¿Quién es Hércules?
Casi todos conocen al mito de Hércules, este famoso héroe es de hecho, para la mitología griega, Heracles. Su nombre es una combinación de la palabra kleos que significa gloria y el nombre de la diosa Hēra, Hēraklḗs entonces significa “Gloria de Hera”.
Este héroe es muy famoso por sus diversas historias. De hecho, se considera que Hércules o Heracles, es uno de los personajes más conocidos tanto en la mitología griega como en la mitología romana. Por otro lado, Hércules era el hijo de Zeus, el dios del trueno y Alcmena, una reina mortal. Fue adoptado por Anfitrión y en su árbol genealógico, se cree que fue bisnieto de Perseo por su línea materna.
Lo que muchos desconocen del mito de Hércules es que su nombre original no es Hércules. Es decir, al nacer, recibió el nombre de Alceo (en algunas versiones Alcides) en honor a su abuelo Alceo. Su nombre de héroe lo consiguió en su vida adulta, por lo cual podría ser considerado un apodo. Apolo le impuso el nombre para indicar que tenía una condición de servidor de Hera.
El mito de de Hércules cuenta de que su vida no fue sencilla, tuvo que pasar por muchas pruebas y sufrimientos para poder vivir entre los dioses del Olimpo. Conocido como uno de los mortales más fuertes, los antiguos griegos teorizaron que su fuerza sobrehumana fue un regalo de los dioses para compensar su falta de inteligencia e ingenio.
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El mito de Hércules
Debido a que existen muchas historias sobre Hércules, estas tienen diferentes versiones o han sido modificadas para ajustarse a la narrativa moderna. Sin embargo, los mitos de Hércules son épicos y bastante diferentes a lo que todos esperaban de un héroe.
Cuenta el mito de Hércules que su carácter era terrible. En uno de los días más calientes en la tierra, amenazó al sol con su arco, ya que las altas temperaturas lo estaban molestando.
Otros personajes se destacan por su inteligencia, su manera de gobernar o incluso su bondad. Hércules destaca por tener un humor cambiante, su ingenio para meterse en problemas y sus objetivos egoístas.
Una diferencia clara que se puede observar cuando es comparado con otros personajes, es que dentro del mito de Hércules, este no pretende ser un dios, no se comporta como tal tampoco. Su popularidad no se debe a que sea perfecto. Todo lo contrario, quitándole su fuerza, Hércules era un hombre común, con problemas comunes, de carácter fuerte y orgulloso.
El ser humano detrás del mito
Su primo y amigo Teseo, era completamente diferente, él gobernó Atenas, mientras que Hércules, se desvivía por sus propias pasiones. Muchos dramaturgos griegos pintan a este héroe como el típico bufón músculo de poco intelecto. Se creía que Hércules era bondadoso. Estaba dispuesto a ayudar a todas las personas que lo necesitaran, muchos atribuían esta dedicación a que era un hombre impulsivo.
Muchos de los problemas que enfrentaban eran situaciones que él mismo había creado al dejarse llevar por sus emociones. Para muchos, esto fue lo que hizo que Hércules fuera un personaje popular, las personas que leían sus historias podían identificarse con él. Lo que hacía, a su vez, que fuera amado por el pueblo griego y romano, incluso cuando causó destrozos por su egoísmo.
Si analizamos un poco las historias de Hércules, podemos notar cómo sus características básicas estaban ligadas a las características que podrían describir a los seres humanos. La única diferencia era que al ser un personaje un poco más divino (siendo considerado un semidiós por su padre Zeus) estas características estaban amplificadas. Imaginarse a Hércules es muy sencillo, las historias se dedicaron a ejemplificar de la mejor manera.
Impacto de la figura de Hércules
A lo largo de los años, su imagen ha sido muy utilizada en diversos ámbitos, aunque la más conocida es la película de 1997 por Disney. La verdad es que Hércules es uno de los personajes más usados, poniéndose casi a la misma altura que Zeus. Innegablemente, esto se debe a la multitud de mitos que se le puede atribuir, la cantidad es tan grande, que era imposible que no pasara a ser un personaje importante en la cultura.
Sin importar si sucedió hace millones de años o no, la sociedad actual sigue utilizando, estudiando y aprendiendo sobre los mitos y leyendas antiguos, ¿Por qué? Porque es una manera sencilla para aprender sobre el pensamiento de nuestros antepasados. Independientemente de si las historias son falsas o no, los mitos, tanto romanos como griegos, tenían como dos fines: O explicar un suceso natural o dar alguna enseñanza de valor sobre los comportamientos y sus consecuencias.
El primer fin fue olvidado cuando las explicaciones científicas se pudieron dar. Sin embargo, el segundo fin todavía se preserva en las historias. Las personas, de diferentes culturas, razas o religiones siguen utilizando el conocimiento de los mitos y leyendas para transmitir conocimiento. Aunque han sido adaptados para ajustarse más a la sociedad moderna, esto no significa que hubo un desprendimiento de las historias originales.
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El principio del Fin
Se puede observar en las historias del mito de Hércules, que él era uno de sus mayores críticos. Los mitos nos reflejan que Hércules no podía ser castigado de la misma manera que el humano promedio. Por lo que él tuvo que transformarse en su propio juez, juzgado y verdugo. Hércules tuvo que cumplir varias penitencias por sus acciones, enfrentando numerosos castigos y prometiendo que no utilizará su fuerza hasta que los hubiera cumplido.
A pesar de esto, Hércules tuvo que enfrentar varios castigos que no merecía, el odio de Hera, hizo que el joven héroe, se encontrara en varias situaciones desafortunadas, gestionadas por los dioses y no por su mano propia. Hércules era un personaje que se encontraba en una constante batalla, tanto consigo mismo como con el resto del mundo.
Muchos expertos explican que la existencia de Hércules es improbable, sin embargo, sí impactó en la cultura griega y romana. El dios entre los mortales era, sin lugar a dudas, un personaje amado y respetado. En algunos registros, se cree que varias personas le rendían culto y que lo mantuvieron por varias décadas.
El Hércules griego
Como ya habíamos mencionado antes, Hércules era un personaje romano, ya que los griegos lo habían apodado Heracles. A pesar de esta distinción, se está hablando del mismo personaje, ya que las historias son exactamente iguales, por lo que las personas han generalizado su nombre para que sea conocido mundialmente como Hércules y no como Heracles.
Con algunas diferencias mínimas, Heracles es considerado uno de los personajes griegos más célebres de la historia, de hecho, se dice que representa el paradigma de la virilidad y el adalid del orden olímpico contra los monstruos ctónicos. Desde la antigua Grecia hasta la actualidad, se ha notado que la popularidad de este personaje se debe a los números mitos que tiene.
Entre los más conocidos tenemos al mito de los doce trabajos, sin embargo, el mismo también está lleno de otras historias secundarias, que entrelazan muchos personajes, haciendo que Heracles o Hércules, se vea envuelto en múltiples historias. Los historiadores les ha costado mucho crear una exposición cronológica que explique los eventos de la vida de Heracles de manera sencilla para evitar cualquier confusión de tiempo.
