La Tundra es un bioma caracterizado por un clima frío, suelos helados, escasa vegetación... Es algo que encontramos sobre todo en las regiones árticas. Este ecosistema tan extremo y rudo, es en realidad frágil y muy sensible al cambio climático.
Hoy vamos a adentrarnos a conocer el ecosistema fascinante que es la Tundra, veremos sus características, los tipos de tundra que existen y alguna que otra curiosidad.
La Tundra y su belleza
La tundra es un ecosistema fascinante, único y bello. Cuando hablamos de esta belleza en concreto, nos referimos a una belleza austera e incluso frágil. Para apreciarla deberíamos situarnos en zonas del ártico o zonas de alta montaña, lugares de clima extremo donde podríamos ver:
- Paisajes amplios y abiertos, vastas extensiones de tierra donde el horizonte parece extenderse hasta el infinito.
- Fauna singular, animales como el zorro ártico o aves migratorias.
- La luz del sol y los cielos inmensos, claros y extraordinarios. Eventos naturales como auroras boreales en invierno o el sol de medianoche en verano hacen de la Tundra un lugar mágico y bello.
- Su colorido verano. Aunque podamos pensar siempre en la nieve y el hielo, lo cierto es que en verano el suelo se tiñe de color durante unas semanas, un espectáculo visual.
- Silencio y tranquilidad, donde poder conectar con la naturaleza y con uno mismo.
- La resistencia y capacidad de adaptación de todo lo que compone la Tundra.
Tipos de Tundra
La Tundra es un ecosistema que encontramos en las zonas frías extremas de los árticos y también en alguna zona subártica. Podemos encontrar dos tipos principales de Tundra:
La Tundra ártica
Como su propio nombre indica, es aquella situada en el Ártico, donde las temperaturas son extremadamente bajas, sobre todo en el invierno. La capa superior del suelo se descongela levemente durante el corto periodo que dura el verano, sin embargo la capa subyacente conocida como permafrost, permanece congelada siempre, todo el año.
La Tundra Alpina
Es aquella que se encuentra en altitudes elevadas, en zonas de montaña de todo el mundo, esas zonas donde los árboles ya no crecen. Ese lugar tiene las características de la tundra ártica aunque el clima es más variable dependiendo de la ubicación.
La importancia del permafrost
El permafrost es una capa de suelo que permanece congelada durante al menos dos años consecutivos. Es una característica importante para el ecosistema que estamos tratando por diversos motivos que ahora veremos. Esta capa no tiene un grosos concreto, ya que varía de pocos centímetros hasta varios metros.
El permafrost es clave para la tundra porque afecta a la vegetación y fauna limitando el crecimiento de las raíces de las plantas y marcando con ello qué especies pueden crecer y habitar allí.
Pero además es una barrera que evita que el agua se infiltre profundamente el el suelo permitiendo crear charcas o lagos en superficie que son vitales para fauna y vegetación. También es una capa que sostiene infraestructuras humanas.
En general, el permafrost desempeña un papel crucial en la regulación del ecosistema, en la hidrología, el almacenamiento de carbono y el mantenimiento de la infraestructura. Su mantenimiento es fundamental para el equilibrio del ecosistema.
Ciclo de Vida
El ciclo de vida es un proceso complejo que se ha adaptado a las condiciones extremas de este bioma. En unas condiciones de inviernos largos y duros con temperatura de hasta -30ºC, y breves veranos en torno a los 10ºC. Durante el invierno la luz solar es limitada mientras en verano es casi continua.
Por todo ello, la vegetación que hay es mayoritariamente herbáceas como musgos, líquenes, pastos y arbustos bajos. Unas plantas que se han adaptado para sobrevivir a estas condiciones extremas y frías. Durante el corto verano estas plantas florecen llenando la tundra de colorido. Es un proceso rápido de germinación de semillas, floración y producción de frutos, en espera de pasar el invierno con energía almacenada en las raíces.
La fauna incluye, entre otros, caribúes, renos, zorros árticos, liebres árticas y aves migratorias que llegan para la primavera a anidar. Estos animales se han adaptado al clima y se reproducen para dar a luz los meses cálidos y así asegurarse la supervivencia de sus crías.
La descomposición en la tundra es lenta debido a las bajas temperaturas, por lo que los nutrientes liberados se reciclan lentamente.
Los cambios estacionales de la tundra hacen que durante el largo invierno muchas especies hibernen o reduzcan su actividad mientras que en verano la biodiversidad florece.
Efectos del cambio climático
Hemos comentado la importancia del permafrost, si este se descongelara, causaría hundimientos e inestabilidad en caminos, edificios y estructuras humanas. Afectaría a la vegetación y flora del lugar. Pero, además, esta capa almacena carbono en forma de carbono orgánico y si se descongelara quedaría libre dicho carbono en forma de dióxido de carbono (metano) lo que agravaría el cambio climático.