Mandrágora, la planta «mágica» alucinógena: qué efectos tiene

mandrágora

Al igual que las plantas comestibles como la espinaca y la borraja, la mandrágora es una planta silvestre y similar a las mencionadas, pero esta es altamente tóxica. Causa dolor abdominal, vómitos, taquicardia y alucinaciones. En los casos más graves de intoxicación también puede llevar al coma y tener desenlaces letales.

La mandrágora (Mandragora officinarum) es una planta perteneciente a la familia de las solanáceas. Por sus propiedades tóxicas y alucinógenas, acompañadas de la curiosa forma de la raíz típicamente antropomórfica en primavera, en el pasado fue considerada «mágica» y dotada de poderes sobrenaturales en muchas tradiciones populares. En Italia la mandrágora (también conocida como mandrágola) crece espontáneamente. Para los que no son expertos se la puede confundir fácilmente con plantas comestibles como la borraja y la espinaca, con las que comparte similitudes en apariencia. No es casualidad que terminara en varios casos por intoxicación.

Qué es la madrágora

La mandrágora, planta perteneciente al grupo de las angiospermas dicotiledóneas, florece en otoño y presenta unas características flores de color azul pálido. Las hojas, pequeñas y con una pelusa apenas perceptible, son alargadas y con tendencia a forma de óvalo. Sus frutos, bayas carnosas, son de color amarillento. Sin embargo, el rasgo distintivo es la raíz, típicamente bifurcada, que en ciertos ejemplares y especialmente en el período primaveral presenta evidencia antropomórfica. Este detalle, asociado a sus propiedades, la ha convertido en la planta «favorita de las brujas», acabando en el centro de numerosos ritos esotéricos y otras tantas creencias populares.

¿Porqué es venenosa?

Al igual que otras plantas pertenecientes a la familia de las solanáceas, la mandrágora es rica en alcaloides que la hacen venenosa e incomible. Entre las sustancias tóxicas presentes en la planta encontramos atropina, escopolamina e hiosciamina, que sin embargo en concentraciones adecuadas también tienen propiedades medicinales. No es casualidad que la misma mandrágora en la antigüedad se usara como un poderoso analgésico, así como para facilitar el sueño y el vigor sexual (se le asociaban poderes afrodisíacos). En realidad, las propiedades de los principios activos son principalmente narcóticas, analgésicas y sedantes. Sin embargo, la toxicidad excesiva impide su uso en fitoterapia, aunque homeópatas expertos pueden desarrollar diluciones a base de mandrágora.

Dolor y alucinaciones: ¿qué pasa?

La toxicidad no es igual en todas las partes de la planta y la mayor se encuentra en su peculiar raíz. Los efectos, que también pueden conducir al coma y la muerte en caso de intoxicación grave, son generalmente dolor gastrointestinal, taquicardia, vómitos, hipertensión arterial y convulsiones. Si las dosis tóxicas exceden un cierto umbral, pueden ocurrir alucinaciones, amnesia y excitación sexual (de ahí el poder ‘afrodisíaco’), de manera similar a varias drogas. Las alucinaciones pueden ser tanto visuales como auditivas y van acompañadas de fuertes calambres estomacales.

Intoxicación por mandragora parecida a la albahaca espinacas

Noticias por intoxicación

La mandrágora ha acabado en el centro de varios casos noticiosos porque se intercambia con plantas comestibles como la borraja, también espontánea, y las espinacas. La razón radica en la similitud entre las plantas, que sin embargo tienen algunas diferencias a los ojos de un experto (por ejemplo, la forma de las hojas y la cantidad de pelusa). Este es por ejemplo el caso de una familia que acabó en el hospital tras consumir verduras congeladas, es posible que la mandrágora creciera espontáneamente en el campo de cultivo y fuera cosechada, acabando con las espinacas.

Mitología

En la cultura griega existe cierta relación entre la mandrágora, el perro y la diosa Hécate. El reinado de esta oscura deidad del inframundo se identifica precisamente con los cementerios. Un grupo de cuentos populares y mitológicos presentes en las culturas europea, árabe y asiática se remonta a un mito original diferente. De estos relatos surge un tema situado en la época de los orígenes del hombre, en el que el propio hombre se hace originar de la mandrágora, explotando la imagen antropomórfica de raíz.