Categorías del mito de Hércules
El historiador francés Pierre Grimal, estableció en su Diccionario de la mitología griega y romana, que los mitos de Hércules se dividían en tres sencillas categorías:
- El ciclo de los doce trabajos.
- Las hazañas independientes realizadas antes de los doce trabajos.
- Las aventuras secundarias que ocurren durante los trabajos.
Esta división logró crear una línea de tiempo relativamente sencilla, dentro del marco de los tres ciclos, se encuentran los relatos de su nacimiento, su muerte y posteriormente su apoteosis, lo que indica un antes y un después en su historia.
Documentación del mito
La mención más antigua de Heracles que se tiene en la historia, es su aparición en las obras de Homero y Hesíodo, sin embargo, las historias de sus aventuras no aparecieron hasta las obras de Psino de Lindos (que era natural de Rodas y cuya historia, origen y posterior descendencia es desconocida), Pisandro de Camiros (un poeta rodio del siglo 640 a.C) y Paniasis de Halicarnaso (Autor de la obra Heraclea del siglo V a.C).
Todas las obras originales, a excepción de unos pocos fragmentos, se han perdido en la historia, un rasgo bastante común entre los diversos mitos y leyendas griegos, que no han logrado sobrevivir la evolución de la sociedad.
Tiempo después de sus primeras apariciones, los poetas, comentaristas y mitógrafos de la época helenística, son los únicos cuyas escrituras han logrado llegar a la actualidad, las mismas cuentan las hazañas de Heracles, lo que ha sido muy importante para su estudio y posteriormente para lograr crear una iconología de este personaje a través de los años.
En otras mitologías
Observar a Heracles a través de las culturas es muy curioso, ya que los griegos lograron difundir las historias e incluso el culto de este personaje por todos los sitios donde se establecieron, esto logró que el personaje fuera incorporado en diversas mitologías o que incluso se le identificara con algún personaje mítico anterior. Entre los etruscos, que fueron sumamente receptivos ante la mitología helénica, el personaje de Heracles se convirtió en Hercle, hijo de Tinia y Uni.
Fue gracias a estas personificaciones que los latinos pudieron desarrollar la figura de Heracles para que se adaptara a su sociedad. Por otro lado, en la mitología romana, Heracles se transformó en Hércules, sin embargo, no perdió su historia ni características, ya que el personaje era el mismo, lo único que pasó fue que agregaron un par de aventuras con destinos dentro de Italia y Lacio, para que estas representaran a su cultura, pero las historias originales, como la de los doce trabajos se mantuvieron iguales.
En otros casos, fueron los propios griegos los que equiparon a Hércules a otros seres míticos de diferentes culturas, es decir, que adaptaron los personajes de diferentes sociedades para que estos fueran representados como Hércules, tal fue el caso del dios fenicio Melkart o de las divinidades egipcias Jonsu y Herishef. Sus características tan similares, hicieron que los griegos representaran a estos personajes como un único héroe.
Nacimiento e Infancia
Dentro del mito de Hércules, su nacimiento es muy importante para entender cómo se desarrolla el resto de su vida. Zeus, el dios del trueno y de los cielos, yació con Alcmena, una reina hija de Electrión y nieta de Perseo por razones desconocidas. Allí, él adoptó la forma del esposo de Alcmena, Anfitrión de Tebas, que se había ido a la guerra con los Tafios.
Cuando Anfitrión regresó, él también yació con su esposa, haciendo que esta quedara embarazada de mellizos, uno de ellos era hijo de Zeus y el otro era hijo de su esposo. El futuro de Heracles y su hermano Ificles ya estaba decidido mucho antes de nacer. Cuando estos estaban a punto de nacer, Zeus se encargó de jurar que uno de los niños nacidos bajo la casa de Perseo aquella noche se convertiría en un gran rey.
Más sobre la infancia
Varias versiones afirman que fue Hera la que convenció a Zeus de jurar al niño para luego arrebatarle su derecho a la corona, sin embargo, la versión más aceptada explica que Hera no sabía nada de la infidelidad de Zeus hasta aquella noche. Luego de jurar, Hera se enteró de lo que había hecho su esposo, dando a conocer sobre el adulterio y creando un odio terrible al fruto de la infidelidad, es decir a cualquiera de los dos bebés que fueran de su esposo.
Hera era conocida por ser un personaje extremadamente vengativo, por lo cual se dedicó a dañar la integridad de los niños, antes de su nacimiento, Hera corrió a la casa de Alcmena y se aseguró de ralentizar su parto haciendo que esta se sentara con las piernas cruzadas y con nudos en su ropa, además, hizo que Euristeo, el primo de los mellizos, naciera dos meses antes, para que así esté fuera coronado como el rey de Micenas por su edad.
Hera tenía el poder de ralentizar el parto de por vida, lo que la detuvo, fue en engaño de Galantis, la criada, que le había dicho que ya había ayudado a que nacieran los bebés, Hera, confundida, desató los nudos de la ropa de Alcmena dándole una oportunidad de dar a luz a sus hijos.
Aventuras del pequeño Hércules
Los pequeños nacieron en Tebas y los griegos conmemoraron su nacimiento, celebrando el cuarto día de cada mes griego. Existen varias versiones que aseguran que hubo otras maneras en las cuales Hera trató de ralentizar el parto, a pesar de esto, todas terminan de la misma manera, siendo engañada por la criada.
A los pocos meses de su nacimiento, Hera intentó deshacerse de la criatura una vez más, enviándole a Heracles, dos serpientes que lo mataran mientras este dormía en su cuna. Lo que sucedió realmente, fue que el joven héroe estranguló a una serpiente en cada mano, demostrando su inmensa fuerza, la niñera lo encontró algún tiempo después, jugando con el cuerpo del animal como si fuera un juguete.
Esta imagen (de Heracles bebé estrangulando a las serpientes) se volvió muy popular, por lo que fue extensamente representada en el mundo de las artes. Por otro lado, existe un mito que habla sobre la creación de la Vía Láctea y que incluye a Heracles. Se dice que Zeus, engañó a Hera para que amamantara a Heracles y que, al descubrir quién era, lo apartó de su pecho, haciendo que brotara un chorro de leche, lo que formó una mancha en el cielo (Existiendo otra versión que implica que no era Heracles sino Hermes y que Hera terminó tomándole cariño al recién nacido).
Juventud
El mito de Hércules es bastante complejo y extenso, a pesar del intento de asesinato durante su niñez, Heracles creció sano y fuerte, con su hermano, recibieron diferentes clases, especialmente, una clase musical a cargo del maestro Lino. La personalidad y el carácter de Heracles se empezaron a desarrollar desde su juventud, la misma era bastante distinta a los demás, ya que era un estudiante rebelde e indisciplinado.
Lino regañaba constantemente a Heracles, lo que enfureció al joven y este terminó golpeándolo con una lira, lo que terminó en la muerte de Lino. Heracles tuvo que enfrentarse ante un tribunal y fue acusado de asesinato, pero logró salir del apuro, ya que él citó una sentencia de Radamantis, que según la cual, existía para explicar el derecho a matar si era por defensa propia (aunque Lino no había tocado a Heracles en ningún momento, no existía nadie que pudiera demostrar lo contrario).
