No siempre estamos conformes con lo que nos rodea en esta vida, y tiene que ser totalmente respetado por todos. Sucede en casos como el nombre y apellidos que tenemos asignados desde que nacemos y que por diversas circunstancias no estamos de acuerdo con esta elección. Se puede ir al Registro Civil y hacer un cambio de nombre, pero hay que abordar cuáles son las consecuencias de cambiar el nombre en España.
Es una realidad que sucede y la que determinan muchas personas. Se cambian el nombre solamente, hacen un cambio radical a los apellidos o cambian el orden de sus apellidos. Para hacerlo hay que realizar unos trámites legales e incluso si la persona es mayor de 16 años, ya puede realizarlo sin el consentimiento de sus padres.
¿Cómo cambiarse el nombre en España?
Se puede cambiar el nombre en España a cualquier edad, pero siendo menor de edad hace falta tener un permiso de los progenitores para realizarlo. A partir de los 16 años se puede realizar por voluntad propia y cumpliendo ciertos requisitos que se detallan por el Ministerio de Justicia.
- No se podrá escoger dos nombres simples o uno compuesto.
- Tampoco se elegirá un nombre que sea contrario a la dignidad de la persona, ni siendo confusa a la identificación.
- Tampoco se puede imponer a un nacido el mismo nombre que de uno de sus hermanos o hermanas, con idénticos apellidos. A no ser que hubiese fallecido.
Si existen dudas sobre el cambio de nombre, se ha de buscar asesoramiento legal específico, ya que cada caso es particular y se ha de dejar todo claro antes de realizar un trámite de este tipo.
¿Qué documentación se ha de aportar para cambiarse de nombre o los apellidos?
- Hay que rellenar una solicitud en el Registro Civil y expresar el motivo por el que se pide dicho cambio.
- Una Certificación literal de la inscripción de nacimiento.
- Hay que cumplir una serie de requisitos exigidos, por lo que habrá que aportar estos requisitos con pruebas documentales. Por ejemplo, presentar una fotocopia del DNI o NIE, certificado de nacimiento actualizado y fotocopia del libro de familia.
- Acreditar la pertenencia legítima del apellido, con certificaciones de las inscripciones de nacimiento de los ascendientes reales, o en su caso, con la partida de bautismo.
- Cuando se quiere cambiar a uno o varios apellidos de lengua extranjera, hay que aportar un certificado de la academia justificando que existe dentro de su lengua oficial.
¿Cuáles son las consecuencias legales de hacer este cambio?
Lo primero de todo es cumplir con la edad de 16 años o con la autorización de los representantes legales. Dicho cambio está regulado por la Ley 20/2011, de 21 de julio y mediante un proceso administrativo ante el Registro Civil, como ya hemos comentado en líneas anteriores.
- Cambiarse de nombre tiene sus repercusiones a efectos legales. Dicho cambio se reflejará en el DNI, pasaporte, tarjeta sanitaria, el carnét de conducir, diplomas, certificados, entre otros. Es un hecho que se impone y, por lo tanto, hay que actualizarse en todos los registros.
- Cuando se realice el cambio, se ha de hacer una justificación justa y razonable. Dicho hecho no tiene que repercutir a modo de discriminación, confusiones ni problemas de identidad de género.
- Una vez aceptada la solicitud, se publicará en el Boletín Oficial del Estado y en el diario oficial de la provincia donde se está realizando. El fin es informar en público, con la posibilidad de presentar alegaciones.
- Realizar este cambio también lleva su costo, que dependerá de las tasas administrativas por el Ministerio de Justicia.
- Una vez presentada la documentación, se fijará una fecha ante la audiencia, con el Juez encargado del Registro Civil. En dicha audiencia, el Juez tendrá que tomar una decisión, evaluando las razones.
- Con la aprobación, se recibirá una nueva partida de nacimiento con el nuevo nombre. Este documento podrá utilizarse legalmente para poder actualizar todos los registros y documentos de identidad que se tengan que cambiar.
Consecuencias a nivel personal y laboral
Cambiar de nombre tiene sus implicaciones en el ámbito social, laboral y educativo. Es un hecho serio, dado a que el nuevo nombre repercute en todos los registros laborales, en el historial académico y profesional. En estos casos, la persona tiene que cambiar su nombre en los registros escolares y diplomas. En el ámbito laboral, también puede crear confusión entre los compañeros, empleados o amigos.
Cuando el cambio es bastante significativo se puede crear un impacto en las relaciones, sobre todo personales y familiares. Las personas que lo rodean pueden no acostumbrarse a este gran cambio y genera confusiones. Por otro lado, hay familias que lo consideran importantes en las herencias o custodias.
La persona que se cambia de nombre también puede sufrir un problema de autoidentidad o impacto emocional. Suele suceder en casos de identidad de género, ya que la persona que ha sufrido un cambio de identidad puede presentar un proceso de aceptación personal.