En los relatos podemos leer cómo “los primeros hombres habrían sido una familia de gigantescas mandrágoras sensibles que el sol habría animado y que, solas, se habrían desprendido de la tierra”. O bien, que «el hombre apareció originariamente sobre la tierra en forma de monstruosas mandrágoras, animadas por una vida instintiva, y que el soplo del Altísimo las obligó, transmutó, maltrató y finalmente desarraigó, para convertirlas en seres dotados de pensamiento y propias movimienot. […] De esto podríamos deducir que la mandrágora está ligada a un mito del origen del hombre”.
Aunque no se trata de un mito del origen de la mandrágora, es interesante notar cómo, en estas cosmogonías, se cree que el origen de la planta es más antiguo que el del hombre.

Como podemos ver, no ha sobrevivido un mito real y bien estructurado sobre el origen de la mandrágora. Solo unos pocos rastros aislados, que han sido alterados cada vez, han tenido cierto éxito en la creencia popular y en las fábulas. El hecho es que esta planta venenosa fue considerada primordial y no se sabe aún si surgió antes o al principio de la humanidad.

forma antropomórfica de la mandrágora

Otras creencias

La raíz grande y los frutos eran las partes de la planta que se utilizaban para efectos medicinales y psicoactivos. Desde la antigüedad, la forma de la raíz se ha utilizado para reconocer los rasgos de un hombre o una mujer. Esta identificación antropomórfica ha sido fuente de inspiración en la mitología, creencias y rituales relacionados con esta planta.

En diversas fuentes de la época medieval se relata la creencia de que, cuando se ahorca a una persona condenada a muerte, en el momento en que muere, su líquido seminal o su orina, al caer al suelo, da lugar a la mandrágora. Este tema suele ir seguido de la descripción del procedimiento para cosechar la planta. Se creía, de hecho, que cualquiera que intentara erradicarlo, pero también cualquiera que accidentalmente tropezara con él o pasara demasiado cerca de él, moriría. La creencia dice también que si se ata a un perro que sea negro o prácticamente negro, ya sea por la cola como por el cuello, a la raíz de la planta, éste la arranca y aunque se sacrifica al perro luego se puede usar la planta.

Este es un cuento muy extendido en los países germánicos, en Islandia, en Francia y en otros lugares. Es probable que el tema del nacimiento de la mandrágora a partir de las gotas de esperma o de la orina de un ahorcado formara parte de un mito original de la planta. El ahorcado, una persona condenada a muerte por delitos graves, o por robo, pero inocente, (como se especifica en diversas fuentes) habría sido por tanto un hombre determinado, probable protagonista de la historia original.

En la transformación del mito en creencia popular desaparece el motivo de la injusta condena y la analogía remite a todo ahorcado.

Mandrágora y su relación con la muerte

La relación entre la mandrágora y la muerte está presente en otras creencias. A menudo, la presencia de la planta se asocia con los lugares donde se entierran los cadáveres, como los alrededores de los cementerios.

La mandrágora también se ha identificado con la enigmática hierba molibdeno de Homero. En el relato, inserto en el décimo libro de la Odisea, es el dios Hermes, el «mensajero de los dioses», quien entrega la hierba mágica a Ulises. El objetivo era usarlo como protección contra el filtro de la hechicera Circe, capaz de transformar a los hombres en cerdos. En la historia, la hierba molibdeno realiza una acción opuesta a la de las hierbas mágicas clásicas: evita la transformación en animal, en lugar de inducirla.

Literatura

La mandrágora también es conocida en la cultura judía y está presente en el Antiguo Testamento. Se menciona en una historia con connotaciones más bien «paganas», en la que la planta se utiliza como medio de intercambio por sus propiedades afrodisíacas y fertilizantes. De hecho, esta planta ha sido considerada, en casi todas partes, como un portentoso afrodisíaco. No en vano, Afrodita, la diosa griega del amor, tenía el apodo de Mandragoritis.

Leyendas y Harry Potter

La leyenda más conocida vinculada a la mandrágora es la del grito ‘asesino’ de su raíz cuando es arrancada, y está ligada precisamente a su forma antropomórfica. Para recogerla con seguridad, según la tradición popular también citada por Maquiavelo, se debe atar la planta a un perro para arrancarla. Este procedimiento condenaría al animal, pero garantizaría la recogida en ‘seguridad’. El grito de la mandrágora también fue protagonista en la saga de fantasía de Harry Potter, en el capítulo Harry Potter y la cámara secreta.


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