Los mojes Shaolin son conocidos por ser monjes versados en las artes marciales, por su práctica espiritual que incluye meditación y estudios filosóficos. Debido al entrenamiento físico y mental al que se someten, desarrollan habilidades como la fuerza, la agilidad y la disciplina.
Hoy os acercamos el mundo de los guerreros espirituales, estos monjes budistas y su entrenamiento, para que podamos comprender y conocer mejor toda la disciplina que se desarrolla entorno a ellos. Unos monjes no solo famosos por todo el mundo sino con muchos seguidores de su kung-fu shaolin.
La historia de los monjes Shaolin
Los monjes shaolin son miembros de una tradición monástica del budismo zen que se originó en el Templo de Shaolín de donde reciben su nombre. La ubicación de este templo es en la provincia de Henan en China. El templo, fundado en el siglo V alcanzó su fama por estar muy conectado al budismo y por su influencia en las artes marciales, en concreto con el Kung fu.
La cultura de los monjes Shaolin se fue extendiendo y ha tenido un gran impacto en las artes marciales chinas, siendo objeto de películas y obras de ficción donde se tiende a romantizar la vida de estos monjes. Sin embargo, su vida real, se basa en una vida monástica que combina la búsqueda espiritual a través de la práctica física rigurosa y el entrenamiento de la mente.
Orígenes del templo Shaolin
Para empezar a conocer la historia de estos monjes versados en las artes marciales, debemos comenzar hablando sobre los inicios del templo.
El monje indio Bodhidharma, llegó a China para propagar el budismo zen. Se cuenta que meditó durante nueve años en la cueva de lo que sería el templo Shaolin, y al finalizar su meditación, comenzó a difundir e impartir sus conocimientos y enseñanzas a los monjes. La influencia de este monje indio fue fundamental en la creación de unos monjes que dedicaban su vida a ejercitar cuerpo y mente.
El Templo Shaolin donde los monjes meditaban y practicaban artes marciales, fue creciendo y se convirtió en un centro importante para el budismo en China. Con su estilo de vida, los monjes mantenían su salud y fortaleza ejercitados. Poco a poco se sentaron las bases del Kung-fu Shaolin.
Desarrollo de las Artes Marciales
El nombre del templo resonaba en toda China, crecía en renombre, pero también crecían las técnicas de combate que practicaban los monjes allí. Desarrollaron su propio estilo de kung-fu integrando combate a mano desnuda, uso de armas y técnicas de respiración. Toda la práctica física estaba, además, profundamente ligada a la parte espiritual y filosófica cuyos pilares son la disciplina, la concentración y el respeto.
Se cuenta que en el siglo VII, durante la dinastía Tang, los monjes tomaron un papel fundamental para defender el imperio y derrocar a la dinastía Sui. A raiz de aquello se convirtieron en guerreros clave para la protección del imperio chino, lo que aumentó su estatus y el respeto dentro de la sociedad china.
Filosofía y prácticas
Además de la práctica en las artes marciales, hemos comentado a lo largo del artículo que estos monjes también se centraban en la parte espiritual y filosófica. La meditación, es una parte integral de su vida. Una práctica que tiene como objetivo fortalecer cuerpo y mente. Para ello, sus prácticas incluyen meditación sentada, ejercicios de respiración, y posturas físicas que ayudan o fomentar la calma y concentración.
La filosofía budista que siguen, además, enfatiza en la compasión, la humildad y la búsqueda de la iluminación. Todo ello lo trabajan mediante el entrenamiento del kung-fu. Logran así un equilibrio entre fuerza física, mental y paz interna.
Los monjes Shaolin en la actualidad
A finales del siglo XX, el interés por el kung-fu Shaolin resurgió a nivel mundial, alimentado por películas y series de televisión. Los monjes comenzaron a recibir atención internacional y a participar en intercambios culturales acercando, de esa manera al mundo, su forma de ver la vida y sus prácticas cotidianas. En 1980 el templo fue reconstruido y los monjes decidieron abrirlo al público.
El templo sigue siento a día de hoy un lugar de peregrinación para practicantes de las artes marciales y del budismo de todo el mundo. Se han establecido academias de Kung-fu en diversos países que siguen la filosofía de los monjes Shaolin.
El legado de estos monjes perdura, por tanto, en nuestra actualidad. En china, concretamente, también influyen en la medicina tradicional y la vida cotidiana. El enfoque de salud fisica y mental, la disciplina y la ética de trabajo son valores que resuenan en muchos aspectos en la actual China.
La figura del monje Shaolin se ha convertido en icono cultural, ha aparecido en películas, obras de arte o libros. Se presentan como guerreros de paz, maestros de un arte que va más allá de la lucha física, enfatizando el poder del autocontrol y el desarrollo personal.