Una de las razas de perro más antiguas y grandes que existe a día de hoy es el Mastín Tibetano. Este imponente can tiene un cuerpo muy musculoso y destaca sobre todo por la melena que posee alrededor de su cuello, similar a un león. Si bien es cierto que es de origen asiático, a día de hoy podemos encontrarlo por todo el mundo. Cabe decir que es muy buen perro de compañía y guardián, pero sus dimensiones, su carácter y pelaje hacen que requiera unos cuidados específicos.
Si estáis pensando en adquirir esta raza canina o simplemente sentís curiosidad, os recomiendo que le echéis un vistazo a este artículo. Hablaremos sobre los orígenes del Mastín Tibetano, sobre su carácter y sobre los cuidados que requiere.
Orígenes del Mastín Tibetano
Como bien indica su nombre, el Mastín Tibetano, también conocido como Do-Khyi o Dogo del Tíbet, es originario del Tíbet. Ahí lo utilizaban como perro guardián. De hecho, es posible que las demás variedades de mastines que conocemos hoy en día procedan de él.
Es una de las razas más antiguas, o eso creen los expertos. Se han encontrado textos de Aristóteles y de Marco Polo que hacen mención a esta enorme can, el cual se distinguía principalmente por su gran tamaño. A pesar de que estos escritos datan de antes de Cristo, pasaron siglos hasta que el Mastín Tibetano saliera de Asia. En el año 1847 se introdujo esta raza canina en Inglaterra. Un par de años después, dos ejemplares del Dogo del Tíbet pasaron a formar parte del zoológico de Berlín.
Las características básicas de esta raza canina son las siguientes:
- Tamaño: Alrededor de 66 centímetros en machos y 61 centímetros en hembras.
- Peso: Entre 40 y 68 kilos en machos y entre 31 y 54 kilos en hembras.
- Pelaje áspero y abundante de color leonado, negro y rojo fuego.
- Carácter protector, reservado e inteligente.
- Salud regular, pues suele padecer ciertas enfermedades congénitas.
- Esperanza de vida: Entre 10 y 12 años.
Descripción
Cuando hablamos del Mastín Tibetano, nos referimos a una raza de perro gigante y corpulenta. Su cuerpo es muy musculado y molosoide. Respecto a la cola, es curvada y muy lanosa. Por lo general, suele descansar sobre el lomo del perro.
La cabeza de este animal es fuerte y los adultos suelen presentar una arruga en el rostro. En cuanto al hocico, este es profundo y ancho y posee una trufa oscura cuyas fosas nasales están dilatadas. Cuenta con una mandíbula rectangular y sus hileras dentales encajan perfectamente, por lo que se dice que tiene una mordida en pinza o en tijera. Los ojos del Dogo del Tíbet son ovalados y el iris suele tener diferentes tonalidades de marrón. De la cabeza nos quedan por mencionar las orejas, que tienen una forma triangular y suelen caer sobre la cara.
Debido al gran pelaje que tiene esta raza canina, muchas veces se compara con un oso o con un león. Posee doble manto: la capa exterior es de longitud mediana y bastante densa y áspera, mientras que la capa interior es muy lanosa. El pelo de este can es duro y suele crecer más y acumularse sobre todo alrededor del cuello. Respecto al color del pelaje, este puede ser muy variado a día de hoy. Pero lo más habitual es que sea negro con algunas áreas rojizas, o azulado con zonas sable o doradas (similar al Pastor Alemán).
Cuidados del Mastín Tibetano
Como es de esperar por su tamaño, el Mastín Tibetano no es el perro ideal para un piso. Necesita mucho espacio para poder moverse sin romper nada ni frustrarse. Además, su denso pelaje está pensado para soportar el frío, por lo que zonas muy cálidas no son las más idóneas para esta raza, aunque puede llegar a soportar temperaturas altas. Otro aspecto a tener en cuenta con el pelaje es que requiere cierto mantenimiento. Lo más recomendable es cepillarlo 2 o 3 veces por semana.
Al contrario de lo que podemos pensar por su gran tamaño, el Dogo del Tíbet debe hacer ejercicio moderadamente. Lo más recomendable es pasearlo diariamente, pero evitar forzarlo a correr o jugar a juegos de persecución durante mucho rato. Durante épocas más frías, el perro puede mostrarse más predispuesto a este tipo de actividades.
Respecto a la alimentación, esta debe ser de calidad, como con todos los animales. No obstante, puesto que se trata de un perro muy grande, es altamente aconsejable utilizar condroprotectores como suplemento alimenticio para mantener sus articulaciones sanas.
Finalmente nos queda por mencionar que es una raza canina propensa a sufrir ciertas patologías, algo que puede encarecer su manutención. Estas son las enfermedades más frecuentes del Dogo del Tíbet:
- Displasia de cadera
- Displasia de codo
- Entropión
- Hipotiroidismo
¿Qué tan agresivo es el Mastín Tibetano?
Ahora que ya sabemos un poco más sobre el Mastín Tibetano y sus cuidados, veamos cuál es su carácter. Generalmente tiene un temperamento fuerte, pero a la vez llevadero. Destaca sobre todo por su gran inteligencia y su suma lealtad hacia la familia. Se trata de un perro muy protector y territorial, motivo por el cual puede tener ciertos roces peligrosos con extraños. Realmente no es un perro agresivo, pero sí que puede dar problemas si no se le socializa y educa bien desde cachorro, sobre todo respecto a su territorialidad. Hay que destacar que no es un perro apto para personas sin experiencia en entrenamiento canino.
Por lo general, este can es independiente y valiente y no es raro que tome decisiones por su cuenta. Si bien es cierto que puede ser muy devoto y dulce con la familia, su actitud frente a extraños es cautelosa, como buen perro guardián que es. No es recomendable sacarlo a pasear sin correa, ya que su territorialidad y su predisposición a tomar decisiones por su cuenta puede acabar en alguna pelea con otros perros, por no hablar del susto que se pueden llevar los vecinos.
Como podéis ver, el Mastín Tibetano es un perro imponente y amigo del ser humano, pero que requiere de conocimientos sobre su raza.