Juventud prolongada
A Heracles se le declaró inocente, pero Anfitrión terminó por el destino de su hijo ya que se notaba que era víctima de sus propios impulsos, tratando de evitar un futuro terrible, envió a Heracles al campo donde lo puso como encargado del rebaño, un trabajo que aseguraría que él no se enojara más. Allí continuó con sus estudios y pudo incursionar en el arte de las armas, escogiendo el arco y flecha como su preferida.
Heracles realizó varias hazañas impresionantes a lo largo de su vida, la más conocida, fue matar al león de Citerón, que estaba acosando y cazando a todos los rebaños locales. Una vez muerto, Heracles tomó su piel y la vistió, dándole un aura aún más violenta y poderosa. Por otro lado, otra de las historias más conocidas hablan sobre cómo fue capaz de tener la mano de Megara, la hija de rey Creonte.
Otras manifestaciones y hazañas
Esto sucedió cuando regresaba de una cacería, encontrándose con un grupo de emisarios del rey minio Ergino de Orcómeno, que había derrotado años atrás a los tebanos y que había impuesto un tributo a pagar cada año. Heracles, atacó a este griego, cortándole la nariz y orejas y amarrando sus cuellos. Finalmente, envió de regreso a este grupo con el mensaje que ese era todo el tributo que iba a recibir.
El rey tebano Creonte le agradó tanto su intervención, que le otorgó la mano de su hija mayor, la princesa Megara, con la que terminó teniendo varios hijos. La hermana menor de Megara, Pirra, se casó con el hermano mellizo de Heracles, Ificles.
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La intervención de Hércules
Siguiendo un poco con el punto anterior, una de las historias que forma el mito de Hércules en su inicio es la narración de su intervención ante una injusticia social, la leyenda es bastante interesante, ya que es una historia corta que explica cómo el corazón de héroe siempre está en ayudar a las personas. Cuenta la leyenda que se encontraba regresando de matar al león de Citerón, que se encontró con varios emisarios del Rey Erginos, estos, estaban reclamando el tributo que los tebanos debían pagar a los habitantes de Orcómeno.
Hércules, enfurecido con este tributo, le cortó la nariz y orejas a los emisarios, colgándolos de cuello y diciéndole a los sobrevivientes que llevará este homenaje a su maestro. Erginos, indignado por la ofensa, se dirigió a Tebas para encontrarse con el héroe, Hércules lo derrotó y les impuso a los habitantes de Orcémonos, el doble de lo que ellos habían impuesto.
El justiciero
El rey de Tebas recompensó a Hércules por su acción, Creonte le otorgó la mano de su hija mayor, la princesa Megara. Esta pareja tuvo tres hijos (en algunas versiones se indica que fueron ocho). Lamentablemente para Hércules, él no lograría tener su final feliz, ya que el odio de Hera fue tan grande, que le provocó a Hércules un ataque repentino de locura, haciendo que este matara a su familia.
Humillado e incapaz de soportar el dolor, Hércules intentó suicidarse, pero al pedir su penitencia a la Pitia (que era el oráculo de Delfos) esta le reveló que podía y debía purificarse de su crimen y que esto lo haría únicamente poniéndose al servicio y merced de su primo Euristeo, el rey de Micenas, además, le ordenó que tomara el nombre de Hércules en latín.
Los doce trabajos
Si bien es cierto que existen muchísimas historias que tienen mencionan a Hércules, ya sea como personaje principal o secundario, el mito más conocido es el de los doce trabajos, no solo porque dicen que transcurrió en un tiempo muy largo (doce años, un año cada trabajo) sino que también fue lo que originó varias aventuras secundarias, las mismas, las hacía mientras realizaba los trabajos, haciendo que más historias se sumaran a su repertorio.
Los doce trabajos fueron un castigo impuesto por el Oráculo de Delfos. Heracles había matado a su esposa e hijos en un ataque de locura repentina provocado por Hera, muchas versiones del mito hablan que también mató a dos de sus sobrinos y en otras, que Megara, su esposa, quedó con vida.
La verdad es que Heracles no podía con el dolor y la humillación que tenía, así que al despertar y darse cuenta de lo que había hecho, decidió quitarse la vida, alejándose a tierras salvajes; se aisló de toda sociedad para esperar su muerte. Su hermano mellizo, Ificles, buscó a su hermano y lo convenció de que fuera al Oráculo de Delfos para que consiguiera una penitencia por sus acciones. El oráculo le dijo que debía purificar su alma y que para esto debía rendirse ante Euristeo y servirle.
Importancia de los 12 trabajos
Euristeo era su primo pero también era el hombre que Heracles más odiaba, ya que se había coronado como rey, robándole su derecho legítimo a la corona. Heracles accedió y bajo el mandato del rey realizó diez trabajos de manera exitosa, sin embargo, Hera, que aún no había superado la infidelidad de su esposo, decidió arremeter contra este una vez más y convenció a Euristeo que tachara de inválidos el segundo trabajo, ya que su sobrino Yolao lo había ayudado y su quinto trabajo, que en realidad era un trabajo para Augías.
Esta intervención de Hera hizo que Heracles tuviera que realizar dos trabajos más, dando un total de doce trabajos como penitencia. Algo extremadamente curioso de esto, es que este elemento mítico de los doce trabajos no formaba parte de la leyenda cuando fue creada, a medida que los tiempos cambiaban, las versiones que existían eran tan variadas que se adaptaron para encajar doce trabajos y así explicar por qué existía un número tan variante entre las versiones.
Descripción de los 12 trabajos
Aunque muchas personas creen que la línea de tiempo de Heracles es muy confusa, sus múltiples tareas hacen imposible crear una cronología exacta, a pesar de esto, se ha podido teorizaar (según las diferentes narraciones) que el orden tradicional de los trabajos es el siguiente:
- Matar al león de Nemea y despojarle de su piel
- Matar a la hidra de Lerna
- Capturar a la Cierva de Cerinia
- Atrapar al Jabalí de Erimanto
- Limpiar los establos de Augías en un solo día,
- Matar a las aves de Estínfalo
- Capturar al toro de Creta
- Robar las Yeguas de Diomedes
- Tomar el cinturón de Hipólita
- Llevarse el ganado de Gerión
- Agarrar las manzanas del jardín de las Hespérides
- Capturar a cerbero y sacarlo del inframundo.
Según el crónico de Jerónimo de Estridón, Heracles logró completar sus doce trabajos en el año 1246 a.C. esta fecha es aceptada por la mayoría de historiadores.
Matar al león de Nemea
El primer trabajo que tuvo que realizar Heracles para Euristeo fue cazar al león de Nemea y despojarle de su piel. Este león era un ser despiadado que vivía en la ciudad de Nemea, se dedicaba a aterrorizar a todos los habitantes de su alrededor. Muchas personas intentaron vencer a la criatura, sin embargo, su piel tan gruesa, que ninguna arma podía penetrarla.
