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¿Es posible que tengamos disco nuevo de Eminem y Kendrick Lamar en 2020? Desde luego que sí. Se están dando todas las condiciones para que los amantes de dos tipos distintos de rap (que, al mismo tiempo, tienen la suprema calidad lírica en común) disfrutemos este año de dos bombazos de la discográfica Aftermath. Hoy nos llegan noticias del que será el quinto trabajo de estudio de Kendrick Lamar que aseguran que, además de estar casi acabado, tendrá importantes toques de rock.
Bill Werde, ex director editorial de Billboard y actual columnista de su página web, ha asegurado en Twitter que Kendrick Lamar tiene su nuevo disco prácticamente terminado. Y decimos «prácticamente» si no fuera porque «los discos, en este punto, vuelven al estudio una y otra vez por millones de motivos», según ha dicho este experimentado entendido de la industria. Además, como ya hiciera Eminem a partir de cierto punto en su carrera artística, puede que el sonido de Kendrick evolucione del puro rap al rap/rock:
«Me llega de diferentes amigos que la grabación del nuevo disco podría estar ya terminada. Esta vez va a marcarse sonidos mucho más rockeros». – Bill Werde, Billboard
Kendrick Lamar: dos años de silencio casi total
Eminem y Kendrick Lamar también tienen otro elemento en común. Cuando no están de promoción por un nuevo disco, su presencia mediática es prácticamente nula. Desaparecen del mapa. Eminem, al menos, ha tenido un 2019 muy prolífico gracias a un buen número de colaboraciones (entre las que destacan Lord Above junto a Fat Joe y Dre). Pero, ¿y Kendrick?
El de Compton sigue sin tener un disco malo. Pero si hay que identificar su disco menos bueno, su trabajo menos masterpiece, ése es sin duda su último proyecto: Damn. Desde su lanzamiento en 2017, Kendrick sólo ha roto su silencio en tres ocasiones. La primera, para colaborar en 2018 con el afamado (y fallecido) Nipsey Hustle en Dedication. Ese mismo año también nos sorprendió con una divertida colabo junto a su compañero de casa discográfica Anderson Paak en Tints, demostrando que se puede hacer una canción entera sobre lunas de coche tintadas. Finalmente, en 2019, Kendrick apoyó el lanzamiento del disco de su compañero de sello SiR, Chasing Summer, con la bella y muy relajada y atmosférica melodía Hair down.
Y nada más.
¿Cómo será el 2020 de Kendrick Lamar?
Dicho esto, uno de los principales indicios que llevan a pensar que Kendrick Lamar trama algo es su abultado calendario de conciertos. Su larga lista de actuaciones confirmadas para este año (incluida su presencia en el Bilbao BBK en julio) podría ser indicativo de una próxima gira. Y Kendrick sólo hace giras cuando lanza nuevo disco. Por calendario, ya le toca.
Portadas de todos los discos de Kendrick Lamar, incluida alguna que otra joyita en forma de EP.
«¿Cómo mantener el ritmo y el hambre una vez que has ganado la carrera?», se preguntaba Eminem en su canción Believe del disco Revival (2017). Es una pregunta del todo aplicable a Kendrick Lamar, un rapero que lleva demostrando desde el minuto 0 de su carrera estar mayúsculamente por encima del resto.
Una trayectoria discográfica impecable
Es difícil evitar las comparaciones con Eminem, quien también alcanzó la gloria suprema muy pronto en su carrera gracias a la santísima trilogía formada por The Slim Shady LP, The Marshall Mathers LP y The Eminem Show. En el caso de Kendrick, los discos de estudio que lleva hasta el momento son cuatro, si bien son sólo dos de ellos los que merecen la categoría de obra maestra: Good kid, maad city y To pimp a butterfly. Ni que decir tiene que esto es una opinión personal y que son muchos los que no dudan en incluir a Section 80 en la suma. Sea como sea, la idea permanece y, si acaso, explica la práctica desaparición del rapero: ¿por qué seguir esforzándote cuando ya lo has conseguido prácticamente todo y ni siquiera estás cerca de tener 40 años?
To pimp a butterfly ha sido un fijo en las listas de discos más recordados de la década de los 2010 en todos los medios especializados. Quizás a Kendrick le apetezca seguir siendo relevante para, de paso, marcarse otro disco relevante, esta vez para la década de los 2020. O quizás le dé del todo igual. Ambas posturas serían del todo comprensibles. Nos mantendremos al tanto de cualquier novedad al respecto del esperadísimo nuevo disco de Kendrick Lamar. Dos años de silencio son demasiados.