Expedito, es el nombre que recibe un santo de la religión católica, que se dice existió durante los siglos III y IV, siendo considerado un mártir. Durante el régimen del emperador Diocleciano, dirigió la legión del imperio y el papa Urbano VIII lo beatificó en el siglo XVII. Todo esto y más, es parte de este artículo que describe la historia de San Expedito.
Historia de San Expedito
La historia de San Expedito, ubica su existencia entre los siglos III y IV, y es precisamente en los inicios de esta último donde ejerce como militar romano llegando a tener el rango de comandante de batallón, en los tiempos donde gobernaba el emperador llamado Dioclesiano. Si deseas revisar otros artículos de oraciones puedes ver oración al Espíritu Santo
Un momento crucial en su vida fue lo que incentivo que se diera su conversión, cuando fue conmovido por la actitud que asumían los cristianos a la hora de enfrentar la muerte, un hecho que fue tomado por su historia como un toque de gracia que le dio Dios.
Para hacerlo dudar, el maligno le envió un cuervo que hacía una especie de sonido constante, que significaba “Mañana” en el idioma latín. La intención era que Expedito retrasara su conversión. Pero, en respuesta, tomó al cuervo y lo piso como muestra de que nada impediría su conversión.
Otro aspecto que destaca en la historia de San Expedito, es que fue considerado como el Santo de los casos urgentes, aquellas circunstancias que no podían aguantarse o tener alguna demora. Muchos de sus fieles seguidores tienden a rendirle culto y veneración durante el Día de acción de Gracias. Su legado enseña a la persona a buscar a Dios, sin aplazamientos, siendo él mismo el ejemplo.
También ha sido bautizado como el abogado de las causas imposibles, al igual que otros santos católicos como San Judas Tadeo y Santa Rita. Ha sido nombrado como patrono de las personas que quieren obtener un favor para recuperar una causa que se puede considerar como pérdida o imposible de cumplir, teniendo como característica la inmediatez con la que se necesite.
En el año de 1629, fue beatificado, y años más tarde, en el 1671, es canonizado. A pesar de ser considerado como un santo mártir, dicha condición le fue retirada en el año 2001, dejando de contar con el aval de la iglesia católica debido a que todavía no existen suficientes pruebas de que en realidad existió.
Su aparición
Dentro de la historia de San Expedito se describe el momento en que apareció por primera vez dentro de la lista de mártires italianos, en el año de 1781. En estos años, lo nombran segundo patrono en la región de Achiriali, de la ciudad de Sicilia.
De igual manera, los habitantes lo nombraron guardián de navegantes y de los mercaderes, haciéndose bastante popular a finales de ese siglo. Dentro de la capilla de Las Religiosas Mínimas, se construyó un altar a San Expedito para rendirle culto, colocando una imagen de él como estatua en el año de 1894.
También, en Santiago de Chile, para los años de 1897, se hizo una publicación para rendirle honores a San Expedito, por parte del arzobispo de dicha ciudad, de nombre Mariano Casanova, titulado “Triduo”.
Pero, el caso de la historia de San Expedito se considera de excepcional, ya que en el año 1906, el papa Pio X, ordenó que su nombre fuera eliminado de la lista del Martirologio, y dejó órdenes expresa de que no fuese incorporado dentro del nuevo del año 2001. Es por ello que no es considerado oficialmente como un santo de la iglesia católica a pesar de lo arraigada que está su devoción dentro del colectivo.
La veracidad de la historia de San Expedito ha sido cuestionada desde tiempos antiguos, e incluso, en el año 1969, su culto había sido retirado, pero se volvió a incluir como uno de los cuatro Santos Coronados. En las últimas ediciones de su historicidad, están registrados criterios mucho más moderados.
Existe una edición traducida al castellano, donde son explicados algunos aspectos de la historicidad de San Expedito, cuya fecha data del año 1964, titulada “el 19 de abril”, donde se hace referencia a las razones por las cuales su nombre no puede ser incluido dentro de la lista de santos. Es por ello también, que en muchas iglesias donde aparece su imagen, tiene una inscripción que explica que es un santo tolerado pero no aprobado.
Iconografía
Las imágenes que existen en relación a San Expedito, lo representan vestido con uniforme de ejército romano, utilizando una túnica corta con tirantes hacia atrás de los hombros, y siempre adoptando una postura de guerrero.
En una de sus manos se le puede ver sosteniendo una hoja de palma, con la cual se simboliza su martirio; y en la otra mano, lleva una cruz que tiene escrito la palabra “hodie”, que en latín quiere decir “hoy”. Con su pie izquierdo se ve que mantiene pisada la figura de un cuervo, el cual también contiene una inscripción que dice “cras”, cuyo significado es “mañana” en latín.
El Santo patrón
El nombre de San Expedito, significa “rápido” al ser traducido, y es por ello que se considera como el santo patrono de las causas urgentes, gracias a la devoción popular y al gran número de fieles seguidores. Fue nombrado como el abogado de las causas imposibles, atribución que comparte junto a San Judas Tadeo y Santa Rita.