Heracles fue encomendado para acabar con la bestia, se dirigió a Nemea y se quedó en la casa de Molorco, de allí partió a la cacería del león, realizó varios intentos para derribarlo, utilizó sus flechas, le atacó con su espada e incluso le proporcionó un golpe con un garrote de bronce, sin embargo, todo fue inútil al notar que estas armas no le hacían ningún daño.
Heracles planeó un golpe estratégico y fue a la guarida del animal, la misma tenía dos entradas, así que decidió tapar una y dejar la otra libre para huir. Azuzó al león para que este entrara por la que estaba abierta y, acorralando, lo estranguló hasta que la bestia murió. Heracles levantó al león y llevó su cuerpo a Micenas, para que Euristeo pudiera ver a la bestia; Euristeo se asustó tanto que le negó la entrada a la ciudad, haciendo que el resto de sus trabajos completos fueran mostrados desde afuera.
Más de la matanza del león
Por otro lado, el rey ordenó a los herreros que forjaran una tinaja de bronce, que él mismo escondió bajo tierra, la misma le servía como escondite para que se anunciara ante Heracles. Euristeo le encomendaba sus instrucciones al héroe a través de un Heraldo.
A pesar de haber matado a la criatura, el trabajo no estaba completo, ya que debía despojar su piel. Rápidamente se dio cuenta de que sus herramientas no estaban siendo muy útiles, ya que la impenetrable piel del león hacía el trabajo imposible. Atenea decidió ayudarlo, así que transformándose en una vieja bruja, le indicó a Heracles que usara las garras del león para hacer el trabajo. Una vez lo completó, este había terminado su primer trabajo.
Heracles utilizó la piel del león en el resto de sus aventuras, ya que era una armadura perfecta; las garras las guardó para crear puntas de flechas y la cabeza la utilizó de yelmo.
Matar a la Hidra de Lerna
El segundo trabajo de Heracles era matar a la Hidra de Lerna, este era uno de los monstruos más antiguos y despiadados del mundo acuático ctónico, su forma era espeluznante ya que tenía el cuerpo de una serpiente policéfala, sus tres cabezas (en algunas versiones cinco, nueve o incluso cien) eran terribles, pero una de ellas estaba recubierta por bronce y era inmortal. Este monstruo era muy difícil de matar, su condición hacía que al cortarle una de las cabezas, otras dos surgían en el lugar.
A su vez, se decía que la criatura tenía un aliento tóxico. Fue criada por Hera bajo un plátano cerca de la fuente Amimone, en el lago de Lerna. Allí, la hidra custodiaba la entrada del inframundo. El asesinato de esta criatura solo fue planeado ya que se creía que ella podía acabar con Heracles; la hidra de Lerna era la hermana del León de Nemea, estaba sedienta de venganza, Euristeo vio la oportunidad perfecta para deshacerse de Heracles.
Cuando el héroe llegó a la ciénaga próxima al lago de Lerma, estaba acompañado de su sobrino Yolao, ya que Heracles había pedido su ayuda para vencer a la bestia. Ambos personajes se cubrieron la nariz y la boca para poder protegerse del aliento tóxico de la hidra y se aventuraron a la fuente de Amimone, su refugio.
Los detalles de esta lucha son explicados por Apolodoro, él indica que Heracles le disparó unas flechas con llamas al interior de la fuente, obligando a la hidra a salir.
El poder de la espada
Cuando esta lo hizo, Heracles arremetió contra ella con su espada, cortando varias de sus cabezas, existen otras versiones que indican que Hera envió un cangrejo llamado Carcinos para que le pellizcara los pies a Heracles y así distraerlo de su lucha; sin embargo, Heracles terminó aplastando al animal y sigue peleando.
La hidra regenera dos cabezas en el lugar donde se cortaba una. Lo que hizo ver al héroe que era imposible ganar con este método. Yolao le sugirió a Heracles cauterizar la herida para que así evitara que creciera una nueva cabeza; esta idea fue posiblemente inspirada por Atenea. Para lograr esto, Yolao y Heracles trabajaron juntos, mientras que el héroe se dedicaba a cortar las cabezas, Yolao pasaba una tela ardiendo por el muñón cauterizando la herida.
Con este trabajo en conjunto, ambos pudieron vencer a la hidra de Lerma, dejándola sin cabezas. Heracles tomó la cabeza inmortal, que era completamente inútil sin el resto del cuerpo y la enterró bajo una gran roca de camino entre Lerna y Eleia. De esta manera, logró completar su segundo trabajo.
Adicionalmente, se dice que Heracles sumergió varias de sus puntas de flecha en la sangre venenosa de la hidra y las utilizó a lo largo de sus aventuras. Lamentablemente, este trabajo fue luego desestimado cuando Hera le contó a Euristeo que había sido Yolao quien había quemado los muñones, haciendo inválido todo el esfuerzo que realizó.
Capturar a la cierva de Cerinea
La cierva de Cerinea tenía pezuñas de bronce y cornamenta de oro; no era un animal malvado ni mucho menos, sin embargo, era muy extraño y anhelado, ya que se decía que había sido consagrado por la diosa Artemisa, la misma había tratado de capturar cinco ciervas para engancharlas a su carro y solo una había logrado escapar.
Euristeo le instruyó a Heracles que su tercer trabajo debía ser capturar a esta cierva. Heracles persiguió a este animal días tras noche durante un año completo sin lograr atraparla. La velocidad de este animal era superior a la de los ciervos comunes, ya que ni las flechas podrían alcanzarla.
Finalmente logró capturarla cuando esta se detuvo en el país de los Hiperbóreos a tomar agua; con una flecha, atravesó sus dos patas frontales traspasando solo la piel, el tendón y el hueso. Heracles no deseaba derramar su sangre ya que decían que era un veneno terrible que incluso podía matar a un dios.
El héroe llevó a la cierva hasta Micenas, donde Euristeo pudo observar que había completado la tarea. Heracles, inspiró a otros héroes de la antigüedad, como Yhuidr y Casto.
Capturar al Jabalí de Erimanto
Dentro de la historia del trabajo existe una historia secundaria que sucede un poco antes de que Heracles encuentre al jabalí de Erimanto. Este monstruo, era una criatura terrible que creaba terremotos a voluntad y destrozaba la vegetación de la ciudad de Erimanto, ocasionando estragos en todo su entorno y además se alimentaba de jóvenes hombres, dejando a el pueblo cercano sin los mismos.
Antes del trabajo
Mientras Heracles iba camino a Erimanto, hizo una pequeña parada para visitar a un viejo amigo, este era el centauro Folo. Recordando su amistad y los buenos momentos que habían pasado juntos, compartió una comida con él y su vino.
Los centauros que estaban cerca se enfurecieron, ya que el vino era sagrado y solamente debían tomarlo los centauros; estas criaturas decidieron atacar a Heracles, que en un principio, se resistió.
A pesar de esto, poco a poco Heracles se enfureció y mató a varios de los centauros utilizando las flechas que estaban bañadas con la sangre de la hidra. Cuando solo quedaban él, su amigo y los centauros muertos, decidió enterrar a sus víctimas. Folo, sacó una de las flechas de este y se puso a examinar la flecha, tenía curiosidad en saber cómo un instrumento tan sencillo podía acabar con la vida de tan increíbles criaturas.
