LA Originals es la carta de amor definitiva del mundo audiovisual hacia la ciudad de Los Ángeles, y a su muy particular modo de entender el arte urbano y el Hip Hop. Este nuevo documental de Netflix de 92 minutos pone orden, nombres y apellidos a 25 años de pop/rock/rap en la California de finales del milenio, y lo hace a través de la historia de vida de un famoso tatuador, Mr Cartoon, y de un fotógrafo (Estevan Oriol, que también es el director de este documental).
Un periodo histórico al que, visto desde el 2020 de la pandemia global del Coronavirus, se le está empezando a poner la misma cara nostálgica que se le ponían a nuestros padres cuando nos hablaban de los 70 y 80 del rock and roll.
Crítica de LA Originals: un documental y mil interpretaciones
Aunque LA Originals podría recordar por tono a Hip Hop Evolution (también de Netflix), aquí la música es un aspecto un tanto secundario. Aquí los protagonistas son los coches low rider, las zapatillas Cortez, los trapitos Supreme, y las tipografías alargadas con las que los familiares de los presos californianos firmaban sus cartas en una época en la que éstas todavía no habían ocupado las paredes de la ciudad ni las portadas de los Gran Theft Auto o los discos de NWA.
El documental está editado a un ritmo mucho más frenético que Hip Hop Evolution y, a ratos, este frenesí es una metáfora constante de los años de conciertos y droga que peotagonizan el primer tercio de LA Originals. Es literalmente imposible asimilar en un primer visionado toda la información que LA Originals nos escupe a la cara.
Además de un documental sobre la influencia de la cultura hip hop en Los Ángeles, LA Originals es el retrato de una porción muy concreta de la jet set de Los Ángeles con miembros a los que les une cierto componente difuso, innombrable, y con muchos elementos en común con la MTV. Hablamos de Snoop Dogg, Dre, Cypress Hill, The Alchemist, DJ Premier, y también de Blink 182, Slash y Justin Timberlake, pero también de Nas, Eminem, Beyoncé, Kobe Bryant, Lebron James y Kim Kardashian.
Como evidencia el uso del Shook Ones de Mobb Deep o varias melodías de Method y Redman, no hace falta pertenecer a la Costa Oeste para, de vez en cuando, dejarte acoger por sus palmeras. Bien lo sabía Biggie.
Pero, por encima de toooodo esto (que no es poco), LA Originals es la historia de dos mexicanos que tuvieron la suerte de estar en el lugar y momento adecuados, con las vibraciones adecuadas y el genio artístico al punto. Más que la presencia de cualqueir celebrity, una de las sorpresas más agradables de LA Originals nos la trae sus compases finales, cuando descubrimos que en realidad lo que hemos estado viendo era un documental sobre la influyente (e insuficientemente reconocida) impronta que ha dejado desde los días de Rodney King la comunidad chicana/mexicana en California.
Mr Cartoon: el tatuador más famoso de la comunidad hip hop
Y todo arranca con un niño al que, de tanto decirle en la escuela que él es el elegido de Dios, se niega a hacer la cama y los deberes, y opta por dibujar y hacer garabatos en la pared. Más adelante le veremos tatuando la espalda entera de 50 Cent, diseñando el logo de Shady Records o dibujando a mano las portadas de los dicos de Cypress Hill.
Everlast es uno de los pocos que no tiene un tatuaje de Mr Cartoon porque, asegura, no le apetece nada de nada pagar los 50.000 dólares que le costaría ser tatuado por el dios de la tinta cuyas obras hasta las recepcionistas de hoteles en Beijing son capaces de identificar (o eso dijo Kobe Bryant en una entrevista).
Estevan Oriol: talento fotográfico sin igual
Justo cuando crees que el documental va a centrarse en la vida y obra de Mr. Cartoon, artista gráfico y posiblemente el tatuador/celebrity más prestigioso de la historia, la narración vira y se centra en Estevan Oriol, aficionado a la fotografía y a la grabación compulsiva de todo cuanto le rodea.
De Estevan Oriol nos cuentan lo mismo que nos dicen de cualquier otro genio de la fotografía: apenas necesita unos segundos para capturar el alma de la persona que fotografía; entiende mejor que nadie la instra historia del momento para reflejarla en la imagen, etc, etc, (como si de verdad nadie supiera que aquel era el último concierto de Blink 182…).
Dicho esto, la obra de Estevan Oriol es impresionante. Es una fotógrafo de talento magistral que no goza del suficiente reconocimiento mundial. Estevan Oriol es un dios del retrato y de la fotografía urbana.
Desde su celebérrimo LA Hands (la mano femenina haciendo el LA sign, cuya camiseta por cierto acaba de agotarse en su web por culpa del estreno del documental en Netflix) hasta retratos de Robert De Niro, Al Pacino y fotografía urbana MAGISTRAL, Estevan Oriol es uno de esos extraños talentos innatos capaces de moldear a su antojo, como si de una extensión de su propio cerebro se tratase, la belleza plástica del mundo que nos rodea para capturar una estética y atmósfera únicas. Y si este don te pilla en la LA de finales de los 90 con malotes de barrio como colegas, mejor que mejor.
- Oriol, Estevan (Autor)
S.A. Studios
Sentados los pilares narrativos de Mr Cartoon y Estevan Oriol, pronto se hace evidente que los caminos de estos dos artistas se entrecruzarán en LA Originals, y cuando eso pasa sucede algo maravilloso llamado Soul Assasyns.
Después de escuchar por millonésima vez por boca de Xzibit, The Game o Fat Joe que Mr Cartoon es el mejor tatuador de todos y que si no tienes un tatuaje de Mr Cartoon no vales nada, etc, etc, nos toca escuchar a Estevan decir otro par de millón de veces lo afortunado que se sentía por ser el único camarógrafo incrustado en las giras mundiales de Cypress Hill o en el Anger Management de Eminem, 50 Cent, d12, Obie Trice & compañía. Justo cuando LA Originals amenaza con estancarse, S.A. Studios viene al rescate.
LA and hip-hop culture was shaped by these two homies right here ?? this is a MUST SEE film on @netflix this weekend ! shout out to the true #LAOriginals ? @MisterCtoons @JokerBrand https://t.co/LgtdRSR8LA pic.twitter.com/8zGHlrNVgj
— Snoop Dogg (@SnoopDogg) April 10, 2020
Oriol y Cartoon hacen de espina dorsal de un colectivo que, a lo Andy Warhol con su Factory, acepta a artistas de todo tipo de disciplinas, acogiéndolos a todos en el seno de S.A. Studios, una inmensa nave industrial del barrio del Skid Row, famoso por su superpoblación de white trash homeless y heroinómanos.
Por supuesto, el colectivo no dura para siempre y la llegada de la crisis inmobiliaria y económica del 2008 barre con la nave entera, dejándolo perdido de cafeterías gentrificadas y recuerdos bellamente encapsulados en este documental de peligrosísima exposición: a todo aquel que se exponga a LA Originals le será muy difícil no sentir la más venenosa de las envidias. ¿Por qué no estuve ahí? ¿Por qué no viví ese momento?