Debido a sus labores como comandante del ejército romano, otro de los roles que le fue atribuido es el de protector de los militares, lo que con el paso del tiempo se extendió también a los viajeros, jóvenes y estudiantes. Su nombre es invocado cuando la persona atraviesa por problemas legales que se prolongan para que se resuelvan con prontitud.
A pesar de no estar registrado dentro de la liturgia católica, es un santo reconocido por los fieles de dicha doctrina. La ceremonia de su canonización, aún no se revisa por parte de la Iglesia católica, y por ende, no se conmemoran sus fiestas ampliamente, la cual está pautada todos los 19 de abril.
Origen de su devoción
Parte de la historia de San Expedito, es el inicio de su devoción y culto. Cuentan que todo comenzó en la ciudad de París, en un convento de monjas, donde para el año de 1781, les llegó a las religiosas una caja contentiva de varias reliquias no identificadas.
Estas, habían sido desenterradas en las cuevas de Denfert-Rochereau. La caja tenía una inscripción en el remitente que decía: “Spedito”, que significa “correo expreso”, seguramente para que el envío se hiciera de manera rápida. Sin embargo, las monjas confundieron este caso, asumiendo que el contenido de la caja le pertenecía a un tal “Spedito”.
Dentro del Martirologio romano, aparecía el registro de un santo mártir de nombre “Expeditus”. En Turquía, fueron coronados como santos martirios de Hermágoras: Rufo; Aristónico; Cayo; Gálata; y Expedito, el mismo día todos. Otras oraciones son San Judas Tadeo para el negocio
Las religiosas conjeturaban que se trataba del mártir que aparecía en el Martirologio, y comenzaron a orar pidiéndole por su intercesión. La veneración por el santo comenzó a propagarse, extendiéndose por toda Francia, cuando veían que las plegarias eran respondidas rápidamente.
En el siglo IV le fue adjudicada una fecha de conmemoración, para crearle una mayor credibilidad, llegando a comparar con los atributos de Santa Filomena y asegurando que su muerte fue en el año 303.
Hagiografía o Santoral
A finales del siglo XVIII, fue cuando comenzó a crearse una historia de Santo Expedito, en vista de que era un santo desconocido. Los rasgos a destacar fue su formación como militar de origen romano, teniendo una hazaña dentro de su desempeño durante una batalla, donde le fue adjudicado el sobrenombre de «Fulminante».
La legión que comandaba, estaba conformada en su mayoría por soldados cristianos, y todos juntos, tenían la misión de proteger las fronteras orientales del territorio romano que había sido invadido y era constantemente atacado por los hunos. Expedito llevaba una vida disipada antes de su convertirse en cristiano.
Cuando se había decidido a convertirse al cristianismo, se le apareció un cuervo negro, que por siglos ha representado al maligno. Su objetivo, era el de persuadirlo para que no realizara la conversión, pero en respuesta Expedito lo aplastó con el pie izquierdo.
Ha sido representado en una imagen donde aparece San Expedito vestido de soldado romano y a su lado, se encuentra el cuervo pisado con el pie, y en su pico lleva escrita la inscripción que reza “cras”, que en latín significa “mañana”.
Cuando se convirtió en cristiano, comenzó a predicar la palabra entre los miembros de su batallón, pero esto no era del agrado del emperador Diocleciano, quien comenzó a odiarlo hasta tal punto de mandar a azotarlo hasta sangrar, y luego lo decapitaron con una espada, un 19 de abril que es su Día.
El nombre de San Expedito
Dentro de la historia de San Expedito se cuenta también el origen de su nombre, el cual tiene connotaciones militares. El nombre de “Expedito”, cuando se lleva al castellano, se emplea como un adjetivo. El mismo se deriva del latín “expeditus”, que sirve para hace referencia al hecho de contar con libertad para obrar prontamente.
Se dice que en la antigua Roma, los soldados partían al combate llevando solo sus armas y sin ninguna otra carga, a lo que se denominaba como “expediti o in expeditionem”. Pero, cuando por el contrario, llevaban consigo toda su impedimenta, que constaba de: un saco de dormir, utensilios y objetos personales, herramientas y víveres, entre otros, se le llamaba entonces “impediti”.
El nombre de “expediti” también era utilizado para referirse a la formación del batallón, con la cual actuaban como infantería ligera, contemplando gran velocidad en sus movimientos. Se dice que de esta última premisa es de donde se deriva el nombre de “San Expedito”, pues la unidad que comandaba en su carrera como militar, se conducía de acuerdo a dichos parámetros.
Otra versión de la historia de San Expedito
Existe otra versión de la historia de San Expedito, que fue adaptada por la tradición católica, y donde se cuenta que fue un oficial militar que fungió como regente de la Legión XII Fulminata durante la era imperial en Roma.