A Folo se le cayó la flecha y la misma se le enterró en su piel, clavándose y dándole muerte al centauro. Heracles enterró a su viejo amigo al pie del monte, que tiempo después, tomaría el nombre de Foloe.
El trabajo
Luego del entierro de Folo, Heracles continuó su camino y eventualmente encontró al jabalí; tras perseguirlo por varias horas, logró acorralarlo en una zona nevada donde le saltó en el lomo. Heracles no mató al jabalí, solo lo encadenó y lo llevó vivo a Micenas; la fuerza sobrenatural de este héroe hizo posible que él pudiera cargar a la bestia en sus hombros.
Limpiar los establos de Augías en un solo día
Limpiar los establos era una tarea común para los sirvientes de la época, pero los establos Augías eran unos establos extremadamente diferentes; el ganado que residía allí había sido designado por los dioses al rey de la Elide, el mismo no podría contraer ninguna enfermedad, por otro lado, era custodiado por doce toros, que su padre, el dios del sol Helios, le había regalado al rey.
No solo era el mayor ganado del país, sino que también, los establos nunca habían sido limpiados. Euristeo le otorgó este trabajo a Heracles, ya que pensaba que no podía completarlo, ya que la cantidad de excremento que había era tan grande que sería imposible limpiarlo en un solo día.
Completar la tarea era tan improbable que el mismo Augías hizo una apuesta personal con Heracles; si él lograba limpiar los establecer, Augías le regalaría una parte de su ganado. Aunque nadie se lo esperaba, Heracles logró limpiar los establos, no requirió de su fuerza, sino de un poco de ingenio.
Desviando el cauce de los ríos Aldeo y Peneo, logró que a través de un canal que él mismo había cavado, el agua limpiara toda la suciedad que había en el lugar. Heracles, ante la sorpresa de todos, había logrado terminar su quinto trabajo.
Aventura relacionada
Como hemos mencionado antes, dentro del mito de Hércules existen varios trabajos que generaron aventuras adicionales; en el caso del quinto trabajo, Euristeo y Augías no se esperaban que Heracles pudiera completar dicho trabajo. Euristeo le dijo que su trabajo era inválido ya que sabía de la apuesta que ambos habían acordado (Hera, una vez más, le había contado todo a Euristeo), el rey dijo que el trabajo no lo había realizado él, sino los ríos.
Por otro lado, cuando Heracles le exigió a Augías el pago de su apuesta, este se negó utilizando el mismo argumento que había utilizado Euristeo. Heracles, en vez de enfurecerse y matarlo, decidió llevar el asunto ante los tribunales, consiguiendo el testimonio de Fileo, el hijo de Augías, que estaba a favor del héroe.
A regañadientes, Augías le dio parte de su ganado a Heracles, pero desterró a su hijo por haberlo hecho perder el juicio; es debido a esto, que Heracles abandonó la Élide y busca la alianza de otros príncipes en toda Grecia para defender a Fileo. Le declaró la guerra a Augías y esta contraataca, decapitando a los hermanos gemelos moliendas, dos eficientes generales.
No ganó la guerra, de hecho, el ejército de Augías logró asesinar a su hermano Ificles. Tiempo después, los corintios, que eran aliados de Heracles, declararon oficialmente la paz, firmando un documento de tregua ístmica y creando los juegos ístmicos, un posible antecesor de los Juegos Olímpicos en la Antigüedad.
A pesar de esto, Heracles no olvidó esa puñalada por la espalda, así que tres años después, aprovechó que los moliendas y sus hombres estaban celebrando un festival en honor a Poseidón para atraparlos con una emboscada, donde logró masacrar al ejército de Augías, matar a su hijo Eurito y mata a los molionidas, dejándole sin sus mejores generales.
Tiempo después, volvió a reclutar otro ejército entre las ciudades del Peloponeso, con el que dio su golpe definitivo, saqueó la Elide y mató a Augías, poniendo a Fileo, que había sido desterrado, como el rey legítimo de la ciudad.
Matar a las aves de Estínfalo
Para su quinto trabajo, Heracles tuvo que matar a las aves de Estínfalo, estos animales eran aves que tenían pico, alas y garras de bronce. Se encontraban en la región alrededor del lago de Estinfalo, ocultándose en los bosques cercanos. Para Euristeo estas aves eran un peligro para los habitantes, ya que tenían comportamientos agresivos y eran carnívoras, alimentándose tanto de los humanos de la zona como del ganado de los mismos.
Heracles llegó a Estínfalo y se dispuso a disparar a las aves con sus flechas, derribando muchas de ellas; sin embargo, luego de un largo esfuerzo, notó que eran demasiadas y que la cantidad de flechas que tenía no podría con todas ellas, haciendo que su gran don de la fuerza fuera inútil.
Atenea decidió ayudar a Heracles, apareciendo en su camino y dándole un cascabel (una especie de campana) de bronce y le explicó que debía tocarla en una colina bastante elevada. Al hacerlo, los pájaros se espantaron tanto que salieron volando y jamás se les volvió a ver cerca del lago. Muchas de las aves se dijeron a la isla de Ares en el mar muerto, mientras que otras emprendieron el vuelo hacia Micenas.
Cuando Heracles llegó a darle las noticias a Euristeo, notó que este estaba oculto en su refugio, ya que varias aves revoloteaban encima de su palacio; el héroe sonó la campana una vez más y las aves se fueron de allí.
Capturar el toro de Creta
Una de las historias más conocidas en la mitología habla sobre el Minotauro encerrado en el laberinto en Creta. Lo que muchos desconocen es que Heracles fue encargado para capturar al padre de este, es decir, al toro de Creta que Poseidón había hecho salir del mar cuando el Rey Minos le prometió que lo ofrecería como sacrificio.
El rey Minos, a pesar de haber aceptado el trato, escondió al toro cuando vio su belleza, por lo cual Poseidón lo castigó, haciendo que su mujer se enamorara del toro y yaciera con él; de esa unión nació el Minotauro, que luego tuvo que ser encerrado, ya que era un peligro para los habitantes de Creta. Aunque todos hablan de Minotauro, pocos hablan sobre el progenitor de este.
Euristeo le designó capturar al toro, si podía y alejarlo de Creta. Heracles hizo esto y se lo transportó a Micenas a través del mar de Egeo. El rey quería ofrecerlo como ofrenda a Hera, pero esta se negó y dejaron aquel toro en el campo como un ser libre.
Robar las yeguas de Diomedes
Muchos de los trabajos que Euristeo le otorgó a Heracles fue porque o era ridículos o porque tenía la certeza de que lo matarían, en el caso del séptimo trabajo, este no fue la excepción. Las yeguas de Diomedes eran de hecho cuatro animales carnívoros, aunque en algunas versiones se mencionan que eran veinte animales.
Estos se encontraban al cuidado de Diomedes y él los tenía encerrados, además, alimentaba a estos con los inocentes huéspedes que se quedaban en el pueblo.
