Por primera vez, cerca de 500 mariposas Monarca procedentes de Canadá y Estados Unidos emprenden su ruta hacia los bosques de oyamel en México con un diminuto transmisor adherido al tórax, un equipo que pesa apenas 60 miligramos, equivalente a un grano de arroz.
La iniciativa, conocida como Proyecto Colaboración Monarca y encabezada por David La Puma (exdirector del Cape May Bird Observatory y actualmente en Cellular Tracking Technologies, CTT), persigue estudiar la migración con un nivel de detalle sin precedentes para fundamentar decisiones de conservación.
¿Qué tecnología llevan estas Monarca?

El dispositivo, identificado como BlūMorpho, ha sido diseñado por CTT para minimizar el impacto en el vuelo: pesa cerca de 60 mg y opera en la banda de 2,4 GHz. Funciona con energía solar y Bluetooth, lo que permite detectar el paso de las mariposas tanto con nuevas herramientas como mediante redes existentes, incluidas las torres Motus y estaciones Terra.
Estos transmisores, de perfil ultraligero y apenas unos centímetros de longitud, pueden enviar información en tiempo real si se contrata un plan de datos; cada unidad tiene un coste aproximado de 175 dólares, según las estimaciones compartidas por el equipo.
El equipo y la colaboración científica
El proyecto está liderado por David La Puma y cuenta con la participación de CTT, Cape May Point Science Center y el Proyecto Monarca. Desde WWF México, Eduardo Rendón ha valorado la incorporación de esta tecnología, remarcando que las rutas no siempre son lineales y que el clima puede desviar a los insectos, por lo que disponer de trayectorias precisas ayudará a tomar mejores decisiones en los santuarios de hibernación.
Primeros registros del seguimiento
Rocío Treviño, coordinadora del programa Correo Real, confirmó que recientemente cruzó a México por Coahuila la primera hembra con transmisor, constatando el potencial de la tecnología para documentar el cruce fronterizo.
Uno de los casos más detallados es el ejemplar LPM021, liberado el 13 de septiembre en Long Point (Ontario, Canadá), que tras 37 días y 2.362 kilómetros fue detectado el 19 de octubre a las 16:53 horas cerca de la Presa de la Amistad, en Ciudad Acuña (Coahuila).
Participación ciudadana
El proyecto integra una app gratuita para teléfono móvil que permite a cualquier persona detectar por Bluetooth las señales de las mariposas marcadas y enviar esos registros a los investigadores, ampliando el alcance del estudio mediante ciencia ciudadana.
Con la contribución de usuarios repartidos por el territorio, la iniciativa aspira a tejer una gran red de rastreo de fauna al combinar receptores personales, torres Motus y estaciones colaborativas.
Conservación y uso de los datos
El objetivo central es convertir el monitoreo en información accionable: identificar zonas críticas de paso y descanso, entender cómo influyen los eventos meteorológicos y priorizar intervenciones que refuercen la conservación de la especie.
Disponer de rutas y calendarios precisos facilitará ajustar medidas de manejo tanto en los santuarios de hibernación de oyamel como a lo largo del corredor migratorio, donde la pérdida de hábitat sigue siendo una amenaza.
Interés para Europa y España
El salto tecnológico en telemetría para insectos abre la puerta a aplicar metodologías similares en Europa: equipos de investigación y redes de observación podrían aprovechar protocolos estandarizados y ciencia ciudadana para estudiar movimientos de mariposas y otros polinizadores en el continente, incluida España.
Este avance en el seguimiento de 500 Monarca con transmisores ultraligeros, apoyado en energía solar y colaboración ciudadana, empieza a perfilar rutas y comportamientos clave y proporciona una base sólida para decisiones de conservación mejor informadas.