La Vía Láctea: ¿Qué Tanto Sabes Sobre Nuestra Galaxia?

¿Qué es la Vía Láctea?

La Vía Láctea es nuestra galaxia, es decir, la galaxia donde se está ubicado nuestro sistema solar.

Pero estamos muy lejos de encontrarnos solos en esta formación galáctica, de hecho, somos apenas un punto infra decimal en un conjunto de estrellas verdaderamente monstruoso.

Desde tiempos antiguos, incontables astrónomos y observadores han intentado arrojar luces sobre la verdadera naturaleza y características de la Vía Láctea, pero debido a su magnitud, no ha resultado nada sencillo.

Solo desde hace unos pocos años se han podido comenzar a recopilar datos comprobables sobre diversas hipótesis que tienen que ver con su constitución, dimensiones, cantidad de estrellas, edad, proceso de formación, desplazamiento, etc.

En este artículo, tenemos la intención de contarte, de forma amena y detallada todo lo que sabemos hasta el momento sobre La Vía Láctea, un tema que resulta verdaderamente fascinante para cualquier amante de la astronomía y el universo.


Nuestra Galaxia es tan grande que se extiende a través de tres constelaciones estelares: Perseo, Cassiopeia y Cefeo ¿Sabes cuáles son todas las Constelaciones Australes?


Comenzamos por lo primero: ¿Sabes por qué se llama Galaxia Vía Láctea?

Historia de la Vía Láctea

Historia de la Vía Láctea

¿Sabes por qué se llama Vía Láctea nuestra galaxia?

Si lo comparamos con los nombres de otras estrellas, galaxias y formaciones galácticas, La Vía Láctea verdaderamente suena como un nombre ridículo. Pero existe una historia detrás de este peculiar bautizo, que puede explicarlo todo.

El nombre de La Vía Láctea, como muchos otros apelativos relacionados con objetos cósmicos conocidos por el hombre, tiene su origen en la Grecia Antigua, donde fue objeto de muchos estudios y una gran cantidad de hipótesis sobre su verdadera naturaleza (algunas bastante ridículas).

Sin embargo, la teoría más acertada la propuso el matemático y filósofo Demócrito en el Siglo IV A.C, casi 600 años antes de que naciera Ptolomeo, el más prominente astrónomo griego de quien se tenga registro.

Demócrito sugería que la formación alargada y de color pálido, que innegablemente parece un chorro de leche derramada en el cielo, era realmente una formación de estrellas reunidas, pero que estaban tan lejanas a nuestro planeta, que resultaba imposible distinguirlas a simple vista.

Como debes imaginar, la propuesta de Demócrito sonó absolutamente inverosímil para la comunidad científica del momento, especialmente porque la imágen de la Vía Láctea tenía un significado muy especial en su propia mitología.

No fue sino hasta el Siglo XVII, que Galileo Galilei observó a través del primer telescopio y pudo corroborar a ciencia cierta las teorías de Demócrito, notando que la mancha blanca difuminada en el cielo es realmente un cúmulo de estrellas y uno un chorro de leche.

La Vía Láctea para los griegos: las estrellas y los celos de una diosa

Como te hemos contado, el origen del nombre de La Vía Láctea tenía una estrecha relación con la fascinante mitología griega, cuyas historias están siempre llenas de lujuria, ira, deseo y otras tantas pasiones de debatible moralidad.

El mito griego en torno al nacimiento de la Vía Láctea comienza con el conocido deseo del padre del Olimpo, Zeus por una hermosa mortal: Alcmena.

La leyenda dice que Zeus, en una de sus conocidas travesuras sexuales, se disfrazó como el marido de Alcmena, Anfitrión y la engañó para acostarse con ella, a quien dejaría embarazada de un niño que se llamaría Heracles (Sí, el mismo Hércules de la súper fuerza).

Al descubrir la verdad, Hera, la esposa de Zeus, sufrió un terrible ataque de celos e hizo que el parto se retrasara, por lo que el bebé pasó 10 meses en vientre materno y no nueve. 

Al ver que, a pesar de eso, el bebé nació ileso, Hera envió dos serpientes venenosas para matar al bebé, pero Heracles, como buen semidiós, resultó inmune al veneno y terminó estrangulando a las serpientes con sus propias manos.

Después de un tiempo, Hera finalmente aceptó el engaño y cesó en sus intentos de infanticidio.

Con el pasar de los años, Heracles no estuvo conforme con su condición de semidiós y empezó a convencerse de que la única forma de alcanzar la divinidad completa sería alimentándose directamente del pecho de la mismísima diosa Hera.