El trabajo: En relación al trabajo, Heracles partió con un gran grupo de voluntarios y logró conseguir a las yeguas y raptarlas; Diomedes mandó a su ejército a perseguir a las ladrones. El héroe entonces, envió a su amigo Abdero a que cuidara a las yeguas, mientras que él y sus hombres combatían el batallón de soldados que querían matarlos. Lamentablemente, mientras Abdero trataba de soltar el carro, las yeguas se soltaron y lo devoraron.
Heracles y sus hombres lograron vencer al ejército enemigo; el héroe mató a Diomedes arrojándolo a sus propias yeguas, que al ser animales sin compasión, lo devoraron despiadadamente. Los pocos enemigos que aún quedaban de pie huyeron aterrados al ver la escena.
Por alguna razón, se volvieron extremadamente mansas luego de la masacre, así que Heracles logró amarrarlas a un nuevo carro y llevarlas hasta Micenas, donde se las entregó a Euristeo y este las ofreció como ofrenda a Hera. Varias versiones de este mito indican que las yeguas murieron en el monte Olimpo, cayendo ante bestias más fuertes como las furias y las alimañas.
Aventura relacionada
Como algunos de los trabajos, esta también tuvo una aventura relacionada; en honor a su amigo Abdero, que fue devorado por las yeguas mientras ayudaba a Heracles, el fundó junto a su tumba a la ciudad de Abdera, donde, como último homenaje, inauguró los juegos agonales en su nombre. Dentro de los mismos, se prohibían las carreras de carros, debido a que esto se relacionaba a la muerte de Abdero.
Robar el cinturón de Hipólita
Para los griegos, pelear contra las amazonas era imposible, ya que tenían un gran poder, eran expertas en el campo de batalla y además, cargaban con la bendición de la diosa Artemisa. Enfrentarlas era un destino mortal seguro. La encargada de sugerir este trabajo a Euristeo fue su hija, Admete, que le explicó que debía robar el cinturón mágico de Hipólita, la reina amazonas.
Existen dos versiones sobre este trabajo; la primera explica que Hipólita, al enterarse de la llegada de Heracles y los motivos que tenía, le prometió darle su cinturón, pero que Hera, disfrazada de amazona, propagó el rumor de que realmente él buscaba secuestrar a la reina, lo que hizo que las acompañantes de esta atacaran a la nave de Heracles. Debido a que él pensó que Hipólita lo había engañado, decidió atacar a las amazonas, matar a la reina y llevarse el cinturón.
Por otro lado, la segunda versión cuenta de hecho, que Heracles secuestra a Melania, una de las hermanas de Hipólita y le exige que le entregue el cinturón para pagar el rescate; debido a esto, la reina termina dándole el cinturón y el héroe libera a su hermana sin hacerle daño. Por otro lado, su amigo, Teseo, secuestra a Antíope, otra hermana de Hipólita y trata de huir junto con Heracles.
La eterna amiga del héroe, Hera, le informa a las amazonas sobre el secuestro y estas atacan al grupo; sin embargo, logran escapar y Teseo termina casándose con Antíope y teniendo varios hijos.
Robar al ganado de Gerión
Gerión era un monstruo gigante, nacido de la unión de Crisaor y Calírroe. Los mitos griegos lo describen como una criatura antropomorfa, cuyo organismo se encontraba compuesto por tres cuerpos, con sus respectivas cabezas y extremidades; este dato suele cambiar según las versiones que hablen de él.
Poco se sabe exactamente cómo los tres cuerpos estaban unidos, pero se suele representar con una unión lineal a través de las cinturas. En algunas versiones, esta criatura se la retrata con alas, mientras que en otras versiones simplemente omiten este detalle. Su imagen asemeja mucho a un humano, vivía en la isla de Eriteia, lo que actualmente se conoce como Cádiz.
Aventura relacionada
Antes de empezar con el trabajo, Heracles tuvo una aventura relacionada. Mientras emprendió su viaje hacia la isla de Eriteia, tuvo que cruzar el desierto libio (Libia era el nombre genérico que se le había dado al norte de África por los griegos) y allí se encontraba tan frustrado por el inmenso calor, que amenazó a Helios, el dios del sol, con su arco.
El dios le pidió que parase y a cambio, Heracles le pidió la copa dorada que utilizaba el dios para cruzar el mar cada noche. El héroe utilizó la copa en su viaje hacia Eriteia, pero al llegar casi a su destino, notó que el camino se encontraba cerrado por unas rocas.
Heracles, utilizando su gran fuerza, las apartó del camino, abriendo el estrecho de Gibraltar y poniendo como límites de este las columnas de Hércules; la primera de estas se encuentra situada al principio del peñón y la segunda en el monte Hacho de Ceuta, a una altura de 204 metros.
El trabajo: Una vez logró llegar a su destino, encontró que el ganado de Gerión estaba guardado en una cabaña y que esta era custodiada por Ortro, un perro de dos cabezas que era el hermano de Cerbero (el perro guardián del inframundo). Además, también estaba al lado del pastor Euritión.
Heracles logró matar a estos dos seres y se lleva al ganado. En el camino, mientras subía el monte Aventino en Roma, un gigante llamado Caco le robó parte del ganado mientras este estaba descansando. El gigante hizo caminar a las reses marcha atrás para que así no dejaran ninguna huella, un truco que había aprendido de Hermes.
Versiones populares
Existen varias versiones de lo que sucede después, la más aceptada indica que Heracles encontró a las reses robadas y mató a Caco, siguiendo su camino a Micenas.
La mitología romana indica que Heracles (o para ellos, Hércules) fundó un altar en el lugar donde el Foro Boario, el mercado del ganado, celebraría posteriormente. Cuando el héroe se encontraba pasando Silicea, le cuenta a Erice, el rey de la isla, el relato que había sucedido.
Erice era un increíble boxeador, así que Heracles lo convenció para aceptar una apuesta, donde si él perdía, entregaría parte de su ganado, pero si el rey perdía, entonces tenía que entregar su reino al héroe. Erice estaba muy confiado, pero Heracles fue quien terminó como ganador en el combate.
Heracles dejó el pueblo y les indicó que enviaría a su descendencia a gobernarla después. Hera, tratando de evitar que el héroe completara su trabajo, decidió fastidiarlo enviándole un tábano para que picase a las reses, irritándolas y espaciándolas a lo largo del campo. Después, la diosa envió una inundación, que logró elevar el nivel del río hasta que este se desbordó, impidiéndole mover al ganado de lugar.
Luego de esto, Equidna asaltó a Heracles y le robó parte de su ganado; para recuperarlo, el héroe tuvo que mantener relaciones sexuales con la ninfa, y de esta unión nacieron Agatirso, Gelono y Escites. Cuando llegó a Micenas con el ganado, Euristeo hizo sacrificio en nombre de Hera.
Robar las manzanas del jardín
Para un poco de contexto, debemos aclarar que las Hespérides eran ninfas ubicadas en un gran jardín, cuyos árboles estaban llenos de manzanas de oro. Heracles tuvo que capturar a Nereo, un anciano del mar que se caracterizaba por tener la habilidad de cambiar formas para que le informara cómo llegar al jardín.