La legión se encontraba en territorio de Armenia, y tenían como misión defender a los pueblos de aquellos que querían atacar al Imperio romano. Su lucha llevaba ya muchos años a su mando, y llegó un momento en que se quedaron sin agua y sin alimentos, en un territorio que estaba bajo el completo dominio del enemigo.
Y así, obligados por las circunstancias y sin nada de energía, se fueron al combate. Fue entonces cuando San Expedito comenzó a motivarlos a través de la palabra, pero no dio resultados, ya que la tropa sentía que nada se podía hacer ya. En ese momento, optaron por actuar ante las adversidades tal cual como lo hacían los soldados romanos que eran cristianos, y la manera en que estos enfrentar a la muerte.
De pronto, los soldados levantaron sus brazos hacia el cielo, quedando todos sorprendidos, incluyendo a Expedito, con la intención de solicitándole a Dios su ayuda, implorando que realizara un milagro. El batallón completo comenzó a rogarle a Dios en medio del campo de batalla, un acto que inesperado por el bando enemigo.
La respuesta fue inmediata y de repente todo el cielo se oscureció y comenzó a darse un tremendo vendaval de viento y agua, que cubrió todo el campo de batalla. Esto fue de mucha ayuda para que los combatientes de la legión salieran victoriosos de dicha contienda. Muchos de los soldados se convirtieron a la fe cristiana luego de este suceso.
Sin embargo, Expedito continuaba sin entender qué era lo que había pasado, aunque ya sentía los llamados de Dios en su corazón. Pero tenía que enfrentar otro desafío, ya que su puesto en el ejército, no se relacionaba con su conversión al cristianismo e incluso, significaría despertar la ira del emperador.
Y en efecto, cuando el emperador se enteró de la ocurrencia de aquellos hechos, tildó la acción como una revuelta militar. Finalmente, San Expedito superó sus dudas y afirmó dar un giro a su vida y ser cristiano. En ese momento, se le manifestó el Espíritu del mal transformado con forma de cuervo, que le gritaba un sonido “Cras, cras, cras” varias veces, término que significa “mañana”.
Su intención era evitar la conversión según la historia de San Expedito, pero este reaccionó aplastándolo con su un pie, y respondiéndolo: “Hodie, hodie, hodie”, que significa “hoy”. Expedito una vez convertido, comenzó a proteger a los cristianos que llevaban a los circos romanos para que se los comieran los leones.
Este comportamiento era intolerable por parte del emperador, quien no podía aceptar que la persona que dirigía su batallón, ahora desafiaba sus leyes abiertamente, y que además fuese un cristiano más. Estos actos hicieron que lo detuvieran junto a otros compañeros de armas, quienes también eran cristianos, para ser interrogados.
San Expedito se convirtió en un santo mártir el 19 de abril del año 303, cuando por órdenes del emperador, se le impuso la condena de flagelación. Dicen que le dieron una oportunidad a él y a los otros detenidos de arrepentirse y que renegaran de su fe, pero al rehusarse, resultaron decapitados.
Oración a San Expedito
A pesar de que la historia de San Expedito todavía está pues en duda y de que esto le valió su exclusión de la lista de santos oficiales de la iglesia católica, cuenta con un gran número de fieles seguidores que lo consideran como el santo de las causas imposibles y urgentes, por lo que cuenta con varias oraciones que se le rezan para rendirle culto, pedirle favores o simplemente en agradecimiento.
¡San Expedito!, Señor de las causas urgentes, noble y abogado justo, te pido que intercedas ante Jesucristo nuestro Señor, para que me auxilie en estos momentos de tormento y desesperación.
Santo y noble guerrero, patrono de los afligidos, santo de los desesperados, solo tú puedes sobrellevar las causas urgentes con éxito. Te pido hoy que me ayudes y protejas, otorgándome el coraje y la fuerza que necesito en estos momentos pero también calma y serenidad para tomar las mejores acciones.
Atiende a este llamado que te hago con toda fe (Se pide el favor). Ayúdame, Santo Expedito, para poder superar los tiempos tan difíciles de tragos amargos. Protégeme contra quienes intenten perjudicarme, tanto a mí como a mi familia.
Atiende con urgencia este favor, y devuélvele a mi alma la tranquilidad y la paz que está necesitando. ¡Oh San Expedito!, te estaré por siempre agradecido si me concedes la petición, si es preciso el resto de mi vida, iré propagando tu nombre con devoción y Fe. ¡Amen!
Nota: Se cierra con un Padre Nuestro, un Ave María y un Credo como complemento de la oración.
Iglesias en el mundo
Existen varias iglesias regadas en todo el mundo donde es venerada la imagen de San Expedito, estando entre los países: Alemania, Argentina, Austria; Brasil, España, Estados Unidos; Filipinas, Francia; México; Nicaragua; Uruguay; Venezuela; y más. Si te gustó este artículo, te invitamos a ver Novena a San Expedito