Entonces, el mito dice que Heracles subió escondido al Olimpo y se alimentó del pecho de Hera mientras ésta dormía. Al sentirlo, la diosa se aparta bruscamente del bebé, que chupaba con una fuerza descomunal.

Los griegos creían que el chorro de leche resultante de ese bofetón fue tan grande, que formó la mancha alargada y blancuzca en el cielo nocturno y la comenzaron a llamar Vía Láctea.

A pesar de que el cuento parece ridículo, en la antigüedad fue tan importante, que el nombre se continúa usando para referirnos a nuestra galaxia, inclusive hoy en día.

Vía Láctea para los Escandinavos

Los Vikingos de Noruega, Suecia y Dinamarca no pasaron por alto la mancha blanca en el cielo, que, de hecho se puede observar con gran claridad desde el hemisferio norte la tierra en una noche despejada, especialmente entre los meses de Abril y Agosto.

Los nórdicos creían que la Vía Láctea marcaba el camino para que las almas llegaran al Valhala después de morir, donde los recibiría Odin con un festín para celebrar sus batallas.

¿Qué tipo de galaxia es La Vía Láctea?

La Vía Láctea es una galaxia espiral, cuyo mayor componente son las concentraciones de polvo y gases estelares, sin contar con los cientos de miles de millones de estrellas y planetas que la conforman en toda su extensión.

Su forma es la de un espiral, dominado por un núcleo, del que se separa un su cuerpo en forma de halo, conformado por la mayor parte de su materia (polvo espacial, planetas, estrellas y otros cuerpos espaciales); finalmente se encuentran los discos, formados por los cuatro brazos que le dan su forma espiral a nuestra galaxia: Escudo Centauro, Perseo, Sagitario y Escuadra.

Qué tipo de galaxia es La Vía Láctea

Nacimiento de la Vía Láctea: El abuelo de las galaxias

La Vía Láctea es una formación compleja, que abarca muchos más elementos, además de las estrellas y planetas que conforman los diferentes sistemas solares. 

De hecho, se cree que la materia más antigua que conocemos de la vía láctea son los cúmulos de nubes interestelares (la materia primordial de la que se formaron las estrellas), que, además son el elemento que nos permite hacer estimaciones sobre el momento en que comenzó la formación de la Vía Láctea.

Otra variable que permite medir con cierta efectividad la edad estimada de nuestra galaxia es la concentración de elementos radiactivos de larga duración en las estrellas observables más viejas, para compararlas con la estimación sobre los niveles de concentración en el momento de su nacimiento.

En base a los cálculos realizados en torno a esta teoría, hoy se estima que La Vía Láctea tiene aproximadamente 13.500 millones de años de edad. Mucho más vieja que la mayoría de las galaxias observables. 

¡Este es un dato muy interesante!

Si esta teoría es cierta, entonces resulta que nuestra galaxia sería uno de los cúmulos galácticos más antiguos, de hecho, sería una de las cosas más antiguas del Universo conocido, formándose casi al instante del nacimiento del propio Universo, ya que se cree que el Big Bang ocurrió hace 13.800 millones de años. 

¿Qué tan grande es La Vía Láctea?

Aún no sabemos la verdad absoluta con respecto al tamaño de La Vía Láctea. Lo que sí sabemos con certeza es que La Vïa Láctea es una galaxia inmensa. 

Hasta hace unos años se creía que tenía un diámetro de 100.000 años luz pero las más modernas mediciones, hechas durante el año 2018 por el súper telescopio del Observatorio Astronómico de Pekín han desestimado esta medición.

De hecho, ahora se cree que el disco de La Vía Láctea es el doble de grande de lo que se pensaba y su nuevo diámetro se estima en poco más de 200.000 años luz.

Su extensión en kilómetros es equivalente a un trillón y medio (1.500.000.000.000.000.000 Km). Para comparar, la distancia entre La Tierra y el Sol es de 147.000.000 Km.

Sin embargo, ni siquiera estos datos parecen ser completamente concluyentes y divulgaciones más recientes han demostrado que puede existir presencia de estrellas fuera de los límites actuales estimados del disco de la galaxia, por lo que tal vez sea aún más grande de lo que pensamos.

Tiene una masa total equivalente a 700.000 millones de soles

Un estudio realizado por la astrónoma Gwendolyn Eadie sugiere que nuestra galaxia contiene muchísima materia. En total, se piensa que, sumando las estrellas, el polvo estelar y todos los planetas, La Vía Láctea podría contener una masa superior a 700.000 millones de soles como el nuestro. 