Aventura relacionada: Dependiendo de las versiones, Heracles conoce a Anteo al principio o al final del trabajo. Este personaje era invencible siempre y cuando estuviera en contacto con su madre Gea, la tierra. Heracles lo mató sujetándolo en vilo y aplastándolo con uno de sus fornidos brazos. Heródoto afirma que el héroe se detuvo en Egipto, donde los soldados del rey Busiris lo apresaron.
Esto no era un ataque personal, sino que el rey les había prometido a los dioses que sacrificaría a cada extranjero que entrara a su tierra. Heracles se mantuvo retenido con otros desdichados destinados a muerte, sin embargo, incapaz de aceptar ese destino, rompió con las cadenas que lo retenían y logró escapar; antes de irse, mató a Busiris, liberando a todos los presos y a los habitantes que vivían bajo su terrible régimen.
Puedes leer otros artículos como este del mito de Hércules en nuestro blog, de hecho, te recomendamos leer mito de Ícaro.
El trabajo
Cuando Heracles llegó al jardín de las Hespérides, logró engañar a Atlas para que este cogiese algunas manzanas; esto lo hizo prometiéndole que él sujetaría el cielo en su lugar. Algunas versiones indican que Atlas era el padre de las Hespérides, mientras que en otras solo dicen que este tenía un ligero parentesco.
Cuando Atlas volvió al lugar donde se encontraba Heracles, el titán decidió no cargar más con el cielo; a pesar de esto, el héroe engañó para que lo hiciera, argumentando que necesitaba arreglarse la capa, cuando Atlas tomó el cielo, el héroe agarró las manzanas y se marchó.
Capturar a Cerbero y sacarlo de los infiernos
Para su último trabajo, Euristeo le encomendó a Heracles realizar lo que sería una de las tareas más difíciles de toda su vida. Debía viajar hasta Eleusis, para ser iniciado en los misterios eleusinos, estos le indicarán cómo entrar al Hades (el inframundo) y cómo salir vivo de ellos. Sin saberlo, los misterios también le ayudaron a aliviar la culpa que sentía por haber matado a su mujer e hijos.
Aventura relacionada: Como hemos dicho antes, varios de sus trabajos crearon aventuras adicionales que sucedieron antes o después de realizar el trabajo. Heracles encontró la entrada del inframundo en Ténaro; allí fue ayudado por Atenea y Hermes para entrar y salir, por insistencia del propio Heracles y su propio aspecto fiero, Caronte le llevó en su barca a través del Aqueronte.
Mientras navegaban, se encontró con su amigo Teseo y a Pirítoo, que habían sido apresados por el dios de la muerte, Hades, mientras este intentaba raptar a Perséfone. Ambos prisioneros estaban sujetados mágicamente a un banco; Heracles intentó tirar de él, pero mientras que si rompió el banco, los muslos de Teseo quedaron pegados a él. Intentó lo mismo con Pirítoo, pero al hacerlo, notó que la tierra estaba temblando, por lo que decidió abandonarlo y seguir su camino.
El trabajo: En cuanto, podemos notar que existen tres versiones distintas; la primera dice que para poder llevarse a Cerbero, Heracles le tuvo que pedir permiso al dios Hades y que, explicándole su situación, este le dio permiso con la única condición de que no lastimara al animal. El héroe obedeció y, tratándolo amablemente, logró sacarlo del inframundo de manera dócil, llevándolo hasta Micenas para que Euristeo lo viera; eventualmente, Heracles devolvió a Cerbero a su hogar.
La segunda versión es un poco más agresiva, ya que explica que Heracles disparó una flecha a Hades, distrayéndose y dejándolo fuera de combate; además, indican que tuvo una pelea muy violenta contra Cerbero, hasta que logró llevarse a la bestia hasta la cueva de Aquerusia y de allí lo sacó al mundo exterior.
Otras Aventuras
Si bien es cierto que los doce trabajos son uno de las tantas narraciones dentro del mito de Hércules más populares que existen, esto no quiere decir que no tuvo otras aventuras increíbles. De hecho, Hércules es uno de los personajes con más aventuras que existen, su carácter hacía que se metiera en varios problemas, donde a pesar de todo, solía salir victorioso.
A continuación, hablaremos sobre algunas otras aventuras importantes dentro del mundo de Hércules.
Participación en la Gigantomaquia
Los dioses olímpicos eran seres muy poderosos, sin embargo, no eran los únicos con tal poder. Luego de que condenaron a los titanes al tártaro, la madre de los últimos, Gea, la tierra, engendró poderosos gigantes que llevaban la sangre de Urano para que ejecutaran una venganza contra aquellos que apresaron a sus hijos.
El oráculo profetizó que aquellos gigantes no podrían morir a manos de los dioses o al menos, no si no tenían a un mortal luchando a su lado. Zeus decide llamar a Heracles por medio de Atenea. Los gigantes llevan a cabo su primer ataque armados con enormes rocas y troncos de árboles, la batalla se liberó en el sitio donde habitaban, Flegra.
Heracles y las otras contiendas
Existen varios puntos importantes a destacar dentro de esta lucha, los mismos son los puntos claves que expuso la intervención de Heracles en la batalla y la de otros dioses.
- Heracles atacó primero a Alcioneo, un gigante que poseía la cualidad de ser inmortal y un gran luchador. El héroe atravesó a este gigante con una de sus flechas envenenadas, sin embargo, cada vez que el gigante caía al suelo, este volvía a la vida. Atenea le recomendó a Heracles que lo sacara de su tierra para que pudiera morir, y así lo hizo casi al instante.
- Porfirio atacó a Heracles e intentó violar a su eterna némesis Hera. Zeus impidió esto fulminando con un rayo y el héroe lo remató con sus apreciadas flechas.
- Efialtes murió porque dos flechas se le enterraron en los ojos, una de ellas era de Apolo y la otra era de Heracles.
- Cuando Encelado fue forzado a abandonar la batalla, Atenea arremetió contra él y lo aplastó utilizando la isla de Sicilia. El gigante quedó encerrado, su aliento de fuego surge del Etna.
- Hefestos sepultó a Mimas en una masa de metal fundido; varias versiones indican que él sigue allí, condenado a pasar el resto de su eternidad encerrado.
- Poseidón enterró a Polibotes, que le arrojó un pedazo de la isla de Cos; esta tierra posteriormente se convirtió en la Isla de Nisiros.
- Hipólito fue derrotado por Hermes, mientras que el dios llevaba un casco que lo hacía invisible.
- Dionisio noqueó a Euritión con su tirso.
- Hécate quemó a Clitio utilizando sus preciadas antorchas infernales.
- Las Moiras, armadas con mazas de bronces, lograron matar a Agrio y Toante.
- Hera derrotó al gigante Foitos y además, logró convencer a Ctonio para que luchara en contra de Dionisio, sin embargo, este murió a causa de Deméter.
- Ares mató a Peleoro.
Y así, cada gigante cayó luego de una ardua pelea; aquellos que no fueron sepultados, recibieron flechazos de las flechas envenenadas de Heracles. De esta manera, aseguraron que todos estuvieran muertos. El mito de Hércules no termina con esta pelea, ya que muchos historiadores aseguran que Hércules logró realizar muchas actividades adicionales a esta por un largo tiempo.
