El mundo natural está atravesando una de sus etapas más críticas. Cada año, miles de especies animales y vegetales ven su existencia amenazada por diferentes factores, la gran mayoría ocasionados por la acción humana. Factores como la deforestación, el cambio climático, la caza furtiva o la introducción de especies invasoras están acelerando el camino hacia la extinción de muchísimas especies, algunas de ellas icónicas, que podrían desaparecer en las próximas décadas si no se toman medidas urgentes.
En este artículo vamos a hacer un repaso exhaustivo por las principales causas, cifras, casos concretos y medidas necesarias para frenar la desaparición de la biodiversidad. Si alguna vez te has preguntado qué animales están en peligro de extinción ahora mismo, por qué ocurre esto o qué puedes hacer tú como individuo, sigue leyendo porque aquí encontrarás una visión completa de la situación actual en 2025.
¿Qué se considera un animal en peligro de extinción?
Una especie en peligro de extinción es aquella cuyas poblaciones han disminuido hasta el punto de poner en riesgo su supervivencia a corto o medio plazo. Esto puede deberse a muchas razones: pérdida de hábitat, enfermedades, sobreexplotación, contaminación o introducción de especies invasoras, entre otras.
La organización encargada de monitorizar esta situación a nivel mundial es la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que actualiza de forma periódica su «Lista Roja» de especies amenazadas. Según esta lista, hay más de 42.100 especies de seres vivos en riesgo, siendo especialmente preocupante el caso de los anfibios (41% en peligro), mamíferos (27%), reptiles (21%) y aves (13%).
La clasificación se basa en varios niveles de gravedad, que van desde «Vulnerable» hasta «En peligro crítico», pasando por «En peligro». Algunas especies incluso ya han desaparecido recientemente, como ha ocurrido con varios peces de agua dulce y mamíferos europeos.
Causas principales de la extinción de especies
La pérdida de biodiversidad no es un fenómeno natural en esta era: está íntimamente ligada al impacto humano en el planeta. Las acciones cotidianas, políticas insostenibles y la explotación desmedida de recursos están erosionando los ecosistemas.
- Cambio climático: la alteración del clima está modificando los hábitats más rápido de lo que muchas especies pueden adaptarse. El deshielo en el Ártico, el aumento del nivel del mar o la desertificación son solo algunos ejemplos.
- Deforestación y fragmentación del hábitat: la expansión urbana, la agricultura intensiva y los incendios están acabando con los espacios naturales.
- Contaminación: desde plásticos hasta pesticidas o derrames de hidrocarburos impactan tanto en la salud como en la reproducción de muchos animales.
- Especies invasoras: la introducción de animales o plantas exóticas en nuevos territorios desestabiliza los ecosistemas locales.
- Caza furtiva y tráfico ilegal: muchas especies están al borde de la extinción por su valor en el mercado ilegal, como el cuerno de rinoceronte o el marfil de elefante.
El concepto de defaunación y su impacto ecológico
Mariposa monarca
El profesor Rodolfo Dirzo, de la Universidad de Stanford, acuñó el término «defaunación» para referirse a la pérdida o reducción masiva de fauna en los ecosistemas. Esto no implica solo la extinción de especies, sino la reducción drástica de sus poblaciones, lo que afecta procesos clave como la polinización, la dispersión de semillas o el control de plagas.
Al desaparecer una especie, se genera un efecto dominó en su ecosistema: otras especies dependen de ella para sobrevivir o mantener el equilibrio natural. La desaparición de una mariposa puede suponer la extinción de varias plantas que dependían de ella para reproducirse.
Extinciones masivas a lo largo de la historia
La historia de la vida en la Tierra ha estado marcada por cinco grandes extinciones masivas. Entre las más conocidas están la del Pérmico-Triásico (la más devastadora, con un 96% de especies desaparecidas) y la del Cretácico-Paleógeno, que acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años.
Hoy en día, los científicos especulan con la posibilidad de que estemos viviendo la sexta gran extinción, causada por el ser humano. Estudios del MIT sugieren que, si seguimos con el mismo ritmo de emisiones contaminantes, podríamos presenciar esta extinción masiva antes del año 2100.
Ejemplos de animales en peligro de extinción
- Rinoceronte de Java: con menos de 70 ejemplares maduros, es uno de los mamíferos más amenazados del planeta. La caza furtiva por sus cuernos es su principal amenaza.
- Tigre de Sumatra: solo habita en esta isla de Indonesia y podría ser clasificado como una nueva especie. Quedan menos de 400 individuos debido al tráfico ilegal y la pérdida de selva.
- Gorila de montaña: Según datos de WWF, quedan apenas unos 1000 ejemplares, repartidos entre Uganda, Ruanda y la RDC. Su hábitat está amenazado por conflictos, enfermedades y deforestación.
- Mariposa monarca: amenazada por la tala de bosques en México y la desaparición de su planta huésped en EE. UU. debido al uso de pesticidas.
- Atún rojo: sobreexplotado para consumo humano, especialmente en Japón. Es objeto de pesca intensiva que dificulta su recuperación.
- Pingüino de Magallanes: afectado por el cambio climático y los vertidos de petróleo. Sus zonas de cría están cada vez más presionadas por el turismo y el desarrollo urbano.
- Panda gigante: aunque ha mejorado ligeramente su situación, aún se encuentra en estado vulnerable por la fragmentación de su hábitat y su baja tasa de natalidad.
- Visón europeo: en peligro crítico, principalmente por la pérdida de hábitat y la competencia con el visón americano.
- Cóndor andino: símbolo de Sudamérica, está amenazado por el envenenamiento accidental y la destrucción de su entorno.
- Pangolín: el mamífero más traficado del mundo. Sus escamas y carne son muy valoradas en el mercado oriental.
Situación en Europa y España
Europa tampoco se libra de esta crisis ecológica. Según la UICN, al menos 36 especies han desaparecido en suelo europeo desde 2015. En España, considerado uno de los países más ricos en biodiversidad del continente, hay motivos para preocuparse.
El Ministerio para la Transición Ecológica contabiliza un total de 65 especies animales en peligro de extinción en España y otras 88 en estado vulnerable. Entre las más emblemáticas figuran el lince ibérico, el oso pardo, la cigüeña negra o el águila imperial.
Pingüino de Magallanes
¿Qué podemos hacer nosotros?
Aunque parezca lejana, esta realidad tiene mucho que ver con nuestros hábitos diarios. Hay medidas personales que todos podemos adoptar para contribuir a frenar este desastre ecológico:
- Reducir plásticos de un solo uso, especialmente aquellos que pueden acabar en entornos naturales.
- Evitar productos con aceite de palma, cuya producción es responsable de la deforestación masiva en Asia.
- Comprar con responsabilidad. Escoge productos con sello de comercio justo u origen sostenible.
- Apoyar organizaciones de conservación. Donar o colaborar con ONGs como WWF, SEO/BirdLife u OCEANA ayuda directamente a estos animales.
- Informarse y educar. Conocer esta problemática es el primer paso para cambiar mentalidades.
El planeta se encuentra en un momento decisivo. A pesar del alarmante número de especies amenazadas, aún estamos a tiempo de actuar. Con voluntad política, apoyo ciudadano y un cambio real en nuestras costumbres de consumo, es posible frenar la pérdida de biodiversidad. Ya no se trata solo de proteger a los animales, sino de luchar por el equilibrio de los ecosistemas de los que, como humanos, también dependemos.