Una galaxia caníbal

Es sabido que muchas galaxias alcanzan dimensiones realmente descomunales a lo largo de su vida, y lo hacen de una sola forma: alimentándose de otras galaxias inferiores.

Se cree que la Vía Láctea es una de ellas, una galaxia descomunal, con una influencia gravitatoria tan poderosa que es capaz de absorber otros sistemas galácticos más pequeños que cometan el error de acercarse lo suficiente.

Esta teoría se sostiene en la longevidad de nuestra galaxia, que además es mucho más grande que otras que podemos observar desde La Tierra.

De hecho, se cree que siendo aún una galaxia joven, hace 10.000 millones de años, La Vía Láctea colisionó con una galaxia inferior llamada Gaia-Enceladus, una formación galáctica formada principalmente por estrellas azules, a diferencia de la nuestra, cuyas estrellas más antiguas son naranja (como nuestro Sol).

La Vía Láctea y Andrómeda

Todo este cuento de las galaxias caníbales tiene un lado negativo para nosotros, o al menos para lo que quede de La Tierra en el futuro lejano: Se cree que nuestra galaxia vecina: Andrómeda, nos va a devorar a nosotros dentro de unos 4.000 millones de años.

¡Siempre hay que ver el lado bueno!

La buena noticia es que la colisión entre las dos galaxias viejas y masivas, ofrecería a nuestros descendientes un espectáculo para la vista más allá de cualquier comparación.

¿Cuántas estrellas hay en la Vía Láctea?

Una de las preguntas más comunes que se formula la gente en torno a nuestra galaxia es: ¿Cuántas estrellas tiene la Vía Láctea?

Aunque esta aún es una pregunta que nuestras herramientas no permiten responder con mucha precisión, si sabemos que la respuesta es absolutamente abrumadora.

¡La verdad existen muchas más estrellas en nuestra galaxia de lo que debes estar imaginando! Tan solo basta con tomar en cuenta sus dimensiones para maravillarnos.

Calcular la cantidad de estrellas en La Vía Láctea no es un trabajo sencillo. Actualmente se estima que La Vía Láctea contiene entre 300.000 y 400.000 millones de estrellas, muchas de ellas con sus propios sistemas solares como el nuestro.

La Vía Láctea: Un anciano con un corazón oscuro

el núcleo de la Vía Láctea

A pesar de la tétrica referencia, realmente queremos referirnos al núcleo en torno al que se forma toda la Vía Láctea: un agujero negro supermasivo.

Como ocurre con muchas otra galaxias observables, La Vía Láctea se ha formado en torno a un punto de materia concentrada tan denso, que ha nacido un agujero negro supermasivo llamado Sagitario A.

Sagitario A es verdaderamente descomunal en cuanto a densidad: se estima que el centro de nuestra galaxia contiene 4 millones de veces la masa de nuestro sol en un área relativamente reducida, de solo 6 millones de kilómetros.

Este cúmulo de materia tan comprimida crea una una sola cosa: un campo gravitacional tan poderoso que es capaz de tragarse cualquier trozo de materia, luz y gravedad en un radio de varios años luz.

¡No te preocupes demasiado por ser devorado por Sagitario A! Observaciones del año 2017 han calculado que nuestro planeta se encuentra a la asombrosa distancia de 26.000 años luz del centro de nuestra galaxia.

Al borde del abismo

Las galaxias no simplemente están distribuidas aleatoriamente por todo el lienzo del universo, de hecho, las galaxias se acumulan en vecindarios a los que llamamos cúmulos galácticos.

Los cúmulos galácticos se desplazan por el espacio en relativa sintonía gracias a la interacción gravitacional de las diferentes galaxias en su interior. Pero, al parecer, la nuestra actualmente se encuentra en una posición compremetida.

Gracias a las observaciones del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawai, en las que Brent Tully plantea nuevos descubrimientos en relación al mapeo de todo el cosmos, parece haber descubierto algo verdaderamente sorprendente.

La Vía Láctea se encuentra ubicada justo al borde de un enorme vacío espacial, que decidieron llamar el Vacío Local. Un sector del cosmos carente por completo de materia, luz o gravedad, con una extensión tan grande que no ha podido ser calculada.

A pesar de que la existencia de El Vacío Local ha logrado convertirse en un punto de acuerdo entre diferentes científicos, no se han podido revelar mayores datos sobre él ya que está ubicado del otro lado lado de nuestra galaxia.

Para poder observarlo, nuestros telescopios tendrían que poder observar mucho más allá del centro de nuestra galaxia, donde está ubicado un agujero negro gigante.


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