Si te interesa leer otros artículos como este del mito de Hércules, puedes revisar las diferentes categorías de nuestro blog; adicionalmente, te recomendamos leer mito de las amazonas.
Heracles en Troya
Hera, Poseidón y Apolo crearon una conspiración contra Zeus; tras esta rebelión, Zeus decidió castigar a Poseidón y Apolo, poniéndolos al servicio de Laomedonte, el rey de Troya. Este hizo que los dioses construyeran una larga muralla en toda la ciudad, ayudado por Eaco, lograron finalizarla; sin embargo, Laomedonte se negó a pagar cualquier retribución del trabajo, ya que lo habían hecho por órdenes de Zeus.
Poseidón se indignó y envió al rey un monstruo marino para que este devorara a todas las personas que salieran de la ciudad. El rey tuvo que consultar al oráculo que lo instruyó en un sacrificio, su hija Hesione, debía morir para calmar a la bestia. La joven fue atada a unas rocas en la costa, esperando por la criatura y su destino cruel.
Heracles, Telamón y Oicles, caminaban cerca del lugar, cuando oyeron la historia del monstruo y la ofrenda humana que se estaba realizando; a este héroe, todas las ofrendas que terminen con la vida humana le resultaban abominables, así que decidió ayudar a la joven princesa. Para esto, accedió a matar al monstruo, siempre y cuando el rey le otorgara los caballos que él había recibido por parte de Zeus.
Laomedonte aceptó, pero al terminar su promesa y con el cuerpo de la criatura ya muerto, se negó a pagarle al héroe y este se tuvo que ir con las manos vacías. Heracles amenazó al rey troyano, explicándole que debía esperar una guerra.
De regreso a Grecia, Heracles reunió a una pequeña expedición y con él al mando, atacó Troya. En el combate, Laomedonte mató a Oicles, pero pronto se dio cuenta de que debía retroceder y refugiarse dentro de los muros de Troya. Heracles lo siguió y terminó matándolo, así como a sus hijos, con la excepción de uno, Podarces, que había sido rescatado por su hermana Hesione.
Hércules y los juegos olímpicos
Muchos creen que Heracles fue quien inauguró los juegos olímpicos, pero la verdad es que existen tres versiones que hablan sobre la posible inauguración y cómo fue que este rumor comenzó.
La versión 1 del mito de Hércules declara que él instauró los juegos para celebrar su victoria sobre Augías, sin embargo, esta versión confunde los juegos ístmicos con los juegos olímpicos. Por otro lado, la segunda versión dice que sí instauró los juegos olímpicos, y que esto lo hizo en honor a Zeus, mientras que la tercera versión habla de un personaje que lleva el nombre de Heracles, pero que no es el héroe.
La muerte de Hércules
A pesar de su inmenso poder, el héroe no era inmortal. Luego de realizar sus doce trabajos, se dedicó a realizar varias hazañas que, hasta el día de hoy, son muy famosas y envuelven todo el misticismo del mito de Hércules. Cuenta la leyenda que se casó nuevamente con Dejanire (Deyanira en español) y que se volvió amigo de su rival Antee, el hijo de Poseidón.
Además, se dice que el centauro Nessos intentó violar a Dejanire y que, para evitarlo, Hércules lo atravesó con una de sus flechas envenenadas. Lastimosamente, el centauro convenció a la mujer de beber su sangre, asegurándose que esta era una poción de amor cuando, en realidad, era veneno. Dejanire, pensando que Hércules se había enamorado de la Princesa Lole, hizo que Hércules usara su túnica, la misma había sido sumergida en esa sangre previamente.
Apenas se la colocó, empezó a sentir la quemazón del veneno, este era tan fuerte que trataba de eliminarlo. Finalmente, Hércules no pudo con el dolor y terminó arrojándose a las llamas de una pira funeraria. Los dioses del Olimpo observaron su muerte y decidieron obsequiarle como esposa a Hebe, la diosa de la juventud.
Hechos relacionados con la muerte del mito
En la mitología griega, Hebe era la diosa de la eterna juventud y había varias versiones que explican su nacimiento. Una de estas versiones indicaba que ella era la hija legítima de Zeus, el dios del trueno y rey de los dioses y su esposa Hera. Por otro lado, esta misma teoría explica que su concepción fue muy sencilla, ya que ocurrió mientras Hera estaba comiendo unas hojas de lechuga en una cena que compartía con su amigo Apolo, un compañero dios del Olimpo.
A medida de que crecía, Hebe fue conferida en la “Copera de los dioses”, esto quería decir que era la responsable de servir a los dioses y diosas del Olimpo todas sus bebidas, especialmente en amado néctar que tanto consumían; además, ayudaba a Hera en varias tareas cotidianas. Hércules, al ser uno de los héroes más famosos de toda Grecia, Zeus le ofreció la mano de Hebe, ya que era la esposa perfecta para pasar el resto de su eternidad.
Los habitantes de la antigua Grecia amaban y veneraban a Hércules, tanto como un dios como un héroe mortal. Por lo general, solían retratar su imagen como un hombre fuerte y valiente que portaba la piel de un león y garrote. Aunque se habla mucho de su poca inteligencia, la verdad, es que este héroe tenía un ingenio bastante grande, ya que solía salir de los conflictos con mucha habilidad.
En cuanto a los romanos, vieron a Hércules como uno de los mayores héroes, dedicándole una estatua para que todos los habitantes le rindieran culto tal y como lo hacían con otros dioses; esta estatua estaba junto a Hera y Zeus; sin embargo, no existía un culto concreto hacia Hércules, o por lo menos, ninguno que haya sido registrado.
Personajes del mito de Hércules
Si hay algo que nos enseña el mito de Hércules, es que los planes funcionan mejor si se tiene ayuda. Aunque veamos a este héroe como un ser increíble, la realidad es que en la mayoría de sus aventuras estuvo acompañado, ya haya sido por voluntad propia o no, no podemos negar que las hazañas de este héroe también incluyen a varios personajes de la mitología.
Compañeros de aventuras
Dentro de los grandes acompañantes que tuvo Hércules a lo largo de su vida, hay varios que se destacan por su ayuda e inteligencia; algunos de estos son:
Hilas
Mientras Heracles caminaba por las tierras salvajes (luego del arrebato de locura que lo hizo matar a su esposa e hijos), fue atacado por los driopes, matando a el rey Tiodamante; el ejército se rindió rápidamente y ofreció al joven príncipe Hilas como tributo. El héroe, que odiaba todos los sacrificios humanos, decidió convertir al príncipe en escudero.
Años más tarde, Heracles e Hilas se unieron a la tripulación del Argo. Como argonautas solo participaron en una pequeña parte del viaje; que por órdenes de Hera, la némesis de Heracles, Hilas fue secuestrado en Misia por unas ninfas de la fuente de Pangea. El argonauta Polifemo oyó el grito del muchacho y le avisó a Heracles.
Ambos hombres buscaron rápidamente al príncipe, pero el tiempo no fue suficiente y el barco partió sin ellos. Finalmente, Heracles no pudo encontrar a Hilas más nunca, ya que el joven se había enamorado de una de las