cierto joven cuya madre se encontraba muy enferma una noche, por lo que salió a la calle para buscarle unas medicinas.   Pero, cuando iba en la vía a comprar los remedios se consiguió conque estaban festejando unos amigos de él en una fiesta.

El joven cedió a la tentación, y se quedó en aquella fiesta, olvidando por completo el por qué había salido a la calle. Se quedó bailando toda la noche en compañía de una de las muchachas más bonitas que estaban en aquella reunión. A cada rato repetía que sólo se iba a quedar por un momento, pero el tiempo le fue pasando.

Así le fue llegando la hora de la medianoche, y cuando el festejo y la celebración empezaban a aumentar, se le acercó un amigo suyo pidiéndole que dejara de bailar, porque le traía muy malas noticias, pues se trataba de que su madre había muerto.

Leyendas del Paraguay

El joven no le dio ninguna importancia a la noticia que le estaba dando su amigo, y por el contrario, le pidió a la gente de la fiesta que siguiera tocando la música, y él continúo bailando, alegándole al amigo que si su madre había muerto, pues que él seguía vivo y que habría luego tiempo para llorar después.

Entrada la madrugada, aquel joven le preguntó a la muchacha con quien estaba bailando que dónde quedaba su casa para acompañarla, a lo que ella le respondió, que su casa quedaba muy lejos, pero que podía ir y visitarla, los días en que debe extrañar a su madre muerta.

El joven al escuchar aquellas palabras cayó en cuenta de lo mal que había hecho, y se arrepintió, saliendo despavorido de aquel lugar, llorando, amargado y desconsolado, repitiendo que su madre ya se había muerto.

Desde ese día, el joven está vagando sin rumbo fijo, paseándose por los esteros y vistiendo siempre de luto. Debido a que fue un mal hijo, el dios Tupã lo castigó convirtiéndolo en un pájaro negro, condenándolo a ir llorando en las orillas de los ríos y arroyos, con un canto triste y fúnebre.

Ñanduti

Cuenta esta leyendas del Paraguay la historia sobre la existencia de una hermosa mujer llamada Samimbi, por quien dos valientes guerreros guaraníes, se disputaban su amor. Uno de estos hombres se llamaba Yasyñemoñare, quien era el hijo de la luna; y el otro joven, se llamaba Ñanduguazú que es el protagonista de nuestra leyenda, Ñandúti.

Se dice que el joven Yasyñemoñare, se encontraba una noche suplicándole al dios Tupã, para que lo ayudara a conquistar el amor de Samimbí. Cuando elevó la mirada al horizonte, se percató de que la cima de un enorme árbol se encontraba una especie de encaje de color plateado.

Aquel encaje era muy hermoso, y además, con el resplandor de la luz de la luna, lucía aún más bello. Esa imagen terminó por deslumbrar a Yasyñemoñare, quien llevado por ello, se motivó a trepar el árbol para alcanzar el encaje y regalárselo a su amada Samimbí.

Ñanduguazú también pasaba por el lugar, y en el mismo momento, presenciando aquella escena donde su enemigo conseguiría obtener aquel hermoso encaje, que él también había visto, lo que lo puso furioso de celos. Para evitar que lo alcanzara y sin pensarlo, le disparó una flecha, con la que hizo que Yasyñemoñare cayera del árbol y muriera en el acto.

Leyendas del Paraguay

Ignorando el hecho de que había matado a un hombre, Ñanduguazú subió hasta la cima del árbol rápidamente para tomar el encaje, pero cuando quiso hacerlo, este se rompió al instante, quedando sólo entre sus dedos, parte del tejido de lo que no era otra cosa que una tela de araña.

Por varios meses, el remordimiento atormentó a Ñanduguazú, debido a la atrocidad que había cometido, hasta que un día, le confesó a su madre lo terrible que había hecho. En ese momento, la madre le pidió a Ñanduguazú que la llevase al árbol, y así lo hizo. Al llegar al sitio, ambos contemplaron con gran asombro, que otro encaje idéntico al anterior se encontraba en el mismo lugar de la cima del árbol.

Desde la muerte de Yasyñemoñare, Ñanduguazú había estado muy afligido, vagando sin rumbo por toda la selva en busca de consuelo. Para brindárselo, su madre quiso regalarle un tejido igual al que posaba sobre el árbol, para lo cual se puso a observar como las arañas diseñaban el tejido.

Fue entonces cuando la mujer tomó sus agujas de tejer y comenzó a imitar la forma en que hacían los círculos y las rectas aquellas arañas, utilizando en lugar de hilo, las hebras de sus cabellos ya blancos, reproduciendo al final aquel delicado y singular tejido. Y ya para cerrar te invitamos a leer sobre otras leyendas indígenas como el tema de Leyendas Mayas

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