El lobo mexicano a jugado un papel importante en el ecosistema y la cultura mexicana desde tiempos antiguos. A día de hoy es un símbolo o incono cultural para México, además de un recordatorio de la importancia de preservar los ecosistemas y las criaturas que en ellos coexisten.
Por todo ello, hoy dedicamos este artículo a un animal que a punto estuvo de extinguirse y que consiguió mantenerse, logrando ser símbolo de resiliencia de la naturaleza y de la necesidad de coexistir con ella.
Historia del lobo mexicano
El lobo mexicano cuyo nombre científico es Canis lupus baileyi, es una subespecie del lobo gris. La historia de este lobo comienza en todo el suroeste de Estados Unidos y el norte de México, donde residía en hábitats diversos, haciendo de su territorio montañas y praderas.
El ser humano ha interactuado con el lobo mexicano durante una parte importante de su historia. Con la expansión de la agricultura y la ganadería en el siglo XIX y XX, los lobos fueron considerados una amenaza al rondar el ganado donde las presas eran más fáciles. El resultado fueron distintas campañas de caza que acabaron casi con esta subespecie de lobo. Sin embargo, en la década de 1970, donde ya prácticamente se había exterminado con los ejemplares, fue declarado en peligro de extinción y protegido. Para 1982 se estableció un sistema de cría en cautiverio, y algunos lobos fueron reintroducidos en sus hábitats nativos.
Características del lobo mexicano
Cuando hablamos de una subespecie de lobo gris quizá nos entren dudas de las características concretas que tiene. Por ello vamos a enumerarlas para que podamos distinguir como son este tipo de lobos:
1. Tamaño
Es de menor tamaño al lobo gris común, pueden rondar entre los 27 y los 45 kg y medir entre 1,2 y 1,5 metros de largo incluyendo la cola.
2. Pelaje
El color varia desde tonalidades marrones oscuras hasta las amarillentas o grisáceas con un patrón de manchas que ayuda al camuflaje en el entorno natural.
3. Comportamiento social
Como la mayoría de lobos son animales sociables y de manada. Viven en manadas familiares compuestas por un par reproductor y su descendencia.
Son muy territoriales y establecen un área para su manada que defienden de otros lobos.
4. Hábitos alimenticios
Son carnívoros que se alimentan principalmente de ciervos, jabalíes y otros animales de tamaño mediano. Su forma de caza es en manada, algo que les favorece cuando la presa es de grandes dimensiones.
5. Reproducción
La temporada de apareamiento sucede en el invierno, después llegan los 63 días de gestación y las hembras dan a luz entre 2 y 8 cachorros.
6. Vocalización
Tienen un aullido muy característico que sirve para comunicarse con otros miembros de la manada pero también para marcar su territorio y que otros lobos lo respeten. Además de los aullidos emiten gruñidos y ladridos que se usan para situaciones de advertencia o para mostrar dominancia.
Para comunicarse dentro de la manada no hacen falta las vocalizaciones ya que una gran parte de su comunicación es lenguaje corporal y olfativo. Con la postura corporal y los movimientos de orejas o cola los lobos están comunicando emociones e intenciones. Y no debemos olvidar el gran sentido del olfato que tienen los canes y que les permite comunicarse con otros lobos para marcar territorio, para la reproducción o para el estado de salud.
Todo ello sirve para cazar, proteger y marcar su territorio pero también para mantener la estructura social de la manada.
Hábitat
A día de hoy lo encontramos principalmente en el suroeste de Estados Unidos y el México. En estos lugares puede encontrarse en una gran variedad de hábitats como por ejemplo:
1. Bosques y montañas
En estas zonas es donde puede encontrar refugio de manera más rápida así como presas para alimentarse por ello suele ser su zona preferida para habitar. Zonas de bosques de pino y las zonas montañosas son imprescindibles para la supervivencia de la especie.
2. Praderas y llanuras
En estos lugares pueden cazar ciervos, liebres y otros mamíferos pequeños. La ventaja de estas zonas tan abiertas es que pueden desplazarse y cazar con mayor eficacia.
3. Zonas áridas y semiáridas
En ocasiones se les ha encontrado habitando este tipo de zonas, mientras tengan suficiente agua para sobrevivir y haya vegetación dispersa.
Esperanza de la especie
Comentábamos brevemente como el lobo mexicano fue casi erradicado y en los años 70´comenzaron los proyectos para evitar su desaparición como subespecie. La esperanza radica en los esfuerzos que se están realizando para su conservación.
- Programas de reintroducción, reintroducidos en México y EE.UU.
- Protección legal, en México y EE.UU.
- Educación y concientización
- Monitoreo de poblaciones, para comprender su comportamiento y necesidades, así como para diseñar planes de conservación más efectivos.
A pesar de los desafíos, las acciones concertadas de conservación han demostrado resultados positivos y hay esperanza de que, con el tiempo, las poblaciones de lobos mexicanos puedan recuperarse en su hábitat natural.